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El control de convencionalidad - Corte …

El control de convencionalidaden M xico, Centroam rica y Panam JOAQU N A. MEJ A R.,JOS DE JES S BECERRA ROGELIO FLORESC oordinadoresJos de Jes s Becerra Ram rezWendy J. Maldonado UrbinaJoaqu n A. Mej a RiveraJosu Padilla EvelineCarlos Rafael Urquilla BonillaGonzalo Carri n MaradiagaWendy Flores AcevedoSoraya LongSalvador S nchez Miguel Cabrales LucioEl control de convencionalidaden M xico, Centroam rica y Panam JOAQU N A. MEJ A R.,JOS DE JES S BECERRA ROGELIO FLORESC oordinadoresJos de Jes s Becerra Ram rezWendy J. Maldonado UrbinaJoaqu n A. Mej a RiveraJosu Padilla EvelineCarlos Rafael Urquilla BonillaGonzalo Carri n MaradiagaWendy Flores AcevedoSoraya LongSalvador S nchez Miguel Cabrales LucioEl control de convencionalidaden M xico, Centroam rica y Panam Editorial Casa San Ignacio El Progreso, Yoro. Tel fono: (504) 2647-4227 Fax: (504) 2647-0907 ISBN: 978-99926-739-7-3 Primera edici n: enero de 2016 Dise o e impresi n:Editorial GuaymurasDise o de portada:Marianela Gonz lez Impreso y hecho en todos los El control de convencionalidad en M xico, L87 Centroam rica y Panam Coordinadores Joaqu n A.

[…] el Poder Judicial debe ejercer una especie de «control de convencionalidad» entre las normas jurídicas internas que aplican en los casos concretos y la Convención Americana sobre Derechos

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1 El control de convencionalidaden M xico, Centroam rica y Panam JOAQU N A. MEJ A R.,JOS DE JES S BECERRA ROGELIO FLORESC oordinadoresJos de Jes s Becerra Ram rezWendy J. Maldonado UrbinaJoaqu n A. Mej a RiveraJosu Padilla EvelineCarlos Rafael Urquilla BonillaGonzalo Carri n MaradiagaWendy Flores AcevedoSoraya LongSalvador S nchez Miguel Cabrales LucioEl control de convencionalidaden M xico, Centroam rica y Panam JOAQU N A. MEJ A R.,JOS DE JES S BECERRA ROGELIO FLORESC oordinadoresJos de Jes s Becerra Ram rezWendy J. Maldonado UrbinaJoaqu n A. Mej a RiveraJosu Padilla EvelineCarlos Rafael Urquilla BonillaGonzalo Carri n MaradiagaWendy Flores AcevedoSoraya LongSalvador S nchez Miguel Cabrales LucioEl control de convencionalidaden M xico, Centroam rica y Panam Editorial Casa San Ignacio El Progreso, Yoro. Tel fono: (504) 2647-4227 Fax: (504) 2647-0907 ISBN: 978-99926-739-7-3 Primera edici n: enero de 2016 Dise o e impresi n:Editorial GuaymurasDise o de portada:Marianela Gonz lez Impreso y hecho en todos los El control de convencionalidad en M xico, L87 Centroam rica y Panam Coordinadores Joaqu n A.

2 Mej a R. y Jos de Jes s Becerra Ram rez y Rogelio Flores [et al].--[Tegucigalpa]: Editorial Casa San Ignacio / [Editorial Guaymuras], [2016]. 255 pp. ISBN: 978-99926-739-7-47 NDICEP resentaci n ..11 Nota introductoria ..13Pr logo ..15I. El control de convencionalidad en M xico: Origen y desarrollo ..19 Jos de Jes s Becerra ram rezII. El control de convencionalidad y su aplicaci n en los fallos de la C mara Penal de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala ..45 Wendy Johara Maldonado UrbinaIII. El control de convencionalidad en Honduras. Avances y desaf os ..74 Joaqu n a . meJ a rivera y Josu Padilla evelineIV. El control de convencionalidad en El Salvador: Posibilidades y desaf os ..99carlos rafael urquilla BonillaV. Los desaf os del control de convencionalidad en Nicaragua ..133 Gonzalo carri n maradiaGa y Wendy flores acevedoVI. El control de convencionalidad en Costa Rica ..165soraya lonG8 VII. El control de convencionalidad en Panam.

3 194salvador s nchez Algunas consideraciones sobre los desaf os interpretativos (te ricos y pr cticos) del control de convencionalidad en M xico ..224 Jos miGuel caBrales luciorese as curriculares ..249[..] el poder judicial debe ejercer una especie de control de convencionalidad entre las normas jur dicas internas que aplican en los casos concretos y la Convenci n Americana sobre Derechos Humanos. En esta tarea, el poder judicial debe tener en cuenta no solamente el tratado, sino tambi n la interpretaci n que del mismo ha hecho la Corte Interamericana, int rprete ltima de la Convenci n Americana*.* Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Almonacid Are-llano y otros vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006, p rr. NLa interacci n entre el derecho constitucional y el derecho internacional de los derechos humanos ha provocado una especie de tsunami jur dico que est cambiando la forma en que jueces y juezas nacionales interpretan y aplican el derecho vigente, el cual ya no se limita a las normas constitucionales y secundarias, sino que se extiende a las normas internacionales de derechos hu-manos asumidas por los Estados de la regi la luz del actualizado principio iura novit curia, que obliga a juezas y jueces nacionales a conocer y aplicar el derecho vigente, estos ya no pueden seguir siendo simples aplicadores de las normas nacionales, sino que se convierten en aut nticos guardianes de los tratados internacionales de derechos humanos y de la jurispru-dencia emanada de las interpretaciones realizadas por los rganos supranacionales facultados para este sentido.

4 Las juezas y los jueces nacionales tienen la obligaci n de ejercer un doble control de la legalidad de los actos y omisiones de los poderes p blicos; es decir, el control de constitu-cionalidad para determinar la congruencia de los actos y normas secundarias con la Constituci n, y el control de convencionalidad para determinar la congruencia de los actos y normas internas con los tratados internacionales de derechos humanos y la ju-risprudencia internacional. En otras palabras, la nueva realidad constitucional, derivada de la interacci n entre el derecho interno y el derecho internacional, obliga a juezas y jueces a garantizar la supremac a constitucional y la garant a convencional en los casos que deben la importancia de esta nueva realidad jur dica constitu-cional en la regi n, desde el ERIC-SJ-Radio Progreso consideramos importante aportar a su reflexi n a trav s del presente trabajo que, 12a lo largo de ocho cap tulos, presenta ocho miradas nacionales al control de convencionalidad (M xico, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panam ), cuyo orden no est basado en criterios de importancia tem tica, sino m s bien en una secuencia l gica geogr fica de norte a sur y que vuelve al nuestro profundo agradecimiento a Wendy J.

5 Maldonado Urbina (Guatemala), a Josu Padilla Eveline (Hon-duras), a Carlos Rafael Urquilla Bonilla (El Salvador), a Gonzalo Carri n y a Wendy Flores (Nicaragua), a Soraya Long (Costa Rica), a Salvador S nchez G. (Panam ) y a Jos Miguel Cabrales Lucio (M xico), por la generosidad de poner sus conocimientos y experiencias en este esfuerzo acad mico que esperamos aporte al debate sobre la importancia del ejercicio efectivo del control de constitucionalidad y del control de convencionalidad para el fortalecimiento de la democracia y el Estado de derecho. Agradecemos el importante apoyo de DIAKONIA para la publi-caci n de este libro. Las ideas que aqu se presentan son responsa-bilidad exclusiva de los autores y autoras, del ERIC-Radio Progreso y no reflejan necesariamente la opini n de y M xico, octubre de n a . meJ a rivera (honduras-esP a a)Jos de Jes s Becerra (m xico)roGelio flores (m xico)13 NOTA INTRODUCTORIAEn los ltimos a os se ha gestado un ambiente propicio para la discusi n y reflexi n desde el punto de vista cient fico de los derechos humanos, particularmente de las implicaciones derivadas de la interacci n entre sus dimensiones internacional y nacional.

6 De manera progresiva y consistente, los derechos han asumido un papel central: se han convertido en el n cleo de ope-raci n del derecho, en el l mite de actuaci n de las autoridades, en el par metro de formaci n de pol ticas p blicas. Es innegable que los sistemas constitucionales en Latinoam rica se encuentran en un evidente proceso de transformaci n, impulsado, entre otros factores, por el desequilibrio entre la proyecci n estatal de los gobiernos, la tendencia al ejercicio concentrado del poder p blico y las implicaciones globales de sus decisiones. La transformaci n del derecho p blico se ha basado en el fortalecimiento de tres ejes: la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos. Al mismo tiempo, se ha abierto un rico y productivo debate acad mico y jurisprudencial, propiciado por los siguientes elementos: La preeminencia constitucional de los derechos en la regi n, al haberse otorgado igual jerarqu a en los ordenamientos nacio-nales.

7 La respuesta ante el desarrollo del Estado abierto en el contexto de la globalizaci n; y La incidencia nacional de los rganos supranacionales de protecci n de derechos, particularmente a trav s del llamado di logo entre control de convencionalidad ha asumido un papel tras-cendente en este proceso. Como se sabe, la articuladora de esta figura es la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ha establecido que los Estados parte de la Convenci n Americana sobre Derechos Humanos deber n aplicar, por v a de los jueces 14y las autoridades p blicas, el derecho local y tambi n, de manera concurrente y complementaria, el derecho convencional, ejerciendo para ello los controles de constitucionalidad y de convencionalidad en los asuntos de sus partir de la referencia expresa en la jurisprudencia in-teramericana en el a o 2006, la figura ha sido objeto recurrente de an lisis y tambi n de debate.

8 Ni la Convenci n Americana, ni la jurisprudencia de la Corte IDH, han definido a n un modelo concreto para realizar el control , lo que ha derivado en que cada Estado determine su propio m todo con base en el particular en-tendimiento que se tenga de la interacci n entre los art culos (obligaci n de respetar los derechos), 2 (deber de adoptar dispo-siciones de derecho interno) y (doctrina de la reparaci n in-tegral) de la Convenci n que, en mi opini n, son los que permiten operar el est configuraciones regionales del control de Convenciona-lidad, las v as de soluci n a casos concretos, la reconfiguraci n de la participaci n de las v ctimas, sus representantes, los Estados y los rganos del Sistema Interamericano de Protecci n, son temas que se analizan en esta obra. Este nuevo entorno trae consigo la exigencia de analizar y comprender c mo funciona hoy en realidad el Derecho; de estudiar la manera en que se toman las decisiones jur dicas, las que surgen de los jueces, y tambi n las que emanan de los poderes Ejecutivo y Legislativo.

9 En la actualidad, el debate acad mico cient fico del derecho debe asumir una trascendencia te rica y pr ctica, conver-giendo en temas como la teor a democr tica del discurso jur dico, replantear la matriz para el razonamiento legal y el fortalecimiento institucional, por mencionar algunos. Sin duda, este libro pretende abonar al necesario debate acad mico sobre el control de convencionalidad y las transcen-dentales implicaciones que su entendimiento, implementaci n y operaci n tienen en nuestros pa ses floresDirector del Instituto de Estudios Constitucionales del Estado de Quer taro, M LOGOHay esfuerzos que merecen la pena ser analizados a pro-fundidad. Hay textos que requieren una lectura diat pica hasta llevarlos a nuestro p ramo de reflexi n. En el caso de esta obra, la lectura es una interpretaci n obligada sobre los Derechos Humanos en la regi n. Y es que la construcci n de estados de De-recho con respeto y protecci n a los Derechos Humanos en nuestro tiempo, y en nuestro continente, consiste en una labor tect autores y autoras que crearon esta obra resumen singu-larmente la historia de los Derechos Humanos en el continente americano.

10 El esfuerzo por conducir una cultura de Derechos Hu-manos en los pa ses de nuestro continente o decir, en sociedades donde prevalece la cultura de la dominaci n, la simulaci n de la democracia, y donde la impunidad de los cr menes reina como un estructurador de la sociedad , supone una labor de riesgos, de grandes complicaciones organizativas, con importantes dilemas en la representaci n, y de enorme sutileza para mantener el mensaje de los Derechos Humanos a lo largo del tiempo en la poblaci estas dimensiones, cuyo esp ritu es la forja de una cultura de los Derechos Humanos en los pueblos, devienen las dimensio-nes m s especializantes, que merecen una labranza m s anal tica, porque llevan el esfuerzo organizativo de la lucha social hacia es-pacios de trabajo donde la t cnica se convierte en el dilema entre la victoria y el obra destaca en su mismo cuerpo una labranza te rica y doctrinal sobre la utilizaci n de componentes jur dicos constitu-cionales a la par de los documentos internacionales.


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