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1 S ptima Conferencia de Trabajo Social Forense Universidad Interamericana Recinto de Bayam n Del Maltrato a Menores a la Delincuencia J uvenil Por: Lcda. Paula Lebr n L pez La familia es considerada la base de la sociedad. En esta se desarrolla el ser humano y se satisfacen sus necesidades b sicas: alimento, abrigo, sost n, cuidado, amor, entre otras. Tiene el deber Social de procurar la seguridad, el bienestar y la protecci n integral de sus miembros. Tambi n, ocurre el aprendizaje vivencial de las reglas que necesitan conocer para integrarse, satisfactoriamente, en el mundo que les tocar vivir.
2 Es necesario el apoyo de la comunidad, de los diferentes sectores sociales y del Estado para cumplir con sus funciones La familia con sus creencias, roles e identidades individuales es capaz de implementar soluciones a las dificultades y problemas de la vida cotidiana, correctas o equivocadas. En las circunstancias en que se resuelven incorrectamente pueden propiciar las conductas disfuncionales. De esta manera, en su interior ocurre una de las manifestaciones m s serias de la violencia que es el maltrato a menores. Miles de ni os, ni as y adolescentes son v ctimas de este mal Social en Puerto Rico.
3 Este produce efectos devastadores en sus vidas y constituye una amenaza continua a la sana convivencia y el respeto a la dignidad de los seres humanos. La violencia, es una conducta que usa el maltrato o el da o para ejercer coerci n sobre otra persona. Es un comportamiento deliberado que se utiliza para resolver conflictos o diferencias que provoca o puede provocar da os f sicos o sicol gicos a otros seres. Se asocia con la agresi n f sica, aunque puede ser sicol gica o emocional. Es multicausal, pero tiene el componente del aprendizaje. La exposici n a las manifestaciones de violencia en la sociedad propicia su aprendizaje como una forma aceptable de relacionarse en la familia, de resolver conflictos, lidiar con las tensiones y ejercer el control sobre otras personas.
4 Tienden a repetir dichos patrones, convirti ndose en nuevas v ctimas y victimarios (as). Se plantean dos vertientes, que no son necesariamente excluyentes. Una es que los seres humanos nacemos libres de violencia y aprendemos en la sociedad a conducirnos violentamente. Otra es que las tendencias agresivas forman parte de nuestra naturaleza e instintos de supervivencia. Aprendemos a controlarlas , contenerlas y 2 2 sublimarlas en el proceso de socializaci n. Esta se logra, principalmente, a trav s de las relaciones entre ambos subsistemas familiares: el parental y el filial.
5 La familia es como una peque a red Social de continencia, en la que aprendemos a convivir con nuestros padres, hijos, hijas, hermanos, hermanas, abuelos, abuelas y otros. Si los padres est n inseguros en su funci n, dif cilmente podr n encarar esta tarea. Igualmente si est n divididos, compiten en vez de complementarse o no son capaces de tolerar el estr s que genera el disciplinar a un hijo o hija. Ante la realidad de la violencia que enfrenta la poblaci n menor de edad se ha promulgado legislaci n para atender el maltrato a menores. La Ley N m. 388 del 31 de diciembre de 1998, conocida como la Carta de Derechos de los Ni os reconoce la responsabilidad del Gobierno de Puerto Rico de propiciar su m ximo desarrollo emocional y Social .
6 Adem s, establece que tienen iguales derechos a la vida y la felicidad que las personas adultas. Como reconocimiento a esta responsabilidad se ha integrado la pol tica p blica que promueve el bienestar y la protecci n integral de la ni ez. A esta responde la Ley para el Bienestar y la Protecci n Integral de la Ni ez, Ley N m. 177 de 1 de agosto de 2003, seg n enmendada. Maltrato a menores El maltrato a menores es un problema universal que se remonta a civilizaciones antiguas. No hace distinci n entre sociedad y personas. Est estrechamente vinculado a otras manifestaciones violentas en el nivel intrafamiliar, comunitario, Social y cultural.
7 Muchas veces coexiste con la violencia dom stica. En el siglo XX con la Declaraci n de los Derechos del Ni o ( 1959) se le considera como un delito con profundas repercusiones sicol gicas, sociales, ticas, legales y m dicas. La investigaci n norteamericana sit a el comienzo de la sensibilizaci n mundial cuando investigadores como Kempe, Silverman, Steele y otros (1962) denominaron el s ndrome del ni o maltratado. El maltrato infantil es un problema serio con graves consecuencias en el desarrollo del ser humano. A pesar de que los medios de comunicaci n muestran casos extremos y tr gicos, muchos menores viven en circunstancias con poco inter s period stico, pero igualmente alarmantes.
8 Definici n y clasificaci n del maltrato infantil No existe una definici n nica de maltrato infantil. Podr a resumirse como las acciones que van en contra de un adecuado desarrollo f sico, cognitivo y emocional del (la) menor, cometidas por personas, instituciones o la sociedad. Esto supone la existencia 3 3 de maltrato f sico, negligencia, maltrato sicol gico o abuso sexual (NCCAN, 1988). Esta definici n est en concordancia con la existente en el manual de siquiatr a DSM-IV. La Ley para el Bienestar y la Protecci n Integral de la Ni ez, Ley N m. 177 de 1 de agosto de 2003, seg n enmendada define el maltrato como un acto u omisi n intencional en el que incurre el padre, madre o la persona responsable del (la) menor que le ocasione o ponga en riesgo de sufrir da o o perjuicio a su salud e integridad f sica, mental o emocional, inclusive abuso sexual.
9 Tambi n, incluye: conducta obscena utilizaci n de un (a) menor para ejecutar la conducta obscena abandono voluntario explotaci n conducta constitutiva de delito contra la salud e integridad f sica, mental y emocional abuso sexual Se considera maltrato si el padre, madre o persona responsable incurre en violencia dom stica en presencia del (la) menor. 1. Maltrato f sico actos perpetrados donde se utiliza la fuerza f sica de modo inapropiado y excesivo conjunto de acciones no accidentales ocasionadas por personas adultas (padres, madres, tutores, maestros/as) que originan en el (la) menor un da o f sico o enfermedad manifiesta.
10 Incluyen golpes, ara azos, fracturas, pinchazos, quemaduras, mordeduras, sacudidas violentas y otros. 2. Negligencia falta de responsabilidad parental que ocasiona una omisi n ante las necesidades para la supervivencia y que no son satisfechas temporal o permanentemente por los padres, cuidadores o tutores comprende una supervisi n deficiente, descuido, privaci n de alimentos, incumplimiento de tratamiento m dico, impedimento a la educaci n y otros faltar a los deberes o dejar de ejercer las facultades de proveer adecuadamente los alimentos, ropa, albergue, educaci n o atenci n de salud a un(a)