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Educación y Sociedad del Conocimiento: …

Educaci n y Sociedad del Conocimiento: Introducci n a la filosof a del Aprendizaje (Pensar y Ense ar a aprender a partir de la historia) ISBN Copyright CECC Derechos Reservados San Jos Costa Rica, 2002 Dep sito Legal Imprenta Obando Texto: Oscar Picardo Joao y Juan Carlos Escobar Ba os Validaci n y Diagramaci n: Ana Carreras Correcci n de estilo: Ana Carreras Portada: Queda rigurosamente prohibido sin la autorizaci n escrita de los titulares del copyright , bajo las sanciones establecidas por la ley de propiedad intelectual, la reproducci n total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprograf a (fotocopia) y el tratamiento inform tico, y la distribuci n de ejemplares de ella mediante alquiler o pr stamo p blico 2 ndice Pr logo 03 A

4 Cabe constatar, no obstante, que la desorientación que se padece se debe a que, buscando alternativas, hemos avanzado más en el terreno de las ideas que en el de

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1 Educaci n y Sociedad del Conocimiento: Introducci n a la filosof a del Aprendizaje (Pensar y Ense ar a aprender a partir de la historia) ISBN Copyright CECC Derechos Reservados San Jos Costa Rica, 2002 Dep sito Legal Imprenta Obando Texto: Oscar Picardo Joao y Juan Carlos Escobar Ba os Validaci n y Diagramaci n: Ana Carreras Correcci n de estilo: Ana Carreras Portada: Queda rigurosamente prohibido sin la autorizaci n escrita de los titulares del copyright , bajo las sanciones establecidas por la ley de propiedad intelectual, la reproducci n total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprograf a (fotocopia)

2 Y el tratamiento inform tico, y la distribuci n de ejemplares de ella mediante alquiler o pr stamo p blico 2 ndice Pr logo 03 A Modo de Introducci n 05 Nota Did ctica 07 Cap tulo I: Introducci n a la Historia de las Ideas Filos ficas. Unidad Filosof a porqu y para qu ? 09 Unidad Filosof a Pre-Socr tica 13 Unidad Filosof a tica y Hel nica 17 Unidad Filosof a Cristiana y Patr stica 25 Unidad Filosof a

3 Medieval 28 Unidad Filosof a del Renacimiento 32 Unidad La Ilustraci n (siglo XVIII) 41 Unidad Filosof a Contempor nea 46 Unidad Filosof a Latinoamericana 59 Capitulo II.

4 Historia de las Ideas Pedag gicas Unidad La educaci n en los or genes de occidente 65 Unidad Educaci n Natural y desarrollo cient fico 70 Unidad La Escuela Nueva: Elementos educativos para un desarrollo innovador 77 Unidad La Escuela sovi tica y los Movimientos de la Educaci n Marxista 86 Unidad Educaci n y Ense anza Popular 90 Unidad 15: El Constructivismo, realidad educativa y posibilidades de desarrollo 98 Cap tulo III: La agenda educativa contempor nea Unidad Antropolog a Magisterial: Retos, problemas y posibilidades 106 Unidad Pedagog a Informacional: Ense ar a aprender en la Sociedad del Conocimiento 110 Unidad Lecturas para maestros y maestras: Reflexiones para una Did ctica Actualizada 115 Unidad La capacitaci n docente como desarrollo y como cultura 118 Unidad Reformas y Transformaciones Educativas en Centroam rica 120 Unidad La ausencia filos fica y epistemol gica en las corrientes educativas contempor neas.

5 123 Unidad La Misi n de la Misi n- en la Educaci n y la Visi n de Futuro como Utop a 126 Unidad El Paradigma de la Complejidad pedag gica en la Sociedad postmoderna. 129 Unidad La Mujer en la encrucijada: por una educaci n con perspectiva de g nero. 131 Unidad Axiolog a y Educaci n: Creencias o Valores? 136 Unidad Evaluaci n, Valuaci n y Medici n (Evaluation, Assessment & Measurament) 137 Unidad Educaci n y Pobreza: El reto de la Escuela. 141 Unidad Ideas pedag gicas desde Centroam rica 146 Fuentes y Bibliograf a 149 3PR LOGO Francisco Imbern n.

6 Departamento de Did ctica y Organizaci n Educativa. Universidad de Barcelona. Aunque parezca que lo sabemos todo sobre el profesorado y su formaci n, lo cierto es que llevamos pocos a os analizando, investigando y escribiendo sobre ello. Me refiero, espec ficamente, al an lisis de la formaci n del profesorado como objeto de estudio, como campo de conocimiento. Se puede argumentar que la preocupaci n por formar maestros, la formaci n inicial, es muy antigua, de hace siglos. Y es as , la formaci n inicial de maestros se ha ejercido de una forma u otra desde la antig edad, desde el momento que alguien decidi que otros educaran a sus hijos. Pero la preocupaci n por saber c mo, de qu manera, con qu modelos, y, sobre todo, la conciencia de que ese conocimiento y esas aptitudes deb an ser revisadas y actualizadas es algo mucho m s reciente.

7 Es decir, la reflexi n y la indagaci n sistem tica sobre la formaci n del educador, inicial o permanente, son muy actuales. EL PASADO M S RECIENTE DE LA FORMACI N No deseo profundizar excesivamente en este aspecto ya que en los textos publicados en los ltimos a os se ha hecho suficiente nfasis. En este pr logo me interesa recoger nicamente los temas que nos ayuden a comprender el discurso y nos permitan generar alternativas de futuro. Tampoco es objeto de esta reflexi n afrontar las partes oscuras de la formaci n, por el contrario me interesa mostrar aquellos elementos de la herencia pedag gica que nos permitan seguir construyendo y aportar alternativas de cambio en la formaci n.

8 Me gustar a que este somero an lisis hist rico reflejara claramente que la ense anza, la instituci n educativa, las finalidades de los Sistemas Educativos, han ido cambiado y que consecuentemente el profesorado, y su formaci n, debe sufrir un cambio radical en su modo de ejercer la profesi n, y tambi n en su proceso de incorporaci n y de actualizaci n profesional. HACIA UNA NUEVA ESCUELA, HACIA UNA NUEVA FORMACI N Para crear una nueva alternativa debemos analizar y contraponer una nueva visi n de la educaci n ante los te ricos del "perennialismo" (hoy, intelectuales educativos org nicos de ciertos partidos pol ticos bien situados) por su elitismo academicista, que les lleva a considerar ciertas cosas mejores que otras.

9 Por ejemplo, la universidad, el discurso te rico y la tradici n cultural occidental como superior y nica, despreciando otras identidades y aportaciones culturales. Y por ltimo, un rearme profesional necesita oponerse frontalmente a cualquier manifestaci n expl cita u oculta de la racionalidad t cnica tan de vuelta hoy d a (competencias, planes estrat gicos, ), bien sea en los contenidos curriculares o en las formas de gesti n y control t cnico-burocr tico de la educaci n y de las escuelas. 4 Cabe constatar, no obstante, que la desorientaci n que se padece se debe a que, buscando alternativas, hemos avanzado m s en el terreno de las ideas que en el de las pr cticas.

10 El profesorado debe moverse hacia una formulaci n colectiva de nuevas metas y nuevas estrategias destinadas a construir un nuevo papel en su funci n educadora. El rearme moral, intelectual y profesional del profesorado pasa por la recuperaci n del control sobre su proceso de trabajo, devaluado como consecuencia de la fragmentaci n curricular, del aislamiento y de la rutinizaci n y mecanizaci n laboral. El objetivo es resituar a los profesores para aumentar su consideraci n y estatus social. Y ello se logra mediante la verdadera colegialidad entre colegas, y a trav s de la participaci n con todos los que intervienen en la educaci n de la infancia y la adolescencia: la comunidad.


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