Potenciales evocados motores - Acta Médica …

1 86 Potenciales evocados motores Evaluaci n no invasiva de la v a motora en sujetos normales y en pacientes con enfermedades neurol gicas Camilo Jos Borrego, Segundo Lara, Mario Trujillo, Pedro Barraza Se presenta por primera vez en la comuni-dad m dica nacional un estimulador el ctrico para la obtenci n de PEM, utilizando un apa-rato de dise o y fabricaci n local, siguiendo una l nea investigativa iniciada en 1981 y me-diante la cual se dise an y construyen algunos equipos para la aplicaci n en neurofisiolog a cl nica, derivada de proyectos de investigaci n que integran conocimientos de la instrumentaci n biom dica y la neurofisiolog a.

2 El registro en 42 sujetos normales y la de-mostraci n de sus usos con algunos casos nos demuestran la validez y confiabilidad del ins-trumento fabricado. Se resalta la importancia de los PEM como m todo objetivo, reproduci-ble, f cil de obtener y especialmente til para la demostraci n de anormalidades funcionales en la v a motora tanto central como perif rica. Finalmente, se hace una revisi n del tema en las que se corroboran los conocimientos sobre el estudio de la funci n y de las v as motoras.

3 INTRODUCCION La introducci n de los Potenciales evocados desde comienzos de los a os setenta representa un aporte significativo al estudio y diagn stico de muchas enfermedades (1-4). Hasta hace muy poco tiempo s lo era posible estudiar las v as aferentes visuales, auditivas o somatosensoriales, factor que Dr. Camilo Jos Borrego A.: Profesor de Neurolog a, Universidad de Antioquia; Dr. Segundo C. Lara A.: Profesor de F sica, Universidad Tec-nol gica de Pereira: Dr.

4 J. Mario Trujillo V.: Profesor de F sica, Universidad de Antioquia; Dr. Pedro Barraza: Residente de Neurolog a, Universidad de Antioquia. Solicitud de separatas al Dr. Borrego. Acta M dica Colombiana Vol. 17N 2 - Marzo-Abril - 1992 limitaba sus usos y aplicaciones a esos aferentes sensoriales, y de esta manera, quedaban por fuera del estudio electrofisiol gico aquellas enfermeda-des que presentan compromiso de la v a piramidal concomitante o en forma aislada al compromiso sensorial.

5 As por ejemplo, en la esclerosis m lti-ple, el compromiso motor piramidal es m s fre-cuente que el compromiso sensitivo (5); en la afecci n de la m dula espinal por trauma, el pro-n stico de recuperaci n no tiene muchas veces relaci n a los resultados de los Potenciales evoca-dos somatosensoriales (6-7). El est mulo de las v as eferentes motoras piramidales s lo hab a sido posible en el cr neo abierto durante una intervenci n quir rgica hasta que Merton y Morton en 1980 (8-9) descubrieron por primera vez que era posible estimular a trav s del cr neo intacto la v a motora piramidal, me-diante un pulso el ctrico proporcionado por un estimulador de dise o especial con baja impedancia de salida.

6 El est mulo, un pulso muy breve de alta intensidad, penetra el cuero cabelludo y el cr neo, despolariza las neuronas de la corteza motora, produciendo una respuesta que se propaga por toda la v a motora y se registra desde los m scu-los correspondientes, mediante electrodos super-ficiales. Desde esta poca ha existido inter s cre-ciente por este m todo de investigaci n neurofi-siol gica no invasiva, conocida con el nombre de Potenciales evocados motores (PEM) sobre la cual ha habido numerosos trabajos de investiga-ci n y de aplicaci n cl nica.

7 El est mulo el ctrico aplicado al cuero cabellu-do sobre las reas motoras de la mano o del pie, se origina en, o muy cerca de la corteza motora Potenciales evocados motores 87 desde la cual se activan impulsos que viajan por diferentes v as de las cuales la principal es el tracto c nico espinal (10). En el hombre, no hay ninguna evidencia de que otras v as eferentes par-ticipen en la producci n de las respuestas registra-das sobre los m sculos (11, 12).

8 El impulso ner-vioso originado desde la corteza alcanza las motoneuronas de la m dula espinal viajando a trav s del fasc culo c nico espinal lateral (13, 14). Con el mismo instrumento es tambi n posi-ble estimular las v as motoras directamente sobre la m dula espinal a trav s de la piel, registrando sus respuestas directamente sobre los m sculos de las extremidades. Mill y Murray (15) han demostrado que el est mulo aplicado sobre la columna vertebral ex-cita los axones motores a su salida del foramen y a m s altas intensidades es tambi n posible estimu-lar directamente la v a piramidal dentro de la m dula.

9 El est mulo aplicado sobre las motoneu-ronas perif ricas activa todas las fibras en vez de una peque a fracci n de stas, tal como sucede con la respuesta F, representando as ventajas respecto de sta en el estudio de las conducciones perif ricas proximales (16, 17). Desde 1985, nosotros hemos estado compro-metidos en una investigaci n con miras al desa-rrollo de un estimulador para PEM, siguiendo una Figura 1. Se observa a la izquierda la unidad de aislamiento del est mulo que contiene el transformador de aislamiento de dise o especial, y el bot n para el control del voltaje de salida.

10 A la derecha, la unidad generadora de los pulsos de corriente fijos de 50 o de 100 microsegundos de duraci n. l nea de investigaci n que viene desde 1981 (18). Desde el mes de noviembre de 1987 hemos veni-do probando con xito el instrumento completo para aplicaci n cl nica, tanto en sujetos normales como en pacientes con enfermedades neurol gicas. El motivo del presente trabajo es el de hacer una revisi n del tema de los PEM y presentar un trabajo normativo en una muestra comparativa a los resul-tados obtenidos por otros, as como probar la efica-cia del instrumento desarrollado por nosotros, para el diagn stico de algunas enfermedades.