Example: marketing

EL VALOR DE LAS LENGUAS Y SU ... - linguasur.com.ar

1 EL VALOR DE LAS LENGUAS Y SU MANIFESTACI N EN LA NUEVA LEGISLACI N LING STICA Roberto Bein IESLV Juan R. Fern ndez y y L. - UBA Cuando hablamos de pol tica ling stica solemos emplear los conceptos te ricos desarrollados al respecto en el ltimo medio siglo en la socioling stica, la sociolog a del lenguaje y, con aspiraciones a constituirse en disciplina espec fica, la glotopol tica, tales como diglosia y biling ismo, conflicto ling stico, pol ticas ling sticas liberal y dirigista, planificaci n, actitudes, representaciones socioling sticas, ideolog as ling sticas y otros varios. En esta ponencia quiero abordar la problem tica glotopol tica desde una perspectiva por lo com n no tematizada de manera central: la del VALOR ling stico.

2 valorativo de la ciencia: parten del supuesto de que todas las lenguas tienen la misma jerarquía y que las diferencias entre ellas son circunstanciales y pueden superarse

Tags:

  Langue, Lenguas y

Information

Domain:

Source:

Link to this page:

Please notify us if you found a problem with this document:

Other abuse

Transcription of EL VALOR DE LAS LENGUAS Y SU ... - linguasur.com.ar

1 1 EL VALOR DE LAS LENGUAS Y SU MANIFESTACI N EN LA NUEVA LEGISLACI N LING STICA Roberto Bein IESLV Juan R. Fern ndez y y L. - UBA Cuando hablamos de pol tica ling stica solemos emplear los conceptos te ricos desarrollados al respecto en el ltimo medio siglo en la socioling stica, la sociolog a del lenguaje y, con aspiraciones a constituirse en disciplina espec fica, la glotopol tica, tales como diglosia y biling ismo, conflicto ling stico, pol ticas ling sticas liberal y dirigista, planificaci n, actitudes, representaciones socioling sticas, ideolog as ling sticas y otros varios. En esta ponencia quiero abordar la problem tica glotopol tica desde una perspectiva por lo com n no tematizada de manera central: la del VALOR ling stico.

2 1. Concepciones del VALOR ling stico El VALOR es un concepto que aparece en m ltiples formas en las reflexiones sobre el lenguaje. Desarrollar aqu tres perspectivas. 1) Desde la antig edad conocemos al menos dos tipos de valoraciones de las LENGUAS : por una parte, se consideraba que pose a mayor VALOR la forma m s pura de las LENGUAS ; algunas gram ticas, como la del s nscrito de Panini (siglo IV ), estaban destinadas precisamente a preservar las LENGUAS en la forma que se supon a pr stina para que no perdieran su car cter sagrado. Durante mucho tiempo tambi n se atribuy a las distintas LENGUAS valores diferentes: durante la Edad Media se discuti , por ejemplo, cu l hab a sido la lengua del Para so, pues la que lo hubiera sido habr a ocupado el lugar m s elevado en una escala jer rquica; en el Renacimiento encontramos discusiones acerca de la dignidad de las LENGUAS vulgares; en 1784 Antoine de Rivarol escribi su ensayo De l universalit de la langue fran aise, que ensalzaba el franc s como la mejor lengua del mundo.

3 Tambi n aparecieron, entre otras, loas al franc s despu s de la Revoluci n Francesa por haber sido la lengua en que por primera vez se proclamaron los derechos del hombre y el ciudadano; al ruso, porque fue la lengua de la primera revoluci n socialista; al turco, porque los seguidores de Kemal Atat rk lo consideraban la lengua madre de la cultura. 2) Un segundo concepto del VALOR aparece en la ling stica estructural; Saussure, en el famoso cap tulo IV de la segunda parte del Curso de Ling stica General (1945), titulado El VALOR ling stico se ala, a partir de su concepci n de la lengua como sistema, que el VALOR de una unidad ling stica est determinado, limitado y precisado por el de las otras entidades del sistema: tibio, lo que no es fr o ni caliente; domini, genitivo por su oposici n con dominus, domino, dominum, etc.

4 Pero aun cuando destaque que a ra z de lo arbitrario del signo el hecho social es el nico que puede crear un sistema ling stico (Saussure 1945:137), el VALOR de los signos, al menos en la versi n oficial del Curso, es puramente ling stico. 3) Una nueva perspectiva surgi con la socioling stica moderna, que considera el VALOR una calificaci n que los agrupamientos humanos pueblos, comunidades, clases sociales atribuyen a LENGUAS , variedades o registros. Por tanto, se desplaza el an lisis del VALOR de lo ling stico a lo social. La socioling stica ya no dice que tal o cual variedad es m s pura o superior sino que analiza si y por qu determinada comunidad valora m s altamente, por ejemplo, el tuteo que el voseo o cree que algunas LENGUAS no son aptas para la ciencia.

5 Los propios socioling istas se colocan en el lugar no 2 valorativo de la ciencia: parten del supuesto de que todas las LENGUAS tienen la misma jerarqu a y que las diferencias entre ellas son circunstanciales y pueden superarse mediante su modernizaci n. Tambi n advierten que las valoraciones no solo son inherentes a la estructura socioling stica todos nosotros, y especialmente los docentes, distinguimos constantemente las formas correctas de las incorrectas y sabemos identificar el origen social y/o geogr fico de un hablante sino que adem s impulsan el cambio ling stico. 2. La relaci n entre las concepciones de VALOR No tratar aqu las valoraciones que emprendieron otras reflexiones sobre el lenguaje, como la ret rica, la estil stica y el relativismo ling stico.

6 Quiero, en cambio, se alar que hay autores que se han propuesto establecer un v nculo entre todas estas concepciones del VALOR ling stico: entre otros, Ferruccio Rossi-Landi (1970), Robert Lafont (1978), Pierre Bourdieu (1982) y Klaus Bochmann y Falk Seiler (2000). Estos autores realizan una homolog a entre la producci n y circulaci n de mercanc as y la de mensajes. As , Rossi-Landi considera, en El lenguaje como trabajo y como mercado (1970), que la palabra ya es producto de un trabajo humano (Lafont habla de praxema), que crea as un VALOR de uso; el VALOR de uso de la palabra perro consiste en que, como s ntesis ya realizada socialmente de una serie de ideas, nos sirve para identificar una serie de animales y distinguirlos de otros.

7 Pero no nos comunicamos mediante palabras aisladas, sino que construimos mensajes con esos productos, que adquieren, por tanto, un VALOR de cambio en lo que Rossi-Landi es el primero en llamar mercado ling stico , un concepto que retoma Bourdieu (1982). Igual que en el caso de las mercanc as, el uso de las palabras no implica que el hombre sea consciente del trabajo que ha demandado su producci n: cuando usamos un cuchillo, no somos conscientes del trabajo hist rico que ha exigido concebir ese utensilio ni del trabajo que ha implicado producir nuestro cuchillo concreto. Seg n Rossi-Landi, la toma de conciencia de la producci n ling stica se pone en movimiento s lo en casos particulares, como (i) cuando entran en juego relaciones entre dos o m s LENGUAS , o sea, traduciendo o ense ando una lengua extranjera; (ii) ense ando a hablar, cuando el ni o es inteligente y hace preguntas; (iii) cuando el hablar o el escribir se convierten en un fin cuya realizaci n presenta dificultades especiales, como la expresi n po tica, y sobre todo en el estudio cient fico del lenguaje, es decir, cuando convertimos el lenguaje en objeto de reflexi n (cf.)

8 Rossi-Landi, 1970:24). Un ejemplo argentino: Domingo Faustino Sarmiento pensaba que para transformar el pa s en una naci n moderna, democr tica y desarrollada el arma principal era la educaci n, dentro de la cual el lenguaje cumpl a un papel clave: era el instrumento a trav s del cual deb an llegar y difundirse las nuevas ideas (Fontanella 1988:64). Pero ve a alarmado que el espa ol no estaba desarrollado en varios de los dominios modernos, como las instituciones parlamentarias, la ciencia y la tecnolog a: en castellano no hab a palabras para impeachment, jury, habeas corpus ni para la industria y las ciencias naturales. Consecuentemente, con esp ritu iluminista, propon a reformar el espa ol es conocida su propuesta de reforma ortogr fica , pero tambi n ense ar las LENGUAS que, a su criterio, expresaban las innovaciones.

9 Por eso dec a en 1884 que O se ense a ingl s y franc s en las escuelas primarias, a fin de poner al alcance de todos las nociones tiles y las ideas de la poca, o queda establecida una clase educada y apta para recibir instrucci n, una aristocracia del saber [..]. (Sarmiento, XXX, 285) 3 Es decir que Sarmiento, aunque no lo formulara en esos t rminos, hab a tomado conciencia de la falta de producci n ling stica de determinados signos en espa ol, y como soluci n inmediata propon a la ense anza de LENGUAS que pod an competir mejor en el mercado ling stico en los dominios modernos. Una observaci n conexa de Rossi-Landi es que la capacidad de hablar y de entender el VALOR de los intercambios de palabras, expresiones y mensajes es una erogaci n de fuerza de trabajo ling stico.

10 Es en funci n de este tipo de trabajo ling stico que los valores ling sticos de intercambio se determinan como diferentes de los valores ling sticos de uso, y que esta determinaci n, con todas sus variables hist ricas y sociales, se entrev cuando se considera que algunas personas hablan mal , conocen poco el idioma o no logran expresarse de manera convincente (ib d.: 40). Tres d cadas despu s, Bochmann y Seiler (2000) vinculan directamente el an lisis del VALOR con la pol tica ling stica. Estos autores parten de la comprobaci n de la tendencia actual a conferir igualdad de VALOR a todas las LENGUAS sin que exista un concepto te rico de VALOR (socio-)ling stico universal que pueda mediar entre ese postulado de equivalencia y la praxis generalizada de valoraciones diferentes y a menudo en conflicto.


Related search queries