OBRAS CLAVES DEL ARTE MESOPOTÁMICO

1 OBRAS CLAVES DEL ARTE MESOPOT MICO 1. ESTANDARTE DE UR Rasgos b sicos: De poca sumeria, hacia el Concha, arenisca y lapisl zuli. Museo Brit nico, Londres. Descripci n m s extensa: Las civilizaciones mesopot micas se desarrollaron en las regiones ba adas por r os ufrates y Tigris. Estuvieron marcadas por la guerra y este hecho se refleja en el arte. De la prehistoria de Mesopotamia ( ) se conservan los primeros testimonios art sticos, pero los verdaderos creadores de la civilizaci n y arte mesopot micos fueron los sumerios ( ), seguidos por los acadios ( ), el llamado renacimiento de Sumer ( ), los babilonios ( ) y finalmente los asirios ( ), con los que se alcanz el m ximo desarrollo.

2 El Estandarte de Ur ten a una funci n conmemorativa y representa una batalla en el anverso y el banquete posterior que conmemora la victoria sobre los enemigos en el reverso. La lectura del Estandarte debe hacerse en el orden que ellos escrib an: de derecha a izquierda y de abajo hacia arriba. De esta forma vemos que en la franja inferior del anverso se est realizando la batalla con los carros de guerra; la franja central ir a a continuaci n de la parte izquierda de la inferior y en ella se pueden ver a los vencidos con las manos atadas y a los vencedores que les siguen detr s con sus mejores galas.

3 La franja superior, que va a continuaci n de la parte izquierda de la franja central, tiene al rey en el centro y est rodeado por los esclavos y rehenes de la guerra, a la derecha, y sus soldados, a la izquierda. 2. PUERTA DE ISHTAR Rasgos b sicos: Ubicada en la ciudad de Babilonia, hacia el 580 Descripci n m s extensa: El suelo de Mesopotamia no proporcionaba piedra ni madera, pero s barro para el adobe que, junto con el ladrillo, fue el material constructivo m s importante. Tambi n utilizaron el barro cocido para obtener terracota (con la que realizaron esculturas, cer mica y tabletas para la escritura), adem s de metales y piedras preciosas.

4 Del empleo de piezas peque as de barro cocido dispuestas en forma radial, porque su volumen y consistencia no permit an el arquitrabe, nacen el arco y la b veda. La pobreza del material arquitect nico fue unida a la riqueza decorativa de cer mica vidriada y relieves con que se revistieron las paredes, como en la puerta de Ishtar, originalmente una de las 8 puertas monumentales (14 metros de altura por 10 de ancho) de la muralla interior de Babilonia, a trav s de la cual se acced a al templo de Bel, donde se celebraban las fiestas propias del a o nuevo. El nombre de Ishtar lo recibe de la diosa del mismo nombre a la cual estaba consagrada.

5 Fue construida en el a o 575 a. C. por Nabucodonosor II en el lado norte de la ciudad. Se compone de numerosos ladrillos de adobe, la mayor a pintados de color azul (lo que la hac a contrastar fuertemente con todos los edificios de su alrededor), mientras que otros son dorados o rojizos. stos ltimos se disponen dibujando la silueta de dragones, toros, leones y seres mitol gicos. La parte inferior y el arco de la puerta est n decorados por filas de grandes flores semejantes a margaritas. La Puerta de contaba originalmente con dos esfinges dentro del arco de la puerta, que se han perdido hoy en d a.

6 3. PALACIO DE SARG N II Rasgos b sicos: En Khorsabad, hacia el 700 Descripci n m s extensa: Los palacios estaban formados por numerosas dependencias articuladas en torno a un patio central y destinadas a la administraci n, la servidumbre y el templo. El recinto aparec a amurallado. Uno de los complejos palaciegos m s conocidos es el palacio asirio de Sarg n II, en el que destaca la buena organizaci n de sus espacios, habitaciones orientadas para evitar el sol y unos magn ficos y enormes relieves escult ricos. 4. ZIGURAT ETEMENANKI Rasgos b sicos: Reconstrucci n. En la ciudad de Babilonia, hacia el siglo VII Descripci n m s extensa: El zigurat es la t pica construcci n religiosa mesopot mica.

7 Se encontraba dentro del recinto de la ciudad y su forma se debe al deseo de aproximaci n del templo al cielo. Es una torre compuesta por una serie de plataformas escalonadas con un templo en la c spide. El lugar de las ofrendas era la terraza m s elevada, mientras que la m s baja era la residencia del dios. Este tipo de templo logra proporciones monumentales hacia el En Ur, Erid , Nippur y Uruk se construyeron templos que incorporaban zigurats de ladrillo y adobe. 5. GUDEA DE LAGASH Rasgos b sicos: Siglo XXII Figura sumeria en diorita, 45 cent metros de altura. Museo del Louvre, Par s. Descripci n m s extensa: Las escultura mesopot mica trabaja sobre todo el bulto redondo y el relieve.

8 La escultura exenta trata la iconograf a de los oferentes (sacerdotes y gobernantes), en diorita o alabastro. Los relieves representan deidades, escenas de guerra, caza y mitolog a. Las OBRAS escult ricas sumerias poseen un profundo car cter religioso. Las figuras oferentes disponen sus brazos delante del pecho con las manos cruzadas, ojos enormes y desorbitados, en una actitud de quietud absoluta. La cabeza no suele ser proporcional al resto del cuerpo. Concretamente durante el per odo intentan plasmar formas m s naturales. El rey Gudea de Lagash ( ), en diorita, cruza las manos al estilo sumerio, pero su cara redonda y su ligera musculatura en brazos y hombros buscan un mayor realismo.

9 7. C DIGO DE HAMMURABI Rasgos b sicos: Hacia el Altura, 225 cent metros. Estela babil nica en diorita. Museo del Louvre, Par s. Descripci n m s extensa: En las culturas del Pr ximo Oriente Antiguo son los dioses quienes dictan las leyes a los hombres, por eso, las leyes son sagradas. En este caso es el dios Samash, el dios sol, dios de la Justicia, quien entrega las leyes al rey Hammurabi de Babilonia (1790-1750? a. C.), y as se representa en la imagen que figura sobre el conjunto escrito de leyes. De hecho, antes de la llegada de Hammurabi al poder, eran los sacerdotes del dios Samash los que ejerc an como jueces pero Hammurabi estableci que fueran funcionarios del rey quienes realizaran este trabajo, mermando as el poder de los sacerdotes y fortaleciendo el del propio monarca.

10 El c digo de leyes unifica los diferentes c digos existentes en las ciudades del imperio babil nico. Pretende establecer leyes aplicables en todos los casos, e impedir as que cada uno "tomara la justicia por su mano", pues sin ley escrita que los jueces hubieran de aplicar obligatoriamente, era f cil que cada uno actuase como m s le conviniera. En el c digo no se distingue entre derecho civil y penal, es decir, se dan leyes que regulan los asuntos de la vida cotidiana y leyes que castigan los delitos. Se regulan el comercio, el trabajo asalariado los pr stamos, los alquileres, las herencias, los divorcios, la propiedad, las penas por delitos de robo, asesinato, etc.