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ARTÍCULO Las Comunidades Profesionales de Aprendizaje …

Autor: Dr. Federico Malpica Basurto Las Comunidades Profesionales de Aprendizaje : motor de la innovaci n pedag gica sostenible El Aprendizaje colaborativo docente y su car cter contracultural Desde hace d cadas, un gran n mero de investigadores han estudiado, experimentado y dise ado un rico conjunto de t cnicas did cticas que tienen como finalidad la consolidaci n de procesos formativos entre Profesionales , sin embargo a pesar de todos estos avances en el Aprendizaje colaborativo, a n queda un mbito profesional que parece resistente a todos estos cambios, donde este tipo de experiencias son m s bien infrecuentes, aisladas y por iniciativas personales o por mero voluntarismo de unos cuantos: el mbito educativo y formativo. Parece mentira, pues en las escuelas, colegios, universidades y centros de formaci n estamos rodeados de gente todo el d a y, sin embargo, a n es una de las profesiones m s aisladas y solitarias que existen.

La responsabilidad de la formación se traslada al propio colectivo, a la comunidad de profesionales que aprenden en conjunto (ver Figura 2). Figura 2: Niveles de participación en los modelos de desarrollo profesional docente La comunidad profesional de aprendizaje como modelo de formación y desarrollo docente para la ...

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1 Autor: Dr. Federico Malpica Basurto Las Comunidades Profesionales de Aprendizaje : motor de la innovaci n pedag gica sostenible El Aprendizaje colaborativo docente y su car cter contracultural Desde hace d cadas, un gran n mero de investigadores han estudiado, experimentado y dise ado un rico conjunto de t cnicas did cticas que tienen como finalidad la consolidaci n de procesos formativos entre Profesionales , sin embargo a pesar de todos estos avances en el Aprendizaje colaborativo, a n queda un mbito profesional que parece resistente a todos estos cambios, donde este tipo de experiencias son m s bien infrecuentes, aisladas y por iniciativas personales o por mero voluntarismo de unos cuantos: el mbito educativo y formativo. Parece mentira, pues en las escuelas, colegios, universidades y centros de formaci n estamos rodeados de gente todo el d a y, sin embargo, a n es una de las profesiones m s aisladas y solitarias que existen.

2 Cuando actuamos en el aula, estamos solos profesionalmente hablando, pues los estudiantes y participantes son usuarios de la formaci n, pero no tienen capacidad de retroalimentarnos como lo har a un colega. Cada uno est en su aula y regularmente no existen estructuras que permitan un di logo continuo y una reflexi n sobre la pr ctica con otros que sean iguales. Al menos, no de forma continua, sistem tica y permanente, como pasa en la mayor a de profesiones. 2 En este sentido, hablar de Aprendizaje docente colaborativo, es hablar en contra de la cultura imperante en las organizaciones y entidades educativas, donde lo com n es que cada qui n entienda su clase como un espacio cerrado de dominio propio y en el que rara vez se invita a otro colega a participar. Un espacio que se ha llegado a denominar como: la caja negra o el sanctasanct rum del profesorado.

3 En una cultura profesional de esta naturaleza, el Aprendizaje docente es aquel que ocurre b sicamente de reflexiones personales sobre la propia pr ctica o aquello que se pueda pescar al vuelo en una conversaci n, en una formaci n o una lectura. Esto empobrece la capacidad de Aprendizaje y dificulta los procesos de desarrollo docente, de innovaci n pedag gica y mejora continua de la pr ctica educativa. Hist ricamente, el Aprendizaje docente siempre ha estado relacionado con algo que ocurre fuera, ya sea porque el profesorado se ha enviado a formarse en espacios fuera del centro, mediante cursos (presenciales y online), talleres, seminarios, congresos, as como otras actividades del estilo, o porque se ha contratado un experto de fuera (formador, conferenciante, asesor) que ha venido al centro educativo a formar al profesorado.

4 Adem s, dicha formaci n generalmente viene siendo impulsada por las instancias superiores al profesorado, equipos directivos, administraciones, asesores, etc., y los diagn sticos y tratamientos (programas formativos) sobre aquello que necesitan formarse los docentes tambi n se realizan fuera del centro. Esta es la f rmula b sica de la formaci n en la actualidad y sus resultados han sido muy poco efectivos. Como afirma Lambert: la formaci n es la mayor p rdida de tiempo en cualquier organizaci n. Simplemente no funciona (Lambert, 1997:19)1. Esto lo demuestra una investigaci n llevada a cabo por Bruce Joyce, quien demostr que el asistente medio a un seminario de formaci n bien dise ado pon a en pr ctica entre el 5 y el 11 por ciento de lo que se le hab a ense ado. Esto significa un rendimiento de alrededor del 10 por ciento sobre el presupuesto de formaci n: un dato desolador.

5 Pero, de qu depende este rendimiento. En parte depende de la naturaleza de la formaci n al uso, que suele impartirse tanto en la formaci n inicial como en la formaci n continua del profesorado. La mayor a de actividades formativas s lo contemplan exposiciones, alguna demostraci n y rara vez alg n ejercicio pr ctico. Desde el punto de vista de la transferencia a la pr ctica, dicha formaci n es muy pobre, pues, seg n la pir mide del Aprendizaje (o cono de la experiencia) de Edgar Dale, dichas actividades formativas se quedan en un mbito m s pasivo que no logran un Aprendizaje pr ctico en los participantes (Dale, 1969). El Cono de la Experiencia de Dale es un modelo que incorpora varias teor as relacionadas con el dise o instruccional y los procesos de Aprendizaje . Durante la d cada de 1960, Edgar Dale2 teoriz que los participantes de una formaci n retienen m s informaci n por lo que "hacen" en comparaci n con lo que es "o do", "le do" u "observado".

6 Su investigaci n condujo al desarrollo del cono de la 1 Lambert, T. (1999) Manual de Consultor a. Ed. Gesti n 2000. Barcelona. P g. 17-19. 2 Dale, E. (1969). M todos Audiovisuales de Ense anza. NY: Dryden Press. 3 experiencia. Hoy, este "aprender haciendo" se ha conocido como " Aprendizaje experiencial" o " Aprendizaje en la acci n". El que la mayor a de formaci n docente se imparta con base en clases expositivas tipo conferencias y algunas lecturas, explica bastante de los resultados en la investigaci n de Bruce Joyce mencionada anteriormente y por qu el rendimiento no suele pasar del 10% (ver Figura 1). Figura 1: Pir mide del Aprendizaje de Edgar Dale Por tanto, si se quiere mejorar significativamente el rendimiento de la formaci n para el desarrollo profesional docente, si se pretende que haya una transferencia de las teor as pedag gicas a las pr cticas reales en las aulas, es necesario activar a los docentes mediante estrategias sistem ticas de pr ctica y reflexi n sobre dicha pr ctica, a partir de modelos que consideren una fuerte ayuda entre iguales.

7 Algunas estrategias ya las apuntaba Dale, cuando mencionaba los grupos de discusi n, las pr cticas reales y la ense anza a otros. Este tipo de estrategias activas requieren forzosamente de varios Profesionales en acci n y, por tanto, se vislumbran dos posibilidades para ello: la primera es que la instituci n sea capaz de pagar para que cada docente tenga un coach o mentor en su aula, que le ayude a entrenarse hasta que domine la pr ctica educativa espec fica. Es una posibilidad interesante, pero parece que actualmente no existen coaches o mentores suficientes y, adem s, no hay dinero que lo pague. Qu posibilidad queda entonces? El Aprendizaje entre iguales. 4 Una formaci n basada en la escuela, con un desarrollo que ocurre dentro, entre colegas. Con estructuras que permitan tener tiempos, espacios y soportes suficientes para practicar con otros y reflexionar sobre dicha pr ctica.

8 De esta manera, se podr a desarrollar una formaci n centrada en las verdaderas necesidades de la organizaci n educativa, en funci n del nivel demostrado por parte de sus docentes para las pr cticas que se desean adquirir. Para ello, es necesario tambi n que el diagn stico y el tratamiento (programas formativos) se realice entre los propios docentes y directores, y no por imposici n o copia de modelos ex genos a la propia instituci n. En este modelo, el grado de participaci n del profesorado es m ximo y, por tanto, tambi n su implicaci n y compromiso con su propio desarrollo. La responsabilidad de la formaci n se traslada al propio colectivo, a la comunidad de Profesionales que aprenden en conjunto (ver Figura 2). Figura 2: Niveles de participaci n en los modelos de desarrollo profesional docente La comunidad profesional de Aprendizaje como modelo de formaci n y desarrollo docente para la innovaci n Todo profesional ha desarrollado, consciente o inconscientemente, un porcentaje de su pr ctica a trav s de la interacci n con otros colegas.

9 A veces, de manera informal participando en alg n proyecto, en alguna discusi n intentando dar soluci n a problemas concretos o como parte de un equipo que intenta realizar una mejora o innovaci n. La mayor a de profesiones ya no se pueden entender sin estos espacios de trabajo colegiado, altamente supervisado, que les permita sentirse seguros en la aplicaci n de su pr ctica, pero tambi n comportarse como estrategas, intentar pr cticas nuevas y ser reconocidos por ellas. 18 DOCENTESHIST formaci n docente es algo que ha ocurrido impulsada por las instancias diagn sticos y tratamientos se realizan fuera del centro escolarEN LA FORMACI N BASADA EN LA COMUNIDAD DE formaci n docente es algo que ocurre dentro, entre una formaci n centrada en las necesidades de la diagn stico y tratamiento se realizan por docentes y directoresGrado de participaci nINSTANCIA SUPERIORG rado de participaci nDOCENTESINSTANCIASUPERIOR5 Lo interesante en el mbito educativo ser a que dejara de ser algo gobernado por el azar, la coincidencia y el voluntarismo de los propios Profesionales , para transformarse en un modelo de formaci n y desarrollo docente bien estructurado, planificado, trabajado y evaluado.

10 Actualmente, entre Profesionales de la educaci n, el trabajo colaborativo no se da por a adidura ni por defecto, sobre todo porque no es la cultura heredada ni existe costumbre de compartir y crear conocimiento entre colegas. En realidad, lo com n es que cada uno tenga su espacio de desarrollo y cada uno ejerza la docencia seg n sus propios referentes y herramientas did cticas. Por tanto, lograr el desarrollo de un Aprendizaje entre iguales es una conquista a la cual deber a aspirar toda instituci n que quiera mejorar en sus procesos de ense anza- Aprendizaje e innovar en la pr ctica educativa. No puede haber innovaci n en instituciones fraccionadas, que no sean capaces de generar conocimiento pedag gico com n, ya que una condici n indispensable de la mejora y la innovaci n es que pueda garantizar cierta consistencia en el proceso de ense anza- Aprendizaje que siguen los estudiantes al pasar por las diferentes aulas a lo largo de toda su formaci n, y esto pasa por un Aprendizaje colectivo de los docentes que forman parte de una misma instituci n educativa.


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