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Tren para Florencia - Internacional

Tren para FlorenciaVisi n EESAD ocumento 2015 TREN PARA FLORENCIA2La Escuela de Evangelizaci n San Andr s ha pasado por diferentes eta-pas y hasta distintos nombres. Cuando la Escuela naci en 1980, fue bautizada como Escuela de Ap stoles y s lo ten a un curso: El actual-mente llamado Pablo, Formaci n de evangelizadores , basado en mi tesis del Instituto Lumen Vitae de Bruselas en 1976. En ese tiempo su vestido estaba delineado por los moldes de la Renovaci n Carism 1986 nos integramos al Proyecto Evangelizaci n 2000 donde los espacios se ampliaron. Cuando sal de Evangelizaci n 2000 en 1993, nos unimos el padre Emi-liano Tardif y el padre Ricardo Arga araz con la fisonom a KE-KAKO, que expresaba los tres pilares de nuestro trabajo: KErygma, KA-risma y KOinon a.

TREN PARA FRENCIA 4 Este tren va para Florencia Esta historia resume las presiones que hemos tenido de muchas y va-riadas formas para cambiar visión, objetivos y contenidos de la Escuela

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1 Tren para FlorenciaVisi n EESAD ocumento 2015 TREN PARA FLORENCIA2La Escuela de Evangelizaci n San Andr s ha pasado por diferentes eta-pas y hasta distintos nombres. Cuando la Escuela naci en 1980, fue bautizada como Escuela de Ap stoles y s lo ten a un curso: El actual-mente llamado Pablo, Formaci n de evangelizadores , basado en mi tesis del Instituto Lumen Vitae de Bruselas en 1976. En ese tiempo su vestido estaba delineado por los moldes de la Renovaci n Carism 1986 nos integramos al Proyecto Evangelizaci n 2000 donde los espacios se ampliaron. Cuando sal de Evangelizaci n 2000 en 1993, nos unimos el padre Emi-liano Tardif y el padre Ricardo Arga araz con la fisonom a KE-KAKO, que expresaba los tres pilares de nuestro trabajo: KErygma, KA-risma y KOinon a.

2 Este cambio alarg las cuerdas de nuestra tienda (Cf. Is 54,2).Motivado por la r pida expansi n de nuestra escuela kerygm tica, la llamamos Escuela de Evangelizaci n San Andr s (EESA), que busca Pedros que prediquen, sirvan y amen al Se or Jes s, m s y mejor que nosotros este proceso, sin dejar de reconocer el valioso aporte de varios colaboradores, cuyo coraz n lat a al un sono que el nuestro, hemos teni-do tambi n la constante presi n de personas que en vez de comprender nuestra originalidad, quer an estacionarnos en los paradigmas tradicio-nales. Otros, han intentado cambiar el objetivo y contenido de los cursos, y no han faltado quienes se quieren aprovechar de este aparador para intereses personales.

3 Algunas autoridades religiosas me han presionado para mejorar el perfil de la Escuela y otras no han comprendido nuestro carisma propio. En varias ocasiones nos han pedido adoptar un esque-ma doctrinal y catequ tico, con un Programa de Formaci n basado en el Catecismo de la Iglesia Cat lica. En no pocos are pagos han querido que la Escuela sea fuente de promoci n social, centro de teolog a o se-minario de liturgia. Aunque todos estos colores integran el arco ris de la EESA, su perfil ha sido bien definido a lo largo de m s de tres d cadas: PRESENTACI NTREN PARA FLORENCIA3 Formar nuevos evangelizadores kerygm ticos para la Nueva Evangeli-zaci n . Todo esto ha contribuido para establecer la identidad de nuestro Pro-yecto Pastoral, Programa de Formaci n y organizaci n Log stica.

4 Para expresar estos aspectos, voy a contar una historia vivida en la agitada estaci n de trenes de Mil n:Una calurosa tarde de verano, mientras esperaba la hora de mi salida a Florencia , entre los trenes que llegaban y otros tantos que part an en todas las direcciones, me encontr con un grupo de amigos y co-nocidos que paseaban por Italia. Uno de ellos me sugiri :- Por qu no vienes a Venecia con nosotros?Yo simplemente le respond : - Mi tren va para grupo de se oras muy piadosas me invitaron a Civitavecchia, donde hay una imagen de Mar a que supuestamente llora sangre. Yo repet una vez m s: - Mi tren va para matrimonio me pidi que los acompa ara a Tur n para visitar la S bana Santa.

5 Yo levant los hombros y les dije: - Ya tengo mi boleto para m s tentador fue cuando un sacerdote me coment que ir a a N -poles para recorrer el camino de San Pablo en su primera cautividad romana. Incluso me pagaba todos los gastos si lo acompa aba. Sin dudarlo medio segundo, le afirm con toda seguridad:- Mi tren va para religiosa me dijo que mejor fuera a Roma, el centro de la catoli-cidad; pero yo le contest sin titubeos:- Mi tren ya est saliendo para ltimo, me cuestion :- Para qu vas a Florencia ? Mejor qu date aqu en Mil n para visitar la ltima Cena de Leonardo e ir al Duomo, obra cumbre del estilo g le mostr mi billete: - Este tren va para Florencia .

6 No me puedo estacionar donde esta-mos. Debo ir adelante. Voy a uno de mis amigos tom su propio tren en la direcci n que ellos hab an preferido, mientras que yo abordaba el m o, sin escalas, hasta PARA FLORENCIA4 Este tren va para FlorenciaEsta historia resume las presiones que hemos tenido de muchas y va-riadas formas para cambiar visi n, objetivos y contenidos de la Escuela de Evangelizaci n San Andr s, as como quienes tratan de tomar sus propios caminos dentro de La Escuela San Andr s o los que la utilizan para objetivos laudables, pero personales. Sin embargo, nosotros aprovechamos la oportunidad para mostrar con claridad que el tren de la Escuela de Evangelizaci n San Andr s va para Florencia , lo cual significa: la misi n ineludible de Formar nuevos evan-gelizadores, kerygm ticos, para la Nueva Evangelizaci n.

7 Hay otros trenes para capacitar te logos, agentes de pastoral social y maestros de seminarios. Nuestro tren va para Florencia . No atende-mos todos los campos de la pastoral, pero s formamos evangelizadores para cualquiera de ellos. Nuestro objetivo es una Iglesia evangelizada y evangelizadora (Pablo VI) que evangelice con gran poder, y la Dynamis y Parres a del Esp ritu velocidad del tren que va a Florencia est establecida por el factor multiplicador, integrado por: cursos reproducibles, ya que no basta evan-gelizar. Hay que formar evangelizadores y formar formadores de evange-lizadores para as evangelizar con gran poder (Hech 4,33).

8 Este tren tiene una historia (Ver ) y al mismo tiempo ha definido su derrotero pastoral en el Documento Proyecto Pastoral .TREN PARA FLORENCIA5 Nuestro objetivo est definido: Formar evangelizadores kerygm ticos. Este tren que va para Florencia tiene dos rieles bien definidos: Qu : Definici n clara del contenido de la Buena Nueva de Jes s y el Anuncio de los Ap stoles. C mo: Herramientas pr cticas y pedag gicas, que ense an c mo evangelizar el d a de hoy. Este tren va para Florencia , define la m quina del ferrocarril: Una sola Oficina Internacional con un Director Internacional , auxiliado de un Con-sejo y varias Oficinas Nacionales, con un Manual Br jula que orienta c mo se trabaja en la Escuela.

9 Este tren va para Florencia muestra la columna vertebral de nuestro Sistema KEKAKO: KErygma, KArisma y KOinon a. No somos un super-mercado donde existe todo, pero aqu , en la Escuela de Evangelizaci n San Andr s se puede encontrar lo mejor en el campo pr ctico de la evan-gelizaci n kerygm tica. En este tren va para Florencia tenemos ya desarrollada una metodo-log a activo-participativa, que no sigue los derroteros de la metodolog a escol stica ni magisterial, sino que el alumno se convierte en participan-te que aprende a evangelizar, tren que va para Florencia no se identifica con ning n Movimiento de la Iglesia, ni es parte de ning n otro Proyecto, pero sin perder nuestra identidad nos hacemos todo para todos (Cf.)

10 1 Cor 9,22b) atendemos a TREN PARA FLORENCIA6todos. Servimos al Evangelio, o mejor a Jes s Evangelio, como Iglesia y en Iglesia, en comuni n con los Pastores de la misma. So amos con una Escuela de Evangelizaci n en cada parroquia de la Iglesia Cat metodolog a es activa y participativa, porque a evangelizar se aprende alma y motivaci n de este tren que va para Florencia es la Palabra de Dios: Jerem as: Me sedujiste, Se or, y me dej seducir (Jer 20,7). Partimos de un encuentro personal con Jes s vivo, que nos convierte en testigos que no podemos dejar de hablar de lo que han visto y o do. Jes s: Vayan y anuncien la Buena Nueva a toda la creaci n (Mc 16,15).


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