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La educación superior en México: avances, rezagos y retos

La educaci n superior en M xico : avances, rezagos y retos Introducci n Rodolfo Tuir n1 La educaci n superior en el mundo es un mbito de profundas transformaciones, con repercusiones en los planos econ mico, social, pol tico y cultural. Muchos pa ses est n reformando sus sistemas educativos porque avizoran que lo que suceda hoy en las aulas marcar la trayectoria de su futuro. Como en otras latitudes, la educaci n superior en M xico comenz a adentrarse en el siglo XXI bajo el signo de profundos cambios. La matr cula y la cobertura crecen, se ha consolidado una amplia oferta educativa, la vida acad mica de las instituciones profundiza su profesionalizaci n, al tiempo en que la calidad de la educaci n se afirma como una aspiraci n y un valor ampliamente compartido. Estos cambios generan enormes expectativas y seguramente, de consolidarse, tendr n efectos observables y duraderos en el entorno econ mico y social.

avances, rezagos y retos Introducción Rodolfo Tuirán1 La educación superior en el mundo es un ámbito de profundas transformaciones, con repercusiones en los planos económico, social, político y cultural. Muchos países están reformando sus sistemas educativos porque avizoran que lo …

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1 La educaci n superior en M xico : avances, rezagos y retos Introducci n Rodolfo Tuir n1 La educaci n superior en el mundo es un mbito de profundas transformaciones, con repercusiones en los planos econ mico, social, pol tico y cultural. Muchos pa ses est n reformando sus sistemas educativos porque avizoran que lo que suceda hoy en las aulas marcar la trayectoria de su futuro. Como en otras latitudes, la educaci n superior en M xico comenz a adentrarse en el siglo XXI bajo el signo de profundos cambios. La matr cula y la cobertura crecen, se ha consolidado una amplia oferta educativa, la vida acad mica de las instituciones profundiza su profesionalizaci n, al tiempo en que la calidad de la educaci n se afirma como una aspiraci n y un valor ampliamente compartido. Estos cambios generan enormes expectativas y seguramente, de consolidarse, tendr n efectos observables y duraderos en el entorno econ mico y social.

2 La formaci n de t cnicos, profesionales y cient ficos cada vez m s competentes, la producci n del conocimiento y la generaci n de innovaciones son contribuciones que la sociedad espera de sus instituciones educativas. Una educaci n superior pertinente y de calidad no s lo es una aspiraci n leg tima, sino una condici n fundamental para impulsar el desarrollo del pa s, fortalecer la ciudadan a, mejorar la competitividad y lograr una inserci n ventajosa en la econom a basada en el conocimiento. Si bien muchos avances son notorios, tambi n persisten rezagos e inercias. La celebraci n del aniversario XIV del suplemento Campus es una valiosa oportunidad tanto para analizar la situaci n que guarda la educaci n superior en el pa s en los a os recientes, como para reflexionar sobre algunos de sus retos y oportunidades. M s j venes en la educaci n superior La evoluci n de la matr cula y de la cobertura de educaci n superior constituye, sin duda, uno de los asuntos de mayor trascendencia para el presente y el futuro de M xico y de sus j venes.

3 Recu rdese que hace cuatro a os, en el ciclo 2006-2007, el n mero de estudiantes (sin considerar el posgrado) era ligeramente superior a millones de alumnos. Hoy, en el ciclo 2010-2011, de acuerdo con estimaciones preliminares, la matr cula ya est por encima de los 3 millones y, de ese total, la modalidad escolarizada representa alrededor de 91 por ciento. 1 Subsecretario de educaci n superior de la Secretar a de educaci n P blica (SEP). 1 La matr cula de educaci n superior ha crecido no s lo en los programas impartidos bajo la modalidad escolarizada, sino tambi n en la no presencial. A su vez, la matr cula del posgrado ha aumentado de manera significativa (con un ritmo de crecimiento anual superior al 7 por ciento), debido sobre todo a la demanda de cuadros altamente calificados en las actividades de investigaci n e innovaci n, as como en las funciones de direcci n de las empresas, organizaciones sociales e instituciones p blicas.

4 Gracias a la expansi n de la matr cula, la cobertura total de la educaci n superior (de nuevo sin el posgrado) alcanz el equivalente a m s de 30 por ciento de los j venes de 19 a 23 a os, mientras que la cobertura escolarizada se situ en alrededor de 28 por ciento. De esta manera, se logr anticipadamente la meta de cobertura total establecida por el Plan Nacional de Desarrollo para el a o 2012; tambi n se avanz en el cumplimiento de la meta de cobertura escolarizada formulada por el Programa Sectorial de educaci n para el mismo a o (v ase gr fica 1). Gr fica 1. Evoluci n de la cobertura total y de la cobertura escolarizada de la educaci n superior en M xico , 2001-2010 * La cifra para 2010-2011 es estimada Fuente: Subsecretar a de educaci n superior con base en los datos del formato 911 y las proyecciones de poblaci n del CONAPO. 2 M s oportunidades educativas en las instituciones p blicas Casi 70 por ciento del aumento de la matr cula en el periodo reciente se origin en el esfuerzo de las instituciones p blicas de educaci n superior .

5 Mientras que otros pa ses, como Brasil y Chile, han hecho descansar el crecimiento reciente de la matr cula de este nivel educativo principalmente en el sector privado, en M xico la apuesta ha sido la de fortalecer el sistema p blico. Para darle nuevo impulso en los ltimos cuatro a os a la matr cula del r gimen de sostenimiento p blico fue necesario, entre otras tareas, crear 92 instituciones de educaci n superior y 52 extensiones de instituciones ya existentes, as como llevar a cabo 1,343 proyectos adicionales de ampliaci n y mejora de los campus e instalaciones universitarias. Asimismo, se aprovech m s adecuadamente la capacidad instalada en algunos subsistemas (v ase recuadro 1) y se alentaron o impulsaron iniciativas dirigidas a aumentar la matr cula de las modalidades no presenciales (v ase recuadro 2). Recuadro 1 Las Universidades Tecnol gicas ampliaron su oferta TSU y Licenciatura El subsistema de Universidades Tecnol gicas (creado en 1992) ofreci 22 carreras de T cnico superior Universitario (TSU) hasta el ciclo 2008-2009.

6 A partir del siguiente ciclo se abrieron 32 nuevas carreras de licenciatura (principalmente de ingenier a). 9 Un egresado de TSU puede obtener una licenciatura luego de cubrir 5 cuatrimestres m s de formaci n. 9 Hoy ya son 59 Universidades Tecnol gicas las que imparten estudios de licenciatura. Mejor uso de la capacidad instalada y aumento de la matr cula El aprovechamiento de la capacidad instalada pas , en promedio, de 81 al 100 por ciento en el turno matutino y de 2 a 76 por ciento en el turno vespertino. La matr cula casi se duplic entre el ciclo 2006 y el 2010, al pasar de 66 mil a 130 mil estudiantes. 3 Recuadro 2 Nuevo impulso a la educaci n a distancia Proyectos estructuradores Casi uno de cada diez alumnos del nivel superior cursa estudios superiores en M xico mediante opciones no presenciales (cuando en 2006 lo hac a uno de cada doce). Tres proyectos han contribuido a darle nuevo impulso a la educaci n a distancia en M xico : el Consorcio del Espacio Com n de educaci n superior a Distancia (ECOESAD), coordinado por la UNAM; el Sistema Nacional de educaci n a Distancia (SINED), encabezado por la ANUIES y apoyado por la SEP; y el Programa de educaci n superior Abierta y a Distancia (ESAD) de la SEP.

7 ESAD Ofrece 13 carreras, cuenta con una poderosa plataforma tecnol gica y dispone de 135 Centros de Acceso y Apoyo Universitario distribuidos en todo el pa s. 9 72 mil aspirantes atendieron su primera y segunda convocatorias y actualmente 27,234 estudiantes cursan el primer y segundo cuatrimestre de las carreras impartidas por ESAD. 9 Se prev que su matr cula aumentar a 80 mil alumnos en el 2012. La recuperaci n de este dinamismo tiene una enorme relevancia para la educaci n superior del pa s. La ampliaci n de las oportunidades educativas con est ndares adecuados de calidad en las instituciones p blicas est contribuyendo a absorber parte de la demanda que antes era atendida por un circuito formado por instituciones particulares de baja calidad. En la medida que esto siga ocurriendo con suficiente br o, se estar n sentando las bases para la saludable contracci n de ese sector.

8 A pesar de todos estos esfuerzos, la cobertura actual no es la que cabr a esperar del grado de desarrollo de M xico ni de las aspiraciones de los mexicanos. A n estamos muy rezagados frente a pa ses como Argentina (con 68% de cobertura), Uruguay (65%) y Chile (55%). En los a os por venir se requiere poner la mira en metas cada vez m s ambiciosas y redoblar el paso para ampliar el acceso a la educaci n superior . 4 El futuro ya nos alcanz La ANUIES, por ejemplo, ha fijado en diversos documentos la meta de elevar la cobertura de la educaci n superior a 48 por ciento en 2020, lo que implicar a alcanzar una matr cula de poco m s de 4 millones 700 mil estudiantes en 2020; es decir, alrededor de 1 mill n 700 mil j venes adicionales a la matr cula actual, lo que supondr a un aumento sostenido de aproximadamente 170 mil en promedio por a o. Para alcanzar esta meta tenemos que realizar en 10 a os (en materia de aumento de matr cula) m s de la mitad del esfuerzo que se ha hecho en toda la historia de la educaci n superior en M xico .

9 Si bien dif cil de lograr, la meta propuesta es viable. Para alcanzarla, bastar a con aumentar la matr cula total a un ritmo semejante al de los ltimos dos ciclos escolares. Si como ha ocurrido en el pasado reciente, m s de las dos terceras partes del aumento de la matr cula provendr an del r gimen de sostenimiento p blico, la meta del 48 por ciento de cobertura implicar a incorporar alrededor de 1 mill n 200 mil estudiantes al subsistema p blico y 500 mil al particular. El aumento de la matr cula de las instituciones p blicas de educaci n superior implicar a un esfuerzo presupuestal sostenido de entre 6 y 7 mil millones de pesos adicionales al a o, en t rminos reales, cantidad razonable cuando se trata de abrir la puerta del futuro a los j venes. La complejidad no termina, por supuesto, en el esfuerzo financiero que habr a que realizar en los pr ximos a os para sustentar el r pido crecimiento de la matr cula.

10 Las experiencias de otras pocas sugieren eludir a toda costa los riesgos ocasionados por la expansi n no regulada de la educaci n superior . Hay consenso de que no se trata s lo de aumentar la matr cula, sino adem s de evitar que su masificaci n redunde en una oferta educativa de baja calidad y en una distribuci n marcadamente desigual de las oportunidades educativas. En consecuencia, ser necesario, entre otras medidas, revisar las capacidades de las instituciones de educaci n superior para formar adecuadamente a los miles de profesores y acad micos que supondr el r pido aumento de la matr cula. Tambi n se requerir impulsar el r pido crecimiento del n mero de egresados del nivel medio superior , quienes a su vez deber n estar adecuadamente preparados y suficientemente motivados para pasar del bachillerato al nivel superior . Asimismo, ser preciso fortalecer los sistemas de apoyos econ micos y acad micos para favorecer de manera creciente el acceso y permanencia de los estudiantes provenientes de familias de escasos recursos.


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