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La histología de la inserción tendinosa - femede.es

1La histolog a de la inserci n tendinosa Dr. Jos Pe a Amaro Departamento de Ciencias Morfol gicas. rea de Histolog a Facultad de Medicina. Universidad de C rdoba. C RDOBA Cl sicamente el tend n viene definido como tejido conjuntivo denso modelado, caracterizado por tener c lulas y fibras conjuntivas ordenadas en haces paralelos y muy juntas al objeto de proveer la m xima resistencia. A pesar de tratarse de estructuras duras e inextensibles, los tendones son flexibles. En general se presentan como bandas o cordones conjuntivos que unen el m sculo al hueso. Su relaci n con ambos se establece en dos regiones especializadas la uni n miotendinosa y la uni n osteotendinosa que concentran la mayor a de las lesiones deportivas. Histolog a del tend n Desde el punto de vista histol gico el tend n es la forma m s densa de tejido colagenoso con abundantes fibras de col gena (col gena tipo I) y muy escasos prorteoglicanos y fibras el sticas.

5 Fig. 4. En el centro, una fibra muscular cortada transversalmente a nivel de la zona de unión miotendinosa. Es normal que la fibra muscular presente

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1 1La histolog a de la inserci n tendinosa Dr. Jos Pe a Amaro Departamento de Ciencias Morfol gicas. rea de Histolog a Facultad de Medicina. Universidad de C rdoba. C RDOBA Cl sicamente el tend n viene definido como tejido conjuntivo denso modelado, caracterizado por tener c lulas y fibras conjuntivas ordenadas en haces paralelos y muy juntas al objeto de proveer la m xima resistencia. A pesar de tratarse de estructuras duras e inextensibles, los tendones son flexibles. En general se presentan como bandas o cordones conjuntivos que unen el m sculo al hueso. Su relaci n con ambos se establece en dos regiones especializadas la uni n miotendinosa y la uni n osteotendinosa que concentran la mayor a de las lesiones deportivas. Histolog a del tend n Desde el punto de vista histol gico el tend n es la forma m s densa de tejido colagenoso con abundantes fibras de col gena (col gena tipo I) y muy escasos prorteoglicanos y fibras el sticas.

2 Las fibras de col gena est n constituidas por fibrillas de col gena de di metro variable (60 nm-170nm), encontr ndose fuertemente empaquetadas longitudinalmente ya que su orientaci n se corresponde con la direcci n de tracci n (figs 1 y 2). Aunque en muy baja proporci n (1-2%) tambi n se presentan fibras el sticas. Las c lulas tendinosas, tenocitos o tendinocitos son fibroblastos de morfolog a aplanada con prolongaciones delgadas a modo de alas ; esta morfolog a se debe al hecho de encontrarse comprimidas entre las fibras de 2col gena. As , en los preparados histol gicos de rutina, no se observan las extensiones citoplasm ticas quedando confundidas en la col gena y distingui ndose nicamente los n cleos aplanados y bas filos de los tenocitos dispuestos en hileras (fig. 1). Fig. 1. Secci n longitudinal de un tend n; los n cleos aplanados corresponden a los tenocitos dispuestos entre los haces de fibras de col gena.

3 Fig. Haz de fibrillas de col gena. TEM. Presenta dos tipos de revestimientos: el peritend n interno y el externo. El peritend n externo, tambi n denomina epitend n, rodea externamente al tend n, continu ndose directamente con el epimisio. El peritend n interno o endotend n es un tejido conjuntivo laxo que subdivide en fasc culos al tend n como consecuencia de la proyecci n hacia el interior de extensiones del epitend n. Vainas tendinosas En determinados sitios en los que los tendones sufren rozamiento contra el hueso u otras superficies, estos se encuentran envueltos por vainas. Se trata de un revestimiento consistente en una cubierta de dos capas: una externa de 2 1 3tejido conectivo que se une a la estructuras adyacentes y otra interna ntimamente unida al tend n; se establece as un espacio ocupado por un l quido similar al liquido sinovial, que se encarga de lubrificar el movimiento del tend n dentro de la vaina.

4 La cubierta celular de revestimiento interno de las vainas es similar a la de la membrana sinovial articular, por lo que a la vaina tendinosa tambi n se le denomina vaina sinovial. Vascularizaci n e inervaci n del tend n Mientras que en el desarrollo embriol gico, los tendones son m s celulares, el riego sangu neo es m s abundante para favorecer la s ntesis y secreci n de col gena. Una vez formados los tendones, la baja densidad celular del tend n, junto a sus bajos requerimientos de ox geno y nutrientes, determinan su limitada vascularizaci n. Esto ocasiona que tras un traumatismo, los tendones cicatricen con gran lentitud. Los peque os vasos y nervios del tend n se encuentran contenidos en el endotend n. Los llamados rganos, corp sculos o husos neurotendinosos o tendinosos de Golgi, son receptores propioceptivos que responden frente a las variaciones de tensi n ejercidas por los m sculos sobre los tendones.

5 Son estructuras cil ndrica encapsuladas de un tama o similar a los husos neuromusculares (1mm de largo y mm de di metro), que se encuentran ubicados en la vecindad de la uni n miotendinosa. Se encargan de captar la informaci n relativa a la diferencia de tensi n transmiti ndola hacia el sistema nervioso central, donde es procesada para la coordinaci n de la intensidad de las contracciones musculares. De esta manera proporcionan una retroalimentaci n inhibidora a la neurona motora del m sculo, lo que tiene como resultado la relajaci n del tend n del m sculo en contracci n. Est n formados por un peque o fasc culo de fibras de col gena onduladas del tend n encerradas en una c psula de col gena revestida por varias capas de c lulas aplanadas que se continua con las c lulas perineurales que recubren a la fibras nerviosas aferentes; el nervio sensitivo 4miel nico al atravesar la c psula pierde la mielina dando lugar a ramificaciones nerviosas amiel nicas dispuestas entre las fibras de col geno.

6 En el m sculo relajado se abren los espacios situados entre las fibras de col gena del tend n, reduciendo la presi n sobre los terminales nerviosos; cuando el m sculo se contrae los haces de de col geno se juntan comprimiendo las terminaciones nerviosas. Histolog a de la uni n miotendinosa (UM) Las uniones miotendinosas son regiones especializadas donde las fibras musculares se unen a las fibras de col gena del tend n (figs. 3 y 4) , en las que las fuerzas son transmitidas entre las miofibrillas y la matriz extracelular. La zona de transici n que abarca la UM cubre una longitud de 100 a 200 m. Evidentemente se trata de una zona especializada de la fibra muscular que requiere de una estabilidad estructural extrema, lo que determina sus caracter sticas microsc picas. Fig 3. Corte semifino de una regi n miotendinosa en la que se aprecian varias fibras musculares en secci n longitudinal, te idas de azul, mientras que el tend n muestra tinci n p lida; las zonas de contacto muestran un patr n de interdigitaci n.

7 Azul de toluidina. 3 4 5 Fig. 4. En el centro, una fibra muscular cortada transversalmente a nivel de la zona de uni n miotendinosa. Es normal que la fibra muscular presente hendiduras y n cleos internalizados. Hematoxilina-eosina. En microscop a ptica resulta pr cticamente imposible apreciar los rasgos estructurales de la UM; si es posible, en cambio hacerlo en microscop a electr nica en secciones longitudinales. Ultraestructuralmente el extremo de la fibra muscular muestra evaginaciones e invaginaciones digitiformes de la membrana plasm tica a las que se adapta la l mina basal configurando un aspecto irregular en dientes de sierra (fig. 5 ). En la cara interna de la membrana plasm tica de la fibra muscular se observan las placas de adhesi n (material de l nea Z) es las que se insertan los filamentos de actina de la primera sarc mera de las miofibrillas; en esta conexi n entre citoesqueleto y matriz extracelular las integrinas desempe an un papel fundamental junto con otras proteinas como vinculina, talina, tenascina C.

8 El sarcoplasma de las fibras musculares en esta regi n contiene numerosos ribosomas y polisomas. 5 6 Fig. 5. Invaginaciones profundas a nivel del extremo final de la fibra muscular, entre las cuales se introducen las fibrillas de col gena. En las proyecciones digitiformes de la superficie de fibras se pueden ver la mayor electrodensidad de las placas de adhesi n (flechas). MET. En la regi n de UM es normal encontrar variabilidad en el tama o de las fibras musculares adem s de fibras musculares con n cleos internalizados y fisuras internas consecuencia de las proyecciones digitiformes de la fibra hacia el tend n ( ); tambi n se han descrito en las fibras musculares de esta regi n duplicaci n de l neas Z, formaci n de lept meras, cuerpos nemal nicos y granos de lipofucsina . Estos rasgos histol gicos, que en esta regi n son normales, pueden ser malinterpretados comos cambios patol gicos.

9 Por esta raz n, entre otras, las biopsias musculares deben ser siempre obtenidas del vientre muscular, evitando biopsiar las regiones miotendinosas; esto explica, adem s, que no existan datos publicados sobre reacciones patol gicas a nivel de la UM. En las UMs las miofibrillas de las fibras musculares se a aden o suprimen en respuesta a cambios en la longitud durante el crecimiento muscular o de variaciones o modificaciones en su utilizaci n. Por otro lado, la tenotom a, un fen meno com n que puede resultar de traumatismos, procesos degenerativos o manipulaci n quir rgica, ocasiona cambios importantes en el m sculo esquel tico como atrofia y lesiones core-targetoides, cambios estos que parecen ser expresi n de un proceso de remodelaci n del tejido muscular esquel tico. 7 Fig. 6. M sculo tenotomizado en el que se observan fibras atr ficas que alterna con otras en la son evidentes lesiones tipo core (flechas). Antidesmina.

10 Fig. 7. M sculo tenotomizado mostrando variabilidad en el tama o de las fibras musculares junto con alteraciones tintoriales indicativas de cambios citoarquitecturales. NADH-tr. Histolog a de la uni n osteotendinosa Los lugares de inserci n de los tendones y ligamentos al hueso, uniones osteotendinoss y osteoligamentosas respectivamente, son conocidas como entesis. Desde un punto de vista histol gico Benjam n et al (2006) distinguen dos categor as: entesis fibrosa y entesis fibrocartilaginosa en funci n al tipo de tejido que se presenta en la zona de uni n. Las fibras de col gena del tend n se irradian hacia el interior de hueso (fig. 8), fusion ndose por un lado con las fibras de col gena del periostio y, de otro, mediante fibras de col gena m s gruesas y robustas, denominadas fibras de Sharpey, que se introducen en ngulo m s profundamente en la corteza 6 7 8 sea (fig. 9). En este territorio se observa cart lago fibroso que se mineraliza en su proximidad al hueso; este hecho pone de manifiesto la potencialidad de las c lulas del periostio para transformarse en c lulas condroprogenitoras y osteoprogenitoras.


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