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La España de la posguerra, 1939 - 1959: aspectos sociales ...

La Espa a de la posguerra, 1939 - 1959: aspectos sociales , pol ticos y econ micos. La larga dictadura que se instauraba en Espa a tras la finalizaci n de la guerra Civil y por el largo periodo cronol gico que ocupa la dic vidimos en dos partes claramente diferenciadas. La que nos ocupa, desde el final de la guerra hasta el final de la d cada de los a os cincuenta viene marcada por tres apartados que son los siguientes: a) La pol tica interior desplegada por el R gimen nacido de la guerra Civil. b) La autarqu a econ mica, propuesta econ mica marcada por una etapa de carencias y necesidades de la sociedad espa ola. c) El aislacionismo a que se someter el R gimen por parte de las potencias vencedoras de la Segunda guerra mundial. En lo que a los aspectos pol ticos se refiere tenemos que decir que fundamentalmente se plantea un objetivo b sico: el desmantelamiento de toda la obra llevada a cabo por la II.

La España de la posguerra, 1939 - 1959: aspectos sociales, políticos y económicos. La larga dictadura que se instauraba en España tras la finalización de la Guerra Civil y

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1 La Espa a de la posguerra, 1939 - 1959: aspectos sociales , pol ticos y econ micos. La larga dictadura que se instauraba en Espa a tras la finalizaci n de la guerra Civil y por el largo periodo cronol gico que ocupa la dic vidimos en dos partes claramente diferenciadas. La que nos ocupa, desde el final de la guerra hasta el final de la d cada de los a os cincuenta viene marcada por tres apartados que son los siguientes: a) La pol tica interior desplegada por el R gimen nacido de la guerra Civil. b) La autarqu a econ mica, propuesta econ mica marcada por una etapa de carencias y necesidades de la sociedad espa ola. c) El aislacionismo a que se someter el R gimen por parte de las potencias vencedoras de la Segunda guerra mundial. En lo que a los aspectos pol ticos se refiere tenemos que decir que fundamentalmente se plantea un objetivo b sico: el desmantelamiento de toda la obra llevada a cabo por la II.

2 Rep blica, su constituci n qued abolida y se estableci un r gido control policial e ideol gico de la sociedad espa ola donde se reprim a cualquier critica al nuevo r gimen o la defensa de los principios democr ticos. Se llev a cabo una progresiva concentraci n del poder: en 1939, Franco, controlaba en su persona la Jefatura del Estado, la Jefatura del Gobierno, la del Partido nico, la de Las Fuerzas Armadas y el Poder Legislativo. Los primeros a os fueron de una represi n especialmente dura sobre los vencidos. En 1940 permanec an en las c rceles espa olas unos presos pol ticos. Las Universidades, la Ense anza, la administraci n P blica y las grandes empresas privadas, fueron depuradas de las personas sospechosas de haber sido adictas a la rep blica o a los partidos y sindicatos obreros. A partir de 1942 comenzaron a crearse las bases legales del Franquismo. Se constituyeron en ese a o las Cortes Generales, formadas por altos cargos de la Falange, dirigentes de la organizaci n sindical, alcaldes, etc.

3 Franco segu a teniendo la potestad para dictar leyes. En 1945 se promulgaron el Fuero de los Espa oles y la Ley de Refer ndum Nacional y, en 1947 el Fuero del Trabajo. La m s importante fue la Ley de Sucesi n, que se promulg en diciembre de 1947, en la que determinaba que Espa a era un reino pero al mismo tiempo realzaba el car cter vitalicio de la jefatura de Franco, quien adem s, ten a la potestad de elegir a la persona que le suceder a, bien como Rey, bien como regente. Se trataba por tanto, de una nueva monarqu a nacida del alzamiento nacional del 18 de julio de 1936 y no de la restauraci n de la monarqu a anterior. En el terreno econ mico, Espa a atraves durante estos a os por un periodo de miseria y atraso, que ampli las diferencias existentes con los pa ses de Europa Occidental al quedar Espa a marginada del Plan Marshall, es decir, de las ayudas de para la reconstrucci n de la econom a europea tras la finalizaci n de la guerra mundial.

4 La nueva pol tica econ mica se caracteriz por la Autarqu a y el Estatalismo, en consonancia con los reg menes hom logos de la Alemania Nazi y de la Italia fascista que hab an sido pa ses influyentes en la victoria de las fuerzas nacionales frente a la legalidad republicana. Autarqu a, porque Franco deseaba aumentar la producci n de la econom a espa ola y reducir las importaciones para crear empleo. Estatalismo, en cuanto que sectores econ micos importantes pasaron a manos del Estado: los ferrocarriles, la comercializaci n del trigo, el control de los precios de los art culos de consumo y, finalmente, la creaci n en 1941, del Instituto Nacional de Industria, que deber a potenciar el crecimiento industrial. Todas estas medidas fueron ineficaces. La pol tica agraria fue un desastre, a lo que se uni la sequ a del 46: los rendimientos agr colas bajaron respecto al per odo republicano y las cosechas fueron insuficientes.

5 Esto hizo que los alimentos b sicos estuvieran racionados, situaci n que perdur hasta 1951 y que dio origen al Mercado Negro, el famoso Estraperlo. La falta de capital y de tecnolog a dio lugar a una industria atrasada y limitada, lo que no imped a los grandes beneficios empresariales a causa de los bajos salarios. La consecuencia de esta precaria situaci n, que dur m s de un decenio, fue que la renta per capita espa ola, no alcanz el nivel que hab a tenido en 1935 hasta 1952. Pero tambi n, la autarqu a, en cierta medida lleg impuesta por el aislamiento a que se somete al pa s a partir de la finalizaci n de la guerra mundial. En diciembre de 1946, la ONU emiti una resoluci n que condenaba el r gimen de Franco y propon a que los embajadores acreditados en Madrid abandonaran el pa s, cosa que hicieron la mayor a de ellos. La resoluci n de Naciones Unidas realzaba el car cter fascista del r gimen y su vinculaci n a la Alemania nazi y a la Italia de Mussolini, aparte, su imposici n violenta sobre el pueblo espa ol por medio de la guerra , y recomendaba su expulsi n de todos los organismos internacionales.

6 Mientras tanto, Franco intentaba cambiar la imagen del r gimen, para hacerla m s presentable a los ojos externos, eliminando aquellas cosas que recordaban excesivamente el fascismo: supresi n del saludo fascista, amnist a parcial para los detenidos pol ticos, promulgaci n del llamado Fuero de los Espa oles, que pretend a ser una declaraci n de los derechos c vicos, aunque eran tan limitados que no pod an ser homologados como las libertades de cualquier pa s democr tico. Pero lo m s importantes para este cambio de imagen fue el nombramiento de un nuevo Gobierno, en el que participaron destacados cat licos, con el fin de limitar parcialmente el predominio de los falangistas. El R gimen hab a contado desde 1936 con el apoyo de un sector importante de la Iglesia Cat lica. La incorporaci n a las tareas de Gobierno de varios pol ticos cat licos fue decisiva para obtener el apoyo del Vaticano , muy valioso en aquellos a os.

7 Finalmente, el desarrollo de la guerra Fr a entre los antiguos aliados va a convertir al R gimen de Franco en un posible aliado frente al enemigo del este de Europa encarnado en el viejo enemigo del r gimen, la URSS. La guerra Fr a y como consecuencia de ella, los acuerdos con los y los acuerdos con la Santa Sede, suponen un antes y un despu s del r gimen franquista. Espa a, a cambio de la cesi n de bases militares, obten a ayuda econ mica. pero lo fundamental era que, de esta manera, se romp a el aislamiento y se incorporaba oficialmente al mundo occidental. Los ayudaron el ingreso de Espa a en los organismos internacionales, culminando con la entrada en al ONU en 1953, poniendo fin al aislamiento de los a os anteriores. En el terreno social se procur mejorar la situaci n de las clases trabajadoras con la introducci n de los seguros sociales y estabilidad en el empleo, aunque se les siguieron negando las libertades sindicales y reprimiendo cualquier movimiento reivindicativo, del mismo modo que se les negaba a todos los espa oles las libertades pol ticas.

8 Durante esta poca, la producci n mejor con respecto al decenio anterior, superando la miseria de la d cada de los cuarenta. No obstante, hubo lagunas importantes que, al final de los a os cincuenta condujeron al pa s a la bancarrota, lo que propici un nuevo y radical cambio en la pol tica econ mica franquista. Los problemas cr nicos eran la inflaci n y el d ficit comercial con el exterior. Para combatirlos se llev a cabo una de las mayores novedades del R gimen: El Plan de Estabilizaci n de 1959. Con l se inici una pol tica econ mica encaminada a la apertura exterior y a la modernizaci n que caracterizar al pa s en la d cada de los a os sesenta.


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