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FORMACIÓN HISTÓRICA DEL ESTADO EN AMÉRICA …

En Acu a, Carlos, H. (comp.)(2007) Lecturas sobre el ESTADO y las pol ticas p blicas: Retomando el debate de ayer para fortalecer el actual, Proyecto de Modernizaci n del ESTADO , Jefatura de Gabinete de Ministros, Buenos Aires y en Estudios CEDES, Vol. 1, N 3, 1978: Buenos Aires, Argentina. FORMACI N HIST RICA DEL ESTADO EN AM RICA LATINA: ELEMENTOS TEORICO-METODOLOGICOS PARA SU ESTUDIO* Oscar Oszlak En este trabajo pretendo ofrecer algunos lineamientos te rico-metodol gicos para el estudio del proceso hist rico a trav s del cual se fue conformando en los pa ses latinoamericanos un ESTADO nacional. No es mi prop sito brindar una interpretaci n rigurosa de este proceso sino, simplemente, sugerir una manera de estudiarlo. Aquella tarea dif cilmente podr a emprenderse sin contar previamente con estudios en profundidad de casos nacionales, que permitan inferir y generalizar a partir de diversas experiencias un determinado patr n de desarrollo hist rico.

El surgimiento del estado está asociado e estadios diferentes en el desarrollo de estos diversos fenómenos. Pero a la vez, su proceso formativo tiende a …

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1 En Acu a, Carlos, H. (comp.)(2007) Lecturas sobre el ESTADO y las pol ticas p blicas: Retomando el debate de ayer para fortalecer el actual, Proyecto de Modernizaci n del ESTADO , Jefatura de Gabinete de Ministros, Buenos Aires y en Estudios CEDES, Vol. 1, N 3, 1978: Buenos Aires, Argentina. FORMACI N HIST RICA DEL ESTADO EN AM RICA LATINA: ELEMENTOS TEORICO-METODOLOGICOS PARA SU ESTUDIO* Oscar Oszlak En este trabajo pretendo ofrecer algunos lineamientos te rico-metodol gicos para el estudio del proceso hist rico a trav s del cual se fue conformando en los pa ses latinoamericanos un ESTADO nacional. No es mi prop sito brindar una interpretaci n rigurosa de este proceso sino, simplemente, sugerir una manera de estudiarlo. Aquella tarea dif cilmente podr a emprenderse sin contar previamente con estudios en profundidad de casos nacionales, que permitan inferir y generalizar a partir de diversas experiencias un determinado patr n de desarrollo hist rico.

2 Tales estudios reci n comienzan a desarrollarse y mi intenci n en el presente trabajo es someter a discusi n algunos elementos conceptuales y una estrategia de investigaci n, cuyo empleo puede ser de utilidad para la tarea de interpretaci n te rica e hist rica a n pendiente1. No obstante, no eludir la oportunidad de avanzar algunas hip tesis sobre el proceso formativo del ESTADO en tanto ellas sirvan para ilustrar la perspectiva desde la cual sugiero abordar su estudio. I ) ESTADO , NACION, ESTADO NACIONAL: ALGUNAS PRECISIONES El estudio de los or genes y naturaleza del ESTADO ha sido tema tradicional de la filosof a pol tica, la historia, la etnolog a y la antropolog a cultural. Buena parte del debate en estas ltimas dos disciplinas ha girado en torno a s el ESTADO constituye o no un principio universal de organizaci n social, si es posible la existencia de sociedades sin ESTADO o si su origen se halla o no asociado al surgimiento de naciones, clases sociales, mercados, No es mi prop sito tomar parte en este debate sino rescatar del mismo una preocupaci n cuyo planteamiento, para los fines de la investigaci n propuesta, resulta insoslayable.

3 Si nuestra intenci n es identificar los determinantes sociales del proceso de formaci n estatal, debemos preguntarnos cu l es el grado de desarrollo de otras manifestaciones de organizaci n y funcionamiento social ( existencia de una naci n, difusi n de relaciones de producci n e intercambio econ mico, concepciones ideol gicas predominantes, grado de cristalizaci n de clases sociales) con las cuales aquel proceso se halla interrelacionado. * Este trabajo forma parte del proyecto sobre Formaci n hist rica del ESTADO que vengo desarrollando en el CEDES. Deseo expresar mi agradecimiento a la Fundaci n Tinker por el apoyo financiero prestado al proyecto y a mis colegas del CEDES Jorge Bal n, Andr s Fontana, Leandro Guti rrez, Elizabeth Jelin y Guillermo O`Donnell por sus valiosos comentarios a versiones previas del trabajo. 1 Versiones previas de este trabajo fueron utilizadas como documento de referencia en los seminarios organizados por el Instituto Centroamericano de Administraci n P blica (ICAP) y diversas universidades centroamericanas, para la organizaci n de un proyecto comparativo sobre la formaci n hist rica del ESTADO en esos pa ses (Tegucigalpa, Honduras, Mayo 1978 y San Jos , Costa Rica, Julio 1978).

4 Para un intento de interpretaci n global v ase Le n Pomer, "Sobre la Formaci n de los Estados Nacionales en la Am rica Hispano-India", 1978 (m meo). 2 Un buen ensayo sobre el tema, en el que se pasa revista a las diversas corrientes antropol gicas, es el de Lawrence Krader, La Formaci n del ESTADO (Barcelona: Editorial Labor, 1972). La perspectiva hist rica se ha visto enriquecida en a os recientes con los fundamentales trabajos de Immanuel Wallerstein, The Modern World System (New York Academic Press, 1974); Charles Tilly (comp.) The Formation of the Western European States (Priceton: Priceton University Press, 1975); y Perry Anderson, Lineages of the Absolutist State (London: New Left Review Books, 1975). V ase tambi n Robert L. Heilborner, La Formaci n de la Sociedad Econ mica (M xico: Fondo de Cultura Econ mica, 1964). 1El surgimiento del ESTADO est asociado e estadios diferentes en el desarrollo de estos diversos fen menos.

5 Pero a la vez, su proceso formativo tiende a modificar profundamente las condiciones sociales prevalecientes en su origen. Con esto estoy afirmando que a partir de la existencia de un ESTADO , se asiste a un proceso de creaci n social en el que se originan entidades y sujetos sociales que van adquiriendo rasgos diferenciables. C mo se enhebran las circunstancias hist ricas para que tales sujetos y fen menos sociales se constituyan? Qu racionalidad superior, designio o -en el otro extremo- azarosa combinaci n de variables determinan ciertos rasgos constitutivos y no otros? Cu l es la relaci n funcional (en t rminos de "necesidad hist rica") o l gica (en t rminos de mera consistencia estructural) entre los rasgos que en su despliegue hist rico presentan los distintos sujetos, entidades y fen menos que componen esa compleja realidad que se va conformando? La especificaci n hist rica implicada en estos interrogantes exige previamente un acuerdo m nimo sobre el sentido otorgado a las categor as anal ticas utilizadas, tarea que no est exenta de dificultades.

6 Una de ellas es que al intentar reconstruir anal ticamente el proceso de creaci n social coextensivo a la formaci n del ESTADO , tendemos a manejarnos con conceptos que presumen el pleno desarrollo de los atributos o componentes que definen a esos conceptos. Es decir, intentamos rastrear un proceso evolutivo empleando categor as anal ticas que describen un producto hist rico acabado ( naci n, capitalismo). Una segunda dificultad deriva del hecho de que los conceptos empleados para analizar estos procesos no son mutuamente excluyentes sino que, por el contrario, se suponen rec procamente como componentes de su respectiva definici n. As , "naci n" implica -entre otros atributos- existencia de un "mercado"; ste, de "relaciones de producci n", que remiten a la constituci n de "clases sociales" generadoras, a su vez, de un "sistema de dominaci n". Este ltimo evoca la noci n de " ESTADO ", vinculada -en tanto mbito territorial y referente ideol gico- a la idea de "naci n".

7 Este complejo entrecruzamiento categorial, que no hace sino expresar una compleja realidad, se ala la direcci n que debe seguir el an lisis pero a la vez entra a un desaf o: el proceso de formaci n del ESTADO no puede entenderse sin explorar, simult neamente, la emergencia de esos otros fen menos que no s lo convergen en la explicaci n de dicho proceso sino que encuentran en el mismo un factor determinante de su propia constituci n como realidades hist ricas. Por otra parte, la din mica de esta verdadera construcci n social no se ajusta a un patr n normal, en el sentido que sus componentes se desarrollen respetando necesariamente proporciones, secuencias o precondiciones. Al contrario, esa din mica se ve marcada por largos per odos de estancamiento, saltos violentos, hipertrofia de algunos de sus componentes o desarrollo contradictorio de otros que tienden a negar y transformar la naturaleza del conjunto. Avanzando un poco m s en esta tarea de desbrozamiento conceptual, quiz s sea preciso aclarar que no estoy preocupado por el ESTADO en abstracto sino por una de sus formas espec ficas: el ESTADO nacional3.

8 M s concretamente, me interesa estudiar la formaci n del ESTADO como proceso que presupone la existencia o paralela constituci n de una naci n formalmente independiente4. Esto introduce la complicaci n adicional de establecer bajo qu circunstancias es posible considerar que la fusi n de los dos elementos que otorgan especificidad a esta categor a - ESTADO y naci n- se ha producido. La existencia de una naci n es, al igual que en el caso del ESTADO , el resultado de un proceso y no de un formal acto constitutivo. Ello hace dif cil precisar no s lo un momento a partir del cual puede afirmarse su respectiva existencia sino, adem s, aqu l en que naci n y ESTADO coexisten como unidad. En un sentido ideal-abstracto concibo al ESTADO como una relaci n social, como la instancia pol tica que articula un sistema de dominaci n social. Su manifestaci n material es un conjunto 3 Quedan as excluidas otras formas hist ricas tales como los imperios, las ciudades-estados y aquellas modalidades primitivas de ejercicio de la dominaci n que ciertas corrientes tambi n identifican como ESTADO .

9 4 Formalmente, al menos, para no plantear aqu el problema de si la "extraterritorialidad" de la l gica social (o, en otros t rminos, la relaci n de dependencia) hace dudoso el car cter "nacional" del ESTADO . 2interdependiente de instituciones que conforman el aparato en el que se condensa el poder y los recursos de la dominaci n pol tica5. Este doble car cter del ESTADO encuentra un cierto paralelismo en el concepto de naci n. En efecto, pese a las ambig edades y discrepancias que a n rodean su definici n6, puede argumentarse que en la idea de naci n tambi n se conjugan elementos materiales e ideales. Los primeros se vinculan con el desarrollo de intereses resultantes de la diferenciaci n e integraci n de la actividad econ mica dentro de un espacio territorialmente delimitado. En las experiencias europeas "cl sicas" esto supuso la formaci n de un mercado y una clase burguesa nacionales.

10 Los segundos implican la difusi n de s mbolos, valores y sentimientos de pertenencia a una comunidad diferenciada por tradiciones, etnias, lenguaje u otros factores de integraci n, que configuran una identidad colectiva, una personalidad com n que encuentra expresi n en el desarrollo hist rico7. Este doble fundamento de la nacionalidad no implica, claro est , que el surgimiento de intereses y valores haya sido simult neo, ni su desarrollo sim trico. M s a n, es probable que su desigual arraigo y vigencia en diferentes momentos y experiencias nacionales podr a explicar parcialmente los variados ritmos y modalidades que hist ricamente observara el proceso de formaci n del moderno ESTADO -naci n. Es decir, las condiciones de constituci n de una dominaci n estatal habr an sido diferentes seg n el predominio relativo que en el proceso de construcci n nacional hubieran tenido sus componentes materiales e ideales.


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