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ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE Y PRUEBAS DE …

1 GARAYZ BAL-HEINZE, Elena. Adquisici n del LENGUAJE y PRUEBAS de evaluaci n fonol gica: una revisi n desde la Ling stica. Revista Virtual de Estudos da Linguagem ReVEL. V. 4, n. 7, agosto de 2006. ISSN 1678-8931 [ ]. ADQUISICI N DEL LENGUAJE Y PRUEBAS DE EVALUACI N FONOL GICA: UNA REVISI N DESDE LA LING STICA Elena Garayz bal-Heinze1 RESUMEN: Desde la ling stica cl nica es muy corriente encontrarnos que la participaci n de ling istas en PRUEBAS de evaluaci n del LENGUAJE es pr cticamente nula. Basta llevar a cabo una revisi n de las PRUEBAS que analizan diferentes niveles ling sticos (fon tico-fonol gico, gramatical l xico-sem ntico e incluso el pragm tico) para mostrarnos que no se siguen criterios ling sticos, sino b sicamente evolutivos, para llegar a conclusiones relativas a la competencia o habilidades ling sticas de una persona dada, ya sea ni o o adulto.

1 GARAYZÁBAL-HEINZE, Elena. Adquisición del lenguaje y pruebas de evaluación fonológica: una revisión desde la Lingüística. Revista Virtual de Estudos da Linguagem – …

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1 1 GARAYZ BAL-HEINZE, Elena. Adquisici n del LENGUAJE y PRUEBAS de evaluaci n fonol gica: una revisi n desde la Ling stica. Revista Virtual de Estudos da Linguagem ReVEL. V. 4, n. 7, agosto de 2006. ISSN 1678-8931 [ ]. ADQUISICI N DEL LENGUAJE Y PRUEBAS DE EVALUACI N FONOL GICA: UNA REVISI N DESDE LA LING STICA Elena Garayz bal-Heinze1 RESUMEN: Desde la ling stica cl nica es muy corriente encontrarnos que la participaci n de ling istas en PRUEBAS de evaluaci n del LENGUAJE es pr cticamente nula. Basta llevar a cabo una revisi n de las PRUEBAS que analizan diferentes niveles ling sticos (fon tico-fonol gico, gramatical l xico-sem ntico e incluso el pragm tico) para mostrarnos que no se siguen criterios ling sticos, sino b sicamente evolutivos, para llegar a conclusiones relativas a la competencia o habilidades ling sticas de una persona dada, ya sea ni o o adulto.

2 Adoptando una perspectiva ling stica, sin por ello minimizar la importancia de los aspectos evolutivos, queremos mostrar c mo a veces no se tienen en cuenta aspectos relativos a la realidad de los hechos ling sticos como la frecuencia de uso de ciertas combinaciones, estructuras o significados, lo cual irremediablemente va en detrimento de una eficaz y completa evaluaci n del LENGUAJE . En este trabajo nos centraremos en el an lisis del componente fonol gico. PALABRAS CLAVE: desarrollo fonol gico; evaluaci n fonol gica; Ling stica Cl nica. 1. BREVE REVISI N HIST RICA DE LOS ESTUDIOS FONOL GICOS DESDE UNA PERSPECTIVA LING STICA Seg n Alarcos (1986:25) la fonolog a es la disciplina ling stica que se ocupa del estudio de la funci n de los elementos f nicos de las lenguas [.]

3 ] estudia los sonidos desde el punto de vista de su funcionamiento en el LENGUAJE y de su utilizaci n para formar signos ling sticos . El estudio de la fonolog a es pr cticamente reciente, si tenemos en cuenta que los trabajos acerca de los sonidos que conforman la lengua vienen del siglo IV antes de Cristo con las prolijas descripciones realizadas por los gram ticos de la tradici n hind , cuyo m s conocido representante fue Panini (IV a. C?). Como bien observa Lyons 1 Universidad Aut noma de Madrid. 2 (1986:20), La clasificaci n india de los sonidos del habla era m s detallada, m s exacta y m s s lidamente basada en la observaci n y en la pr ctica experimental que cualquier otra clasificaci n europea de antes del siglo XIX.

4 La tradici n occidental o greco-romana se interes igualmente por los aspectos relativos a los sonidos de la lengua, sin embargo el nivel de detalle nunca lleg a alcanzar los niveles de la tradici n india. Ya en el siglo XIX con el descubrimiento del s nscrito y el comienzo de la ling stica comparativa, los estudios acerca de los diferentes sonidos de las lenguas, y los parecidos entre ellas desat un ingente n mero de trabajos orientados a estudiar los sonidos y a buscar semejanzas entre estos en las diferentes lenguas, lleg ndose a formular leyes fon ticas para explicar el cambio fon tico (Verner; Grimm), lo que en s reflejaba un inter s de la ling stica no s lo por la lengua escrita, sino tambi n por la lengua hablada.

5 Sin embargo, la perspectiva cl sica sobre la pureza de la lengua escrita segu a presente en los ling istas del siglo XIX, que formularon sus leyes fon ticas bas ndose en la forma escrita, en los cambios en las letras. Forzosamente las leyes flaqueaban en su intento de sistematizaci n y ya en este siglo empez a intuirse que las letras no dejaban de ser un mero convencionalismo para representar los sonidos de la lengua hablada. Durante mucho tiempo los t rminos fon tica y fonolog a fueron utilizados como sin nimos La oposici n entre letra y sonido y las distinci n entre sonido y fonema no se har esperar mucho tiempo m s. Con Saussure (1916) se abre un nuevo periodo en la investigaci n ling stica y avanzamos hacia lo que conocemos como la ling stica moderna.

6 En Francia la ling stica estructural desarrollada por Saussure dio lugar a diferentes escuelas que conciben las lenguas como sistemas coherentes de elementos interrelacionados, integrados en distintos niveles. Destaca especialmente la Escuela de Praga y las figuras de Trubetzkoy (1939; 1973) y Jakobson (1929; 1939; & Halle, 1956), que fueron los padres de la fonolog a estructural. Si bien, y como as nos lo hace ver R os (1999): no debemos olvidar evitando necesariamente ser minuciosos las importantes aportaciones de Martinet (1955, 1960 y 1965) y Hjelmslev (Hjelmslev y Uldall, 1935), en las corrientes funcionalistas europeas, o de Sapir (1925 y 1933) y Bloomfield (1933), en la ling stica estadounidense (cf.)

7 Anderson, 1985). Desde la fonolog a estructural el foco de estudio eran los aspectos funcionales del an lisis fon mico as como los principios de la oposici n de los fonemas, se trataba de caracterizar cu les eran los fonemas de una lengua y definirlos de forma precisa, 3 pues su validez, su importancia, reside en las relaciones de igualdad y oposici n que establecen entre s dentro del sistema, adem s es un hecho que en todas las lenguas se producen oposiciones fonol gicas (distintivas) sobre la base de la existencia del fonema como unidad diferenciadora de significados, aunque en s mismo el fonema no tenga significado. Aqu cobran sentido las matizaciones de Jakobson acerca de que en sentido estricto no podemos hablar de oposici n, pues una /l/ a qu se opone; m s bien hay que hablar de la existencia de elementos m s peque os que el fonema que son simult neos a su realizaci n, son los rasgos distintivos cuya funci n es relacionar las unidades abstractas, los fonemas, con las propiedades ac sticas y articulatorias de las variantes en que las que se materializan.

8 Si esto es as , los rasgos distintivos ser an los ltimos constituyentes de una lengua y permiten caracterizar el fonema como un haz de rasgos. Jakobson y Halle (1956) propusieron un inventario de doce rasgos aplicables al an lisis de los sistemas fonol gicos de todas las lenguas; se trataba de rasgos binarios2, esto supon a que un determinado fonema pose a un rasgo o no. Estos rasgos tienen en cuenta, sobre todo, las caracter sticas ac sticas que las articulatorias. Sin embargo, dentro de la caracterizaci n fonol gica del estructuralismo, es frecuente encontrar estudios en los que se manejan t rminos fon ticos, con los que, en sentido estricto, nicamente se pueden caracterizar los sonidos del habla. En Espa a ha sido Alarcos (1965) quien clasifica los fonemas del espa ol atendiendo a las caracter sticas articulatorias de los sonidos, as como a los rasgos distintivos3.

9 En la caracterizaci n fonol gica del espa ol han primado y siguen siendo bastante importantes los criterios y m todos estructuralistas (Alarcos, 1965 y 1986, Quilis, 1985), si bien estudios de corte generativista han sido igualmente desarrollados (Contreras y Lle , 1987; Gil, 1990; N ez y Morales, 1999). Desde una perspectiva generativista, sin embargo, no importa tanto aislar y definir los elementos de la lengua por el hecho de formar parte de un sistema; por el contrario, interesa mucho m s establecer qu reglas permiten representar la capacidad innata para el LENGUAJE en general y el habla en particular, es por este mismo hecho por el que desde la fonolog a generativa se distancia bastante la fonolog a estructuralista, si 2 Los rasgos distintivos binarios propuestos por Jakobson eran: conson tico/no conson ntico; voc lico/no voc lico; grave/agudo; difuso/no difuso; compacto/ nocompacto; bemolizado/normal; sostenido/normal; nasal/oral; tenso/flojo.

10 Sonoro/sordo; continuo/interrupto; estridente/mate; glotalizado/no glotalizado. Para una explicaci n detallada de cada uno de estos rasgos remitimos a las lecturas de Jakobson y Halle (1956); Jakobson, Fant y Halle (1963). 3 Para caracterizar a los sonidos voc licos hace referencia a la abertura de la boca, posici n de la lengua y redondeamiento de los labios. Para los sonidos conson nticos tiene en cuenta el punto y el modo de articulaci n, as como la vibraci n de las cuerdas vocales. 4 bien la noci n de rasgo distintivo sigue vigente dentro de esta escuela. La obra clave de descripci n fonol gica de este periodo, The sound pattern of English (Chomsky y Halle, 1968), argumenta que la clasificaci n de Jakobson no da cuenta de todos los contrastes fon ticos y que no establece adecuadamente las relaciones entre ciertos sonidos, por lo que desarrollan una clasificaci n de veinti n rasgos4 basados en categor as articulatorias.


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