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El Dolor y el Protagonismo de la Mujer en el Parto

Rev Bras Anestesiol ART CULO ESPECIAL 2011; 61: 3: 204-210204 Revista Brasileira de Anestesiologia Vol. 61, No 3, Mayo-Junio, 2011 Recibido de la Universidade da Regi o de Joinville UNIVILLE, M ster en Salud y Medio Ambiente; M dica Anestesiologista del CET/SAJ/SBA/MEC; Centro Hospitalar de Unimed y Maternidade Darcy Vargas, Joinville - SC2. Doctora en Salud del Ni o y del Adolescente; M dica Docente de la UNIVILLE3. Doctora en Educaci n; Profesora del Programa de Maestr a en Salud y Medio Ambiente de la culo sometido el 9 de noviembre de 2010 Aprobado para su publicaci n el 7 de diciembre de 2010 Direcci n para correspondenciaDra. Raquel da Rocha Pereira Rua Presidente Nasser, 307Gl ria 89201835 Joinville, SC, BrasilE-mail: ARTICLEEl Dolor y el Protagonismo de la Mujer en el PartoRaquel da Rocha Pereira 1, Selma Cristina Franco 2, Nelma Baldin 3 Resumen: Pereira RR, Franco SC, Nelma Baldin N El Dolor y el Protagonismo de la Mujer en el y objetivos: Comprender, por medio de la teor a de las representaciones sociales, las dimensiones socioculturales del Dolor y su impacto en el Protagonismo de la Mujer en el Parto .

206 Revista Brasileira de Anestesiologia oVol. 61, N 3, Mayo-Junio, 2011 PEREIRA, FRANCO, BALDIN La muestra fue seleccionada por conveniencia, consi-

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1 Rev Bras Anestesiol ART CULO ESPECIAL 2011; 61: 3: 204-210204 Revista Brasileira de Anestesiologia Vol. 61, No 3, Mayo-Junio, 2011 Recibido de la Universidade da Regi o de Joinville UNIVILLE, M ster en Salud y Medio Ambiente; M dica Anestesiologista del CET/SAJ/SBA/MEC; Centro Hospitalar de Unimed y Maternidade Darcy Vargas, Joinville - SC2. Doctora en Salud del Ni o y del Adolescente; M dica Docente de la UNIVILLE3. Doctora en Educaci n; Profesora del Programa de Maestr a en Salud y Medio Ambiente de la culo sometido el 9 de noviembre de 2010 Aprobado para su publicaci n el 7 de diciembre de 2010 Direcci n para correspondenciaDra. Raquel da Rocha Pereira Rua Presidente Nasser, 307Gl ria 89201835 Joinville, SC, BrasilE-mail: ARTICLEEl Dolor y el Protagonismo de la Mujer en el PartoRaquel da Rocha Pereira 1, Selma Cristina Franco 2, Nelma Baldin 3 Resumen: Pereira RR, Franco SC, Nelma Baldin N El Dolor y el Protagonismo de la Mujer en el y objetivos: Comprender, por medio de la teor a de las representaciones sociales, las dimensiones socioculturales del Dolor y su impacto en el Protagonismo de la Mujer en el Parto .

2 M todo: Para la investigaci n, se us la metodolog a cualitativa, con el referente te rico de la fenomenolog a y de la teor a de la representaci n social. Se hicieron 45 entrevistas semiestructuradas con embarazadas de los servicios p blico y privado de salud de Joinville, SC, con el m nimo de cuatro consultas de prenatal y que estaban en el tercer trimestre de gestaci n. Resultados: Del an lisis de contenido de los testimonios, surgieron tres categor as emp ricas: miedos y preocupaciones, y vivencias e influencia sociocultural, que posibilitaron construir tres categor as interpretativas: modelo biom dico, falta de informaci n y el rol de la Mujer en la toma de decisi n por el Parto . Los hallazgos relatados en este art culo, indican el Dolor como siendo uno de los elementos constitutivos de las represen-taciones sociales femeninas sobre el Parto .

3 Vimos tambi n que el Dolor influye en el comportamiento de la embarazada a partir del miedo y se convierte en la g nesis de otros sentimientos de aversi n y en preocupaciones que involucran el evento del Parto . Conclusiones: En ese sentido, el Dolor se revela como siendo uno de los principales constructores de las actuales representaciones sociales femeninas sobre el Parto y contribuye para la curva ascendente en los indicadores de ces rea en Brasil. Descriptores: ANALGESIA, Parto ; CIRUG A, Ces rea.[Rev Bras Anestesiol 2011;61(3): 204-210] Elsevier Editora NEl Parto , a diferencia del embarazo, en que un largo per odo favorece la adaptaci n gradual de los cambios, se caracteriza como siendo un evento que provoca cambios abruptos e in-tensos, que marcan algunos niveles de simbolizaci n, como la intensidad del Dolor y la imprevisibilidad, causando el sufri-miento, la ansiedad y la inseguridad1.

4 En la historia de la antropolog a, la interpretaci n cultural del Dolor se remonta a las mitolog as primitivas y arcaicas que ya ten an una concepci n dualista: el bien y el mal. Los hu-manos primitivos, formaban parte de la ecolog a ambiental y ten an una imagen del Dolor asociada al mal y al sufrimiento, considerada como algo que pertenec a al enemigo, que pro-vocaba da o 2. Sin embargo, entender las dimensiones del Dolor y c mo l se procesa e impacta en las problem ticas socioculturales que est n entrelazadas o no a los elementos anat micos y fisiol gicos involucrados, ha sido el gran reto de la ciencia. Sin embargo, y pese a los avances, el Dolor todav a no ha logrado ocupar su verdadero espacio cient fico y social. Algu-nos estudios defienden la necesidad de desmitificar la visi n de castigo que se tiene del Dolor en la cultura occidental y revelar su rol social 3.

5 Para el cuerpo f sico, el Dolor es un mecanismo de expre-si n fisiol gica de desagravio o defensa, frente a una agre-si n real o con potencial similar, pero con la expresi n y la reacci n del individuo hacia ella, ocurre con la interpretaci n emocional y social estructurada por la cultura cultura dictamina la forma y la respuesta comportamen-tal al Dolor , en que cada grupo social y a veces incluso la fa-milia, tienen su propia representaci n social, la cual formaliza un lenguaje nico. Para saber si el individuo tiene Dolor , es necesario que l se exprese, que lo haga p blico, que lo com-parta, y que presente una expresi n verbal o no verbal 5. Las representaciones son interpretaciones sociales que pasan a ser impuestas al individuo en su convivencia social, con su transmisi n a trav s de sucesivas generaciones.

6 To-dos los sistemas de clasificaci n, im genes y descripciones de una sociedad, inclusive los cient ficos, son consecuencias de sistemas e im genes previas. O sea, un recorte o una re-producci n del lenguaje de la memoria colectiva que deriva invariablemente, de un conocimiento anteriormente adquiri-do representaci n social sobre el Parto lo identifica como una etapa dolorosa del proceso fisiol gico del embarazo, siendo que la respuesta comportamental sufre el influjo de la dimensi n emocional y ambiental. Los factores sociocul-turales interfieren en el modo en como la parturiente siente e interpreta el proceso del Parto 61(3) Articulo 013 204 RBA 61(3) Articulo 013 2043/5/2011 13:35:123/5/2011 13:35:12 Revista Brasileira de Anestesiologia 205 Vol.

7 61, No 3, Mayo-Junio, 2011EL Dolor Y EL Protagonismo DE LA Mujer EN EL PARTOEn Brasil, el Parto natural est asociado al Dolor y al sufri-miento que, por el car cter fisiol gico del evento, le impone a la Mujer un comportamiento de superaci n frente al Dolor del Parto . Interpretado socialmente como fisiol gico , o sea, como parte de la naturaleza del evento, genera conflictos de naturaleza afectiva, emocional y metab lica, exponiendo la fragilidad de las mujeres frente a su percepci n personal y favoreciendo la representaci n femenina del Parto , tomando como base los miedos y mitos como por ejemplo, la creencia de que la ces rea conciente y con cita previa proporcionar un Parto sin Dolor denuncia el poder m dico y la medicalizaci n de la vida y de la cultura, que, vali ndose de la etiqueta de la cientificidad, se difunden por los medios de comunicaci n para seducir al consumidor 8,9.

8 La cultura del Parto en la obs-tetricia occidental contempor nea deriva de las convicciones de Descartes de la dualidad mente y cuerpo, se, como una m quina y bajo el dominio de la ciencia. En ese sentido, la cultura de la ces rea solicitada , parece tener sus conven-ciones construidas en las representaciones sociales del m -dico, siendo l un profesional t cnico que debe solucionar y no justificar los eventos Parto por ces rea en Brasil ha aumentado gradualmen-te, en especial entre las usuarias de convenios de medicina privada, como vemos en las cifras de 2003 a 2006, en que la tasa de ces rea subi de 64,30% para 80,72% respectiva-mente, indicadores que est n muy por encima de los 15% re-comendados por la Organizaci n Mundial de la Salud (OMS), cerca de dos veces m s que el promedio nacional y la tasa m s elevada en el mbito mundial 11.

9 Una investigaci n realizada por la Agencia Nacional de Salud (ANS), atestigua que, aproximadamente dos tercios de las mujeres que poseen convenios con la medicina privada, inician el embarazo reafirmando su deseo de tener un Parto natural. Posiblemente, diversos factores est n involucrados en ese distanciamiento entre el deseo de la Mujer al inicio del embarazo y la v a de Parto que efectivamente se practique. Seg n la gerente asistencial de la ANS, Martha Oliveira, el mito del Parto dolorido y traum tico versus la tecnolog a de punta con m dicos competentes y un hospital seguro, atribui-do al Parto natural y a la ces rea, respectivamente, tiene una presencia muy fuerte. Ese mito proviene o se concreta, con la actuaci n de los medios de comunicaci n.

10 Martha Oliveira nos comenta incluso que, la formaci n de los m dicos incen-tiva la ces rea, que es menos trabajosa y m s r pida que el Parto natural, implicando tambi n en una cuesti n econ mica para el m dico 11, medios de comunicaci n, como tambi n las informa-ciones y/o los contenidos simb licos por ellos utilizados, son los constructores de las representaciones sociales y pueden servir como un mecanismo para el ejercicio del poder Dolor del trabajo de Parto involucra una complejidad de respuestas neurocomportamentales al est mulo lgico y suministra una caracter stica personal y nica al Dolor que se siente. La relaci n de causa y efecto en esa situaci n no siempre corresponde, en la pr ctica, a una respuesta cl nica, porque lo que importa en ese caso, es entender el Dolor vivido por la parturiente y ameniz ese sentido, Mazoni y Carvalho argumentan en que muchas veces el Dolor se manifiesta incluso en la ausencia de las agresiones tisulares vigentes.


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