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Enfocando la depresión como problema de salud …

3La depresi n como problema de salud p blica en M xicoVol. 35, No. 1, enero-febrero 2012 Art culo originalEnfocando la depresi n como problemade salud p blica en M xicoFernando A. Wagner,1 Catalina Gonz lez-Forteza,2 Sergio S nchez-Garc a,3 Carmen Garc a-Pe a,3 Joseph J. Gallo4 salud Mental 2012;35:3-111 Prevention Sciences Research Center; School of Community Health and Policy, Morgan State n de Investigaciones Epidemiol gicas y Psicosociales. Instituto Nacional de Psiquiatr a Ram n de la de Investigaci n Epidemiol gica y en Servicios de salud , rea de Envejecimiento. Instituto Mexicano del Seguro of Mental Health Johns Hopkins Bloomberg School of Public : Fernando A. Wagner. Director, Prevention Sciences Research Center. Morgan State University. 1700 East Cold Spring Lane, PortageBuilding Suite 103, Baltimore, MD, 21251 USA. Tel: + (443) 885-4518.

5 La depresión como problema de salud pública en México Vol. 35, No. 1, enero-febrero 2012 Como puede apreciarse, los trastornos depresivos se

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1 3La depresi n como problema de salud p blica en M xicoVol. 35, No. 1, enero-febrero 2012 Art culo originalEnfocando la depresi n como problemade salud p blica en M xicoFernando A. Wagner,1 Catalina Gonz lez-Forteza,2 Sergio S nchez-Garc a,3 Carmen Garc a-Pe a,3 Joseph J. Gallo4 salud Mental 2012;35:3-111 Prevention Sciences Research Center; School of Community Health and Policy, Morgan State n de Investigaciones Epidemiol gicas y Psicosociales. Instituto Nacional de Psiquiatr a Ram n de la de Investigaci n Epidemiol gica y en Servicios de salud , rea de Envejecimiento. Instituto Mexicano del Seguro of Mental Health Johns Hopkins Bloomberg School of Public : Fernando A. Wagner. Director, Prevention Sciences Research Center. Morgan State University. 1700 East Cold Spring Lane, PortageBuilding Suite 103, Baltimore, MD, 21251 USA. Tel: + (443) 885-4518.

2 Fax: + (443) 885-8262. E-mail: present review aims at analyzing the magnitude and social impactof depression, as well as exploring models that help to understandthe strategies needed to address this public health literature reveals that of the general population hashad a depressive episode and one in five persons will have an episodeby age rates are observed in low and mid income in comparisonto those with high income. These differences are not due to personalincome, the probability of greater severity or delay in diagnosis, andare more likely related to cultural differences. Greater risk is observedamong females, people younger than 60 years, marital status as single,widowed or divorced, and low educational deleterious effect of depression on productivity is wellestablished (27 days lost in the past year, on average, per case). Theassociation with diabetes, hypertension, cardio vascular disease, druguse, suicide, and other risk behaviors has been frequently unresolved questions remain about the presence or not ofcommon risk factors and the chain of causality, it is a known fact thatthe combination of physical and mental disorders causes regard to the healthcare system, patients with depressionand/or anxiety have higher utilization rates and healthcare costs,particularly among elderly patients.

3 This healthcare overutilizationis related with the low rates of diagnosis and adequate treatment ofdepression. About 26% of depression cases will not be diagnosedand, although a large proportion of patients have contact withhealthcare services, nearly 30% never receive help for treatment models that overcome barriers, understandingthe sociocultural factors related with the problem, and addressingdepression at the primary level of healthcare are urgent in words: Depression, epidemiology, healthcare services, Mexico,public health, review objetivo de la presente revisi n es analizar la magnitud y el impac-to social de la depresi n, as como explorar modelos que permitancomprender mejor las estrategias necesarias para su atenci reportes revelan que de la poblaci n general hapadecido un episodio de depresi n, que una de cada cinco personassufrir uno antes de llegar a los 75 a os y que los m s j venespresentan tasas m s bajas se observan en pa ses de ingreso bajo y medio,en contraste con pa ses de ingreso alto.

4 Diferencias no relacionadascon la gravedad o el retraso en el diagn stico probablemente sevinculen con diferencias culturales. Las mujeres, las personas sin parejay el bajo nivel de educaci n se asocian con mayor efecto delet reo en productividad (media de 27 d as perdidosen el ltimo a o) es indiscutible. La asociaci n con diabetes,hipertensi n y trastornos cardiacos, entre otras, ha sido frecuentementeinvestigada. Si bien no es clara la presencia o no de factores de riesgocomunes y la cadena de causalidad, la combinaci n de trastornosf sicos y mentales genera m s depresi n ha sido asociada a otras conductas comoadicciones, suicidio y violencia, particularmente en j cuanto a los efectos en el sistema de salud , diversos estudioshan demostrado que los pacientes con depresi n tienen mayores tasasde utilizaci n y mayores costos asociados, particularmente con sobreutilizaci n est relacionada con la baja proporci n dediagn stico y tratamiento certero.

5 El 26% de las personas no ser ndiagnosticadas y, a pesar de que una elevada proporci n de pacientescontactaron con los servicios de salud , cerca del 30% nunca recibi modelos de atenci n que incluyan el abatimiento de lasbarreras, el entendimiento de los factores socioculturales y la inclusi ndel manejo primario de la depresi n son clave: depresi n, epidemiolog a, M xico, revisi n de labibliograf a, salud p blica, servicios de et 35, No. 1, enero-febrero 2012 INTRODUCCI N GENERALY PLAN DEL ART CULOA pesar de los avances innegables en el conocimiento delas dimensiones, etiolog a y alternativas de atenci n, lostrastornos depresivos contin an siendo un problema gra-ve de salud p blica en todo el mundo, as como en M lo la atenci n decidida, organizada e inteligente de lasociedad en su conjunto permitir hacer frente a este pro-blema y limitar su impacto al m nimo posible.

6 En el pre-sente art culo revisaremos la magnitud del problema y suimpacto social, as como algunos modelos que permitancomprender mejor las estrategias necesarias para su aten-ci n como problema de salud p DE LA depresi N EN M XICOY FACTORES ASOCIADOSUna de las mejores fuentes de informaci n actualmente dis-ponibles acerca de la depresi n en M xico es la EncuestaNacional de Epidemiolog a Psiqui trica, tambi n conocidacomo la Encuesta Nacional de Comorbilidad en M xico, rea-lizada entre 2001 y Se trata de una encuesta con unamuestra probabil stica y representativa de la poblaci n ur-bana entre 18 y 65 a os de edad, que incluy a 5 782 partici-pantes. Los datos se recolectaron por medio del CompositeInternational Diagnostic Interview Schedule (CIDI-Versi ),2,3 en entrevistas estandarizadas y que se realizaron caraa cara por personal entrenado espec ficamente para ello ycon auxilio de tecnolog a computarizada.

7 El CIDI operacionaliza las definiciones del ICD-104 y del DSM-IV5para los trastornos psiqui tricos m s frecuentes, y cuentacon caracter sticas psicom tricas aceptables. De acuerdo conla informaci n que se obtuvo en esta encuesta, de lapoblaci n ha tenido un trastorno depresivo en la vida; y se-g n se alan Kessler et al., una de cada cinco personas llega-r a cursar alg n trastorno antes de cumplir 75 a os(p= , error est ndar, ee= ).6La encuesta con adultos permiti estimar que la tasa deprevalencia anual de depresi n en M xico fue de entrela poblaci n general de 18 a 65 a os (IC 95%= ), sola-mente superada por los trastornos de ansiedad, con unaprevalencia anual de (IC 95%= ).1,7Un estudio en cuatro ciudades mexicanas, en el que seus el CIDI, estim que una de cada ocho personas ( )padece trastornos depresivos, y que cerca de la mitad lospresent en el ltimo a o ( ).

8 Se encontr que el sexo,la edad y el nivel educativo se asocian con la prevalenciade depresi n en el ltimo a o .8En M xico, como en el resto del mundo, las cohortesm s j venes padecen tasas De hecho, al menosla mitad de los casos de trastornos mentales ocurren antesde que las personas cumplan 21 a Encuesta Mexicana de salud Mental en Adolescen-tes identific que de los j venes de la Ciudad de M xi-co, que tienen entre 12 y 17 a os, sufrieron un trastorno de-presivo en el ltimo a o (IC 95%= ), con pr cticamen-te la mitad de los casos ( ) calificados como graves .10El estudio de la OMS, comparativo entre pa ses, en-contr que las tasas de trastornos depresivos entre mujeresson dos veces mayores que las de los hombres,1,11 y que laasociaci n entre depresi n y sexo no var a entre pa ses deacuerdo con el ingreso [ (1)= , p= ].

9 12 Las cohortesfemeninas m s j venes mostraron menores puntajes detradicionalidad en cuanto a roles de g nero y las nuevasgeneraciones tuvieron menor riesgo de depresi comparaci n de tasas de prevalencia entre pa sespuede ayudar a identificar posibles factores de riesgo y pro-tecci n, as como factores que pueden incidir en la detec-ci n temprana y derivaci n oportuna de posibles casos a losservicios de salud . En este sentido resulta interesante consi-derar los resultados arrojados por estudios realizados en 18pa ses de diversas regiones del mundo. En efecto, las tasasm s bajas se observaron en pa ses considerados de ingresobajo y medio, que incluyeron la India, M xico, China ySud frica; mientras que las tasas m s altas se observaron enpa ses con ingresos altos, incluidos Francia, Holanda, Nue-va Zelanda y los Estados Unidos de Am El estudioclarifica que las diferencias en la prevalencia no se deben aque los casos en pa ses de ingresos altos tengan mayor gra-vedad que en los pa ses con ingresos bajo y medio, y portanto tengan mayor probabilidad de ser identificados.

10 M sa n, los autores encontraron que a pesar de las diferenciasreportadas en la prevalencia de trastornos depresivos de porvida, las tasas de prevalencia para el ltimo a o fueron si-milares entre pa ses ricos y pobres. As las cosas, los autoressugieren investigaciones futuras para dirimir si existe ma-yor sesgo de informaci n en los pa ses pobres y de ingresomedio (pues el no recordar acertadamente la presencia y eltiempo en que se inician los s ntomas puede afectar la tasa alguna vez ). Podr an existir otras posibilidades de sesgoen estudios trasnacionales de trastornos psiqui tricos, talescomo diferencias diagn sticas, o en la precisi n y validez delas mediciones, o diferencias culturales que pudiesen afec-tar los diagn sticos, pero los cuidados y proceso que se uti-lizaron en el desarrollo de la versi n actual del CIDI hancontribuido a minimizar estos ,4,12 Por otro lado, el estado civil se encontr como factorque se asocia con los trastornos depresivos, con diferenciasestad sticamente significativas entre pa ses por ingreso, pueslas personas separadas o que nunca se casaron en pa ses ri-cos tuvieron una mayor asociaci n con la depresi n; mien-tras que las personas divorciadas y viudas tuvieron unamayor asociaci n con la depresi n en los pa ses pobres[ (3)= , p< ].


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