VALLE-INCLÁN Luces de bohemia, (de la escena XII)

1 valle - incl N. Luces de bohemia , (de la escena XII). te has convertido en buey, no pod a reconocerte. chame el aliento, ilustre buey del pesebre belenita. Muge, Latino! T eres el cabestro, y si muges vendr el Buey Apis. Lo torearemos. DON est s asustando. Deb as dejar esa broma. ultra stas son unos farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los h roes cl sicos han ido a pasearse en el callej n del Gato. DON Est s completamente curda! h roes cl sicos reflejados en los espejos c ncavos dan el Esperpento. El sentido tr gico de la vida espa ola s lo puede darse con una est tica sistem ticamente deformada. DON Miau! Te est s contagiando! a es una deformaci n grotesca de la civilizaci n europea. DON Pudiera! Yo me inhibo. im genes m s bellas en un espejo c ncavo son absurdas. DON Pero a m me divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato. a m . La deformaci n deja de serlo cuando est sujeta a una matem tica perfecta.

2 Mi est tica actual es transformar con matem tica de espejo c ncavo las normas cl sicas. DON Eres genial! Me quito el cr neo! , deformemos la expresi n en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de Espa a. DON mudaremos al callej n del Gato. COMENTARIO. Situaci n del texto y observaciones generales Este es un texto clave por varias razones. Se sit a en un momento culminante de Luces de bohemia : la escena la tremenda escena XI (la de la madre con su ni o muerto), Max Estrella, aterido, borracho, con el coraz n destrozado, va a morir, en una agon a que tendr no poco de grotesca, de "esperp ntica". Pero antes de morir, entre frases de delirio, desgrana ante don Latino la famosa "teor a del esperpento". Este es el aspecto del di logo en que debemos centrar nuestro comentario hist rico-literario. Pero previamente se alaremos que las declaraciones sobre est tica se enmarcan en una acci n y un di logo perfectamente "teatrales".

3 Por una parte, las referencias a los movimientos y a la m mica nos van descubriendo la creciente gravedad de Max. Don Latino se inquieta, pero lo atribuye todo a la borrachera. Tras el fragmento, Max sufrir . verdaderas alucinaciones y se desplomar . Pero ya al comienzo de este texto, las frases de Max son incoherentes (aunque lo de Buey Apis es una alusi n a cierto personaje de la poca). Por otra parte, en el di logo alterna el tono grave y hasta altisonante del "hiperb lico" Max con el tono familiar de don Latino, esmaltado de notas vulgares y castizas ("curda", " Miau!", "me quito el cr neo"). La viveza del di logo no sufre merma, ya que, como se ve, las r plicas breves -como cu as- fragmentan las declaraciones "te ricas" o "doctrinales", evitando que stas compusieran un parlamento seguido y largo. Comentario hist rico-literario Luces de bohemia (1920) es la primera obra a la que valle - incl n da el nombre de "esperpento".

4 Con esta palabra -cuyo significado habitual era "persona o cosa extravagante, desatinada o absurda"- designar a en adelante el autor a aquellas obras suyas en que lo tr gico y lo burlesco se mezclan, con una est tica que quiere ser "una superaci n del dolor y de la risa". En diversas ocasiones, explic el autor el sentido de esta nueva est tica, que, en cierto modo, entronca con el expresionismo europeo (el cual recurr a tambi n a una deformaci n de la realidad para acentuar ciertos rasgos significativos con una intenci n cr tica). Pero es en esta escena XII de Luces de bohemia donde se halla la formulaci n m s esclarecedora de esta nueva tendencia. Poco antes del fragmento propuesto, se ha producido este di logo: Don Latino de H spalis, grotesco personaje, te inmortalizar en una novela! DON Una tragedia, Max. MAx. - La tragedia nuestra no es tragedia. DON Pues algo ser ! El Esperpento'.

5 Para valle , la tragedia -g nero noble- no es adecuada para recoger esa realilad que tiene en torno, dolorosa pero sin grandeza, grotesca pero sin alegr a, donde se mezclan lo tierno y lo rid culo, lo refinado y lo deleznable, tal como aparece en Luces de bohemia . Tema, contenido y estructura Es dif cil seguir el modelo cl sico y habitual de un comentario literario, dadas las particulares caracter sticas de la obra. El tema y conenido es la difinici n del esperpento parte del protagonista de la obras No exiten en este fragmento acotaciones que permitar distinguir las partes, es un di logo esperp ntico entre Max y D. Latino En el fragmento que vamos a comentar, son seis las intervenciones de Max en las que se explica la ndole y la funci n del "esperpentismo". Ve moslas en el mismo orden en que suceden . Comienza Max con una referencia a los ultraistas. En la l nea de la superaci n del Modernismo, el Ultra smo -que acababa de darse a conocer, en 1919- era una manifestaci n vanguardista estridente y ef mera.

6 valle no pod a sintonizar con aquella tendencia: l segu a su propio camino para superar el Modernismo y Ihab a lanzado su propia "vanguardia": el esperpento. Comienza, sin embargo, por asignarle un precedente glorioso: "El esperpentismo lo ha inventado Goya". Recordemos la visi n intencionadamente distorsionada de cuadros como La familia de Carlos IV, silamientos del 3 de mayo y las series de los Caprichos. valle coincide aqu con los especialistas en Arte, al asignarle aGoya la talla de precursor. Sigue la referencia al callej n del Gato, clara para el lector de la poca: en esa callejuela del centro de Madrid hab a un comercio en cuya fachada, como atracci n hab a varios espejos deformantes. Pero el sentido cabal de la frase se aclarar en seguida, tras la interrupci n de don Latino. "Los h roes cl sicos reflejados en los espejos c ncavos dan el esperpento". Enlaza esta frase con la referencia anterior a la tragedia: la tragedia cl sica, como la pica, pon a en escena h roes.

7 Pues bien, los espejos c ncavos nos dar an una imagen degradada de esos h roes, los convertir an en fantoches m s acordes con la realidad espa ola que valle quiere "reflejar". De ah la terrible frase siguiente: "El sentido tr gico de la vida espa ola s lo puede darse con una est tica sistem ticamente deformada". Notemos que se proclama ese "sentido tr gico" (luego hablar de "la vida miserable de Espa a"); pero, a la vez, se establece su distancia con respecto a la noble grandeza de la tragedia cl sica ("La tragedia nuestra no es tragedia", se dijo antes). Se dir a que aqu hasta lo doloroso es deforme o grotesco. De ah que -tras una nueva "cu a" de Latino- haga Max esta amarga declaraci n: "Espa a es una deformaci n grotesca de la civilizaci n europea". Se encierra en esta frase toda una visi n cr tica y dolorida de Espa a que tambi n cuenta con egregios antecedentes: Quevedo, Cadalso, Larra, los "noventayochistas".

8 Pero acaso nadie hab a expresado con m s radicalidad que el valle - incl n de 1920. ese sentimiento de la "deforme" singularidad de la Espa a de entonces, comparada con Europa. Por lo dem s, el sustantivo deformaci n y su adjetivo grotesca definen tambi n al esperpento y, as , se justifica la adecuaci n de esta est tica para dar cuenta de realidades que, seg n valle , son deformes de por s . "Las im genes m s bellas en un espejo c ncavo son absurdas". Esta frase enlaza lo que acabamos de decir con lo dicho antes sobre "los h roes cl sicos". La degradaci n llega a lo absurdo; de lo bello se pasa a lo esperp ntico. Pero esas im genes deformadas pueden ser "divertidas", como dice a continuaci n don Latino y admite el mismo Max. Se mezcla la risa con el dolor (como dijo el autor). Pero, adem s, valle va a llevarnos a una reflexi n sobre la validez est tica de una deformaci n sistem tica e intencionada.

9 Eso es lo que subyace en las frases siguientes: "La deformaci n deja de serlo cuando est sujeta a una matem tica perfecta. Mi est tica actual es transformar con matem tica de espejo c ncavo las normas cl sicas". Hay, pues, un m todo en la deformaci n valleinclanesca. Esto es: un arte. Un arte anticl sico, por supuesto, como aqu se dice con toda conntundencia. Y as es como valle consumaba su ruptura con el Modernismo en lo que este ten a -por su veta parnasiana- de culto a la belleza y veneraci n por las formas cl sicas. Pero esa est tica de la deformaci n ten a razones m s profundas que el puro cansancio de la est tica anterior: como ya hemos visto, para valle era la forma m s adecuada para reflejar la "deforme" realidad espa ola. Y ahora Max lo reafirma: "Latino, deformemos la expresi n en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de Espa a". Conclusi n Cabe destacarla importancia de este pasaje desde un punto de vista hist rico-literario.

10 Es un testimonio capital de uno de los giros que m s han enriquecido el panorama de los estilos literarios de nuestro siglo. El enfoque esperp ntico supuso, para el teatro, una revoluci n que se adelant en muchos a os a lo que ofrec a y seguir a n ofreciendo la escena espa ola. Supuso adem s un asombroso enriquecimiento del lenguaje: valle tuvo que espolear la lengua espa ola, exprimir todas sus posibilidades, para que pudiera expresar aquella nueva manera de enfocar la realidad, con sus deformidades, con sus violentos contrastes. La lengua de los esperpentos, mordaz, desgarrada, cida, nerviosa, viv sima, es uno de los grandes estilos de toda nuestra literatura.