Example: dental hygienist

ACERAS, PEATONES Y ESPACIO PÚBLICO - …

DIRECCI N DE GESTI N MUNICIPAL SECCI N DE INVESTIGACI N Y DESARROLLO ACERAS, PEATONES Y ESPACIOS P BLICOS Elaborado por: Maribel P rez Pel ez Ronulfo Alvarado Salas SERIE ORDENAMIENTO TERRITORIAL: N 5 2004 CONTENIDO Presentaci n 02 1. El autom vil y la expansi n urbana 03 2. Desintegraci n del sentido de comunidad y p rdida de la calle 03 3. Defender al peat n 05 4. Pensar y trabajar por la ciudad que deseamos 07 5. Las aceras 08 6. Aprender a enfrentar el nuevo entorno vial 11 7.

CONTENIDO Presentación 02 1. El automóvil y la expansión urbana 03 2. Desintegración del sentido de comunidad y pérdida de la calle 03 3.

Tags:

  Comunidad, Comunidad de

Information

Domain:

Source:

Link to this page:

Please notify us if you found a problem with this document:

Other abuse

Transcription of ACERAS, PEATONES Y ESPACIO PÚBLICO - …

1 DIRECCI N DE GESTI N MUNICIPAL SECCI N DE INVESTIGACI N Y DESARROLLO ACERAS, PEATONES Y ESPACIOS P BLICOS Elaborado por: Maribel P rez Pel ez Ronulfo Alvarado Salas SERIE ORDENAMIENTO TERRITORIAL: N 5 2004 CONTENIDO Presentaci n 02 1. El autom vil y la expansi n urbana 03 2. Desintegraci n del sentido de comunidad y p rdida de la calle 03 3. Defender al peat n 05 4. Pensar y trabajar por la ciudad que deseamos 07 5. Las aceras 08 6. Aprender a enfrentar el nuevo entorno vial 11 7.

2 ESPACIO p blico, circulaci n, recorridos y encuentros 11 8. La ciudad y la igualdad 13 9. Peatonizaci n: una opci n para el rescate urbano 19 10. Legislaci n nacional 25 11. Art culo Mal estado de las aceras es causa principal de traumas ortop dicos en La Habana Luis Vi o Zimerman. 47 12. El Informe Oppenheimer. Ciudades pujantes en pa ses en crisis. Peri dico Al D a 17/11/2002 48 13. Art culo Ordenan retirar ventas ambulantes . Peri dico La Naci n 17/03/2004 50 1 PRESENTACI N Ahora m s que nunca, para gobernar nuestras ciudades, es necesario tener un pie en el presente y otro por lo menos cincuenta a os adelante , como acertadamente, en el mbito latinoamericano nos lo ha estado recordando el se or Enrique Pe alosa.

3 Para los efectos del presente trabajo, interesa recordar otra de sus espl ndidas afirmaciones: Muchas ciudades buscan atraer turistas a sus carnavales y fiestas, otras a sus playas. Casi todas olvidan que lo que m s atrae a los turistas en todo el mundo son sectores agradables para caminar y ver gente. Eso significa tener v as exclusivamente peatonales, malecones, plazas, parques y andenes de alta calidad. Un pa s como Costa Rica que tiene al turismo como una de sus principales fuentes de ingreso, debe reflexionar a profundidad sobre esa afirmaci n.

4 Hemos vivido en las ltimas d cadas grandes transformaciones respecto a las cuales a n no tenemos clara conciencia de sus impactos e incidencias en nuestras vidas y en la organizaci n pol tica de nuestros pueblos. Hasta hace poco ten amos una poblaci n que mayoritariamente viv a en el rea rural; el Censo 2000, sin embargo, nos indic que esa situaci n hab a sido ya desbordada. Vivimos transformaciones f sicas para los cuales no hemos desarrollado a n los indispensables mecanismos mentales que nos permitan visualizar qu de los fen menos recientes est n perjudicando la sana convivencia social, las relaciones y las comunicaciones entre los vecinos.

5 Hasta ahora hemos dado por bueno, sin cuestionarlo, que el acelerado desarrollo urbano en el que hemos estado inmersos es signo inequ voco de progreso. La verdad es que estamos creando ciudades m s para sobrevivir que para vivir, en las que los autom viles tienen la prioridad en menoscabo del peat n que constituye una mayor a, ciudades carentes de identidad y de espacios p blicos que estimulen la igualdad y en donde impera la violencia, la exclusi n y toda clase de contaminaci n. Las funciones tradicionales del Gobierno Local y el ejercicio de la democracia a este nivel, que es b sico para soportar la superestructura del edificio democr tico nacional, resultan afectadas por las nuevas realidades urbanas.

6 El ESPACIO p blico es el medio por excelencia en el que se sustenta la experiencia individual y colectiva de la gente y su formaci n c vica. En ese ESPACIO se materializan los sentimientos de pertenencia, identidad, participaci n y solidaridad. Su deterioro y su reducci n significan un retroceso. Recuperar las funciones b sicas de la ciudad, hacerla m s amigable, a la medida de las necesidades de la gente, brindarle al peat n las condiciones apropiadas para desplazarse, conversar, mirar, disfrutar e interactuar con sus semejantes y el entorno, recuperar los niveles de seguridad ciudadana que se disfrutaban en el pasado, reducir la agresividad, etc.

7 , son acciones ineludibles que requieren de la conformaci n de un movimiento c vico del que las municipalidades deben ser un estandarte. Ello requiere de una labor previa de sensibilizaci n. Este documento procura contribuir a esa causa mediante la exposici n de ideas y propuestas provenientes de destacados pensadores contempor neos en este campo. IFAM 21. El autom vil y la expansi n urbana En la primera mitad del siglo XX, los europeos utilizaban autobuses, trenes, metros y tranv as para las tres cuartas partes de sus viajes de ida y vuelta.

8 Esa cifra ha ca do en la actualidad a una cuarta parte. El panorama es m s cr tico en EEUU, en donde el transporte p blico en la mayor a de sus ciudades solamente cubre un 5% del transporte total. La industria del petr leo, de la fabricaci n de autos, la masificaci n de estos y la fascinaci n que causan en el com n de la gente, as como la construcci n de una telara a de autopistas, ha ido arrinconando al transporte p blico, reduciendo el ESPACIO p blico y degradando las funciones b sicas que cumpl an nuestras ciudades y pueblos en el pasado.

9 En efecto, en el ltimo cuarto de siglo es evidente la transformaci n que han venido sufriendo las ciudades latinoamericanas, sus espacios y funciones como resultado de una serie de fen menos sociales, culturales y tecnol gicos. Costa Rica tambi n sufre a su manera la invasi n del autom vil y su ascendente protagonismo: La prioridad la ha tenido el autom vil y todo lo que el requiere: carreteras, puentes, parqueos, talleres. Por otra parte, el autom vil le ha permitido a la gente residir fuera de la ciudad, en suburbios, desparramando ca ticamente el crecimiento urbano, en forma horizontal, ocupando cada vez m s ESPACIO sin los equipamientos colectivos requeridos y aumentando los costos de una serie de servicios p blicos.

10 La factura petrolera que debe pagar el pa s crece tanto por un mayor consumo como por el aumento de los precios del petr leo. El pa s vive una especie de guerra civil no declarada, ya que un ej rcito de autom viles mata todos los d as m s personas que por otra causa. Las viviendas y urbanizaciones toman a pasos agigantados el ESPACIO rural, destruyendo el entorno y el paisaje natural. La contaminaci n s nica, visual y del medio ambiente, no cesa y amenaza nuestra salud. Los embotellamientos y los viajes largos al lugar de trabajo, hace que pasemos gran parte del tiempo en el autom vil y que dispongamos de menos tiempo de ocio familiar y creativo.


Related search queries