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EL IMPACTO DEL DEPORTE EN LA ECONOMÍA: PROBLEMAS …

REVISTA ASTURIANA DE ECONOM A - RAE N 26 200361EL IMPACTO DEL DEPORTEEN LA ECONOM A: PROBLEMASDE MEDICI NRosario Pedrosa SanzJos Antonio Salvador Ins aUniversidad de ValladolidPracticando un DEPORTE o asistiendo a un espect culo deportivo elhombre satisface una necesidad. Surge, por tanto, una demanda, ala que el sector asociativo y las empresas han tratado de respon-der. Las federaciones, las entidades deportivas y las institucionesp blicas se han encargado de ofrecer la pr ctica deportiva. Los clu-bes profesionales, las cadenas de televisi n y los dem s medios decomunicaci n, se han ocupado, m s bien, de la existencia y difu-si n de los espect culos deportivos. La pr ctica de un DEPORTE o lacelebraci n de un evento deportivo requiere, adem s, toda unaserie de servicios y equipamientos que es preciso cubrir. Todo ellogenera un conjunto de flujos econ micos que es preciso medir. Eneste art culo los autores tratan de determinar su importancia, lacomplejidad que reviste, los instrumentos y m todos que tradicio-nalmente se utilizan para su evaluaci n, as como los principalesproblemas que comporta cualquier investigaci n de este clave: DEPORTE , an lisis econ mico, IMPACTO econ INTRODUCCI NLa econom a del DEPORTE constituye un rea relativamente nueva de inves-tigaci n.

dos grandes tipos de deporte5 a que ha dado lugar la referida bipolarización: profesional y de alta competición, por un lado, y amateur, por otro. En las pri-meras, los individuos emplean su tiempo libre como espectadores de un evento o como practicantes. En las segundas, como practicantes o deportis-tas, fundamentalmente.

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1 REVISTA ASTURIANA DE ECONOM A - RAE N 26 200361EL IMPACTO DEL DEPORTEEN LA ECONOM A: PROBLEMASDE MEDICI NRosario Pedrosa SanzJos Antonio Salvador Ins aUniversidad de ValladolidPracticando un DEPORTE o asistiendo a un espect culo deportivo elhombre satisface una necesidad. Surge, por tanto, una demanda, ala que el sector asociativo y las empresas han tratado de respon-der. Las federaciones, las entidades deportivas y las institucionesp blicas se han encargado de ofrecer la pr ctica deportiva. Los clu-bes profesionales, las cadenas de televisi n y los dem s medios decomunicaci n, se han ocupado, m s bien, de la existencia y difu-si n de los espect culos deportivos. La pr ctica de un DEPORTE o lacelebraci n de un evento deportivo requiere, adem s, toda unaserie de servicios y equipamientos que es preciso cubrir. Todo ellogenera un conjunto de flujos econ micos que es preciso medir. Eneste art culo los autores tratan de determinar su importancia, lacomplejidad que reviste, los instrumentos y m todos que tradicio-nalmente se utilizan para su evaluaci n, as como los principalesproblemas que comporta cualquier investigaci n de este clave: DEPORTE , an lisis econ mico, IMPACTO econ INTRODUCCI NLa econom a del DEPORTE constituye un rea relativamente nueva de inves-tigaci n.

2 Con el transcurso del tiempo, el DEPORTE ha pasado de ser una sim-ple manifestaci n social, destinada a la contemplaci n y pr ctica de activida-des recreativas en busca de un cierto entretenimiento o satisfacci n personal,a ser considerado como un bien, cuya producci n, consumo, financiaci n ygesti n responde a criterios de racionalidad econ mica (Castellanos Garc a,2001, ), y como un instrumento m s de empleo de recursos vinculaci n con la econom a y la de sta con aqu l se han intensificado.(1) Las actividades deportivas, adem s de contribuir a mantener el buen estado de salud delos empleados, fortalecen y mejoran la comunicaci n, el trabajo en equipo, el sentimien-to corporativo, el esp ritu de superaci n, la competitividad,.. (Expansi n & Empleo, 2002).P61-84 9/1/04 09:41 P gina 61 ROSARIO PEDROSA SANZ, JOS ANTONIO SALVADOR INS A. EL IMPACTO DEL DEPORTE EN LA ECONOM un lado, el deporteha abierto a la econom a nuevos y rentablesmercados, distintas oportunidades de empleo, etc.

3 Hasta hace poco tiem-po desconocidos. Por otro, la econom aha dotado al DEPORTE de unaestructura de pensamiento diferente para adoptar sus decisiones, valorarsus relaciones institucionales y evaluar sus consecuencias materiales. Seha pasado, as , de una situaci n caracterizada por una tradicional ausen-cia de lo econ micoen el mbito deportivo, a otra en la que las relacio-nes ideol gicas y de acuerdo con el valor, las de cooperaci n, de transfe-rencia o de regulaci n entre el DEPORTE y la econom a se han ido hacien-do cada vez m s estrechas (Heinemann, 1998, pp. 272-273).Sobre ellas, no obstante, hay un gran desconocimiento y son nume-rosos los PROBLEMAS que es preciso superar cuando se intenta proceder ala estimaci n de sus repercusiones econ micas y, consecuentemente,sociales. La imprecisi n conceptual reinante, la ausencia generalizada deestad sticas fiables y sistem ticas, primarias o secundarias, junto a laamplitud de su campo de an lisis son, sin duda, algunos de los factoresque contribuyen a CONCEPTO Y TIPOLOG A DEL DEPORTEEn t rminos generales, puede afirmarse que existen dos modelosdedeporte en las sociedades occidentales, europeo y americano.

4 Este ltimolo define como aquella actividad vigorosa que es emprendida en una b s-queda de placeres (interacci n social, animaci n, competici n,..). La con-cepci n europea, en cambio, lo identifica con todo tipo de actividades f si-cas,2que, mediante una participaci n organizada o de otro tipo, tenga porfinalidad la expresi n o la mejora de la condici n f sica o ps quica, eldesarrollo de las relaciones sociales o el logro de resultados en competi-ciones deportivas. Adem s, le asigna cinco funciones espec ficas:3educa-(2) As se recoge en la nueva Carta Europea del DEPORTE , del Consejo de Europa, aprobadaen mayo de 1992 y ratificada por los pa ses de la Uni n Europea a lo largo de los a os1993 y 1994. Represent un hito importante en el desarrollo del DEPORTE para todos(movimiento iniciado en la Europa de los 60 que alcanz su m xima expresi n graciasa la primera Carta Europea del DEPORTE , de 1975) y en su equiparaci n valorativa con eltradicional DEPORTE federado, de car cter competitivo (Garc a Ferrando, 1997, p.)

5 82).Posteriormente, la Declaraci n sobre el DEPORTE anexa al Tratado de Amsterdam (Comu-nidades Europeas, 1997, ) pondr a de relieve la importante funci n que cumple a lahora de forjar una identidad y de unir a las personas; en tanto que la aprobada en el Con-sejo Europeo de Niza, de diciembre de 2000, (Anexo IV, pp. 25-27), relativa a las caracte-r sticas espec ficas que presenta y a su funci n social en Europa, definir a un modelo res-petuoso con las aspiraciones y capacidades de cada uno y con toda la diversidad de pr c-ticas competitivas o de ocio, organizadas o individuales.(3) Recientes revisiones llevadas a cabo sobre el valor del DEPORTE por Sport England,agencia nacional para el desarrollo del DEPORTE en Inglaterra, han demostrado la existen-cia de un corpus creciente de pruebas cient ficas relativas a su significativa contribuci na otros importantes aspectos sociales: reducci n de la delincuencia y el absentismo esco-lar, ayuda al aprendizaje de los j venes y a la regeneraci n comunitaria, mejora de la con-dici n f sica y del medio ambiente, abriendo la posibilidad de ofrecer una ciudadan aactiva , a trav s del voluntariado (Sport England, 1999a, y 1999b, ).

6 P61-84 9/1/04 09:41 P gina 62 REVISTA ASTURIANA DE ECONOM A - RAE N 26 200363tiva, sanitaria, social, cultural y l dica. En ella, cabe diferenciar, asimismo,dos enfoquesclaramente diferenciados: liberal y privado(Inglaterra), porun lado, y estatal, por otro, dejando espacio para la gesti n y la financia-ci n p blica del mismo, ya sea de forma centralizada(Francia) o descen-tralizada (Espa a) (Primault, 2001, p. 137).Con el devenir de los a os, el DEPORTE moderno (apoyado, tradicional-mente, en organizaciones, competiciones, selecciones, mediciones, afiliacio-nes, ..) se ha ido articulando en torno a dos tendencias o realidades bien dis-tintas: el business sport, basado en las reglas de mercado, y el DEPORTE paratodos, forma de socializaci n sin v nculos organizativos ni competitivos, enla que las actividades deportivas (individuales y colectivas) se relacionan, amenudo, con el turismo o la salvaguardia de la propia salud y del bienestarsocial.

7 Ambas se apoyan en aproximaciones y m todos , las actividades deportivas se han ido vinculando a losdos grandes tipos de deporte5a que ha dado lugar la referida bipolarizaci n:profesional y de alta competici n, por un lado, y amateur, por otro. En las pri-meras, los individuos emplean su tiempo libre como espectadores de unevento o como practicantes. En las segundas, como practicantes o deportis-tas, fundamentalmente. Ambas generan, por tanto, una demanda expresa(lade los que participan en ellas) y no expresa(la de los que no hacen), pudi n-dose subdividir esta ltima en la de los que potencialmente pueden participaren las referidas actividades y en la de los que no (Mussino, 2002, p. 2).Ahora bien, si variadas son las acepciones y concepciones del depor-te y muy lejana, a n, la existencia de una definici n te rica consensuadadel t rmino, que convenga a la complejidad de los fen menos socialesque reviste su contenido,6no menos lo son las pr cticas y las actividades(4) La primera, se estructura alrededor de rendimientos-resultados y de par metros deracionalidad econ mica.

8 La segunda, en torno a la ocupaci n activa del tiempo libre, lasalud, etc. (Moreno Palos, 1992, p. 87).(5) Puig y Heinemann, a principios de los a os 90, concibieron el DEPORTE contempor neocomo un sistema abierto (es decir, como un sistema social al que se iban incorporandonuevas pr cticas y nuevas concepciones que relativizaban las del tradicional deportefederado que se hab a ido desarrollando a partir de las pr cticas deportivas de las litesinglesas del siglo XIX), que, ante todo, significaba competitividad y orientaci n al a Ferrando (2002, p. 28), aceptando la concepci n anterior (modelo competitivo),pero sustituyendo el t rmino contempor neopor el de posmoderno,afirma que, en losmomentos actuales, es posible encontrar otros tres modelos junto al anterior: 1) las pr c-ticas deportivas poco organizadas y sometidas a procesos constantes de innovaci n ydiversificaci n (v.

9 Gr.: los deportes californianos y los de aventura en la naturaleza); 2) laspr cticas asociadas a empresas comerciales, con sofisticadas m quinas para el cultivodel cuerpo (modelo instrumental); y 3) el abigarrado complejo social de practicantes yseguidores que gira alrededor del espect culo deportivo, aut ntico protagonista deldeporte en los medios de comunicaci n de masas (modelo espect culo).(6) El DEPORTE cambia continuamente sus manifestaciones m s populares y ampl a sus signi-ficados, tanto como actitud y actividad humana individualmente asumida, como realidadsocial compleja. Por ello, contin a teniendo vigencia la afirmaci n de Cagigal, de 1981, deque nadie ha podido definir, con general aceptaci n, en qu consiste el DEPORTE , ni comorealidad antropo-cultural, ni como realidad social (Garc a Ferrando, 2000, pp. 85-86).P61-84 9/1/04 09:41 P gina 63 ROSARIO PEDROSA SANZ, JOS ANTONIO SALVADOR INS A.

10 EL IMPACTO DEL DEPORTE EN LA ECONOM las que se denomina deportivas, habiendo sido objeto su delimitaci nde m ltiples proyecto europeo COMPASS (Coordinated Monitoring ofParticipation in Sports)7tipifica las pr cticasen siete categor as: intensa-mente de modo competitivo y organizado; intensamente; regularmente demodo competitivo y organizado; regularmente de modo recreativo; irregu-larmente; ocasionalmente; y no pr ctica. Asimismo, asume la clasificaci nde actividadesdel Comit Ol mpico Internacional y contabiliza un total de66, distribuidas entre las pertenecientes a deportes de verano (28), depor-tes de invierno (7) y otros deportes reconocidos por dicho organismo (31).3. LA IMPORTANCIA ECON MICA DEL DEPORTEPor otra parte, el DEPORTE se ha convertido en uno de los fen menossociales con mayor arraigo, capacidad de movilizaci n y de , ha ido adquiriendo un creciente protagonismo en eldesarrollo de la econom a de mercado de las sociedades modernas,como consecuencia de los productos accesoriosque suministra, los capi-tales que mueven sus departamentos, las inversiones que reclaman susinstalaciones, los recursos de marketing y publicidad a los que dan lugarsus espect culos y concentraciones de masas, la intensa presencia en lavida cotidiana de todos los ciudadanos a trav s de los medios de comu-nicaci n o los movimientos de apuestas y todo tipo de juegos de azar quealimenta.


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