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del Norte, en Europa del Sur y en Medio Oriente. …

Le Monde diplomatique No. 16, Agosto 2008 C mo se invent el pueblo jud o por Shlomo Sand* Deconstrucci n de una historia m tica Shlomo Sand* Los jud os conforman un pueblo? Un historiador israel aporta una respuesta nueva a esta pregunta antigua. Contrariamente a la idea recibida, la di spora no fue el resultado de la expulsi n de los hebreos de Palestina, sino de las conversiones sucesivas en frica del norte , en Europa del Sur y en Medio Oriente. Esto estremece uno de los fundamentos del pensamiento sionista, el que pregona que los jud os fueron descendientes del reino de David y no Dios no lo permita! los herederos de guerreros bereberes o de caballeros j zaros. Todo israel sabe, sin sombra de duda, que el pueblo jud o existe desde que recibi la Tor (1) en el Sina , y que es su descendiente directo y exclusivo.

encadenamiento genealógico continuo para el pueblo judío. La abundante historiografía del judaísmo incluye, desde luego, múltiples enfoques.

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1 Le Monde diplomatique No. 16, Agosto 2008 C mo se invent el pueblo jud o por Shlomo Sand* Deconstrucci n de una historia m tica Shlomo Sand* Los jud os conforman un pueblo? Un historiador israel aporta una respuesta nueva a esta pregunta antigua. Contrariamente a la idea recibida, la di spora no fue el resultado de la expulsi n de los hebreos de Palestina, sino de las conversiones sucesivas en frica del norte , en Europa del Sur y en Medio Oriente. Esto estremece uno de los fundamentos del pensamiento sionista, el que pregona que los jud os fueron descendientes del reino de David y no Dios no lo permita! los herederos de guerreros bereberes o de caballeros j zaros. Todo israel sabe, sin sombra de duda, que el pueblo jud o existe desde que recibi la Tor (1) en el Sina , y que es su descendiente directo y exclusivo.

2 Est convencido de que este pueblo, que parti de Egipto, se estableci en la tierra prometida , donde se construy el glorioso reino de David y Salom n, dividido luego en Judea e Israel. Del mismo modo, nadie ignora que vivi el exilio en dos oportunidades: tras la destrucci n del Primer Templo, en el siglo VI a. C., y la del Segundo Templo en el a o 70 d. C. Sigui luego una errancia de alrededor de dos mil a os: sus tribulaciones lo condujeron a Yemen, Marruecos, Espa a, Alemania, Polonia y hasta lo m s rec ndito de Rusia, pero siempre logr preservar los lazos de sangre entre sus comunidades alejadas. As , su unicidad no se vio alterada. A fines del siglo XIX, maduraron las condiciones para su retorno a la antigua patria.

3 Sin el genocidio nazi, millones de jud os habr an naturalmente repoblado Eretz Israel (la tierra de Israel), algo con lo que so aban desde hac a veinte siglos. Virgen, Palestina esperaba que su pueblo original volviera para hacerla reflorecer. Ya que sta le pertenec a, y no a esa minor a, desprovista de historia, que hab a llegado all por azar. Justas eran pues las guerras libradas por el pueblo errante para retomar la posesi n de su tierra y criminal la violenta oposici n de la poblaci n local. De d nde viene esta interpretaci n de la historia jud a? Es obra, desde la segunda mitad del siglo XIX, de talentosos reconstructores del pasado, cuya imaginaci n f rtil invent , en base a fragmentos de memoria religiosa, jud a y cristiana, unencadenamiento geneal gico continuo para el pueblo jud o.

4 La abundante historiograf a del juda smo incluye, desde luego, m ltiples enfoques. Pero las pol micas en su seno nunca cuestionaron las concepciones esencialistas elaboradas a fines del siglo XIX y comienzos del XX. Historiadores autorizados Cuando aparec an descubrimientos susceptibles de contradecir la imagen del pasado lineal, stos casi no ten an repercusi n alguna. El imperativo nacional, como una mand bula fuertemente cerrada, bloqueaba toda clase de contradicci n y desv o con respecto al relato dominante. Las instancias espec ficas de producci n del conocimiento sobre el pasado jud o los departamentos exclusivamente consagrados a la historia del pueblo jud o , totalmente separados de los departamentos de historia (llamada en Israel historia general ) contribuyeron ampliamente a esta curiosa hemiplejia.

5 Incluso el debate, de car cter jur dico, sobre Qui n es jud o? no les interes a estos historiadores: para ellos, es jud o todo descendiente del pueblo obligado al exilio hace dos mil a os. Estos investigadores autorizados del pasado tampoco participaron de la controversia de los nuevos historiadores , iniciada a fines de los a os 80. La mayor a de los escasos actores de este debate p blico proven a de otras disciplinas o bien de horizontes extra acad micos: soci logos, orientalistas, ling istas, ge grafos, especialistas en ciencias pol ticas, investigadores en literatura y arque logos formularon nuevas reflexiones sobre el pasado jud o y sionista. Tambi n integraban sus filas acad micos provenientes del exterior.

6 Los departamentos de historia jud a s lo lograron, en cambio, temerosas y conservadoras repercusiones, disfrazadas de una ret rica apolog tica basada en ideas recibidas. En s ntesis, en sesenta a os, la historia nacional madur muy poco, y seguramente no evolucione en el corto plazo. Sin embargo, los hechos actualizados por las investigaciones plantean a priori a todo historiador honesto asombrosos interrogantes, que son sin embargo fundamentales. Puede considerarse la Biblia un libro de historia? Los primeros historiadores jud os modernos, como Isaak Marcus Jost o Leopold Zunz, en la primera mitad del siglo XIX, no la consideraban as : a sus ojos, el Antiguo Testamento se presentaba como un libro de teolog a constitutivo de las comunidades religiosas jud as tras la destrucci n del Primer Templo.

7 Hubo que esperar hasta la segunda mitad del mismo siglo para encontrar a historiadores, en primer lugar Heinrich Graetz, portadores de una visi n nacional de la Biblia: transformaron la partida de Abraham a Cana n, la salida de Egipto o incluso el reino unificado de David y Salom n en relatos de un pasado aut nticamente nacional. Desde entonces, los historiadores sionistas no dejaron de reiterar estas verdades b blicas , convertidas en alimento cotidiano de la educaci n nacional. Pero hete aqu que en los a os 80 la tierra tiembla, haciendo tambalear estos mitos fundacionales. Los descubrimientos de la nueva arqueolog a contradicen la posibilidad de un gran xodo en el siglo XIII antes de nuestra era.

8 Del mismo modo, Mois s no pudo liberar a los hebreos de Egipto y conducirlos hacia la tierra prometida , por la sencilla raz n de que en esa estaba en manos de los egipcios. Adem s, no seobserva ninguna huella de una revuelta de esclavos en el reinado de los faraones, ni de una conquista r pida del pa s de Cana n por parte de un elemento extranjero. Tampoco existe signo o recuerdo del suntuoso reino de David y Salom n. Los descubrimientos de la d cada transcurrida muestran la existencia, en esa poca, de dos peque os reinos: Israel, el m s poderoso, y Judea. Los habitantes de esta ltima tampoco sufrieron el exilio en el siglo VI antes de nuestra era: s lo sus elites pol ticas e intelectuales debieron instalarse en Babilonia.

9 De este encuentro decisivo con los cultos persas naci el monote smo jud o. En cuanto al exilio del a o 70 de nuestra era, se produjo efectivamente? Parad jicamente, este hecho fundacional en la historia de los jud os, que origina la di spora , no dio lugar a la menor obra de investigaci n. Y por una raz n muy prosaica: los romanos nunca expulsaron a ning n pueblo en la regi n oriental del Mediterr neo. Salvo los prisioneros reducidos a la esclavitud, los habitantes de Judea siguieron viviendo en sus tierras, incluso tras la destrucci n del Segundo Templo. Una parte de ellos se convirti al cristianismo en el siglo IV, mientras que la gran mayor a se sum al islam durante la conquista rabe en el siglo VII.

10 La mayor a de los pensadores sionistas no lo ignoraban: as , Isaac Ben Zvi, futuro presidente del Estado de Israel, al igual que David Ben Guri n, fundador del Estado, lo escribieron hasta 1929, a o de la gran revuelta palestina. Ambos mencionan reiteradas veces el hecho de que los campesinos de Palestina son los descendientes de los habitantes de la antigua Judea (2). A falta de un exilio desde la Palestina romanizada, de d nde vienen los numerosos jud os que pueblan el Mediterr neo desde la Antig edad? Detr s de la cortina de la historiograf a nacional se esconde una sorprendente realidad hist rica. De la revuelta de los macabeos en el siglo II antes de nuestra era, a la revuelta de Bar Kojba en el siglo II despu s de Cristo, el juda smo fue la primera religi n proselitista.


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