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EL TERROR DE SEXTO B

EL TERROR DE SEXTO "B". Yolanda Reyes Ilustraciones de Daniel Rabanal A Hernando y Beatriz A Luis, Isabel y Emilio en orden de estatura y con un amor demasiado grande Del texto: 1995, Yolanda Reyes De las ilustraciones: Daniel Rabanal 1995, Editorial Santillana De esta edici n: 2006, Santillana S. A. Av. Primavera 2160, Lima 33 Per . Editorial Santillana S. A. Calle 80 No. 10-23, Bogot - Colombia Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, Leandro N. Alem 720 C1001 AAP Ciudad de Buenos Aires, Argentina Aguilar, Altea, Taurus. Alfaguara, de Avda. Universidad, 767. Col Del Valle, M xico 03100. Santillana Ediciones Generales, Torrelaguna, 60. 28043 Madrid Direcci n editorial: Mercedes Gonz lez Dise o de la colecci n: Jos Crespo, Rosa Mar n, Jes s Sanz Diagramaci n: Lisette Tapia Ilustraci n de cubierta e interiores: Daniel Rabanal ISBN: 9972-847-88-8.

paz. Tuvimos tiempo de comer raspados y de caminar a la orilla del mar, tomados de la mano y sin decir ni una palabra, para que la voz no nos temblara. Un negrito pasó por la playa vendiendo anillos de carey y compramos uno para cada uno. Alcanzamos a hacer un trato: no quitamos los anillos hasta el día en que volvamos a encontrarnos.

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  Anillos, Sexto, Terror, El terror de sexto b, Anillos de, Los anillos

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1 EL TERROR DE SEXTO "B". Yolanda Reyes Ilustraciones de Daniel Rabanal A Hernando y Beatriz A Luis, Isabel y Emilio en orden de estatura y con un amor demasiado grande Del texto: 1995, Yolanda Reyes De las ilustraciones: Daniel Rabanal 1995, Editorial Santillana De esta edici n: 2006, Santillana S. A. Av. Primavera 2160, Lima 33 Per . Editorial Santillana S. A. Calle 80 No. 10-23, Bogot - Colombia Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, Leandro N. Alem 720 C1001 AAP Ciudad de Buenos Aires, Argentina Aguilar, Altea, Taurus. Alfaguara, de Avda. Universidad, 767. Col Del Valle, M xico 03100. Santillana Ediciones Generales, Torrelaguna, 60. 28043 Madrid Direcci n editorial: Mercedes Gonz lez Dise o de la colecci n: Jos Crespo, Rosa Mar n, Jes s Sanz Diagramaci n: Lisette Tapia Ilustraci n de cubierta e interiores: Daniel Rabanal ISBN: 9972-847-88-8.

2 RESE A. A un ni o se le cumple el deseo de que no haya clase; en el colegio un rbol crece en pocos d as hasta convertirse en el m s grande del mundo; la broma del alumno m s revoltoso de clase hacia su profesor le traer un disgusto; una ni a gorda se rebela ante las burlas de su profesor de gimnasia; despu s de un esfuerzo inmenso un alumno no llega a ser campe n de nataci n; un ni o de tama o inmenso se enamora de una alumna pero su timidez le impide iniciar una relaci n con ella . Todas estas historias juntas, en cap tulos independientes, forman este libro cuyo t tulo hace referencia al alumno bromista. Cada historia es una parte del conjunto del libro, pero todas ellas tienen en com n que ocurren en el mismo colegio.

3 Cada relato tiene como protagonistas a alumnos de un curso diferente. El humor y la ternura forman parte de estas historias, que resultan muy agradables para el lector. Se trata de un libro muy interesante para iniciarse en la lectura. Es breve, tiene ilustraciones, la letra muy grande, la narraci n es muy sencilla y directa; a ello hay que a adir que todas las situaciones son muy cercanas a los ni os al desarrollarse en un colegio, un lugar que forma parte de sus vidas. Por todo esto se puede recomendar a ni os, preferentemente mayores de nueve a os, pero que no sienten especial atracci n por la lectura. Estas historias pueden servir de inicio en el acercamiento al acto de leer, un manera de pasar un rato divertido.

4 Ndice Circular para los lectores de estas historias .. 5. Frida .. 6. El d a en que no hubo clase .. 8. Un rbol terminantemente prohibido ..11. El TERROR de SEXTO "B" ..14. Martes a la quinta hora o la clase de gimnasia ..19. Saber perder ..22. Un amor demasiado grande ..25. YOLANDA REYES ..28. Circular para los lectores de estas historias Los pap s siempre dicen: "Cuando yo ten a tu edad, era el mejor de la clase". Dicen tambi n que el colegio es la poca m s divertida de la vida, la m s feliz y Dicen y dicen mil maravillas por el estilo. Claro que los pap s llevan muchos a os fuera del colegio y son gente de p sima memoria. Ya no se acuerdan del prefecto de disciplina ni de las malas notas.

5 Es m s, yo creo que s lo se acuerdan de las vacaciones. Estas historias del colegio no son as . Sucedieron hace muy poco tiempo, en lugares muy cercanos, y me las contaron alumnos que tienen la memoria nuevecita, porque poco la han gastado en aprenderse los accidentes geogr ficos o los r os m s largos del mundo. Si por casualidad encuentran a un compa ero con un nombre parecido en su colegio, piensen que es una simple coincidencia y no se lo digan a nadie, para evitar problemas. Ya es suficiente con los que tiene que resolver un alumno durante cinco d as a la semana, durante cuatro semanas al mes, durante diez meses a o, durante doce o m s a os de colegio.

6 Si son buenos para multiplicar, hagan la cuenta del tiempo que eso significa: (5 d as x 4 semanas x 10 meses x 12 a os. R=..). Pero si les da pereza, env enle el problema al profesor de matem ticas. Seguro disfrutar . resolvi ndolo con c lculos mentales o incluy ndolo en su pr ximo examen escrito. Y a prop sito de los profesores, no crean que siempre se divierten. Se sorprender an si supieran todo lo que ellos mismos me han confesado. S , por ejemplo, de una profesora de m sica que se mor a del susto con los monstruos de Cuarto "C". Las manos le sudaban, las rodillas le temblaban y se le borraba la voz, hasta que la mam tuvo que ir a hablar con la directora, porque le iban a traumatizar a su hijita.

7 Tambi n me s historias muy rom nticas que han sucedido entre las cuatro paredes del colegio. Todas son reales. Como me las contaron, las cuento. Frida De regreso al estudio. Otra vez, primer d a de colegio. Faltan tres meses, veinte d as y cinco horas para las pr ximas vacaciones. El profesor no prepar clase. Parece que el nuevo curso lo toma de sorpresa. Para salir del paso, ordena con una Voz aprendida de memoria: Saquen el cuaderno y escriban con esfero azul y buena letra, una composici n sobre las vacaciones. M nimo una hoja por lado y lado, sin saltar rengl n. Ojo con la ortograf a y la puntuaci n. Tienen cuarenta y cinco minutos.

8 Hay preguntas? Nadie tiene preguntas. Ni respuestas. S lo una mano que no obedece rdenes porque viene de vacaciones. Y un cuaderno rayado de cien p ginas, que hoy se estrena con el viejo tema de todos los a os: " Qu hice en mis vacaciones?". "En mis vacaciones conoc a una sueca. Se llama Frida y vino desde muy lejos a visitar a sus abuelos colombianos. Tiene el pelo m s largo, m s liso y m s blanco que he conocido. Las cejas y las pesta as tambi n son blancas. Los ojos son de color cielo y, cuando se r e, se le arruga la nariz. Es un poco m s alta que yo, y eso que es un a o menor. Es lind sima. Para venir desde Estocolmo, capital de Suecia, hasta Cartagena, ciudad de Colombia, tuvo que atravesar pr cticamente la mitad del mundo.

9 Pas tres d as cambiando de aviones y de horarios. Me cont que en un avi n le sirvieron el desayuno a la hora del almuerzo y el almuerzo a la hora de la comida y que luego apagaron las luces del avi n para hacer dormir a los pasajeros, porque en el cielo del pa s por donde volaban era de noche. As , de tan lejos, es ella y yo no puedo dejar de pensarla un solo minuto. Cierro los ojos para repasar todos los momentos de estas vacaciones, para volver a pasar la pel cula de Frida por mi cabeza. Cuando me concentro bien, puedo o r su voz y sus palabras enredando el espa ol. Yo le ense a decir camar n con chipichipi, ch vere, zapote y otras cosas que no puedo repetir.

10 Ella me ense a besar. Fuimos al muelle y me pregunt si hab a besado a alguien, c mo en las pel culas. Yo le dije que s , para no quedar como un inmaduro, pero no ten a ni idea y las piernas me temblaban y me puse del color de este papel. Ella tom la iniciativa. Me bes . No fue tan dif cil como yo cre a. Adem s fue tan r pido que no tuve tiempo de pensar "qu hago", como pasa en el cine, eon esos besos largu simos. Pero fue suficiente para no olvidarla nunca. Nunca jam s, as me pasen muchas cosas de ahora en adelante. Casi no pudimos estar solos Frida y yo. Siempre estaban mis primas por ah , con sus risitas y sus secretos, molestando a "los novios".


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