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DOS POEMAS DE EMILIA PARDO BAZÁN Y NOTICIA DE …

DOS POEMAS DE EMILIA PARDO BAZ N Y NOTICIA DE OTRAS Dos POEMAS de EMILIA PARDO Baz n y NOTICIA de otras colaboraciones literarias suyas en la prensa santanderina de finales del s. XIX. y comienzos del XX. J. R. SAIZ VIADERO*. Sumario El autor recoge dos POEMAS de EMILIA PARDO Baz n encontrados en la prensa c ntabra, y referencia otros trabajos de la escritora gallega. Abstract The author collects two poems of EMILIA PARDO Baz n found in the Cantabria press , also he gives reference of other writtens of the Galician writer. EMILIA PARDO Baz n, por los m ritos que suma, no s lo es digna de ser, como ya lo es, por ley justa, del claustro universitario la catedr tica nica, sino que adem s merece ser tambi n, sin duda alguna, por excepci n, acad mica de la y si me apuran me atrever a decir que hasta ministra de Instrucci n P blica. Jos Estra i (1). A. comienzos del verano de 1894, la escritora gallega do a EMILIA PARDO Baz n (1851- 1921) permaneci durante algunas semanas en Cantabria, so pretexto de tomar las aguas minero-medicinales en el balneario interior de Alceda, acompa ada por su hija Blanca.

467 Anuario Brigantino 2001, nº 24 DOS POEMAS DE EMILIA PARDO BAZÁN Y NOTICIA DE OTRAS COLABORACIONES... Dos poemas de Emilia Pardo Bazán y noticia

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1 DOS POEMAS DE EMILIA PARDO BAZ N Y NOTICIA DE OTRAS Dos POEMAS de EMILIA PARDO Baz n y NOTICIA de otras colaboraciones literarias suyas en la prensa santanderina de finales del s. XIX. y comienzos del XX. J. R. SAIZ VIADERO*. Sumario El autor recoge dos POEMAS de EMILIA PARDO Baz n encontrados en la prensa c ntabra, y referencia otros trabajos de la escritora gallega. Abstract The author collects two poems of EMILIA PARDO Baz n found in the Cantabria press , also he gives reference of other writtens of the Galician writer. EMILIA PARDO Baz n, por los m ritos que suma, no s lo es digna de ser, como ya lo es, por ley justa, del claustro universitario la catedr tica nica, sino que adem s merece ser tambi n, sin duda alguna, por excepci n, acad mica de la y si me apuran me atrever a decir que hasta ministra de Instrucci n P blica. Jos Estra i (1). A. comienzos del verano de 1894, la escritora gallega do a EMILIA PARDO Baz n (1851- 1921) permaneci durante algunas semanas en Cantabria, so pretexto de tomar las aguas minero-medicinales en el balneario interior de Alceda, acompa ada por su hija Blanca.

2 *Jos Ram n Saiz Viadero (Santander, 1941), escritor y periodista, tiene publicados una veintena de libros sobre temas de historia, cinematograf a, prensa y literatura. Director de la colecci n Biblioteca San Quint n , de temas galdosianos, donde ha publicado Los visitantes de San Quint n y una edici n comentada de Desde la Monta a , de PARDO Baz n. (1) Ripios publicados en el peri dico La voz de Galicia hacia el a o 1916, reproducidos por Carmen Bravo-Villasante en su libro Vida y obra de EMILIA PARDO Baz n, Revista de Occidente, Madrid 1962, p. 298. Anuario Brigantino 2001, n 24. 467. J. R. SAIZ VIADERO. Era la primera vez -y la nica, que sepamos- que la autora de Los pazos de Ulloa acud a a visitar la tierra natal de Pereda y Men ndez Pelayo, lugar de descanso a su vez del escritor canario Benito P rez Gald s, quien para aquellas fechas hab a ya dado por concluida la apasionada relaci n sentimental mantenida unos a os atr s entre ambos, de forma todo lo intensa como merced a algunos ejemplos del epistolario enviado por do a EMILIA al autor de los Episodios nacionales, hemos podido llegar a conocer (2).

3 Tanto la prensa local de la ltima d cada del siglo XIX como los intelectuales residentes en Santander se volcaron a la hora de atender a una escritora que, por entonces, ya hab a cosechado una cierta fama de recia polemista, raz n por la cual -adem s de otras todav a m s personales- algunos sesudos varones (entre los cuales se encontraba el propio Jos . Mar a de Pereda) le estaban retirando su amistad y hasta el saludo. Puede asegurarse que una parte muy representativa de las llamadas fuerzas vivas santanderinas, con P rez Gald s a la cabeza, acudi un nimemente a la estaci n de ferrocarril a recibirla y la acompa aron ofreci ndola todo tipo de atenciones durante su fugaz visita a la capital monta esa, como ya se ha relatado en otro lugar (3). Incluso, con motivo de su presencia, el peri dico El aviso (4) tuvo la humorada de dedicarle las siguientes aleluyas festivas, de desconocida paternidad: Pr digo en bondad fue Dios con Santander, pues hoy dos genios en su seno est n: Benito P rez Gald s y EMILIA PARDO Baz n!

4 Salud a tanta belleza y al ingenio soberano que, unidos a Sotileza , forman la ilustre realeza del lenguaje castellano. Que do a EMILIA pretend a con su viaje algo m s que gozar de una pl cida estancia terap utica en las dependencias de aquel tranquilo balneario nos lo acreditan sus visitas a la Vega de Pas, el valle de Toranzo, Villacarriedo, ciudad de Santander, las Asturias de Santillana, cuevas de Altamira y la villa de Comillas. Fruto de su breve pero intenso recorrido fue tambi n un encuentro mucho m s breve y menos intenso con Gald s, en el interior de su recientemente inaugurada finca santanderina de San Quint n , as como una serie de art culos de viajes que -a la manera de aquellos otros que el novelista canario hab a publicado casi veinte a os atr s, bajo el enunciado com n de Cuarenta leguas por Cantabria (5)-, ser an editados en el rotativo madrile o La poca as como reproducidos (2) E. PARDO Baz n: Cartas a Benito P rez Gald s (1889-1890), Ediciones Turner, Madrid 1975.

5 (3) Introducci n a Desde la Monta a, Ediciones Tant n, Santander 1997, pp. 7-23. (4) Santander, julio de 1894. (5) Edici n Madrid 1876. Entre las m ltiples ediciones posteriores, existe una comentada y anotada recientemente por Benito Madariaga de la Campa, publicada con el t tulo de Cuarenta leguas por Cantabria y otras p ginas, Ediciones Tant n, Santander 1995. Anuario Brigantino 2001, n 24. 468. DOS POEMAS DE EMILIA PARDO BAZ N Y NOTICIA DE OTRAS en El Atl ntico por la prensa santanderina, primero, para posteriormente ser incluidos en uno de los varios libros de viajes dados a la imprenta por su autora (6). No era la primera vez, ni tampoco ser a la ltima, que la abundante prensa santanderina se hac a eco de los trabajos de la escritora gallega, siquiera fuera utilizando el sistema recurrente de la voraz tijera utilizado en todas las redacciones. La veloz carrera literaria desarrollada por do a EMILIA as como las pugnas mantenidas por ella en aras de hacer valer sus derechos y sus prop sitos en diversos campos, fueron seguidas con mucho inter s y bastante expectaci n, tanto desde las p ginas de los peri dicos progresistas como por los conservadores monta eses (7).

6 Rastreando en la hemeroteca santanderina, hemos podido localizar algunos trabajos suyos referentes al a o 1889, adem s de otros de fechas ya muy posteriores, que incluimos en relaci n aparte. Se trata, en primer lugar, de pol micas como la referida a la cuesti n acad mica, mantenida por la escritora y que, junto a otros trabajos, vieron la luz en las p ginas de El Atl ntico, un peri dico muy cercano a la influencia de figuras literarias como Pereda y Men ndez Pelayo. Tambi n aparecen una serie de cuentos y relatos cortos, representativos de la muy prol fica producci n que la escritora llegar a a alcanzar dentro de un g nero que con tanto entusiasmo cultivaba. stos se insertaron en las p ginas del semanario estival El Sardinero alegre y del diario de corta existencia Cr nica de Santander, bastante tiempo despu s de haberse producido su ya mencionada estancia (8). Pero, entre todos los trabajos, tambi n hemos localizado dos colaboraciones po ticas (una de las cuales, al menos, no era in dita), y que fueron enviadas en calidad al peri dico progresista El Cant brico, dirigido por el periodista Jos Estra i, en cuyo contenido se reflejaban sistem ticamente los movimientos efectuados por Gald s.

7 Las dos colaboraciones corresponden a los a os 1900 y 1903, respectivamente, aunque la primera ha sido localizada como ya publicada en el peri dico La Ilustraci n, Barcelona enero de 1883, y de la segunda no existe otra constancia de su publicaci n, aunque aparece entre los papeles manuscritos propiedad de su autora, que se conservan en el archivo de La Coru a. Este ltimo peri dico, como sol a ocurrir con la mayor parte de los diarios contempor neos, ten a por costumbre incluir diariamente, en su primera p gina, una colaboraci n po tica firmada por los nombres m s importantes del Parnaso, tanto cl sico como moderno, espa oles como extranjeros, y entre los cuales figuraban algunas composiciones procedentes de figuras femeninas, apareciendo en varias ocasiones el (6) Por la Espa a pintoresca, Barcelona, A. Lopez, s. a. La parte correspondiente al periplo c ntabro la hemos reproducido comentada y anotada bajo el t tulo de Desde la Monta a, edici n de J.

8 M. Gonz lez Herr n y J. R. Saiz Viadero, op. cit. (7) Pedro S nchez: Notas literarias. Insolaci n , El Atl ntico, Santander 15/4/1889, p. 1; ngel Guerra: Figuras nacionales. Do a EMILIA PARDO Baz n , El Cant brico, Santander 9/12/1905, p. 1. (8) El Sardinero alegre, Santander, 17/6/1897: Los domin s de encaje , relato. El Sardinero alegre, Santander 4/7/1897: La ley del hombre , relato. 7/10/1897: Un consejo a las mujeres , pp. 1-2. N 156. Cr nica de Santander, Santander 20/9/1898: La ni a m rtir , cuento. Cr nica de Santander, Santander, 21/10/1898: Un n ufrago , cuento. Cr nica de Santander, Santander 7/1/1899: Suerte macabra , cuento. Cr nica de Santander, Santander 18/2/1899: Campoamor y la mujer , semblanza. Cr nica de Santander, Santander, 11/4/1899: El d cimo , cuento. Cr nica de Santander, Santander 23/4/1899: fragmento de El ni o de Guzm n . Anuario Brigantino 2001, n 24. 469. J. R. SAIZ VIADERO. nombre de la poetisa gallega Rosal a de Castro (9), adem s del de la librepensadora madrile a Rosario de Acu a, de Santa Teresa de Jes s, de Gertrudis G mez de Avellaneda, de Sof a , todos ellos junto a la que pudi ramos considerar como una autora menor dentro del campo de la poes a, aunque se tratara de una novelista que tantos xitos cosech entre los lectores de su tiempo.

9 DOS POEMAS . SONETO (10). Considera que en humo se convierte el dulce bien de tu mayor contento, y apenas vive un r pido momento la gloria humana y el placer m s fuerte. Tal es del hombre la inmutable suerte: nunca saciar su ansioso pensamiento, y al precio de su af n y su tormento adquirir el descanso de la muerte. La muerte, triste, p lida y divina, al fin de nuestros a os nos espera como al esposo infiel la fiel esposa;. y al rayo de la fe que la ilumina, cuanto al malvado se parece austera, al var n justo se presenta hermosa. ALMAS GEMELAS (11). Mitades de una gota de roc o con que el mar, al beberla, en lo profundo de su seno fr o cuaja una sola perla;. tomos del perfume de la rosa que el viento mece unido;. (9) El Cant brico, 4/10/1907, p. 1, Los tristes . El Cant brico, 6/10/1907, p. 1, La verdad . El Cant brico, 29/11/1907, p. 1, Estrofas . El Cant brico, 13/12/1907, p. 1, Poder del coraz n . El Cant brico, 9/5/1908, p. 1, Estrofas . (10) El Cant brico, Santander 11/2/1900, p.

10 1. Seg n informaci n proporcionada por el profesor Gonz lez Herr n, este poema ya ha sido recogido en el libro de Maurice Hemingway sobre las poes as in ditas y olvidadas de EMILIA PARDO Baz n, localiz ndolo en las p ginas de La Ilustraci n, Barcelona, enero de 1883. (11) El Cant brico, Santander 18/6/1903, p. 1. Con este mismo t tulo, el joven poeta santanderino Jos de Ciria Escalante (1903-1924) public muy posteriormente un poema en el diario La atalaya, Santander 8/6/1919, p. 1. Anuario Brigantino 2001, n 24. 470. DOS POEMAS DE EMILIA PARDO BAZ N Y NOTICIA DE OTRAS notas que vibra el arpa melodiosa iguales en sonido;. estrellas dobles que en el alto (12) cielo una rbita describen;. almas gemelas que en el triste suelo de un pensamiento viven;. esto sin duda son los que se quieren su fe guardando entera, y acaso pasar n cuando aqu mueran (13). a amarse en otra esfera. OTRAS COLABORACIONES LITERARIAS DE EMILIA PARDO BAZ N. El Ebro, 8/5/1887: Dostoyewski.