Porfirio Díaz (1830-1915): La Constitución, la dictadura y ...

1 135 Porfirio D az (1830-1915): La Constituci n, la dictadura y la reelecci n*Imer Flores**Pr logo: constitucionalizar la dictaduraRealizar un balance cr tico de la relaci n entre Porfirio D az y el De-recho fue el objetivo del seminario al cual tuve el honor de que me invitaran a participar. Comienzo por celebrar dicha convocatoria por dos razones principales: la primera es la ausencia de un an lisis al respecto, quiz s la nica excepci n sea el estudio un tanto acr tico de Emilio Rabasa sobre La constituci n y la dictadura ;1 y la segunda es la per-tinencia de llevarlo a cabo ya calmadas las pasiones , como lo insinu el propio D az en su Carta de renuncia.

2 Con ello espero poner en su lugar y en su justa dimensi n, en el centenario de su fallecimiento, a una figura llena de claroscuros y una de las m s controvertidas si no es que la * Versi n revisada de la ponencia presentada en la Mesa 2 del Seminario Porfirio D az y el dere-cho. Balance cr tico realizado en el Instituto de Investigaciones Jur dicas (IIJ), de la Universidad Nacional Aut noma de M xico (UNAM), el 2 de julio de 2015.** Investigador, IIJ-UNAM; Profesor, Facultad de Derecho, UNAM; Tutor, Posgrado en Derecho, UNAM, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI); Reconocimientos PRIDE D y SNI III. Correo electr nico: Twitter: El autor agradece la invitaci n de Ra l vila, Eduardo Castellanos y Mar a del Pilar Hern ndez, la moderaci n de Juan Vega, y las observaciones de Sergio Garc a Ram rez y Juan Luis Gonz lez Alc Vid.

3 Emilio Rabasa, La constituci n y la dictadura . Estudio sobre la organizaci n pol tica de M xico, 7 ed., M xico, Porr a, 1990 (publicaci n original: 1912).La reelecci n indefinida, forzosa y violenta, del Ejecutivo Federal, ha puesto en peligro las instituciones nacionales.[..]Que ning n ciudadano se imponga y perpet e en el ejercicio del poder, y sta ser la ltima revoluci D az, Plan de la Noria (1871)Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jur dica Virtual del Instituto de Investigaciones Jur dicas de la UNAM 2015. C mara de Diputados, LXIII Legislatura - Universidad Nacional Aut noma de M xico, Instituto de Investigaciones Jur dicasLibro completo en D az (1830-1915): La Constituci n, la dictadura y la reelecci nm s controvertida de la historia de M xico.

4 H roe para unos y dicta-dor para otros, o bien h roe primero y dictador despu que no tengo ning n af n en revivir la vieja pol mica historiogr -fica2 entre el porfirismo y el antiporfirismo ni dar lugar a una nueva entre el neoporfirismo y sus cr ticos, el neoantiporfirismo, ni mucho menos encabezar a los ltimos, sino que anhelo a contribuir a un an lisis co-rrecto, pero ciertamente cr tico. Lo anterior con el objetivo de cumplir, de un vez por todas, la predicci n de Enrique Creel, otrora gobernador de Chihuahua, quien le escribir a a D az en su exilio: Puede estar usted seguro de que el pueblo mexicano y la historia le har n cabal justicia.

5 3 Adelanto que para m son indiscutibles sus m ritos como militar y gran modernizador del pa s al son de poca pol tica y mucha administraci n ,4 a partir de la cual contribuy no solamente a derrotar al Segundo Im-perio y pacificar el pa s al imponer la pax porfiriana sino adem s a crear las condiciones para el desarrollo econ mico, la construcci n de la red ferroviaria y el super vit de las finanzas p embargo, tambi n son innegables sus dem ritos como opresor y represor al tono de m talos en y despu s averigua para apli-car la ley fuga en la masacre de Veracruz , cuando se le atribuye haber mandado un telegrama con tal instrucci n al gobernador en turno,5 o bien para reprimir las huelgas de Cananea y R o Blanco, por las cuales Fi-2 Vid.

6 Paul Garner, Porfirio D az: Entre el mito y la historia, trad. Luis P rez Villanueva, M -xico, Cr tica, 2015, pp. 21-46 (publicaci n original: Porfirio Diaz, Londres, Routledge, 2001; y versi n en espa ol: Planeta, 2003). Vid. tambi n Mauricio Tenorio Trillo y Au-rora G mez Galvarriato, El porfiriato. Herramientas para la historia, M xico, Fondo de Cultura Econ mica, 2006, pp. Enrique Creel citado por Garner, Porfirio D , cit. en la nota 2, p. Garner, Porfirio D , cit. en la nota 2, p. 141. Cfr. Daniel Cos o Villegas, Historia mo-derna de M xico, X Vols., M xico, 1957-1972, vol. IX. El porfiriato. La vida pol tica inte-rior , Hermes, 1972, pp.

7 XX, quien sugiri que la frase era propiamente de Ignacio L. Garner, Porfirio D , cit. en la nota 2, pp. 137-138. Cfr. Jos C. Valad s, El porfirismo: Historia de un r gimen, III Vols., M xico, Antigua Librer a Robredo de J. Porr a e hijos, 1941, vol. I, p. 151. (Hay 2 ed.,: Universidad Nacional Aut noma de M xico, 1987.)Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jur dica Virtual del Instituto de Investigaciones Jur dicas de la UNAM 2015. C mara de Diputados, LXIII Legislatura - Universidad Nacional Aut noma de M xico, Instituto de Investigaciones Jur dicasLibro completo en B. Floreslomeno Mata lo caracterizar a como El monstruo del mal, de la crueldad y de la hipocres a".

8 6 La imagen del tirano cruel y despiadado ser a popularizada en el extran-jero, a partir del celeb rrimo Barbarous mexico de John Kenneth Turner, e incluso inspirar a a Ram n del Valle Incl n para dar vida al dictador co-rrupto y desp tico (Santos) Tirano Banderas en la novela hom No obstante, Francisco Bulnes tratar a de suavizar la imagen al sugerir que la dictadura fue establecida suavemente e incluso aclamada por todas las clases Esta ambivalencia puede ser sintetizada por el dicho que le atribuyen a D az de pan y palo (o peor a n de pan o palo ), y que nos recuerda a la caracterizaci n del sistema pol tico mexicano como el ogro filantr pico.

9 9 Como es sabido, Porfirio D az acogi el positivismo de Henri de Saint-Si-mon y de Auguste Comte e hizo suya la m xima de orden y progreso , la cual parecer a ser compatible con el liberalismo econ mico, pero era completamente incompatible con el liberalismo pol tico, al atentar en contra de las libertades p blicas y de los l mites del poder. Al respecto, Jes s Reyes Heroles afirmar a: El porfirismo, enjuiciado en su totalidad como fen meno que dura 30 a os, no es un descendiente leg timo del liberalismo. Si cronol gicamente lo sucede, hist ricamente lo Por tanto, no debe buscarse una sucesi n normal, leg tima, entre liberalismo y porfirismo y una continuidad, sino una sustituci n y una verdadera discontinuidad".

10 10 6 Filomeno Mata citado por Garner, Porfirio D , cit. en la nota 2, p. 30. 7 Vid. John Kenneth Turner, Barbarous mexico . An Indictment of a Cruel and Corrupt Sys-tem, London, Cassell, 1911. (Hay versi n en espa ol: M xico B rbaro, M xico, Corde-mex, 1965.) Vid. tambi n Ram n del Valle Incl n, Tirano Banderas. Novela de tierra ca-liente, Madrid, Espasa-Calpe, 1961. (Publicaci n original: 1926.) (Hay versi n en ingl s: Tyrant Banderas, trad. Peter Bush, New York: New York Review of Books, 2012.)8 Vid. Francisco Bulnes, El verdadero D az y la Revoluci n, M xico, Editorial Hispno-Mexi-cana, 1920. 9 Vid. Octavio Paz, El ogro filantr pico: historia y pol tica (1971-1978), M xico, Planeta, Vid.