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El estudiante de Salamanca - UCM

Jos de EsproncedaEl estudiante deSalamancaColecci n Averroes1 Colecci n AverroesConsejer a de Educaci n y CienciaJunta de Andaluc a2 NDICEP arte estudiante de Salamanca5 Parte primeraSus fueros, sus br os,sus prem ticas, su Parte m s de media noche,antiguas historias cuentan,cuando en sue o y en silenciol brego envuelta la tierra,los vivos muertos parecen,los muertos la tumba la hora en que acasotemerosas voces suenaninformes, en que se escuchant citas pisadas huecas,y pavorosas fantasmasentre las densas tinieblasvagan, y a llan los perrosamedrentados al verlas:En que tal vez la campanade alguna arruinada iglesiada misteriosos sonidosde maldici n y anatema,que los s bados convocaa las brujas a su cielo estaba sombr o,no vislumbraba una estrella,5 Jos de Espronceda6silbaba l gubre el viento,y all en el aire, cual negrasfantasmas, se dibujabanlas torres de las iglesias,y del g tico castillolas alt simas almenas,donde canta o reza acasotemeroso el en fin a media nochereposaba, y tumba erade sus dormidos vivientesla antigua ciudad que riegael Tormes, fecundo r o,nombrado de los poetas,la famosa Salamanca ,i

era el amor de su vivir la fuente, estaba junto a su ilusión su vida. Amada del Señor, flor venturosa, llena de amor murió y de juventud: Despertó alegre una alborada hermosa, y a la tarde durmió en el ataúd. 19

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  Roma, Amor de

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1 Jos de EsproncedaEl estudiante deSalamancaColecci n Averroes1 Colecci n AverroesConsejer a de Educaci n y CienciaJunta de Andaluc a2 NDICEP arte estudiante de Salamanca5 Parte primeraSus fueros, sus br os,sus prem ticas, su Parte m s de media noche,antiguas historias cuentan,cuando en sue o y en silenciol brego envuelta la tierra,los vivos muertos parecen,los muertos la tumba la hora en que acasotemerosas voces suenaninformes, en que se escuchant citas pisadas huecas,y pavorosas fantasmasentre las densas tinieblasvagan, y a llan los perrosamedrentados al verlas:En que tal vez la campanade alguna arruinada iglesiada misteriosos sonidosde maldici n y anatema,que los s bados convocaa las brujas a su cielo estaba sombr o,no vislumbraba una estrella,5 Jos de Espronceda6silbaba l gubre el viento,y all en el aire, cual negrasfantasmas, se dibujabanlas torres de las iglesias,y del g tico castillolas alt simas almenas,donde canta o reza acasotemeroso el en fin a media nochereposaba, y tumba erade sus dormidos vivientesla antigua ciudad que riegael Tormes, fecundo r o,nombrado de los poetas,la famosa Salamanca ,insigne en armas y letras,patria de ilustres varones,noble archivo de las bito rumor de espadascruje y un ay!

2 Se escuch ;un ay moribundo, un ayque penetra el coraz n,que hasta los tu tanos hielay da al que lo oy ay! de alguno que al mundopronuncia el ltimo adi ruidoces ,un hombrepas 6El estudiante de Salamanca7embozado,y el sombrerorecatadoa los ojosse cal .Se deslizay atraviesajunto al murode una iglesiay en la sombrase perdi .Una calle estrecha y alta,la calle del Ata dcual si de negro cresp nl brego eterno capuzla vistiera, siempre oscuray de noche sin m s luzque la l mpara que alumbrauna imagen de Jes s,atraviesa el embozadola espada en la mano a n,que lanz vivo reflejoal pasar frente a la suele la luna tras l brega nubecon franjas de plata bordarla en redor,y luego si el viento la agita, la subedisuelta a los aires en blanco vapor:7 Jos de Espronceda8As vaga sombra de luz y de nieblas,m stica y a rea dudosa visi n,ya brilla, o la esconden las densas tinieblascual dulce esperanza, cual vana ilusi calle sombr a, la noche ya entrada,la l mpara triste ya pronta a expirar,que a veces alumbra la imagen sagraday a veces se esconde la sombra a vago fantasma que acaso aparece,y acaso se acerca con r pido pie,y acaso en las sombras tal vez desparece,cual nima en pena del hombre que fue,al m s temerario coraz n de acerorecelo inspirara, pusiera pavor;al m s maldiciente feroz bandoleroel rezo a los labios trajera el no al embozado, que a n sangre su espadadestila, el fantasma terror infundi ,y, el arma en la mano con fuerza empu ada,osado a su encuentro despacio avanz.

3 Segundo don Juan Tenorio,alma fiera e insolente,irreligioso y valiente,altanero y re idor:8El estudiante de Salamanca9 Siempre el insulto en los ojos,en los labios la iron a,nada teme y toda f ade su espada y su n gastado, mofade la mujer que corteja,y, hoy despreci ndola, dejala que ayer se le rindi .Ni el porvenir temi nunca,ni recuerda en lo pasadola mujer que ha abandonado,ni el dinero que perdi .Ni vio el fantasma entre sue osdel que mat en desaf o,ni turb jam s su br orecelosa previsi en lances y en amores,siempre en b quicas org as,mezcla en palabras imp asun chiste y una maldici Salamanca famosopor su vida y buen talante,al atrevido estudiantele se alan entre mil;fuero le da su osad a,le disculpa su riqueza,9 Jos de Espronceda10su generosa nobleza,su hermosura en su arrogancia y sus vicios,caballeresca apostura,agilidad y bravuraninguno alcanza a igualar:Que hasta en sus cr menes mismos,en su impiedad y altiveza,pone un sello de grandezadon F lix de y m s segura que el azul del cielocon dulces ojos l nguidos y hermosos,donde acaso el amor brill entre el velodel pudor que los cubre candorosos.

4 T mida estrella que refleja al suelorayos de luz brillantes y dudosos, ngel puro de amor que amor inspira,fue la inocente y desdichada , amor del estudiante un d a,tierna y feliz y de su amante ufana,cuando al placer su coraz n se abr a,como el rayo del sol rosa temprana;del fingido amador que la ment a,la miel falaz que de sus labios manabebe en su ardiente sed, el pecho ajenode que oculto en la miel hierve el estudiante de Salamanca11 Que no descansa de su madre en brazosm s descuidado el candoroso infante,que ella en los falsos lisonjeros lazosque teje astuto el seductor amante:Dulces caricias, l nguidos abrazos,placeres ay! que duran un instante,que habr n de ser eternos imaginala triste Elvira en su ilusi n el alma virgen que halag un encantocon nacarado sue o en su pureza,todo lo juzga verdadero y santo,presta a todo virtud, presta cielo azul al tachonado manto,del sol radiante a la inmortal riqueza,al aire, al campo, a las fragantes flores,ella a ade esplendor, vida y en don F lix la infeliz doncellatoda su dicha, de su amor perdida;fueron sus ojos a los ojos de ellaastros de gloria, manantial de sus labios con sus labios sellacuando su voz escucha embebida,embriagada del dios que la enamora,dulce le mira, ext tica le de Espronceda12 Parte the hollow sea' o'er the beauty of the Don Juan, canto 4.

5 La noche serenade luceros coronada,terso el azul de los cieloscomo transparente lica la lunava trasmontando la espaldadel otero: su alba frentet mida apenas levanta,y el horizonte ilumina,pura virgen solitaria,y en su blanca luz s aveel cielo y la tierra ba zase el arroyuelo,f lgida cinta de plataal resplandor de la luna,entre franjas de estudiante de Salamanca13 Argentadas chispas brillanentre las espesas ramas,y en el seno de las florestal vez se aduermen las vez despiertas susurran,y al desplegarse sus alas,mecen el blanco azahar,mueven la aromosa acacia,y agitan ramas y floresy en perfumes se embalsaman:Tal era pura esta noche,como aquella en que sus alaslos ngeles desplegaronsobre la primera llamaque amor encendi en el mundo,del Ed n en la morada.

6 Una mujer! Es acasoblanca silfa solitaria,que entre el rayo de la lunatal vez misteriosa vaga?Blanco es su vestido, ondeasuelto el cabello a la tras hoja las floresque lleva en su mano, de Espronceda14Es su paso incierto y tardo,inquietas son sus miradas,m gico ensue o pareceque halaga enga oso el , vedla, mira al cielo,ora suspira, y se para:Una l grima sus ojosbrotan acaso y abrasasu mejilla; es una oladel mar que en fiera borrascael viento de las pasionesha alborotado en su vez se sienta, tal vezazorada se levanta;el jard n recorre ansiosa,tal vez a escuchar se el susurro del vientoes el murmullo del agua,no es su voz, no es el sonidomelanc lico del ilusiones que fueron:Recuerdos ay! que te enga an,sombras del bien que pas ..Ya te olvid el que t estudiante de Salamanca15 Esa noche y esa lunalas mismas son que miraranindiferentes tu dicha,cual ora ven tu desgracia.

7 Ah! llora s , pobre Elvira! Triste amante abandonada!Esas hojas de esas floresque distra da t arrancas, sabes ad nde, infeliz,el viento las arrebata?Donde fueron tus amores,tu ilusi n y tu esperanza;deshojadas y marchitas, pobres flores de tu alma!Blanca nube de la aurora,te ida de palo y grana,naciente luz te colora,refulgente precursorade la c ndida ma ay! que se disip tu pureza virginal,tu encanto el aire llev cual la aventura idealque el amor te prometi .15 Jos de Espronceda16 Hojas del rbol ca dasjuguetes del viento son:Las ilusiones perdidas ay! son hojas desprendidasdel rbol del coraz n. El coraz n sin amor!Triste p ramo cubiertocon la lava del dolor,oscuro inmenso desiertodonde no nace una flor!Distante un bosque sombr o,el sol cayendo en la mar,en la playa un aduar,y a los lejos un nav oviento en popa navegar; ptico vidrio presentaen fant stica ilusi n,y al ojo encantado ostentagratas visiones, que aumentarica la imaginaci eres, mujer, un fanaltransparente de hermosura: Ay de ti!

8 Si por tu malrompe el hombre en su locuratu misterioso estudiante de Salamanca17 Mas ay! dichosa t , Elvira,en tu misma desventura,que aun deleites te procura,cuando tu pecho suspira,tu misteriosa locura:Que es la raz n un tormento,y vale m s delirarsin juicio, que el sentimientocuerdamente analizar,fijo en l el , all va que sue a en su locura,presente el bien que para siempre huy .Dulces palabras con amor murmura:Piensa que escucha al p rfido que am .Vedla, postrada su piedad imploracual si presente la mirara all :Vedla, que sola se contempla y llora,miradla delirante sonre su frente en revuelto remolinoha enturbiado su loco pensamiento,como nublo que en negro torbellinoencubre el cielo y amontona el vedla cuidadosa escoger flores,y las lleva mezcladas en la falda,17 Jos de Espronceda18y, corona nupcial de sus amores,se entretiene en tejer una en medio de su dulce desvar otriste recuerdo el alma le importunay al margen va del argentado r o,y all las flores echa de una en una.

9 Y las sigue su vista en la corriente,una tras otras r pidas pasar,y confusos sus ojos y su mentese siente con sus l grimas ahogar:Y de amor canta, y en su tierna quejaentona melanc lica canci n,canci n que el alma desgarrada deja,lamento ay! que llaga el coraz n. Qu me valen tu calma y tu terneza,tranquila noche, solitaria luna,si no calm is del hado la crudeza,ni me dais esperanza de fortuna? Qu me valen la gracia y la belleza,y amar como jam s am ninguna,si la pasi n que el alma me devora,la desconoce aquel que me enamora?18El estudiante de Salamanca19L grimas interrumpen su lamento,inclinan sobre el pecho su semblante,y de ella en derredor susurra el vientosus ltimas palabras, de amor la desdichada Elvira,c ndida rosa que agost el dolor,s ave aroma que el viajero aspiray en sus alas el aura arrebat.

10 Vaso de bendici n, ricos coloresreflej en su cristal la luz del d a,mas la tierra empa sus resplandores,y el hombre lo rompi con mano imp ilusi n acarici su mente:Alma celeste para amar nacida,era el amor de su vivir la fuente,estaba junto a su ilusi n su del Se or, flor venturosa,llena de amor muri y de juventud:Despert alegre una alborada hermosa,y a la tarde durmi en el ata de Espronceda20 Mas despert tambi n de su locuraal t rmino postrero de su vida,y al abrirse a sus pies la sepultura,volvi a su mente la raz n perdida. La raz n fr a! La verdad amarga! El bien pasado y el dolor presente!.. Ella feliz! que de tan dura cargasinti el peso al morir nicamente!Y conociendo ya su fin cercano,su mejilla una l grima abras ;y as al infiel con temblorosa mano,moribunda su v ctima escribi : Voy a morir: perdona si mi acentovuela importuno a molestar tu o do: l es, don F lix, el postrer lamentode la mujer que tanto te ha mano helada de la muerte s: ni amor ni compasi n te y perdona si al dejar el mundo,arranca un ay!


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