Alergología y dermatología, dos especialidades …

1 17M s Dermatol. 2008;5:17-20frontera dermatol gicaAlergolog a y dermatolog a, dos especialidades complementariasQue en ciertos aspectos de nuestrapr ctica cotidiana precisamos los aler-g logos de la concurrencia del der-mat logo experto y viceversa es unhecho harto probado. Pocas discipli-nas en medicina generan ese gradode dependencia mutua, que redun-dar en un diagn stico m s preciso deafecciones aparentemente al rgicas,pero que no necesariamente tienenpor qu estar condicionadas porsupuestas reacciones de hipersensi-bilidad. A continuaci n, repasar algunas entidades que servir n comoparadigma de la problem tica a la quehago referencia, con especial nfa-sis en las aportaciones de alerg logosespa Y ALERGIA DE CONTACTO Fueron Hjorth y Roed-Petersen1losprimeros que, en 1976, llamaron laatenci n sobre una entidad que deno-minaron dermatitis de contacto porprote nas (DCP), al estudiar a em-pleados de hosteler a con eccema demanos.

2 La mayor a hab a manipuladoalimentos en su actividad laboraldurante un per odo prolongado, yhab an observado que su dermatitisempeoraba al contactar con pescadosy hortalizas, desarrollando en un pla-zo de tiempo no superior a 30 minu-tos prurito, eritema y erupci n demicroves culas o habones en los dedoso en el dorso de las manos. Curio-samente, en dichos individuos, laspruebas epicut neas con lectura tar-d a eran negativas, pero al aplicardirectamente en el tegumento los ali-mentos presuntamente responsables,tanto en la piel sana como en la afec-tada, se obten a una respuesta localinmediata y pod a demostrarse la exis-tencia de inmunoglobulina E (IgE)espec fica en algunos casos.

3 En efecto,para realizar el diagn stico bastacon poner el alimento encausado encontacto con la piel, procediendo aefectuar una punci n a su trav s o jus-to antes de pinchar la piel medianteuna fina lanceta (t cnica de prick-prick),para que los al rgenos correspon-dientes atraviesen la superficie cut -nea. Es una modificaci n del prick-test,o prueba de puntura, que empleamoslos alerg logos en nuestra pr ctica dia-ria. En caso de negatividad puede recu-rrirse al rub-test(rubbing-testo pruebade frotamiento), que consiste en fro-tar la piel durante 30 segundos con elalimento sospechoso, observando loque sucede en los 60 minutos siguien-tes.

4 Tambi n puede practicarse un test de uso , instando al paciente aque manipule el alimento tal y comolo hace en su trabajo. Los individuos con DCP puedentocar o ingerir los alimentos en cues-ti n si est n cocinados, pues los al r-genos que la producen son termol -biles y se desnaturalizan durante laRoberto Pelta Fern ndezEspecialista s nior en alergolog a. Hospital GeneralUniversitario Gregorio Mara Diplomado y profesor del Centro de Ense anzay Desarrollo de laHomeopat descargado de Copia para uso personal, se proh be la transmisi n de este documento por cualquier medio o s Dermatol. 2008;5:17-20frontera dermatol gicaAlergolog a y dermatolog a, dos especialidades complementariasDocumento descargado de Copia para uso personal, se proh be la transmisi n de este documento por cualquier medio o n o la digesti n.

5 Aunquesu verdadera etiopatogenia nose ha podido precisar a n, sesospecha que la DCP obedecea una combinaci n de meca-nismos de hipersensibilidadinmediata (tipo I) y tard a(tipo IV).La DCP, a diferencia de ladermatitis al rgica de contac-to, est causada por sustanciasde alto peso molecular, limi-t ndose generalmente laslesiones a manos y antebrazos;aunque tambi n puede exte-riorizarse como un eccemafacial, afectando especial-mente a los p rpados. Es posi-ble que se manifieste por exa-cerbaci n de un eccemaat pico previo, o como unaparoniquia cr nica. Se sospechar DCP enpacientes con lesiones ecce-matosas cr nicas en manos,expuestos a sustancias de ele-vado contenido proteico, unavez que se ha descartado hi-persensibilidad a una bater aest ndar de contactantes.

6 Lasalteraciones en la integridad de la barrera cut nea,por un lavado de manos excesivo, el uso de deter-gentes, la exposici n a irritantes cut neos y la pre-sencia de otras dermatosis, y la atopia, predisponena sufrir COSM TICOS COMO FUENTE DE AL RGENOS ALIMENTARIOSOCULTOSUno de los agentes m s empleados en el tratamientot pico del eccema at pico ha sido la avena, al serrica en gl cidos, l pidos, pr tidos y ciertos oligoe-lementos. Los extractos coloidales de avena soncapaces de inhibir la transformaci n del cido ara-quid nico en prostaglandinas,tromboxanos y leucotrienos,estimulando asimismo la repro-ducci n celular y la estructu-raci n del col geno d la actualidad, los coloidesde avena, a pesar de su reco-nocida acci n antiinflamatoriay emoliente, han pasado a unsegundo plano, en parte porsus posibles efectos este sentido, se han descri-to casos aislados de dermatitisy urticaria al rgica de contac-to, con prueba de parche abier-ta positiva y presencia de IgEespec fica a avena.

7 A pesar desu rareza, hay que sospechareste tipo de reacci n de hiper-sensibilidad si un paciente rela-ta que su eccema empeora conavena coloidal2,3. Aunque inha-bituales, la trascendencia deeste tipo de sensibilizacionespor al rgenos alimentarios trasuna exposici n inadvertida encosm ticos puede ser fue el caso de una mujer de28 a os, estudiada en elServicio de Alergolog a delHospital 12 de Octubre de Madrid, que padec a der-matitis at pica grave desde la infancia y se aplicabageles y cremas de avena. A los 22 a os comenz aobservar que en las zonas donde aqu llos contac-taban con su piel desarrollaba prurito y eritema,siendo interpretado este hecho por su dermat lo-go como un posible efecto irritativo, por lo que lerecomend evitarlos.

8 Cuatro a os m s tarde, lapaciente tuvo un beb y desde la primera vez quecomenz a prepararle la papilla de cereales desa-rroll de forma inmediata s ntomas nasooculares yepisodios de broncoespasmo. Se efectu una prue-ba epicut nea con avena que result positiva en lec-tura inmediata y negativa en lectura tard a. El test deprovocaci n bronquial con un extracto de avena Pocas disciplinas en medicinageneran ese grado de depen-dencia mutuo, que redundar enun diagn stico m s preciso deafecciones aparentemente al r-gicas, que no necesariamentetienen por qu estar condicio-nadas por reacciones de hiper-sensibilidad.

9 Existen situaciones que se bene-fician de una interconsulta. Es loque sucede en una entidad que nopor ser infrecuente hay que per-der de vista, como es la dermati-tis de contacto por prote nas. Los dermat logos son los quecon mayor asiduidad manejanprincipios activos muy diversosen aplicaci n t pica, bien en for-ma de cosm ticos o de corticos-teroides, no exentos de podercausar reacciones de hipersensi-bilidad. En ocasiones, la piel tie-ne curiosas formas de exteriori-zar sus des rdenes, como sucedecon el fen meno clave19M s Dermatol. 2008;5:17-20 Pelta Fern ndez R. Alergolog a y dermatolog a, dos especialidades complementariasDocumento descargado de Copia para uso personal, se proh be la transmisi n de este documento por cualquier medio o tambi n positivo, pero la paciente toler la pro-vocaci n oral con dicho alimento.

10 Este fen menono est fuera de lo com n, puesto que las personasque padecen asma por inhalaci n de cereales tole-ran su ingesti de otros alimentos presentes en cosm ti-cos, como almendras dulces o leche5, tambi n pue-den causar reacciones al rgicas en pacientes sen-sibilizados a ellos. FLARE-UP, UNA CURIOSA REACCI NDE LA PIEL La ingesti n, la inhalaci n o la administraci n porv a parenteral de un al rgeno a un sujeto sensibi-lizado a l a trav s del contacto cut neo es capazde inducir la dermatitis de contacto sist mica o dermatitis de contacto por administraci n sist -mica del al rgeno . Se debe a que se produce dise-minaci n del al rgeno por v a hemat gena, hastaalcanzar la piel.