Perfectos mentirosos 2 - foruq.com

1 S GUENOS EN. @megustaleerebooks @somosinfinitos @somosinfinitos @somosinfinitoslibros Todos los hechos de esta historia est n narrados desde mi perspectiva. Ning n nombre o lugar ha sido cambiado, porque no me interesa proteger a nadie. Lo que me interesa es decir finalmente la verdad. Pr logo En d nde nos hab amos quedado? Ah, s , en esa noche de la feria en honor a los fundadores, despu s de que mi plan contra Aegan fracasara y dejara su alma en un ba o p blico por culpa de una diarrea, y Adrik se fuera con Artie a nuestro apartamento. Ah , en un banco, yo. Junto a m , Regan Cash. Y la pregunta: Qui n eres t en realidad?

2 Bueno, es momento de cont rtelo. Es momento de cont rtelo todo: no me llamo Jude Derry, y definitivamente no hab a ido a Tagus solo a estudiar. Hab a ido porque solo quer a una cosa: venganza. Lo s , lo s , debes de estar hecho un l o. Estar s pensando: Qu p*tas est s diciendo, Jude del Carmen?! . Tambi n s que se supone que debes confiar en m . Todos conf an en las protagonistas! Las protas nunca mienten y nunca son malas. Jam s cambian la historia, de ninguna forma alteran los hechos y mucho menos omiten secretos, y si yo hice Entonces supongo que esta siempre fue la historia de una villana.

3 Para que entiendas este l o y el porqu de mis mentiras, hay que volver seis a os atr s. Debemos irnos muy pero que muy lejos de Tagus, a Miami, la ciudad a la que llegan la mayor a de los inmigrantes. Tenemos que detenernos en un d a en el que un muchacho de dieciocho a os llamado Henrik Damalet recibi una llamada para decirle que hab a sido contratado como jardinero en la casa de una familia muy importante. Ese chico, Henrik, era mi hermano. Tras colgar el tel fono, le qued estampada en la cara una sonrisa enorme. Todo acababa de cambiar para l y nuestra familia gracias a ese empleo. Por esa raz n, mam llor , emocionada.

4 Era una mujer muy delgada con la piel p lida, los ojos cansados, el cabello opaco, las u as rotas y la existencia exhausta y adolorida. Llevaba cinco a os enferma de algo incurable y nosotros no ten amos mucho dinero para pagar los medicamentos en un pa s en el que no tener un seguro m dico significaba exclusi n. Pero con el nuevo trabajo de Henrik en la casa de esa familia importante, todo ser a diferente. Eso lo sab a muy bien la chica de trece a os sentada en la mesa, es decir, yo. Me alegraba la idea, la posibilidad de un futuro mejor, pero me entristec a que mi hermano se fuera tan lejos, aunque tambi n sab a que en su nuevo trabajo le pagar an bastante solo por ser jardinero y cuidar el enorme jard n de una mansi n; adem s, tendr a la posibilidad de seguir estudiando por la noche en un sitio mejor.

5 Y eso era bueno para nosotros. Cu ndo vendr s a visitarnos? le hab a preguntado yo con el coraz n encogido. Pedir vacaciones y seguro que podr venir los d as de fiesta me respondi , animado . Pero llamar todos los d as al mediod a y por la noche, y te enviar un m vil para que podamos enviarnos mensajes. Lo tengo todo planeado. Y c mo se llama el tipo para el que vas a trabajar? pregunt . Adrien Cash contest Henrik con mucho orgullo. Se fue al d a siguiente, y cuando volvi de nuevo a casa, lo hizo dentro de un ata d. S , Henrik muri en la mansi n de los Cash. Le practicaron una autopsia pero su muerte fue calificada como accidente: estaba limpiando las tejas, se cay y falleci al instante.

6 Ah debi de haber acabado esa historia: luto, dolor y olvido. Pero no, yo nunca olvid . Yo nunca cre que su muerte hubiera sido un accidente. Y no lo cre . porque, antes de morir, Henrik me dio pistas de que algo as pod a sucederle, solo que no las supe interpretar hasta muy tarde. Rebobinemos. Como l prometi el d a antes de irse, a los dos meses me envi un m vil para que habl ramos constantemente por mensajes. Todos los d as me lo contaba todo: lo que hac a, lo que no, lo que com a, lo que ahorraba y lo que ve a al salir a alg n lado. No omiti ning n detalle. Me cont desde c mo era la mansi n hasta c mo eran las personas que viv an en ella.

7 Adrien Cash era tan rico por herencia familiar e inversiones que meaba en un retrete de oro y se limpiaba el culo con billetes de d lar. Bueno, no; pero nos gustaba hacer ese chiste. Era senador y no ten a esposa porque ella hab a muerto en un accidente. El enorme jard n que Henrik cuidaba hab a sido el sitio m s querido de su mujer; por esa raz n quer an mantenerlo y lo trataban como si fuese una especie de altar en su memoria. Ese hombre, Adrien, ten a cuatro hijos: tres de la mujer fallecida y uno fuera del matrimonio, todos varones. Eran chicos malcriados y consentidos, que hac an y deshac an a su antojo.

8 Solo uno de ellos le dirig a la palabra a mi hermano, y nicamente lo hac a porque disfrutaba dificult ndole las cosas y molest ndolo, porque molestar era lo que m s le motivaba en la vida. Se llamaba Aegan. Aegan hac a cualquier cosa para hacerle la vida imposible a Henrik. Al principio, no result . muy ingenioso: da aba los arbustos para que culparan a mi hermano de haberlos podado mal;. pisaba las flores; echaba basura en lugares limpios y se burlaba de l llam ndole jardimierdo o recogebasura , entre otros apodos denigrantes. Henrik siempre me dec a que ten a la suficiente paciencia para soportarlo, que as era el mundo, que Aegan solo era demasiado joven y con una vida demasiado f cil para entender la magnitud de lo que hac a y dec a.

9 Pero yo no lo ve a del mismo modo, y comenc a odiarlo. Todav a sin conocerlo, detestaba lo que mi hermano me contaba de ese chico cruel. Me sent a impotente la mayor a del tiempo, pero Henrik intentaba tranquilizarme asegur ndome que en alg n momento se cansar a. Aegan no se cans . Peor a n, aument el nivel y la gravedad de sus jugarretas. Henrik me llam una noche a reventar de furia porque Adrien le hab a ordenado mantener bien limpia la piscina para un evento especial que tendr a lugar esa misma noche. Para asegurarse de ello, se levant muy temprano y estuvo todo el d a trabajando para dejar el rea de la piscina impecable.

10 A las seis de la tarde, se fue a su casa a descansar. A las seis treinta, cuando Adrien lleg , la piscina estaba llena de hojas, ramas y tierra, y ten a una tonalidad verdosa semejante al moho. Casi despiden a Henrik. Al final no lo hicieron porque, de alguna manera que no quiso contarme, se descubri que el responsable de aquel desastre hab a sido Aegan, que hab a ensuciado la piscina a prop sito. El hecho de que no hubieran despedido a Henrik enfureci a Aegan a unos niveles inimaginables, por lo que desde entonces se dedic a meter a mi hermano en m s problemas constantemente. Cuando Henrik me contaba las humillaciones que los hijos de Adrien Cash le hac an pasar, me llenaba de una rabia apote sica.