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Arbitraje y grupos de sociedades ... - LIMA …

BERNARDO M. CREMADESLIMA arbitration . N 1 - 2006 121 Arbitraje y grupos de sociedades . Extensi n de los efectosde un acuerdo arbitral a quien no ha sido signatarioROQUE J. CAIVANO1. La jurisdicci n arbitral y el alcance subjetivo del acuerdo arbitralYa no se discute que los rbitros ejercen funciones de naturaleza jurisdiccionalequivalentes a las de los Ello significa, en concreto, que conocen de lascuestiones sometidas a ellos en t rminos similares a los magistrados del PoderJudicial, y que las decisiones que adoptan en uso de sus facultades, una vezfirmes, adquieren el efecto de cosa En el caso del laudo, espec fica-1 A modo de ejemplo, puede citarse un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Naci n,en el que se explic que ..aun cuando el Arbitraje sea un procedimiento de soluci n decontroversias de origen contractual, es jurisdiccional por su funci n y por la especial efica-cia que el derecho otorga a sus.

BERNARDO M. CREMADES LIMA ARBITRATION. N° 1 - 2006 121 Arbitraje y grupos de sociedades. Extensión de los efectos de un acuerdo arbitral a …

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1 BERNARDO M. CREMADESLIMA arbitration . N 1 - 2006 121 Arbitraje y grupos de sociedades . Extensi n de los efectosde un acuerdo arbitral a quien no ha sido signatarioROQUE J. CAIVANO1. La jurisdicci n arbitral y el alcance subjetivo del acuerdo arbitralYa no se discute que los rbitros ejercen funciones de naturaleza jurisdiccionalequivalentes a las de los Ello significa, en concreto, que conocen de lascuestiones sometidas a ellos en t rminos similares a los magistrados del PoderJudicial, y que las decisiones que adoptan en uso de sus facultades, una vezfirmes, adquieren el efecto de cosa En el caso del laudo, espec fica-1 A modo de ejemplo, puede citarse un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Naci n,en el que se explic que ..aun cuando el Arbitraje sea un procedimiento de soluci n decontroversias de origen contractual, es jurisdiccional por su funci n y por la especial efica-cia que el derecho otorga a sus.

2 Del voto del ministro Augusto C sar Belluscio,Corte Suprema, 31/05/1999, in re Rocca, J. C. c. Consultara , Rev. Fallos 322 El rbitro que zanja una controversia mediante un laudo de Derecho, act a en ejerciciode una potestad de iuris dictio, pues el Arbitraje es un equivalente jurisdiccional mediante elcual las partes pueden obtener los mismos objetivos que con la jurisdicci n civil, esto es,una decisi n que ponga fin al conflicto con todos los efectos de la cosa juzgada. Su decla-raci n de los derechos y obligaciones rec procas de las partes se encuentra revestida deauctoritas, por imperativo de la ley; y s lo carece del imperium necesario para ejecutarforzadamente su decisi n, que la ley vigente reserva a los tribunales civiles . Tribunal Cons-titucional Espa ol, auto del 28/10/1993, Rev. Actualidad Jur dica Aranzadi, N Y grupos DE sociedades .

3 EXTENSI N DE LOS EFECTOS DE UN ACUERDO ARBITRAL A QUIEN NO HA SIDO SIGNATARIO122 LIMA arbitration . N 1 - 2006mente, su cumplimiento forzado se persigue por los procedimientos previstospara la ejecuci n de sentencias judiciales. Es consecuencia de ello que la estipu-laci n de una cl usula arbitral implica la exclusi n de la jurisdicci n judicial:pactado el Arbitraje , las partes otorgan a los rbitros potestades jurisdiccionales,renunciando a ser juzgadas por los tribunales acuerdo arbitral tiene naturaleza convencional, por lo que resulta aplica-ble a su respecto lo dispuesto en materia de contratos. En el tema que nosocupa, el principio es el contenido en el art culo 1199 del C digo Civil, confor-me el cual los contratos s lo obligan y producen efectos entre las partes. Esteprincipio se funda en general en que la fuerza obligatoria de los contratostiene fundamento en la voluntad de las partes y, por consiguiente, no puedetener eficacia ni producir efectos respecto de quienes no han prestado su con-sentimiento.

4 En el caso del acuerdo arbitral en particular, ese principio tienecomo prop sito evitar que alguien, sin haber expresado su consentimiento, seaforzado a dirimir determinadas controversias por Arbitraje , siendo paralelamenteobligado a resignar la competencia de los tribunales voluntad de las partes de someterse a Arbitraje es, precisamente, la basede la justificaci n constitucional que la Corte Suprema de Justicia argentina hahecho de la jurisdicci n , ha dicho que La fuerza obligatoria de la cl usula contractual que pre-v la intervenci n de rbitros en las diferencias que pudieran surgir entre laspartes, resulta de lo dispuesto en el art culo 1197 del C digo Civil y que Laconvenci n que somete a rbitros determinadas cuestiones de naturaleza eco-n mica, inhabilita a los contratantes para impugnar la validez constitucional dela intervenci n de los mismos ; por ello El art culo 18 de la Constituci n3 Al resolver que las decisiones de la jurisdicci n arbitral, libremente pactada por los intere-sados, son insusceptibles de recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de laNaci n, este tribunal hizo notar que la preexistencia de un acto voluntario de adhesi n alarbitraje comporta renuncia a la v a judicial.

5 CSJN, 1963, in re Pedraza, Fausto Ren de Molina, Fanny Esther, Rev. Fallos 255:13. En fecha reciente, la C mara Nacio-nal de Apelaciones en lo Comercial de la Ciudad de Buenos Aires juzg que la procedenciade la jurisdicci n arbitral se encuentra sujeta a la voluntad de los interesados quienes, me-diante una cl usula compromisoria, pueden renunciar a la jurisdicci n de los tribunalesordinarios y someterse a la primera. Los particulares pueden de ese modo sustraerse de lajurisdicci n ejercida por rganos . CNCom., sala E, 19/04/2005, in re Patr nCostas, Marcelo c. International Outdoor Advertising Holdings Co., Revista de DerechoComercial y de las Obligaciones, ed. Lexis-Nexis, Newsletter 18/07 J. CAIVANOLIMA arbitration . N 1 - 2006 123 Nacional se refiere al caso de un litigante al que se haya formado una comisi no se le haya designado un juez especial para que lo juzgue, situaci n que no esequiparable a la de los rbitros elegidos por las partes.

6 4En otro caso, sentenci que La preexistencia de un acto voluntario deadhesi n, aceptaci n o sometimiento a la intervenci n de rbitros, autoriza adeclarar que no existe agravio al derecho de ocurrir ante un rgano judicial enprocura de justicia. Este derecho es tambi n renunciable por parte de quien,habiendo podido optar entre la v a judicial y la administrativa, elige esta lti-ma , y que La intervenci n de los rbitros sean o no rganos administrati-vos con facultades para decidir irrevisiblemente las cuestiones que les sonsometidas, es v lida y no contrar a los art culos 1 y 18 de la Constituci nNacional, toda vez que los interesados hayan consentido los respectivos proce-dimientos, o cuando, con anterioridad a stos, la jurisdicci n arbitral haya sidoconvenida o aceptada inequ vocamente por la parte que m s tarde pretendedesconocerla invocando su inconstitucionalidad.

7 5 Ello no obstante, hay casos en que se admite que sujetos que no han sidoparte stricto sensu del acuerdo arbitral, sean obligados a participar en el procesoarbitral. En rigor de verdad, se trata de personas que tienen una relaci n espe-cial con quienes han otorgado el acuerdo arbitral, que los convierte en unacategor a especial de terceros , que por alguna raz n pueden considerarse asi-milados a las partes . Tal es, por ejemplo, el caso de los sucesores universales delas partes, a quienes se extienden activa y pasivamente los efectos de la cl usulaarbitral,6 o en ciertas hip tesis, el de los fiadores de las se ver en los par grafos siguientes, los grupos de sociedades en-cuadran en la situaci n mencionada en la parte final del p rrafo precedente:84 CSJN, 1940, in re Griskan, Isaac c. Reisz y C a.

8 , Rev. Fallos 187: CSJN, 1961, in re Expreso Santo Tom , Rev. Fallos 250: Sobre el tema, remitimos a CAIVANO, Roque J.: El Arbitraje y el fuero de atracci n delsucesorio , Rev. El Derecho CHILL N MEDINA, Jos Mar a y MERINO MERCH N, Jos Fernando: Tratado deArbitraje Privado Interno e Internacional, ed. Civitas, 2 edici n, Madrid, 1991, p. El fen meno de los grupos de sociedades se ha dado durante el siglo XX, fruto de lainventiva empresarial, como respuesta a nuevas necesidades de organizaci n caracteriza, fundamentalmente, por la descomposici n de la empresa en una pluralidadde sociedades , bajo una direcci n unificada. Sobre el tema puede verse GALGANO, Fran-cesco: Los grupos societarios , Rev. Foro de Derecho Mercantil, N 1, octubre-diciembrede 2003, ed. Legis, Bogot , 2003, p.

9 7 y Y grupos DE sociedades . EXTENSI N DE LOS EFECTOS DE UN ACUERDO ARBITRAL A QUIEN NO HA SIDO SIGNATARIO124 LIMA arbitration . N 1 - 2006bajo ciertas condiciones, se ha considerado que la cl usula arbitral contenida enun contrato es vinculante para la sociedad controlante de una de las partes opara otras sociedades del grupo, aunque no hayan sido signatarias del Las soluciones en el derecho comparadoEn la pr ctica del Arbitraje internacional la situaci n descripta no es infrecuen-te, ni tampoco novedosa. Suele plantearse con cierta asiduidad y existe unaconsistente elaboraci n doctrinaria y jurisprudencial que justifica la posibleextensi n de los efectos del acuerdo arbitral a las sociedades vinculadas conalguna de las partes decirse sin exagerar que, en abstracto, no hay dudas acerca de laposibilidad de incorporar al juicio arbitral a quien no ha sido firmante de lacl usula arbitral; el solo hecho de no ser firmante directo del acuerdo no impli-ca que no pueda verse obligado por sus efectos.

10 Es claro, sin embargo, quetampoco puede predicarse, en sentido opuesto, que la extensi n de las conse-cuencias del acuerdo arbitral a terceros pueda hacerse de manera autom tica nique sta conclusi n pueda ser universalmente efecto, el principio general es el que hemos se alado precedentemente:el Arbitraje nace de fuente convencional y, como tal, s lo est n obligados quie-nes hayan firmado la cl usula que otorga jurisdicci n a los rbitros. Lo que sedir en los p rrafos siguientes no infringe esta regla sino, en todo caso, pone demanifiesto que ella no es absoluta ni que los l mites subjetivos del acuerdoarbitral sean tan r gidos e inquebrantables. En t rminos generales, es pac fica-mente reconocido que la mera circunstancia de no haber sido en sentidoformal parte en el acuerdo arbitral no significa siempre y necesariamen-te un impedimento para ser llevado al Arbitraje .


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