TASO Y EL MUNDO DE LA CAÑA EN PUERTO RICO …

1 Revista Empresarial Inter Metro / Inter Metro Business Journal Fall 2016 / Vol. 12 No. 2 / p. 24 TASO Y EL MUNDO DE LA CA A EN PUERTO rico EN LA D CADA DE 1940. FUENTES PARA LA CONTEXTUALIZACI N DE LA EXPERIENCIA DE UN JORNALERO Por Francisco J. Pesante Gonz lez Recinto de PUERTO rico University of Phoenix Guaynabo, PUERTO rico Resumen El siguiente escrito tiene la intenci n de lograr una aproximaci n a algunas de las circunstancias materiales de la Santa Isabel de Anastacio Taso Zayas, en la d cada de 1940. De esta manera se enriquece la comprensi n de las condiciones econ micas que caracterizaron la vida de este jornalero, m s all de los testimonios plasmados por el antrop logo Sidney Mintz en su obra Taso, trabajador de la ca a. A la vez de demostrar la riqueza de informaci n de los censos de poblaci n, los censos agr colas y manufactureros, para el estudio de la historia econ mica de PUERTO rico . Palabras clave: historia econ mica, censo de poblaci n, censo de manufactura, censo agr cola, etnograf a Abstract The following paper is an attempt to review the material circumstances surrounding the life of a sugar cane laborer Anastacio "Taso" Zayas in 1940 s PUERTO rico .

2 The central character of anthropologist Sidney Mintz s Worker in the Cane: a PUERTO Rican Life History. The understanding of the economic conditions balances the testimony of the worker of the cane. While proving the valuable information found in the historical census of population, agriculture and manufacturers, for the purpose of research in the field of the economic history of PUERTO rico . Keywords: economic history, census of population, census of manufactures, census of agriculture, ethnography Revista Empresarial Inter Metro / Inter Metro Business Journal Fall 2016 / Vol. 12 No. 2 / p. 25 La historiograf a econ mica de PUERTO rico cuenta con una gran cantidad de estudios dedicados al tema de la ca a de la az car en la econom a de la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, muchos de estos trabajos hist ricos ofrecen una perspectiva macro-econ mica y despersonalizada, que se alejan de la experiencia cotidiana de sus protagonistas.

3 Un esfuerzo por dar cara a los brazos de esta industria, lo llev a cabo el trabajo del antrop logo estadounidense Sidney Mintz, por medio de su trabajo Worker in the Cane: a PUERTO Rican Life History. Publicado originalmente en 1960 bajo Yale University Press, este libro fue traducido y publicado en su versi n en espa ol por ediciones Hurac n en 1988 bajo el t tulo Taso, trabajador de la ca a. Esta obra, aun cuando podr a entenderse como la autobiograf a de un hombre promedio de la poca, aclara su autor que recoge las experiencias no necesariamente representativas de las experiencias de vidas de otros en su poca. Por lo que el libro y las expresiones tanto de Anastacio "Taso" Zayas como de Mintz, exhortaba el propio autor, deben sostenerse por s mismos, y no por comparaci n a otras (Mintz, 1988, ). Estableciendo algunas diferencias te ricas y metodol gicas de su mentor y pionero en el campo de la antropolog a social, Julian Steward.

4 La conjugaci n de obras como Taso, trabajador de la ca a con una perspectiva individual de lo que fue el MUNDO de la ca a. Junto con indicadores socio-econ micos como los incluidos en los censos de poblaci n, los censos agr colas y manufactureros me permitieron encontrar unas dimensiones no exploradas de las particularidades del contexto de este jornalero. Contexto econ mico Desde la d cada de los 1920 y en las siguientes dos d cadas, en PUERTO rico se acentu lo que S nchez Tarniella identific como los procesos de latifundio, absentismo y monocultivo, y en lo pol tico se afianza una pol tica de oportunismo rampante . Para la d cada de 1930 casi la Revista Empresarial Inter Metro / Inter Metro Business Journal Fall 2016 / Vol. 12 No. 2 / p. 26 mitad de las tierras cultivables del pa s fueron dedicadas al cultivo de la ca a de az car (S nchez, 1972, p. 107, 112). En esa d cada la industria del az car era responsable del 78% de todo el capital invertido en la manufactura.

5 Sus exportaciones constituyeron un 65% de todas las exportaciones y en capital invertido la industria reun a cinco veces las sumas invertidas en las industrias combinadas del caf y el tabaco (Lewis, 1970, p. 122). A fines de la d cada de los treinta, la industria de la ca a se encontraba llegando a su cima. La imposici n de cuotas importaci n de az car de ca a por la Ley Jones-Costigan (1934) frenaba las expectativas de crecimiento en la exportaci n en el principal mercado comprador: los Estados Unidos. Sin embargo, la cantidad de fincas aument . Pues a pesar de lo antes expresado, segu a siendo el principal producto agr cola. La exportaci n agr cola representaba el 62% del valor de las exportaciones. Cuando a principios de dicha d cada represent el (Dietz, 1997, p. 188, 190). Para fines de esa d cada el censo de 1940 cifraba el 70% de la poblaci n viviendo en la zona rural. De stos cuatro quintas partes, o aproximadamente 230,000 familias, carec an de tierras propias.

6 Viviendo la mayor parte en condici n de agregados (S nchez, 1976 p. 110). Un jornalero en el MUNDO de la ca a Taso como trabajador y personaje, se dirig a a alcanzar la madurez de su personalidad (en el plano laboral, ideol gico y familiar) en el contexto de la d cada de 1940. Para entonces contaba con aproximadamente 32 a os. Iniciando sus faenas en la ca a a los 8 a os, este ni o se vio obligado a abandonar la escuela a los 12 a os, al quedar hu rfano de madre y padre. Enfrentando solo al MUNDO y asegurando su sustento como jornalero de la ca a de az car. Para 1940, hab a constituido una familia con Elisabel y contar con parte de su numerosa prole de 8 hijos. Ideol gicamente hab a estado alineado en el Partido Socialista fundado por Santiago Revista Empresarial Inter Metro / Inter Metro Business Journal Fall 2016 / Vol. 12 No. 2 / p. 27 Iglesias Pant n. Sin embargo, la postura tomada por este en las jornadas de huelgas en la d cada de 1930 y las alianzas con el Partido Republicano, llev a Taso a gravitar hacia el reci n fundado Partido Popular Democr tico.

7 Este es el periodo donde se concentra parte considerable del ejercicio etnogr fico de Sidney Mintz. Previo a la Segunda Guerra Mundial y antes que la industria de la ca a de az car fuera sustituida en su primera posici n por la actividad manufacturera liviana. Por lo que el grueso del an lisis se concentrar en torno a los censos de 1940. C mo era la Santa Isabel de Taso? Para la d cada del 1920, Taso ten a 12 a os y se incorporaba de lleno a la fuerza trabajadora, como jornalero de ca a. Para entonces exist an en PUERTO rico 55 establecimientos dedicado a la etapa fabril de la ca a (cuando 10 a os antes en 1909 hab an 108). Esta industria empleaba 8,466 personas, de las que 7,490 eran asalariados (en 1909 los asalariados totalizaron 5,062 personas). El valor del producto aument de $20,569,348 a $56,411,932. Con $13,129,453 y $45,925,205 para establecimientos propiedad de corporativa (a diferencia del r gimen de propiedad por individuos u otro tipo).

8 En general 18 de los 55 establecimientos ( ) identificaron que el valor de su producto se encontraba entre los rangos de $1 mill n o m s. Cuando una d cada antes tan solo 3 establecimientos ( ) identificaron el valor de su producto en dicho rango. Para el 1909 el sector m s grande con de los establecimientos inform que el valor de su producto se encontraba en el rango menor de $5,000 (Bureau of the Census, 1922, pp. 1688-91). En lo que respecta a Santa Isabel, sus territorios hab an sido convertidos en grandes colonias de ca a desde inicios del siglo XX. Esto debido a su territorio de aluvi n llano y f rtil. (Toro, 1997, pp. 375-376) Revista Empresarial Inter Metro / Inter Metro Business Journal Fall 2016 / Vol. 12 No. 2 / p. 28 Revisando los resultados del Censo de agricultura de 1940, a pesar del relativamente peque o tama o del municipio de Santa Isabel, con un territorio de millas cuadradas, la cantidad de territorio municipal dedicado al cultivo de ca a era sumamente extenso.

9 Con 8 fincas dedicando 6,031 cuerdas al cultivo de la ca a, 27% del territorio de Santa Isabel estaba dedicado al mono-cultivo de la ca a. Siendo el municipio con el mayor porciento de rea dedicada al cultivo de la ca a en todo PUERTO rico . Seguido por Arroyo con 20% de su territorio (ver tabla 1). Tabla 1. Principales municipios con mayor rea dedicada al cultivo de ca a (1939) Municipio rea en cuerdas rea dedicada a ca a Santa Isabel 22,522 6,031 ( ) Arroyo 9,616 1,918 ( ) Humacao 29,653 4,879 ( ) Juana D az 39,956 6,460 ( ) Yabucoa 36,033 4,822 ( ) Salinas 45,730 4,941 ( ) Guayama 43,008 4,282 ( ) Ponce 76,444 6,978 ( ) Gu nica 24,070 1,730 ( ) Aibonito 20,627 173 ( ) En inspecci n de la cantidad de toneladas de ca a producida por cuerda, en Santa Isabel el censo agr cola de 1939 report que produc a 299,248 toneladas en 6,031 cuerdas. Ocupando una segunda posici n respecto a Aibonito en cuanto a producci n por tonelada. Contando Santa Isabel con una producci n de aproximadamente 50 toneladas de ca a por cuerda (ver tabla 2 y figura 1) (Bureau of the Census, 1942, p.)

10 60). Revista Empresarial Inter Metro / Inter Metro Business Journal Fall 2016 / Vol. 12 No. 2 / p. 29 Tabla 2. Principales municipios por producci n de ca a por cuerda (1939) Municipio Toneladas por cuerda Aibonito Santa Isabel Guayama Juana D az Salinas Ponce Humacao Yabucoa Gu nica Arroyo Figura 1. Toneladas de ca a por cuerda. PUERTO rico (1939) Revista Empresarial Inter Metro / Inter Metro Business Journal Fall 2016 / Vol. 12 No. 2 / p. 30 Reflexiones finales En un an lisis geoespacial sobre la concentraci n de producci n de toneladas de ca a por cuerda mediante el software QGIS ( ), pude documentar c mo para inicios de la d cada de 1940 la producci n de ca a de az car logr su mayor concentraci n en el litoral sur, sur-este de la isla de PUERTO rico (ver figura 2). Figura 2. Toneladas de ca a producidas por cuerda por municipio. 1939. Qu significa lo anterior? Taso se encontraba en una de las actividades productivas de mayor explotaci n econ mica, no solamente en Santa Isabel.