TEMA 6. TEORÍAS PSICOSOCIALES DEL ENVEJECIMIENTO.

1 TEMA 6. TEOR AS PSICOSOCIALES DEL envejecimiento . Esteban Merch n Maroto (1) y Ra l Cifuentes C ceres (2) (1) Junta de Comunidades de Castilla La Mancha (2) Universidad de Castilla La Mancha y Escuela Universitaria de Enfermer a de la Comunidad de Madrid, Universidad Aut noma de Madrid Objetivos: - Conocer las distintas teor as PSICOSOCIALES desarrolladas para explicar el fen meno del envejecimiento de las personas en las civilizaciones avanzadas de occidente. - Se alar c mo el sistema de apegos que un individuo construye a lo largo de su vida, aporta un elemento modulador para acercarse con xito al propio proceso de envejecimiento y muerte. - Poner la mirada en otro medio sociocultural diferente como es el mundo rural negro-africano para observar el comportamiento de los ancianos y la valoraci n social que reciben. Introducci n En este cap tulo se describen distintas construcciones te ricas, formuladas desde el mbito de la psicolog a y la sociolog a, para explicar los distintos procesos din micos entorno al envejecimiento normal de las personas en el mundo moderno, as como la influencia del medio social.

2 En algunas de estas teor as se recomiendan pautas de comportamiento o actitudes para llevar a cabo una buena vejez saludable que proporcione satisfacci n personal al individuo en esta etapa de la vida donde la muerte es un hecho cercano inevitable. El proceso de envejecimiento no es solamente un hecho biol gico. Tambi n es un acontecimiento social y cultural conformado seg n una ideolog a general sobre la vejez. Cada sociedad y cada cultura, as se analizar con un ejemplo transcultural, tienen su propia manera de significar o empeque ecer la persona anciana en beneficio de las generaciones m s j venes a quienes se atribuye mayor capacidad de producci n para el desarrollo econ mico, presuponiendo que es sta la finalidad ltima de los individuos en una sociedad . Y por ltimo, la vejez igualmente es un hecho psicol gico.

3 Ahora bien, c mo pensar en el envejecimiento de los procesos psicol gicos del ser humano?. En definitiva, el envejecimiento es un proceso din mico normal de la vida humana que desborda el campo de lo biol gico, lo psicol gico, lo sociocultural y econ mico. Aspectos, estos, que deben ser considerados en interrelaci n y evoluci n permanente. Este fen meno ha de anclarse en la realidad individual de cada persona, considerando la mella ideol gica adquirida, donde las reacciones emocionales ante la propia vejez est n determinadas por las circunstancias personales del momento, por la biograf a y la personalidad previa. Teor a de la desvinculaci n Iniciamos este recorrido con la teor a de la desvinculaci n, punto de partida en la investigaci n sobre el envejecimiento y referencia obligada que ha suscitado estudios contrapuestos y ha dado origen a otros desarrollos te ricos.

4 Motivos por los cuales le dedicamos m s amplitud. En cuanto a la denominaci n, se enuncia tambi n como teor a del retraimiento , aunque en la l nea argumental de este cap tulo bien podr a ser denominada teor a del desapego , como indica Leopoldo Salvarezza. Es esta una teor a psicosocial del envejecimiento porque afecta a las relaciones entre el individuo y la sociedad, as como a los procesos internos que experimenta una persona en su declinar de la vida. E. Cummings y Henry en el a o 1961 publican el resultado de una investigaci n llevada a cabo por un equipo de investigadores pertenecientes al Comit de Desarrollo Humano de la Universidad de Chicago. El estudio se realiza en el medio ambiente natural donde viven las personas, en su comunidad en la que han establecido sus v nculos afectivos y sus desarrollos laborales y no en las instituciones que frecuentan las personas mayores.

5 En este encuadre, se observ c mo los individuos estudiados en edad madura con el paso de los a os iban reduciendo el n mero de actividades y limitando los contactos sociales. Esta realidad dio lugar a la formulaci n de la teor a de la desvinculaci n de las personas mayores con la sociedad, como proceso inevitable del envejecimiento que va acompa ado de una disminuci n gradual del inter s por las actividades y los acontecimientos sociales del entorno de las personas ancianas. Se produce una din mica de desarraigo generada por la rotura o disoluci n del anciano a la red social de pertenencia, separ ndose de este grupo sin adscribirse a ning n otro. Consecuentemente, esta actitud de desenganche del senescente va originando una cascada imparable de comportamientos y reacciones que le impulsan a la b squeda del retiro social, como lugar ptimo deseado para conseguir la satisfacci n personal en su vejez: - Alejamiento de interacciones sociales.

6 - Desinter s por la vida de los dem s. - Reducci n de compromisos sociales. - Inter s principal centrado en s mismo, en su mundo interior y circunstancias personales. A la par que el individuo se va desvinculando de la sociedad, tambi n sta va promoviendo acciones para favorecer este distanciamiento entre la sociedad y el individuo que envejece facilitando la exclusi n del medio social: - Cese de actividades laborales. - P rdida del rol social o familiar. Seg n esta teor a, el distanciamiento que se produce entre el individuo y la sociedad es beneficioso para ambos: Por una parte, la persona anciana no se ver sometida a situaciones de dif cil soluci n que al no encontrar respuesta le provocar a sentimientos de incapacidad o de angustias. Por ejemplo a mantener relaciones sexuales cuando siente que sus capacidades y sus atractivos f sicos est n disminuidos.

7 O por ejemplo, no tendr que verse obligado a adquirir nuevas herramientas en su actividad profesional, porque no le corresponde ya este aprendizaje, quedando relegada esta funci n a una persona joven. De esta manera, la persona adulta se libera de cumplir con los compromisos y obligaciones sociales que se requieren en una vida activa. Por otro lado, la sociedad tambi n obtiene beneficios porque merced a esta actitud de distanciamiento o retirada de las personas que van envejeciendo se facilita la entrada en la vida social y econ mica de las generaciones m s j venes. Las premisas que sirven de soporte a esta teor a son las siguientes: 1 .- La desvinculaci n es un proceso universal, es decir, todas las personas mayores de cualquier cultura y momento hist rico tienen tendencia a este desapego de la vida social. 2 .- La desconexi n o ruptura de v nculos entre el individuo y la sociedad es un proceso inevitable en el envejecimiento .

8 3 .- El desarraigo es intr nseco a todos los individuos y no est condicionado por variables sociales. Podr a concluirse que la desvinculaci n del individuo y la sociedad y su tendencia al aislamiento es un proceso normal del envejecimiento . Por tanto, seg n este modelo, la actitud que deben aconsejar los familiares y los profesionales para favorecer un buen envejecimiento es promover la retirada progresiva de las actividades sociales que el individuo ven a realizando. Adem s, la teor a de la desvinculaci n, se encuentra justificada por quienes concept an la vejez como un proceso de declinaci n o transformaci n fisiol gica o biol gica, repleto de p rdida de las funciones sensoriomotoras como consecuencia del deterioro progresivo de los distintos sistemas del cuerpo humano. Las cr ticas a la teor a expuesta por Cumming y Henry no se hicieron esperar. Havighurst (1968), utilizando el mismo m todo redefini la teor a del desapego como una forma posible de envejecer que afectar a a unos individuos de distinta manera, pero nunca a la totalidad.

9 Existen aspectos de personalidad diferenciadores entre los sujetos estudiados que determinan maneras diferentes de afrontar el proceso de envejecimiento : - Personas que est n integradas en el entorno comunitario y su actitud extravertida les reportan contactos y participaci n social de manera natural. - Otros individuos, cargados de energ a vital promueven interacciones positivas con el medio. - Un grupo lo compondr an los sujetos pasivos y dependientes de su entorno. - Otro, personas no integradas, con escasas capacidades personales de relaci n. Este mismo autor se ala que en el proceso de envejecimiento se pudiera producir una disminuci n selectiva de actividades, de manera que en esta etapa de la vida se mantendr a aquellas actividades que m s reportan al individuo aspectos positivos para su satisfacci n personal. Por tanto, m s que una reducci n cuantitativa de actividades, se trata de una reformulaci n cualitativa de la misma.

10 A este proceso lo denomina desvinculaci n-vinculaci n selectiva . Por tanto, para finalizar podemos decir que la desvinculaci n entre la sociedad y el individuo es un fen meno que experimentan algunos individuos en la edad madura, no todos, y es m s la sociedad quien aleja al individuo. No se puede afirmar que la desvinculaci n es un proceso universal, inevitable o natural, ni que es una estrategia vital positiva para concluir con una vejez satisfactoria. La teor a fue modificada por el propio Cummings en 1974 para resaltar la existencia de una gran variedad de estilos de vida individuales en la vejez. Carp en 1988 realiza un estudio entre la poblaci n de una residencia de ancianos en Texas y verifica que dentro de un entorno favorecedor de las relaciones sociales un grupo importante de residentes prefieren el mantenimiento de actividades m s que su aislamiento.