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Nuevo mapa de los mitos sobre la violencia de …

Este trabajo tiene la fi nalidad de presentar una aproximaci n a la vigencia actual de los mitos sobre violencia de g nero, entendi-da como aquella violencia que se ejerce sobre las mujeres por parte de quienes sean o hayan sido sus c nyuges o de quienes est n o ha-yan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia, tal y como se defi ne en el art culo 1 de la Ley Org nica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protecci n Integral contra la violencia de G nero. Se pretende, adem s, in-corporar una clasifi caci n de dichos mitos seg n su grado de seve-ridad y ello se utilizar el concepto de mapa, que proviene del termino latino mappa, y se refi ere a una representaci n gr fi ca y m trica de una porci n de terreno, que servir a como gu a para localizar los lugares buscados, facilitando el camino y asegurando el acceso a ellos. Con el dise o de un mapa se pretenden evitar posibles equ vocos, puesto que en el an lisis de la violencia de g -nero han abundado consideraciones que, lejos de tener un sustrato emp rico que las confi rmase, se han alimentando de mitos y falsas creencias que han generado confusi n y enmascarado tanto la inci-dencia real del problema como los posibles caminos para atinar en la b squeda de soluciones (Bosch y Ferrer, 2002; Cabruja, 2004; Peters, 2008; San Mart n y Gonz lez, 2011).

NUEVO MAPA DE LOS MITOS SOBRE LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN EL SIGLO XXI 549 Los mitos sobre las mujeres maltratadas, por su parte, desplazan la carga de la culpa de ellos a ellas y responsabilizan a las mujeres

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1 Este trabajo tiene la fi nalidad de presentar una aproximaci n a la vigencia actual de los mitos sobre violencia de g nero, entendi-da como aquella violencia que se ejerce sobre las mujeres por parte de quienes sean o hayan sido sus c nyuges o de quienes est n o ha-yan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia, tal y como se defi ne en el art culo 1 de la Ley Org nica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protecci n Integral contra la violencia de G nero. Se pretende, adem s, in-corporar una clasifi caci n de dichos mitos seg n su grado de seve-ridad y ello se utilizar el concepto de mapa, que proviene del termino latino mappa, y se refi ere a una representaci n gr fi ca y m trica de una porci n de terreno, que servir a como gu a para localizar los lugares buscados, facilitando el camino y asegurando el acceso a ellos. Con el dise o de un mapa se pretenden evitar posibles equ vocos, puesto que en el an lisis de la violencia de g -nero han abundado consideraciones que, lejos de tener un sustrato emp rico que las confi rmase, se han alimentando de mitos y falsas creencias que han generado confusi n y enmascarado tanto la inci-dencia real del problema como los posibles caminos para atinar en la b squeda de soluciones (Bosch y Ferrer, 2002; Cabruja, 2004; Peters, 2008; San Mart n y Gonz lez, 2011).

2 En este marco, fruto de las investigaciones realizadas y la luz de los resultados obtenidos en ellas, han ido surgiendo una serie de nuevas preguntas: Todos los mitos sobre la violencia de g nero tienen la misma importancia?, ser a posible elaborar una jerar-qu a de los mismos, seg n la cual habr a unos m s peligrosos por cuanto llevar an impl cita una mayor carga de potencial violencia ? O incluso podr amos detectar un mito, o conjunto de ellos que, de alg n modo, estuvieran en la base del resto o los articularan?Todas estas son cuestiones complejas para la mayor a de las cuales, adem s, no existe a n sufi ciente base emp rica directa en nuestro entorno, aunque s indicios y evidencia indirecta sufi ciente como para iniciar un proceso de refl exi n y an lisis como el que se propone en este sobre la violencia de g nero: los lugares falsosTal y como resume Peters (2008), los mitos sobre la violencia de g nero son defi nidos conceptualmente como creencias estereo-t picas sobre esta violencia que son generalmente falsas pero que son sostenidas amplia y persistentemente, y sirven para minimizar, negar o justifi car la agresi n a la pareja.

3 En un trabajo anterior (Bosch y Ferrer, 2002) se present un an lisis detallado de los principales mitos sobre violencia de g nero y de las evidencias disponibles para desmontarlos. A continuaci n, y a modo de recor-datorio, se resumen brevemente algunos de estos mitos agrupados por categor as, incorporando algunas nuevas evidencias. En primer lugar, estar an los denominados mitos sobre la mar-ginalidad, esto es, aquellos que sit an la violencia de g nero en el terreno de la excepcionalidad, manteni ndola as como algo aleja-do del propio grupo y fruto de circunstancias excepcionales, y no como el problema social universal que es (Bosch y Ferrer, 2002).Los mitos sobre los maltratadores ponen el acento en factores personales de ese hombre (concreto) que le habr an llevado hasta la violencia y que, de un modo m s o menos expl cito, lo exoneran de culpa (Bosch y Ferrer, 2002; Peters, 2008).Psicothema 2012. Vol. 24, n 4, pp. 548-554 ISSN 0214 - 9915 CODEN Copyright 2012 Psicothema Fecha recepci n: 2-12-11 Fecha aceptaci n: 2-4-12 Correspondencia: Victoria A.

4 Ferrer-P rezGrupo de Investigaci n de Estudios de G neroUniversidad de las Islas Baleares07122 Palma de Mallorca (Spain)e-mail: mapa de los mitos sobre la violencia de g nero en el siglo XXIE speranza Bosch-Fiol y Victoria A. Ferrer-P rezUniversidad de las Islas BalearesEste trabajo tiene como fi nalidad presentar una aproximaci n a la vigencia actual de los mitos sobre violencia de g nero, que son defi nidos como creencias estereot picas sobre dicha violencia , que son generalmente falsas, pero que son sostenidas amplia y persistentemente. Estos mitos han sido estudiados clasifi c ndolos en diferentes categor as ( mitos sobre la marginalidad, mitos sobre los maltratadores, mitos sobre las mujeres maltratadas). A ellos, y en el marco de las nuevas formas de sexismo, se sumar an lo que se ha dado en llamar neomitos , entre los que estar an aquellos que minimizan la importancia del problema o, incluso dando un paso m s all , aquellos que niegan su existencia.

5 En este trabajo se analiza el alcance y extensi n de estos nuevos map of the myths about gender violence in XXI century. This paper presents an approach to the contemporary relevance of the myths about domestic violence, which are defi ned as stereotypical beliefs about such violence, which are generally false but persistent. These myths have been studied and classifi ed into diverse categories (marginality myths, myths about offenders, battered women myths). To them, and within the context of new forms of sexism, would be added what has been called new myths , including those that minimize the importance of the problem or, even going one step further, those that deny its existence. This paper discusses the scope and extent of these new MAPA DE LOS mitos sobre LA violencia DE G NERO EN EL SIGLO XXI549 Los mitos sobre las mujeres maltratadas, por su parte, desplazan la carga de la culpa de ellos a ellas y responsabilizan a las mujeres de lo que les sucede, bien sea porque algunas de sus caracter sticas (de personalidad, de estatus, ) supuestamente consti-tuyen un polo atractor de la violencia , bien porque se argumen-ta que consienten o solicitan esa violencia (Bosch y Ferrer, 2002; Peters, 2008).

6 Cara y cruz de la visibilizaci n de la violencia de g neroEn las dos ltimas d cadas se ha producido en Espa a un mo-vimiento de visibilizaci n social de la violencia de g nero (De Miguel, 2005; Ferrer y Bosch, 2006) que culmin con la aproba-ci n y entrada en vigor de la Ley Org nica 1/2004, a la que se ha hecho referencia nivel mundial se ha producido una verdadera avalancha de informes, actuaciones, estudios, etc., impulsados por los diferentes organismos nacionales e internacionales (Uni n Europea, OMS, ONU, etc.) (Carlshamre, 2005; Keltosova, 2002; Heise y Garc a-Moreno, 2003; ONU, 2006) desarrollados con el af n de visibili-zar el problema, determinar su naturaleza y magnitud y proponer Faludi (1993) sostuvo la tesis de que durante la d cada de 1980 se difundieron masivamente estereotipos negativos sobre las mujeres independientes y trabajadoras, y, en general, se atac fuertemente al movimiento de mujeres y al feminismo, b sicamen-te debido a los avances vividos en la d cada anterior en materia de igualdad y presencia de las mujeres en la vida p blica.

7 Autoras como Rosa Cobo (2011) se alan que hoy d a, y debido a los avan-ces hacia la igualdad efectiva entre mujeres y hombres y contra la violencia , estar a ocurriendo algo similar, que ella denomina re-acci n patriarcal .En este contexto estar an surgiendo nuevos modelos de ma-chismo, que desarrollar an un discurso a menudo paternalista Tabla 1 Los mitos sobre la marginalidadDescripci n del mitoEvidencias disponiblesLa violencia de g nero solo ocurre en pa ses subdesarro-lladosLa violencia de g nero es universal, ocurre en pa ses de todo el mundo, independientemente de su situaci n econ mica, su nivel de desarrollo, su situaci n geogr fi ca, su r gimen pol tico, etc. (Carlshamre, 2005; Heise y Garc a-Moreno, 2003; Keltosova, 2002; Sanmart n, 2006; Sanmart n, Molina y Garc a, 2003; Sanmart n, Iborra, Garc a y Mart nez, 2010).El Informe Mundial sobre la violencia y la Salud (Heise y Garc a-Moreno, 2003) recoge datos sobre ocurrencia de violencia de g nero de 35 pa ses de frica, Am rica, Asia y estudio de la OMS (Garc a-Moreno, 2005) en 10 pa ses elegidos por su diversidad geogr fi ca y cultural revel que en todos ellos se daba violencia de g nero (con ndices variables).

8 El estudio de la ONU (2006) documenta el alcance y prevalencia de la violencia contra las mujeres en la pareja en 71 pa ses del estudio cartogr fi co de C ndida Gago (2006) muestra que el maltrato ejercido sobre las mujeres por sus compa eros ntimos no est por debajo del 5% en ning n pa violencia de g nero solo ocurre en familias/personas con problemas (pocos recursos, )La violencia se da en personas de todos los grupos sociales, tnicos, culturales, de cualquier edad, nivel de ingresos, estudios u ocupaci (Carlshamre, 2005; Keltosova, 2002; Heise y Garc a-Moreno, 2003). Ni los maltratadores ni las mujeres maltratadas corresponden a ning n perfi l estudio cartogr fi co de C ndida Gago (2006) muestra que m s de un 20% de mujeres padecen violencia a manos de sus compa- eros ntimos, tanto en pa ses de nivel econ mico elevado, como de desarrollo intermedio o muy defi 2 Los mitos sobre los maltratadoresDescripci n del mitoEvidencias disponiblesLos hombres que maltratan a su pareja (o ex pareja) han sido, a su vez, personas maltratadas por parte de sus pa-dres (o han sido testigos de maltrato en su familia de ori-gen) (hip tesis de la transmisi n intergeneracional de la violencia de g nero)El porcentaje de agresores que fueron v ctimas (y/o testigos) de maltrato infantil estar a en torno al 10-40%, oscilando entre un 10 y un 80% seg n el pa s (Sanmart n et al.)

9 , 2003, 2010).El Informe Mundial sobre la violencia y la Salud (Heise y Garc a-Moreno, 2003) se ala que aunque puedan darse estos anteceden-tes no todos los ni os que presencian malos tratos o son objeto de ellos se convierten en adultos que maltratan (p. 107) o, dicho de otro modo, no puede establecerse una relaci n causal entre un pasado de violencia y violencia hombres que maltratan a su pareja (o ex pareja) son enfermos mentalesEl Informe Mundial sobre la violencia y la Salud (Heise y Garc a-Moreno, 2003) concluye que la proporci n de las agresiones por la pareja vinculadas con trastornos psicopatol gicos suele ser relativamente baja en entornos donde este tipo de violencia es com n (p. 108).Los hombres que maltratan a su pareja (o ex pareja) con-sumen/abusan de alcohol y/o drogasLos estudios meta-anal ticos de Stith y cols. (2004) y Foran y O Leary (2008) muestran una asociaci n signifi cativa pero moderada entre uso/abuso de alcohol y agresi n hacia la consumo abusivo de alcohol y drogas estar a presente en el 50% de los casos de violencia de g nero a escala mundial, oscilando entre un 8 y un 97% seg n el estudio (Sanmart n et al.

10 , 2003, 2010).El Informe Mundial sobre la violencia y la Salud (Heise y Garc a-Moreno, 2003) apunt que hay un considerable debate acerca de la naturaleza de la relaci n entre el consumo de alcohol y la violencia , y si sta es verdaderamente causal. Muchos investigadores creen que el alcohol opera como un factor coyuntural, que aumenta las probabilidades de que se produzca la violencia al reducir las inhibiciones, nublar el juicio y deteriorar la capacidad del individuo para interpretar indicios (p. 107).La violencia de g nero se debe a los celosLos celos no son causa de la violencia , son una de las estrategias que los maltratadores usan para controlar a su pareja y los actos tendentes a controlar o aislar a la mujer constituyen violencia psicol gica (ONU, 2006).ESPERANZA BOSCH-FIOL Y VICTORIA A. FERRER-P REZ550o incluso victimista frente a las mujeres y pondr an en pr cti-ca microviolencias o micromachismos (Bonino, 2005). Autores como Lorente (2009) se refi eren a estos modelos como posma-chismo, caracteriz ndolo como aquella estrategia o actitud de ciertos hombres que adoptan una imagen de supuesta sinton a con la igualdad, marcando incluso distancias respecto al modelo de convivencia patriarcal, pero denuncian hechos puntuales que les permiten lanzar una cr tica que asegure su posici n social de dominancia.


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