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CAPÍTULO DE UEN OZANO - UNAM

CAP TULO 2EL NACIMIENTO DEL DERECHO DEL TRABAJON stor DE BUEN LOZANOSUMARIO: I. El despertar de la cuesti n social. II. Los congresosobreros en el siglo XIX. III. Las primeras normas laborales. IV. Augedel sindicalismo. V. El constitucionalismo social mexicano. VI. ElTratado de Paz de Versalles, la Constituci n de Weimar y la Cons-tituci n de la Rep blica espa ola. VII. Crisis, fascismos y consoli-daci n del derecho del EL DESPERTAR DE LA CUESTI N SOCIALFran ois Noel Babeuf (1760-1797), tambi n conocido como Graco (Gracchus)Babeuf, fue el inspirador principal del movimiento conocido como Conspi-raci n de los iguales y autor de un plan casi completo de comunismo pro-letario, tal como lo califica G. D. H. s se debe a Babeuf la idea de la necesidad de la lucha de clases. Eldocumento del grupo, Manifiesto de los iguales pondr a el acento en lanecesidad de que la igualdad formal invocada por el liberalismo triunfante,pudiera convertirse en la igualdad econ mica.

No tuvo buen fin la aventura de Babeuf, visitante pasivo de la guillotina que acabó con su vida el 28 de mayo de 1797, se dice y puede suponerse que después de un proceso monstruoso. La burguesía, que sí tenía conciencia del ... 1 Historia del pensamiento socialista, t. I, Los precursores (1789-1850), México, FCE, 1962, p. 25.

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  Aventuras, Pensamiento, Del pensamiento

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1 CAP TULO 2EL NACIMIENTO DEL DERECHO DEL TRABAJON stor DE BUEN LOZANOSUMARIO: I. El despertar de la cuesti n social. II. Los congresosobreros en el siglo XIX. III. Las primeras normas laborales. IV. Augedel sindicalismo. V. El constitucionalismo social mexicano. VI. ElTratado de Paz de Versalles, la Constituci n de Weimar y la Cons-tituci n de la Rep blica espa ola. VII. Crisis, fascismos y consoli-daci n del derecho del EL DESPERTAR DE LA CUESTI N SOCIALFran ois Noel Babeuf (1760-1797), tambi n conocido como Graco (Gracchus)Babeuf, fue el inspirador principal del movimiento conocido como Conspi-raci n de los iguales y autor de un plan casi completo de comunismo pro-letario, tal como lo califica G. D. H. s se debe a Babeuf la idea de la necesidad de la lucha de clases. Eldocumento del grupo, Manifiesto de los iguales pondr a el acento en lanecesidad de que la igualdad formal invocada por el liberalismo triunfante,pudiera convertirse en la igualdad econ mica.

2 En ese documento se dice quela Revoluci n francesa no es sino la vanguardia de otra revoluci n mayor,m s solemne: la ltima revoluci n y se indica que los hombres tienden a algo m s sublime y m s equitativo el bien com n, o la comunidad debienes! .No tuvo buen fin la aventura de Babeuf, visitante pasivo de la guillotinaque acab con su vida el 28 de mayo de 1797, se dice y puede suponerse quedespu s de un proceso monstruoso. La burgues a, que s ten a conciencia delorigen de su poder: la explotaci n de los trabajadores, no iba a permitir quedesde los inicios se pusieran obst culos en su camino. Igual que del pensamiento socialista, t. I, Los precursores (1789-1850), M xico, FCE, 1962, p. libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jur dica Virtual del Instituto de Investigaciones Jur dicas de la UNAM DR 1997.

3 Instituto de Investigaciones Jur dicas - Universidad Nacional Aut noma de M xicoLibro completo en: a los socialistas ut picos ----as denominados con cierto respetopor Marx y Engels---- el plantear las primeras soluciones fundadas en la con-sideraci n de la bondad humana. Fourier, Saint-Sim n, Cabet y Sismondi enFrancia y en la Gran Breta a y despu s en los Estados Unidos Robert Owen,inventar an los falansterios, comunidades limitadas a un par de miles de ha-bitantes o poco m s, gobernadas por la idea de la divisi n del trabajo queFourier dise sin ponerlas en pr ctica, tarea que con resultados muy dudososse empe Owen en hacer efectiva en su New Harmony, en el Estado deIndiana a partir del a o de y Engels, en el Manifiesto Comunista har an la cr tica cordial de estosutopistas ----en rigor sus preclaros antecesores---- poniendo de relieve que ha-b an advertido la realidad del antagonismo de clases pero que omitieron lascondiciones materiales de la emancipaci n del proletariado al que calificaban,sin esperanzas.

4 De la clase que m s padece sin aportar otra soluci n que labuena disposici n social de los empresarios. Repudian, pues, toda acci npol tica, y sobre todo, toda acci n revolucionaria ----dir an Marx y Engels----,y se proponen alcanzar su objeto por medios pac ficos y ensayando abrir ca-mino al nuevo evangelio social por la fuerza del ejemplo, por las experienciasen peque o, que siempre fracasan, naturalmente . Y concluyen de maneraterminante: As estas proposiciones no tienen m s que un sentido puramenteut pico . Al fen meno de la utop a sucedi el Cartismo ingl s, una vez derogadoel delito de coalici n, en 1824, en una m nima compensaci n por la pena demuerte dictada en contra de los destructores de m quinas en 1812. El movi-miento cartista surge como alternativa ante la derrota de los sindicatos inglesesde Carta del Pueblo , de mayo de 1838, plantea, en rigor, exigenciaspol ticas y de naturaleza constitucional.

5 No obstante es firmada y apoyada porlos miembros de la Asociaci n Obrera de Londres, con intentos renovadoresen 1842 y 1848, poca de su ltimo fracaso gracias a la represi n dirigidapor el duque de Wellington. Despu s se convirti en un movimiento socialista,origen remoto del Partido Laborista ingl 1848 se producen varios acontecimientos importantes desde la perspec-tiva Francia, un movimiento que Marx calificar a de burgu s, lleva a caboun proceso revolucionario que declara la Rep blica. Entre otras cosas consagraen la nueva Constituci n el derecho al trabajo que, de hecho, se actualizabacon la creaci n de los Talleres Nacionales en los que, seg n Marx, los obreros28N STOR DE BUEN LOZANOEste libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jur dica Virtual del Instituto de Investigaciones Jur dicas de la UNAM DR 1997. Instituto de Investigaciones Jur dicas - Universidad Nacional Aut noma de M xicoLibro completo en: realizar an mon tonos e improductivos trabajos de explanaci n,por un jornal de 23 sous (centavos).

6 2 Poco tiempo dur la Revoluci n, derrotada ya el 25 de junio, con alegr asingular de la burgues a triunfante y el llanto proletario que, como dijo Marx, arde, gime y se desangra .3El marxismo aparecer con caracter sticas evidentes con la publicaci n delManifiesto Comunista en el mismo a o de 1848. Funda la concepci n mate-rialista de la historia que se vincula al pensamiento dial ctico de Hegel, lmismo idealista, lo que no deja de ser una notable contradicci n. Da sustentoal internacionalismo proletario y proclama la uni n internacional de los tra-bajadores. Parte del principio irrenunciable de la lucha de influencia del marxismo ser de largo plazo a pesar de la mistificaci ncapitalista que intenta borrar sin xito la realidad de la lucha de diferentes personajes que contribuir an de manera notable a la afirma-ci n del pensamiento social.

7 Pierre-Joseph Proudhon se constituir en el te -rico del anarquismo que, por su parte, Bakunin impulsar en la pr ctica pol ticay despu s de l, Kropotkin. Ferdinand de Lasalle (en realidad, Lassal) enca-bezar en Alemania un movimiento socialista moderado cuya vigencia es hoynotable en el movimiento social-dem crata. El Programa de Gotha , resul-tado de una fusi n entre dos grupos desprendidos del movimiento lasallista,a la muerte en un duelo del fundador, ser aprobado en 1875 y el Partidoquedar dirigido por Liebknecht y Bebel. No falt la cr tica de Marx (Cr ticaal Programa de Gotha, de 5 de mayo de 1875).En 1871 se producir el acontecimiento m s importante del siglo en ordena la sustentaci n de una ideolog a social, el surgimiento de la Comuna dePar s, en rigor, la fundaci n de un Estado comunista proclamado el 28 de mar-zo de ese a o y derrotado por las fuerzas del mariscal Thiers el 28 de de destacarse la formaci n de las Internacionales obreras, la primerafundada en Londres en el Congreso celebrado entre los d as 3 al 8 de sep-tiembre de 1864, con intervenci n preferente de Carlos Marx y la segunda,producto de un Congreso celebrado en Par s del 14 al 21 de julio de 1889con la presencia de importantes dirigentes del movimiento obrero mundial.

8 Bebel, Liebknecht, Clara Zetkin, Bermstein, De Paepe, Vandervelde, PabloIglesias, Plejanov y Lafargue, entre NACIMIENTO DEL DERECHO DEL TRABAJO292 Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850, Obras escogidas, t. I, Mosc , Ediciones enLenguas Extranjeras, 1951, p. , p. libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jur dica Virtual del Instituto de Investigaciones Jur dicas de la UNAM DR 1997. Instituto de Investigaciones Jur dicas - Universidad Nacional Aut noma de M xicoLibro completo en: LOS CONGRESOS OBREROS EN EL SIGLO XIXA ntes del nacimiento formal del derecho del trabajo, la tarea de establecerlas normas, por la v a de las exigencias, correspondi a los m ltiples congresosobreros que se celebraron a partir de la mitad del siglo del Rosal,4 invoca como primer Congreso, celebrado en Londres enel mes de junio de 1847, el de la Liga de los Comunistas , que precede ala publicaci n, un a o despu s, del 1862 y 1864 se tienen lugar en Londres dos conferencias preparatoriasde la Primera Internacional, quiere decir, de la Asociaci n Internacional delos Trabajadores (AIT).

9 Sta, entre 1866 y 1876 se re ne de nuevo en Ginebra,Lausana, Bruselas, Basilea, Londres (Conferencia Internacional en 1871), LaHaya, Ginebra y fracci n escisionista de la AIT (el grupo anarquista), entre 1872 y 1900lleva a cabo congresos en Saint-Imier (Suiza), Ginebra, Bruselas, Berna, Ver-viers (B lgica), Londres (dos veces) y Par s. A su vez congresos internacio-nales socialistas se re nen en Gante (B lgica) y Coire (Suiza).La Segunda Internacional lleva a cabo su Congreso fundador en Par s, en1889 y los siguientes en Bruselas (1891), Zurich (1893), Londres (1896) yPar s (1900).Cinco Congresos y conferencias de tipo corporativo tienen lugar en Par sy Londres, entre 1883 y documento fundatorio de la AIT de 1864, redactado el proyecto porMarx, tiene el tono de un documento org nico, destinado a fijar los puntosprincipales de la organizaci n de la AIT.

10 Sin embargo, destaca la afirmaci nde que la emancipaci n de los trabajadores debe ser obra de los trabajadoresmismos; que debe procurarse terminar con el dominio de clase; que la supe-ditaci n del trabajador al capital es la fuente de toda servidumbre pol tica,moral y material y que el gran fin de todo movimiento pol tico debe de serla emancipaci n econ mica de los trabajadores la que no constituye un pro-blema local o nacional sino que interesa a todas las naciones civilizadas. Dichode otro modo, proclama el internacionalismo un objetivo esencialmente diferente, mucho m s concreto en cuantoa servir de base para las condiciones de trabajo, el acuerdo adoptado por elCongreso constituyente de la Segunda Internacional por cuanto exige el dic-30N STOR DE BUEN LOZANO4 Los congresos obreros internacionales en el siglo XIX. De la joven Europa a la Segunda Interna-cional, M xico, Grijalbo, , pp.


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