Example: stock market

EL PAPA FRANCISCO Y LA TEOLOgÍA DEL PuEBLO

39 JUAN CARLOS SCANNONEEL PAPA FRANCISCO Y LA TEOLOg A DEL PuEBLOEn Rimini, en 2013, el padre Jos di Paola ( Pepe ) sacerdote argen-tino de una favela, se refiere a la pastoral del Papa FRANCISCO como arzobispo del mundo de las barracas argentinas y se reconoce a s mismo y a sus compa eros como hijos de la Teolog a del PuEBLO , y afirma que en Argentina tenemos dos personas con las que nos for-mamos en la Teolog a del PuEBLO : el padre Lucio Gera y Rafael Tello . As mostr la relaci n del entonces cardenal Bergoglio y la menciona-da teolog a. En el 2012, cuando muri el padre Gera, el cardenal Ber-goglio lo hizo enterrar en la catedral de Buenos Aires en calidad de experto en el Concilio Vaticano II y de la Conferencia del episcopado latinoamericano en Medell n (1968) y Puebla (1979), y cuando Enri-que Bianchi, disc pulo de Tello, public un libro, el mismo Bergoglio lo present al p blico.

El Papa Francisco y la teología del pueblo 41 re, porque son ellos, privados del privilegio del poder, del tener o del saber, quienes manifiestan la cul-tura común del pueblo.

Tags:

  Pueblo

Information

Domain:

Source:

Link to this page:

Please notify us if you found a problem with this document:

Other abuse

Transcription of EL PAPA FRANCISCO Y LA TEOLOgÍA DEL PuEBLO

1 39 JUAN CARLOS SCANNONEEL PAPA FRANCISCO Y LA TEOLOg A DEL PuEBLOEn Rimini, en 2013, el padre Jos di Paola ( Pepe ) sacerdote argen-tino de una favela, se refiere a la pastoral del Papa FRANCISCO como arzobispo del mundo de las barracas argentinas y se reconoce a s mismo y a sus compa eros como hijos de la Teolog a del PuEBLO , y afirma que en Argentina tenemos dos personas con las que nos for-mamos en la Teolog a del PuEBLO : el padre Lucio Gera y Rafael Tello . As mostr la relaci n del entonces cardenal Bergoglio y la menciona-da teolog a. En el 2012, cuando muri el padre Gera, el cardenal Ber-goglio lo hizo enterrar en la catedral de Buenos Aires en calidad de experto en el Concilio Vaticano II y de la Conferencia del episcopado latinoamericano en Medell n (1968) y Puebla (1979), y cuando Enri-que Bianchi, disc pulo de Tello, public un libro, el mismo Bergoglio lo present al p blico.

2 De aqu el inter s por relacionar la l nea pas-toral del actual Papa con la Teolog a del PuEBLO . En este art culo nos ocuparemos de esta teolog a y de su inserci n en la Teolog a de la li-beraci n latinoamericana. Finalmente analizaremos los puntos de con-vergencia de la pastoral del Papa FRANCISCO , en su Exhortaci n Evan-gelii gaudium, con algunos elementos de la Teolog a del Francesco e la teolog a del popolo, La Civilt Cattolica 165 (2014 ) 571-590La Teolog a argentina del PuEBLO : nacimiento y caracter sticasA su vuelta del Concilio Vati-cano II, el episcopado argentino cre , en 1966, la COEPAL (Comi-si n episcopal de pastoral) con el fin de impulsar un plan nacional de pastoral. Estaba formada por obispos, te logos, expertos en pas-toral, religiosos y religiosas, entre ellos los mencionados Gera y Te-llo, sacerdotes diocesanos profeso-res en la Facultad de Teolog a de Buenos Aires.

3 Hab a tambi n otros diocesanos, como Justino O Farrell y Gerardo Farrell, el jesuita Fer-nando Boasso y otros. Esta comi-si n fue el terreno en el que naci la Teolog a del PuEBLO , cuya im-pronta se not ya en la Declaraci n del episcopado argentino de San Miguel (1969), especialmente el documento VI sobre la pastoral la COEPAL dej de existir en 1973, algunos de sus miembros siguieron como grupo de reflexi n teol gica bajo la di-40 Juan Carlos Scannonerecci n del padre Gera, experto de Medell n y de Puebla. Su teolog a fue m s de palabra que escrita. Yo mismo particip a estas reuniones junto con Gera, Farrell, Boasso, el actual vicario general de Buenos Aires, monse or Joaqu n Sucunza, Alberto Methol Ferr , que ven a de Uruguay, y contexto pol tico argentino del tiempo de la COEPAL inclu a la dictadura militar de Ongan a, la represi n del movimiento obrero peronista, el nacimiento de la fu-tura guerrilla y no pocos intelec-tuales apoyaban ahora el peronis-mo como resistencia popular frente a los militares y como mo-vimiento de protesta social.

4 Naci entonces en la Universidad de Bue-nos Aires la C tedra nacional de Sociolog a con figuras como O Farrell, que constitu a la uni n entre la C tedra nacional y la COEPAL. Ambos grupos encon-traron la conceptualizaci n en la historia latinoamericana y argen-tina con categor as como PuEBLO y antipueblo , pueblos en con-traposici n a imperios , cultura popular , religiosidad popular , y as el caso de Gera y la COEPAL, se trat principalmente del PuEBLO de Dios -categor a b -blica privilegiada del Concilio- y de sus interacciones con los pue-blos. Una de las expresiones carac-ter sticas de Bergoglio es la de PuEBLO fiel , cuya fe y piedad po-pular le son muy la COEPAL no estaba en juego solo la emergencia del lai-cado en la Iglesia, sino tambi n la inserci n de la Iglesia en el decur-so hist rico del PuEBLO , en cuanto sujeto de la historia y de la cultu-ra, y como destinatario y agente de evangelizaci n.

5 No dej de in-fluenciarle la teor a de la depen-dencia, sobre todo de la domina-ci n pol tica (imperialista), que comprende tambi n la econ mica, integr ndolas ambas en la libera-ci n integral del pecado y de sus consecuencias PuEBLO y la opci n por los pobresLa categor a PuEBLO puede in-dicar la naci n, como en la expre-si n PuEBLO argentino , y tambi n la clase y el sector social popular. La COEPAL la entiende ante todo en su primera acepci n, a partir de la unidad plural de una cultura co-m n, enraizada en una historia co-m n y proyectada hacia un bien com n Am rica Latina son los po-bres los que mantienen, como ele-mento estructural de la propia vi-da y convivencia, la cultura propia del PuEBLO al que pertenecen (Do-cumento de Puebla n.)

6 414). Sus in-tereses coinciden con un progreso hist rico com n de justicia y de paz, porque viven oprimidos por una situaci n de injusticia estruc-tural y de violencia institucionali-zada. Por esto, al menos de facto, coinciden la opci n por los pobres y por la cultura. Y tambi n de iu-El Papa FRANCISCO y la teolog a del PuEBLO 41re, porque son ellos, privados del privilegio del poder, del tener o del saber, quienes manifiestan la cul-tura com n del a Boasso porqu la COEPAL hab a privilegiado el te-ma de la cultura y me respondi que lo hab a tomado del n mero 53 de la Gaudium et spes. En todo caso la redacci n del n. 386 del Documento de Puebla muestra c -mo la Gaudium et spes est le da en clave latinoamericana, ya que se han a adido las palabras en un PuEBLO en la cita del p rrafo 53a y 53b de la Constituci n.

7 En los dos primeros p rrafos, por una parte, se desplaza el significado conciliar m s humanista de cultu-ra en la direcci n de lo que el Con-cilio presenta seguidamente en su aspecto hist rico y social ; y, por otra, se define el sentido sociol -gico y etnol gico , que la Gaudium et Spes plantea en el tercer p rrafo. Por consiguiente, Puebla relee Gaudium et spes 53a y 53b a par-tir de la ptica de 53c. Se trata de un acto espont neo de los redacto-res, debido al nuevo lugar herme-n utico a partir del cual se inter-pretaba el texto (Am rica Latina): un cambio que los obispos no per-cibieron y que se mantiene en la exhortaci n Evangelii Teolog a del PuEBLO no des-atiende los conflictos sociales que vive Am rica Latina, aunque pri-vilegia la unidad sobre el conflicto (prioridad que Bergoglio afirma repetidas veces).

8 No asumiendo la lucha de clases como principio hermen utico determinante de la sociedad y de la historia, confiere todav a un puesto al conflicto -in-cluso de clase-, entendi ndolo a partir de la unidad previa del pue-blo. As , la injusticia institucional se entiende como traici n al pue-blo de una parte del mismo PuEBLO , que se transforma en religi n del puebloCuanto hemos dicho incide so-bre la valoraci n de la religiosidad popular. Por una parte, se conside-ra la religi n o la actitud negativa frente a lo religioso (seg n Paul Ti-llich) como el n cleo de la cultura de un PuEBLO y, por otra, se hace referencia a la piedad de los po-bres y sencillos (Evangelii nun-tiandi, n. 48). La contraposici n es solo aparente, si consideramos que en Am rica Latina estos ltimos son los que mejor salvaguardan la cultura com n, sus valores y sus s mbolos, que en nuestro pa s pue-den ser el germen de una conver-si n al pobre, para obtener la libe-raci n de ste y la de todos.

9 Por esto la religi n del PuEBLO , lejos de ser un opio, posee un potencial de liberaci n humana, como se ha de-mostrado en la lectura popular de la ah que Puebla se conside-re como continuaci n de Medell n, aunque haya sacado de la Exhor-taci n Evangelii nuntiandi (1975) nuevas contribuciones sobre la evangelizaci n de la cultura y de la piedad popular. El S nodo de 1974 la ha considerado bajo el in-42 Juan Carlos Scannoneflujo de la Teolog a del PuEBLO , ya sea gracias a los obispos latinoa-mericanos, ya sea por medio de quien enseguida ser a nombrado cardenal Eduardo Pironio. Y as Pablo VI recoge esta contribuci n en su Exhortaci n postsinodal, que a su vez Puebla aplic a Am rica Latina, enriquecida con nuevas una novedad importante la relevancia dada por Puebla a la sa-bidur a popular (Documento de Puebla, nn.)

10 413 y 448), relacionan-do la religi n del PuEBLO con el co-nocimiento sapiencial. La Teolog a del PuEBLO la considera clave de mediaci n entre la fe del PuEBLO y una teolog a inculturada. El Papa FRANCISCO (como tambi n el Do-cumento de Puebla y Gera) le re-conoce la importancia debida al hablar del conocimiento por con-naturalidad, siguiendo a Tom s de supo discernir en la piedad popular latinoamericana momentos de aut ntica espiritua-lidad y m stica popular (nn. 258-265, especialmente 262). Ya lo ha-b a subrayado Jorge Seibold, te logo pastoralista de la Teolog a del PuEBLO , introduciendo la cate-gor a de m stica popular a la que el Papa se refiere dos veces en Evangelii gaudium. una corriente dentro de la Teolog a de la liberaci n?


Related search queries