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CHEQUERA DEL BANCO DE LA FE 2011 1 g{x V{x x@U ~ y {x Ut ~ y Yt| { _t V{x x t wx Ut v wx t Yx Traductor: Allan Rom n A. CHEQUERA DEL BANCO DE LA FE 2011 2 The Cheque-Book of the Bank of Faith La Chequera del Banco de la Fe Consistente en preciosas promesas ordenadas para uso Diario con breves comentarios pr cticos. CHEQUERA DEL BANCO DE LA FE 2011 3 Prefacio Una promesa de Dios puede ser comparada muy instructivamente a un cheque pagadero al portador. Es dada al creyente con miras a concederle algo bueno. No tiene el prop sito de que la lea confortablemente para que luego se olvide de ella. No, el creyente debe usar la promesa como una realidad, como un hombre usa un cheque. El creyente debe tomar la promesa y endosarla con su propio nombre, recibi ndola personalmente como algo verdadero.}}}}}

CHEQUERA DEL BANCO DE LA FE 2011 3 Prefacio Una promesa de Dios puede ser comparada muy instructivamente a un cheque pagadero al portador.

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1 CHEQUERA DEL BANCO DE LA FE 2011 1 g{x V{x x@U ~ y {x Ut ~ y Yt| { _t V{x x t wx Ut v wx t Yx Traductor: Allan Rom n A. CHEQUERA DEL BANCO DE LA FE 2011 2 The Cheque-Book of the Bank of Faith La Chequera del Banco de la Fe Consistente en preciosas promesas ordenadas para uso Diario con breves comentarios pr cticos. CHEQUERA DEL BANCO DE LA FE 2011 3 Prefacio Una promesa de Dios puede ser comparada muy instructivamente a un cheque pagadero al portador. Es dada al creyente con miras a concederle algo bueno. No tiene el prop sito de que la lea confortablemente para que luego se olvide de ella. No, el creyente debe usar la promesa como una realidad, como un hombre usa un cheque. El creyente debe tomar la promesa y endosarla con su propio nombre, recibi ndola personalmente como algo verdadero.}}}}}

2 Debe aceptarla por fe como suya. Cree firmemente que Dios es veraz, y veraz en cuanto a esta palabra espec fica de promesa . Pero va m s all , y cree que ya cuenta con la bendici n, puesto que tiene la firme promesa de ella, y, por tanto, pone su nombre en la promesa para certificar el acuse de recibo de la bendici n. Hecho esto, debe presentar la promesa al Se or con fe, igual que un hombre presenta un cheque en la ventanilla del Banco. Debe argumentarla por medio de la oraci n, esperando verla cumplida. Si ha venido al banco del cielo en la fecha establecida, recibir de inmediato el monto de la promesa . Si el cheque tiene una fecha posterior, debe esperar pacientemente hasta que llegue ese d a; pero, mientras tanto, puede considerar la promesa como dinero en efectivo, pues el Banco le pagar con seguridad cuando llegue la fecha indicada.

3 Algunos individuos no estampan el endoso de la fe en el cheque, y por ello no obtienen nada; y otros son negligentes en presentarlo, y estos tampoco reciben algo. Esto no es culpa de la promesa , sino de aquellos que no act an con sentido com n en relaci n a la promesa , a la manera requerida en los negocios. CHEQUERA DEL BANCO DE LA FE 2011 4 Dios no ha dado ninguna prenda que no quiera redimir, y no ha alentado ninguna esperanza que no quiera cumplir. Para ayudar a mis hermanos a creer esto, he preparado este peque o volumen. La visi n de las propias promesas es buena para los ojos de la fe: entre m s estudiemos las palabras de gracia, m s gracia obtendremos de las palabras. A las Escrituras alentadoras he agregado mis propios testimonios, que son el fruto de la tribulaci n y de la experiencia.

4 Yo creo en todas las promesas de Dios, y he probado y comprobado muchas de ellas personalmente. He visto que son verdaderas, pues han sido cumplidas para m . Conf o que esto sea alentador para los j venes y que no deje de ofrecer solaz al grupo de mayor edad. La experiencia de un hombre puede ser de suma utilidad para otros, y, por esta raz n, el hombre de Dios de tiempos antiguos escribi : Busqu a Jehov , y l me oy , y tambi n: Este pobre clam , y le oy Jehov . Yo comenc estas porciones diarias cuando estaba siendo embestido con violencia por la marejada de la controversia. Desde entonces he sido arrojado en aguas que hab an crecido de manera que el r o no se pod a pasar sino a nado , las cuales, si no hubiera sido por la mano sustentadora de Dios, habr an ahogado a cualquiera.

5 He soportado tribulaciones provenientes de muchos flagelos. El agudo dolor corporal sigui a la depresi n mental, y esta fue acompa ada tanto de duelo como de aflicci n, en la persona de alguien tan querida como la vida. Las aguas se agitaron continuamente, y las olas se sucedieron una tras otra. No menciono esto para implorar simpat a, sino simplemente para que lector vea que no soy un marinero de tierra firme. He cruzado, la mayor parte del tiempo, esos oc anos que no son Pac ficos: conozco el oleaje y la furia de los vientos. Nunca fueron las promesas de Jehov tan preciosas para m como en esta hora. Algunas de ellas no pude entender hasta ahora; no hab a llegado para m la fecha del cumplimiento de su plazo, pues yo mismo no estaba lo suficientemente maduro para percibir su significado.

6 CHEQUERA DEL BANCO DE LA FE 2011 5 Cu nto m s maravillosa es la Biblia para m ahora, de lo que fue hace unos meses! Al obedecer al Se or, y al llevar Su vituperio fuera del campamento, no he recibido nuevas promesas; pero el resultado es igual a que las hubiera recibido, pues las antiguas promesas se han abierto para m con m s ricas provisiones. En especial la Palabra del Se or a Su siervo Jerem as ha resonado de manera sumamente dulce a mis o dos. Su porci n fue hablarles a aquellos que no quer an o r, o que oyendo, no quer an creer. La suya fue la aflicci n proveniente del amor decepcionado, y de la resuelta lealtad; Jerem as hubiera querido sacar a su pueblo de sus errores, sin abandonar l mismo el camino del Se or. Para l fueron palabras de un profundo poder sustentador, que impidieron que su mente fallara all donde la naturaleza que no contara con ayuda se habr a hundido.

7 Yo he amado estas y otras frases semejantes de gracia y de oro, m s que a mi alimento necesario, y con ellas he enriquecido estas p ginas. Oh, que pudiera consolar a algunos de los siervos de mi Se or! He escrito desde mi propio coraz n con miras a consolar sus corazones. Quiero decirles en sus tribulaciones: hermano m o, Dios es bueno. l no te abandonar : l te sustentar . Hay una promesa preparada para tus presentes emergencias; y si crees en ella y la argumentas en el propiciatorio por medio de Jesucristo, ver s que la mano del Se or se extiende para ayudarte. Todo lo dem s puede fallar, pero Su palabra nunca fallar . l ha sido tan fiel para m en incontables ocasiones, que debo alentarte a que conf es en l.

8 Yo ser a ingrato para con Dios y poco amable para contigo si no hiciera eso. Que el Esp ritu Santo, el Consolador, inspire al pueblo del Se or con renovada fe! Yo s que, sin Su poder divino, todo lo que pudiera decir ser a in til; pero bajo Su influencia vivificadora, aun el m s humilde testimonio afirmar las rodillas d biles, y fortalecer las d biles manos. Dios es glorificado cuando Sus siervos conf an en l sin reservas. CHEQUERA DEL BANCO DE LA FE 2011 6 1 de Enero Y pondr enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; sta te herir en la cabeza, y t le herir s en el calca ar. G nesis 3: 15. Esta es la primera promesa al hombre ca do. Contiene el Evangelio completo, y la esencia del pacto de gracia.

9 Ha sido cumplida en gran medida. La simiente de la mujer, nuestro Se or Jes s, fue herido en Su calca ar, y fue una terrible herida. Cu n terrible ser la herida final en la cabeza de la serpiente! Esto fue hecho virtualmente cuando Jes s quit el pecado, venci a la muerte, y quebrant el poder de Satan s; pero espera un cumplimiento todav a m s pleno en el Segundo Advenimiento del Se or y en el d a del Juicio. Para nosotros la promesa est planteada como una profec a que expresa que hemos de ser afligidos por los poderes del mal en nuestra naturaleza inferior, y as seremos heridos en nuestro calca ar: pero triunfaremos en Cristo, que pone Su pie sobre la cabeza de la serpiente antigua. A lo largo de todo este a o tendremos que aprender la primera parte de esta promesa por experiencia, a causa de las tentaciones del diablo y la malignidad de los imp os que constituyen su simiente.

10 Podr an herirnos de tal manera que lleguemos a cojear por causa de nuestro calca ar herido; pero hemos de aferrarnos a la segunda parte del texto, y entonces no desmayaremos. Por medio de la fe regocij monos porque todav a hemos de reinar en Cristo Jes s, la simiente de la mujer. 2 de Enero Y el Dios de paz aplastar en breve a Satan s bajo vuestros pies. Romanos 16: 20. Esta promesa es una apropiada continuaci n de la promesa de ayer. Evidentemente hemos de ser conformados a nuestra Cabeza del pacto, no s lo en Su herida en Su calca ar, sino en Su conquista del maligno. Bajo nuestros pies el drag n antiguo ha de ser herido. Los creyentes romanos estaban afligidos por contiendas en la iglesia; pero su Dios era el Dios de paz , y proporcionaba descanso a su alma.


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