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Vacuna contra la fiebre amarilla - World Health …

Vacuna contra la fiebre amarilla Documento de posici n de la OMS De conformidad con su mandato de proporcionar orientaci n a los Estados Miembros sobre asuntos de pol tica sanitaria, la OMS publica una serie de documentos de posici n actualizados peri dicamente sobre vacunas y combinaciones de vacunas contra enfermedades que tienen repercusiones en la salud p blica internacional. Estos documentos se ocupan b sicamente de la utilizaci n de las vacunas en programas de inmunizaci n en gran escala; el recurso limitado a la vacunaci n, que se practica sobre todo en el sector privado, puede ser un complemento valioso de los programas nacionales, pero no se le presta atenci n en los documentos. En los documentos de posici n se resume la informaci n de base esencial acerca de las enfermedades y las vacunas respectivas y se concluye exponiendo la posici n actual de la OMS sobre su utilizaci n en todo el mundo.

la fiebre amarilla en alrededor del 20-40% de la población de las zonas afectadas. La relación observada entre el número de personas infectadas y el número de personas con enfermedad clínica en dos epidemias distintas fue, respectivamente, de 3,8:1 y de 7,4:1.

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1 Vacuna contra la fiebre amarilla Documento de posici n de la OMS De conformidad con su mandato de proporcionar orientaci n a los Estados Miembros sobre asuntos de pol tica sanitaria, la OMS publica una serie de documentos de posici n actualizados peri dicamente sobre vacunas y combinaciones de vacunas contra enfermedades que tienen repercusiones en la salud p blica internacional. Estos documentos se ocupan b sicamente de la utilizaci n de las vacunas en programas de inmunizaci n en gran escala; el recurso limitado a la vacunaci n, que se practica sobre todo en el sector privado, puede ser un complemento valioso de los programas nacionales, pero no se le presta atenci n en los documentos. En los documentos de posici n se resume la informaci n de base esencial acerca de las enfermedades y las vacunas respectivas y se concluye exponiendo la posici n actual de la OMS sobre su utilizaci n en todo el mundo.

2 Los documentos se han sometido al examen de varios expertos de dentro y fuera de la OMS y est n destinados fundamentalmente a los funcionarios nacionales de salud p blica y los directores de programas de inmunizaci n. Sin embargo, los documentos de posici n tambi n pueden tener inter s para los organismos internacionales de financiaci n, la industria de la fabricaci n de vacunas , la comunidad m dica y los medios de comunicaci n cient ficos. Resumen y conclusiones La fiebre amarilla es una enfermedad hemorr gica v rica transmitida por los mosquitos que es end mica en las zonas tropicales de frica y Am rica del Sur. El vector del virus de la fiebre amarilla en el ciclo de transmisi n urbana de una persona a otra es Aedes aegypti, mientras que en el ciclo selv tico de transmisi n de un mono a otro y accidentalmente de un mono a una persona intervienen distintas especies de mosquitos.

3 Alrededor del 90% de los casos anuales de fiebre amarilla , estimados en 200 000, se producen en frica, donde los brotes son frecuentes y la transmisi n es tanto de ciclo urbano como selv tico. En Am rica del Sur predomina la fiebre amarilla selv tica, tanto en casos individuales como en brotes localizados. La eliminaci n de Aedes aegypti en las zonas densamente pobladas puede reducir de manera dr stica el n mero de casos, pero la lucha contra el mosquito no es una soluci n pr ctica en las zonas selv ticas con escasa densidad de poblaci n. No existe ning n tratamiento antiv rico espec fico. Desde hace 60 a os hay una Vacuna viva atenuada muy eficaz (17D). Un mes despu s de la inmunizaci n se observan en el 99% de los vacunados niveles protectores de anticuerpos neutralizantes, y la inmunizaci n generalmente dura varios decenios. Los efectos adversos tras la vacunaci n contra la fiebre amarilla suelen ser insignificantes, aunque a veces se pueden registrar casos de hipersensibilidad a los componentes de la Vacuna , y en ocasiones muy raras encefalitis v rica o insuficiencia de rganos m ltiples.

4 Los efectos adversos, que siguen siendo raros, no deben disuadir de utilizar esta Vacuna muy til de la manera adecuada. En los pa ses con riesgo1 de fiebre amarilla , se recomienda esta Vacuna para uso individual y para prevenir y combatir los brotes. Tambi n se utiliza ampliamente para proteger a los viajeros que visitan las zonas donde es end mica. Aunque no hay escasez de Vacuna contra la fiebre amarilla a nivel mundial, los suministros podr an no ser suficientes en el caso de brotes importantes y m ltiples en los centros urbanos. En los pa ses con riesgo de fiebre amarilla , la utilizaci n de la Vacuna 17D es la principal estrategia recomendada para reforzar con rapidez la inmunidad contra esta enfermedad en la poblaci n general. Esta estrategia de prevenci n tiene dos componentes. El primero es la inclusi n de la Vacuna 17D en los programas nacionales de inmunizaci n infantil. Por comodidad y para mejorar la cobertura, la Vacuna contra la fiebre amarilla se debe 1 Las zonas con riesgo de fiebre amarilla se definen como aquellas en las que se ha demostrado la presencia del virus y que presentan factores ecol gicos propicios para su transmisi n a las personas.

5 Administrar al mismo tiempo que la Vacuna contra el sarampi n, en torno a los 9-12 meses de edad, pero con una jeringuilla distinta y en un lugar diferente. El segundo componente es la realizaci n de campa as de vacunaci n preventiva masiva para proteger a los grupos susceptibles de m s edad. En caso de recursos limitados, la evaluaci n del grado de riesgo puede ayudar a establecer zonas prioritarias para las campa as de vacunaci n masiva. Durante las epidemias de fiebre amarilla , las campa as de vacunaci n en respuesta a los brotes se deben llevar a cabo sin el m s m nimo retraso, a fin de limitar la propagaci n de la enfermedad. La aparici n de una epidemia pone de manifiesto una aplicaci n incompleta de las estrategias de prevenci n, que en consecuencia se deben reforzar. Todos los esfuerzos orientados a mejorar la cobertura de la inmunizaci n deben ir acompa ados de medidas apropiadas de lucha contra Aedes aegypti.

6 La Vacuna contra la fiebre amarilla se debe administrar a todos los viajeros que se dirijan a zonas con riesgo o que procedan de ellas, a menos que pertenezcan al grupo de personas para las cuales est contraindicada. Los datos cient ficos disponibles actualmente no justifican una modificaci n del Reglamento Sanitario Internacional para los viajeros con destino a zonas end micas en lo que se refiere a la presentaci n de un certificado de vacunaci n v lido contra la fiebre amarilla en los 10 a os anteriores. Sin embargo, en los pa ses con riesgo los recursos se deben concentrar en garantizar una buena cobertura de la primera vacunaci n m s que en la administraci n de dosis de refuerzo. Los distintos cuadros cl nicos de la fiebre amarilla se pueden confundir con los de varias otras enfermedades infecciosas presentes en los pa ses con riesgo de fiebre amarilla . Esto pone de manifiesto la importancia de disponer de un sistema sensible de vigilancia de la fiebre amarilla basado en los casos y respaldado por servicios de diagn stico de laboratorio.

7 Se recomienda la notificaci n puntual y la investigaci n de los pacientes con enfermedad febril aguda o ictericia, con manifestaciones hemorr gicas o sin ellas, para aumentar la sensibilidad de la vigilancia a fin de detectar la presencia del virus. La detecci n precoz de la circulaci n del virus de la fiebre amarilla har que se lleven a cabo oportunamente actividades de respuesta a los brotes. Se recomienda una mejora de la vigilancia y de la notificaci n de las posibles manifestaciones adversas que se produzcan tras la vacunaci n, a fin de corregir los posibles errores del programa y facilitar un mayor conocimiento de los mecanismos patog nicos que provocan las manifestaciones adversas graves descritas recientemente. Se debe buscar la manera de incentivar a los fabricantes de vacunas contra la fiebre amarilla para que mantengan o incrementen su capacidad de producci n, de manera que se garantice un aprovisionamiento r pido de cantidades suficientes en el caso de un brote importante de esta enfermedad.

8 Antecedentes Aspectos relativos a la salud p blica La fiebre amarilla es una enfermedad hemorr gica v rica transmitida por los mosquitos que es end mica en las zonas tropicales de frica y Am rica del Sur, donde provoca brotes a intervalos irregulares desde hace siglos. Como en el caso de la peste y el c lera, la fiebre amarilla se puede combatir mediante las medidas descritas en el Reglamento Sanitario Internacional. La OMS estima que cada a o se producen en total 200 000 casos de fiebre amarilla , de los cuales 30 000 son mortales. M s del 90% de los casos de fiebre amarilla se registran en frica, donde m s de 500 millones de personas viven en la zona de riesgo situada entre 15 de latitud norte y 15 de latitud sur. Adem s, la fiebre amarilla representa un riesgo importante para los m s de tres millones de viajeros que visitan cada a o las zonas afectadas por esta enfermedad. La exposici n de personas susceptibles a las picaduras de mosquitos infectados es la nica manera importante de transmisi n de la fiebre amarilla .

9 Se distingue la forma urbana de la forma selv tica de la enfermedad por las diferencias en sus respectivos ciclos de transmisi n. La fiebre amarilla urbana, que provoca con frecuencia brotes importantes, es transmitida de una persona infectada a otra susceptible por Aedes aegypti, una especie de mosquito que se reproduce en las proximidades del h bitat humano. La forma urbana de transmisi n se encuentra principalmente en frica. La forma selv tica es sobre todo una enfermedad v rica enzo tica de los primates no humanos, pero los distintos mosquitos vectores que intervienen pueden provocar ocasionalmente casos humanos aislados o peque os brotes en la sabana boscosa africana y en las zonas selv ticas de Am rica del Sur. Debido a la fuerte densidad de vectores, el riesgo de fiebre amarilla suele ser m s elevado hacia el final de la estaci n de lluvias y al comienzo de la estaci n seca, sobre todo en lo que respecta a la transmisi n del tipo selv tico.

10 El virus de la fiebre amarilla se mantiene durante la estaci n seca mediante transmisi n transov rica en los mosquitos. Desde el comienzo del decenio de 1980, la incidencia de la fiebre amarilla ha aumentado considerablemente, sobre todo en frica. En Nigeria se han notificado m s de 20 000 casos, especialmente en ni os, en brotes sucesivos registrados entre 1986 y 1994. En este pa s, los brotes se debieron fundamentalmente al tipo urbano, pero se estima que los peque os brotes provocados por el ciclo de transmisi n selv tica causan cada a o miles de casos de fiebre amarilla en frica. Durante los periodos de brotes en frica, los datos serol gicos ponen de manifiesto la infecci n de la fiebre amarilla en alrededor del 20-40% de la poblaci n de las zonas afectadas. La relaci n observada entre el n mero de personas infectadas y el n mero de personas con enfermedad cl nica en dos epidemias distintas fue, respectivamente, de 3,8:1 y de 7,4:1.


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