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7.1. Conclusiones. 7.2. Recomendaciones para mejorar la ...

LA SITUACI N DEL SERVICIO DE AYUDA A DOMICILIO EN EL MBITO. LOCAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO. 7/ CONCLUSIONES Y Recomendaciones . Conclusiones. Recomendaciones para mejorar la atenci n domiciliaria en el conjunto de los pa ses de la OCDE. Recomendaciones adicionales a aplicar en Espa a. CONCLUSIONES. Acercarnos al servicio de ayuda a domicilio y conocer las opiniones de expertos sobre el mismo es una condici n necesaria para poder disponer de informaci n contrastada que nos permita seguir avanzando en el desarrollo de pol ticas en el mbito local, lo que contribuir a que los ciudadanos y ciudadanas con dificultades permanezcan en su entorno habitual en las mejores condiciones posibles.

7.2. Recomendaciones para mejorar la atención domiciliaria en el conjunto de los países de la OCDE. 7.3. Recomendaciones adicionales a aplicar en España. 7/ 7.1. CONCLUSIONES. Acercarnos al servicio de ayuda a domicilio y conocer las opiniones de expertos sobre el mismo es una condición necesaria para poder disponer de información contrastada

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1 LA SITUACI N DEL SERVICIO DE AYUDA A DOMICILIO EN EL MBITO. LOCAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO. 7/ CONCLUSIONES Y Recomendaciones . Conclusiones. Recomendaciones para mejorar la atenci n domiciliaria en el conjunto de los pa ses de la OCDE. Recomendaciones adicionales a aplicar en Espa a. CONCLUSIONES. Acercarnos al servicio de ayuda a domicilio y conocer las opiniones de expertos sobre el mismo es una condici n necesaria para poder disponer de informaci n contrastada que nos permita seguir avanzando en el desarrollo de pol ticas en el mbito local, lo que contribuir a que los ciudadanos y ciudadanas con dificultades permanezcan en su entorno habitual en las mejores condiciones posibles.

2 La FEMP, movida por esta necesidad, ha participado en la realizaci n de esta investi- gaci n promovida por la Fundaci n Pilares para la Autonom a Personal y la Fundaci n Caser con el fin de recoger las valoraciones que sobre el servicio de ayuda a domicilio tienen las personas implicadas en el desarrollo del mismo: las trabajadoras y trabajado- res sociales y profesionales que se encargan de su gesti n. En este estudio se ha podido evidenciar el importante papel que juega el servicio de ayuda a domicilio en la vida de muchas personas en nuestro pa s.

3 Conocer esta realidad, y ponerla a disposici n de todos los agentes implicados en el SAD (organizaciones representativas de las personas y familias que lo reciben, provee- dores de servicios, Administraciones p blicas y, de manera especial, las Corporaciones Locales) ha sido el objetivo que ha guiado esta investigaci n. Decimos de manera espe- cial, porque son los Ayuntamientos los que juegan un papel fundamental en la gesti n y extensi n de este servicio y tenemos la convicci n de que con esta publicaci n puede ayudarse a reorientarlo y mejorarlo poniendo en marcha actuaciones que se ajusten a las necesidades detectadas y contribuir, as , al desarrollo arm nico del servicio, en bene- ficio de los ciudadanos y de nuestros gobiernos locales.

4 El progresivo envejecimiento de la poblaci n, y el consecuente incremento de nece- sidades derivadas del mismo, as como de recursos para su atenci n, protecci n, etc. 159. hacen necesaria una reflexi n estrat gica sobre la adecuaci n de todos los campos del conocimiento, pol ticas y organizaci n social a una realidad y a un colectivo que progre- sivamente va a superar la cuarta parte de la poblaci n. Esto implica una adecuaci n de las pol ticas sociales, sanitarias, de empleo, etc., y de los recursos prestacionales en que se despliegan, como es el propio SAD, as como una actualizaci n del ordenamiento ju- r dico a las demandas y particularidades de un colectivo, cada vez m s importante, como es el de las personas mayores.

5 En el contexto actual de estas pol ticas se est pasando de unos modelos asistencialis- tas que daban respuestas limitadas a aquellas personas con problemas y sin recursos, a modelos de servicio p blico universales que reconocen el derecho ciudadano a un con- junto de servicios y prestaciones orientados a garantizar una serie de valores esenciales para el bienestar como la salud, la educaci n, el empleo, la vivienda, los servicios sociales o la atenci n a las contingencias relativas a la dependencia, siendo la autonom a del sujeto un valor en alza que habr que saber respetar y facilitar.

6 La Ley de promoci n de la autonom a personal y atenci n de las personas en situaci n de dependencia (LAPAD) o las nuevas leyes de servicios sociales son buen ejemplo de estos avances, aun cuando para su real materializaci n sean necesarios los desarrollos normativos consecuentes, as como la planificaci n y financiaci n para su adecuada implantaci n. Igualmente es necesario que seamos capaces de llevar al d a a d a de la sociedad, los recursos y la atenci n necesaria para la materializaci n de estos derechos. Para ello, se ha de realizar un esfuerzo conjunto para que las declaraciones de principios no se que- den solamente en eso y poder trasladarlas mediante un adecuado veh culo, a que los ciudadanos sean realmente portadores y beneficiarios de los mismos, d ndoles partici- paci n y poder decisorio en las pol ticas y planes de intervenci n que les afectan.

7 Esto ata e de manera especial a las principales destinatarias del SAD, que son las per- sonas mayores. Pensando en su participaci n efectiva, se ha de tener en consideraci n que estamos ante un colectivo heterog neo que presenta dispares intereses, opciones y problem ticas. No podemos asimilar persona mayor a persona discapacitada o incapaci- tada como en ocasiones ha ocurrido y el hecho de que algunos de los nuevos derechos sociales se centren en personas mayores es coherente con la paralela necesidad y exi- gencia de reforzar la protecci n que el ordenamiento jur dico les dispensa.

8 Esas situaciones pueden afectar de diferente manera a las personas mayores, ya se encuentren en plenitud de su capacidad jur dica y de obrar, o bien tengan necesidad de cualquier figura de protecci n. De hecho, los modelos actuales de acercamiento a la vejez se centran en enfoques orientados al envejecimiento exitoso, competente y activo, y al 160. LA SITUACI N DEL SERVICIO DE AYUDA A DOMICILIO EN EL MBITO. LOCAL Y PERSPECTIVAS DE FUTURO. abordaje de las situaciones de discapacidad y dependencia como una contingencia di- ferente, aun cuando stas est n muy relacionadas con la edad.

9 En estos casos, cada vez hay m s consenso en que la atenci n ha de ser integral (con coordinaci n o integraci n de servicios) y debe estar centrada en la persona. El envejecimiento de la poblaci n, la mejora de la calidad y del nivel de vida general, el cada vez mayor papel de las personas mayores en la sociedad, el incremento de las situaciones de dependencia, de importantes d ficits de atenci n y de bolsas de pobreza en este colectivo, junto al cada vez mayor papel de la mujer en la sociedad, constituyen varios de los retos sociales de car cter estrat gico para la Uni n Europea, y en particular para el Estado Espa ol.

10 Estamos en un momento en el que las tendencias principales de las sociedades occiden- tales desarrolladas se van a caracterizar fundamentalmente por situaciones a veces anti- t ticas, como si de las dos caras de la misma moneda se tratara y que son las siguientes: En general, la mayor a de las personas mayores, con necesidades funcionales diversas, gozan de niveles de salud y bienestar no conocidos hasta ahora. Se preocupan por su salud, son m s sanas y tienen estilos de vida m s saludables; son m s cultas, m s activas y participativas en la sociedad.


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