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“La Santa Escala” de San Juan Clímaco - ACI Prensa

La Santa Escala de San Juan Cl maco Adaptaci n pedag gica: Dr. Carlos Etchevarne, Bach. Teol. Contenido: Introducci n. La Santa Escala. Prologo. Vida del San Juan Cl maco (por Daniel, monje de Raitu). Carta de Juan, Hig meno de Raitu, al Venerable Juan, Hig meno del Monte Sina . Respuesta de San Juan Cl maco. Primer Escal n: de la Renunciaci n. Segundo Escal n: del Desapego. Tercer Escal n. La Verdadera Peregrinaci n. Cuarto Escal n: De la Bienaventurada Obediencia. De los Memorables Hechos Acaecidos en un Monasterio. Historia de un ladr n penitente. Otras muestras de virtud. Historia de Isidoro. Historia de Laurencio. Historia de un ec nomo.

En cuanto a nosotros, hemos creído necesario encabezar este libro con el relato de la vida de este hombre pleno de sabiduría, a fin de que, viendo sus trabajos, no …

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  Davis, Libor, De la vida de

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Transcription of “La Santa Escala” de San Juan Clímaco - ACI Prensa

1 La Santa Escala de San Juan Cl maco Adaptaci n pedag gica: Dr. Carlos Etchevarne, Bach. Teol. Contenido: Introducci n. La Santa Escala. Prologo. Vida del San Juan Cl maco (por Daniel, monje de Raitu). Carta de Juan, Hig meno de Raitu, al Venerable Juan, Hig meno del Monte Sina . Respuesta de San Juan Cl maco. Primer Escal n: de la Renunciaci n. Segundo Escal n: del Desapego. Tercer Escal n. La Verdadera Peregrinaci n. Cuarto Escal n: De la Bienaventurada Obediencia. De los Memorables Hechos Acaecidos en un Monasterio. Historia de un ladr n penitente. Otras muestras de virtud. Historia de Isidoro. Historia de Laurencio. Historia de un ec nomo.

2 Historia de Abaciro. Historia de Macedonio. Historia del ec nomo del monasterio. Historia de San Menna. Las dos trampas del demonio. Historia de San Acacio. Historia de Juan el Sabba ta (o de Ant oco). Quinto Escal n: de la Penitencia. Sexto Escal n: del Recuerdo de la Muerte. S ptimo Escal n: de la Aflicci n Purificadora. Octavo Escal n: de la Mansedumbre. Noveno Escal n: del Resentimiento. D cimo Escal n: de la Maledicencia. Und cimo Escal n: de la Locuacidad y del Silencio. D cimo Segundo Escal n: de la Mentira. D cimo Tercer Escal n: de la Pereza. D cimo Cuarto Escal n: de la Gula. D cimo Quinto Escal n: de la Castidad. D cimo Sexto Escal n: de la Avaricia y de la Pobreza.

3 D cimo S ptimo Escal n: de la Insensibilidad. D cimo Octavo Escal n: del Sue o, de la Oraci n en Comunidad. D cimo Noveno Escal n: de las Vigilias. Vig simo Escal n: de la Pusil nime. Vig simo Primer Escal n: de la Vanagloria en sus M ltiples Formas. Vig simo Segundo Escal n: del Orgullo. Vig simo Tercer Escal n: de las Blasfemias. Vig simo Cuarto Escal n: de la Simplicidad. Vig simo Quinto Escal n: de la Humildad. Vig simo Sexto Escal n: del Discernimiento. Breve Recapitulaci n de Todo lo que Precede. Vig simo S ptimo Escal n: Hesych a. Los diferentes aspectos de la hesych a y c mo distinguirlos. Vig simo Octavo Escal n: de la Oraci n. Vig simo Noveno Escal n: de la Impasibilidad.

4 Trig simo Escal n: de la Caridad, la Esperanza y la Fe. Carta al Pastor. Introducci n. A partir del siglo VI, el c lebre monasterio de Santa Catalina, fundado por Justiniano en el Monte Sina , se convierte en el m s importante centro de difusi n e irradiaci n del hesicasmo. La m stica de la luz, que Or genes y San Gregorio Niseno hab an unido a la imagen b blica de Mois s, hizo escuela sobre el sitio mismo donde Dios entreg la Ley a su pueblo. Y hasta el siglo XIV, la luz del siglo por venir," aparecida con anticipaci n en el Sina y manifestada plenamente en el Thabor, ser el objetivo buscado en su propio interior por los hesicastas del Oriente cristiano.

5 Uno de los hombres m s notables entre los grandes doctores sina tas fue indudablemente Juan, hig meno del monasterio de Santa Catalina entre los a os 580 y 650, de cuya vida, a pesar de haber sido uno de los ascetas orientales de mayor renombre, no se tienen mayores datos, a no ser un corto escrito del monje Daniel, de Raitu que hemos incluido en esta versi n de "La Santa Escala" , algunos fragmentos de los "Relatos" del monje Anastasio y algunos indicios que el mismo Juan desliza en su obra. En cuanto a sus primeros a os la carencia de noticias es total; s lo podemos deducir que recibi una s lida formaci n intelectual. A los diecis is a os ingresa, seg n la Liturgia Griega, en el Monasterio de Santa Catalina y se somete a la direcci n de un cierto abad Martyrius, quien le conferir la tonsura mon stica a la edad de veinte a os.

6 Tras la muerte de su padre espiritual, Juan, que en aquel entonces tendr a alrededor de treinta y cinco a os, decide entregarse a la vida solitaria en un sitio llamado Thola (Wadi El Tlah), donde se establece en una gruta, algo alejada del grupo de anacoretas que viv a en los alrededores. Pasado un tiempo se le acercar a su primer disc pulo, un monje llamado Mois s; y m s tarde, atra dos por la aureola que hab a comenzado a desarrollarse a su alrededor, acuden los monjes en gran cantidad procurando su consejo. Con el tiempo Juan se transformar a en un eminente padre espiritual. Finalmente, y tras algunos incidentes que pueden leerse m s adelante (en "Breve relato de la vida del bienaventurado padre San Juan Cl maco"), es elegido hig meno del Monasterio de Santa Catalina del Monte Sina.

7 Se supone que durante esta poca fue redactada a pedido del hig meno Juan, de Raitu su Scala Paradisi, como la llamaron los latinos, a la que debe su nombre de Cl maco (en griego Klimax: escalera). Llegado a una edad muy avanzada, l abdica en favor de su hermano carnal Jorge que lo sobrevivir a muy poco tiempo y retorna a la vida solitaria hasta su muerte, que se se ala como ocurrida entre los a os 650 y 680. La Santa Escala. Juan nos ha dejado una "Escala" compuesta de treinta logoi, llamados posteriormente por los editores: escalones, y completada por una " " dirigida al hig meno Juan, de Raitu, a quien dedic el libro. La obra puede ser dividida en tres partes principales.

8 La primera de ellas podr a considerarse como una Introducci n est compuesta por los tres primeros Escalones, que tratan respectivamente: el 1 , de la renuncia al mundo; el 2 , del desapego interior y el 3 , del ingreso en la vida religiosa; este ltimo ofrece adem s un suplemento sobre los sue os, "para poner en guardia a los principiantes contra las ilusiones que en ellos se infiltran." Se podr a decir que estos escalones hablan de los tres aspectos de la renunciaci n. La segunda parte est constituida por los veintitr s Escalones siguientes, que tratan, respectivamente: el 4 , de la obediencia, que es base y fundamento de la vida cenob tica; el 5 , de la penitencia; el 6 , de la memoria de la muerte; el 1 , de la aflicci n purificadora (siendo estos tres el punto de partida de todo esfuerzo asc tico); el 8 , de la ausencia de c lera y la mansedumbres el 9 , del rencor; el 10 , de la maledicencia: el 11 , del silencio; el 12 , de la mentira; el 13 , de la aced a y la pereza; el 14 , de la gula; el 15 de la lujuria y la castidad; el 16 , de la avaricia y de la no posesi n; el 12 , de la insensibilidad.

9 El 18 , del sue o y la salmodia de los cenobitas; el 19 , de la vigilia; el 20 , del temor pusil nime; el 21 , de la vanagloria; el 22 , del orgullo; el 23 , de los pensamientos blasfemos; el 24 , de la simplicidad y la dulzura; el 25 , de la humildad; el 26 , del discernimiento y la discreci n. Este cap tulo cierra la segunda parte, dedicada a los vicios y las virtudes, con una recapitulaci n de todos los Escalones anteriores e incluye una serie de comparaciones muy instructivas y pintorescas. La tercera parte de "La Escala," est conformada por los ltimos tres Escalones, que tratan: el 27 , de la vida solitaria y anacor tica, de la h sychia y de la vigilancia del intelecto; el 28 , de la oraci n inmaterial y de la paciencia; el 29 , de la impasibilidad; y el 30 , muestra las tres virtudes teologales como coronamiento de toda perfecci n.

10 Se puede considerar esta tercera parte de la obra como un peque o tratado de m stica. No es posible encontrar en "La Santa Escala" una exposici n sistem tica, ni tampoco reglas o recetas de vida espiritual; la "Escala'' no es un tratado de asc tica ni un c digo de moral. Sin embargo indica, a trav s de m ltiples se ales, el camino a seguir por la libertad humana en la obra de crucifixi n de nuestra individualidad no transfigurada, y de transfiguraci n de nuestro ser entero en la luz de la resurrecci n obra que no puede ser realizada sin la acci n de la gracia divina. Prologo. A todos aquellos que deseen tomar el rumbo que llevar su nombre a ser inscripto en el libro del cielo, estas p ginas les mostrar n el mejor camino.


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