Example: marketing

Economia y Bienestar Economico - HACER

Economia y Bienestar Economico Carl Menger Principios de Econom a Pol tica. Ediciones Orbis. Barcelona. pp. 69-101. Las necesidades surgen de nuestros instintos y stos se enra zan en nuestra naturaleza. La insatisfacci n total de las necesidades tienen como consecuencia la aniquilaci n de nuestra naturaleza y una satisfacci n parcial o insuficiente su atrofia. En cambio, satisfacer las necesidades significa vivir y desarrollarse. Preocuparse por la satisfacci n de nuestras necesidades equivale, por consiguiente, a preocuparse por nuestra vida y nuestro Bienestar .

Economia y Bienestar Economico Carl Menger Principios de Economía Política. Ediciones Orbis. Barcelona. pp. 69-101. Las necesidades surgen de nuestros instintos y …

Tags:

  Reach

Information

Domain:

Source:

Link to this page:

Please notify us if you found a problem with this document:

Other abuse

Transcription of Economia y Bienestar Economico - HACER

1 Economia y Bienestar Economico Carl Menger Principios de Econom a Pol tica. Ediciones Orbis. Barcelona. pp. 69-101. Las necesidades surgen de nuestros instintos y stos se enra zan en nuestra naturaleza. La insatisfacci n total de las necesidades tienen como consecuencia la aniquilaci n de nuestra naturaleza y una satisfacci n parcial o insuficiente su atrofia. En cambio, satisfacer las necesidades significa vivir y desarrollarse. Preocuparse por la satisfacci n de nuestras necesidades equivale, por consiguiente, a preocuparse por nuestra vida y nuestro Bienestar .

2 Es el m s importante de todos los esfuerzos humanos, ya que es el presupuesto y fundamento de todos los restantes. Esta preocupaci n se manifiesta en la vida pr ctica de los hombres en el hecho de que procuran tener en su poder aquellas cosas de que depende la satisfacci n de sus necesidades. Si poseemos, efectivamente, los bienes necesarios para esta satisfacci n, entonces aquellas necesidades dependen nicamente de nuestra voluntad y ya tenemos todo lo suficiente para nuestro fin pr ctico, porque nuestra vida y nuestro Bienestar est n en nuestras manos.

3 A la cantidad de bienes que un hombre necesita para la satisfacci n de sus necesidades lo llamamos su necesidad. As pues, la preocupaci n de los hombres por la conservaci n de su vida y de u Bienestar se convierte en la preocupaci n por cubrir su necesidad. Si la satisfacci n de las necesidades y, por consiguiente, la vida y el Bienestar de los hombres estuvieran muy mal asegurados, no pensar an sino en cubrir su necesidad de bienes, cuando la necesidad de estos ltimos deje sentir ya de forma inmediata. Sup ngase el caso de los habitantes de una regi n que, al irrumpir un riguroso invierno, carecieran totalmente de provisiones, alimentos y vestidos; es bien evidente que la mayor a de ellos estar an, condenados a morir, a despecho de los m s denodados esfuerzos por satisfacer sus necesidades.

4 Ahora bien, cuanto m s avanza la cultura y m s capacitados est n los hombres para conseguir mediante un largo proceso de producci n, los bienes necesarios para satisfacer sus necesidades, tanto m s urgente es para ellos la necesidad de prever con antelaci n aquellas satisfacci n, esto es, descubrir su necesidad para los siguientes tramos temporales. Y as , ni siquiera el salvaje australiano se dedica a la caza s lo cuando tiene hambre, o construye su choza s lo cuando ya ha comenzado el crudo invierno y se halla inmediatamente expuesto a los calamitosos rigores del clima.

5 Pero lo que distingue a los hombres de elevadas culturas de los restantes agentes econ micos es que prev n la satisfacci n de sus necesidades no s lo para cortos per odos de tiempo, sino para espacios temporales mucho m s prolongados, procuran poner a seguro esta satisfacci n por muchos a os, incluso m s lejos, de modo que tampoco a sus descendientes les falten los medios necesarios para que a su vez puedan alcanzar este objetivo. Doquiera dirigimos nuestra mirada, vemos que los pueblos de avanzada cultura han puesto en marcha un sistema de amplias previsiones para la satisfacci n de las necesidades humanas.

6 Mientras todav a estamos utilizando ropas de abrigo para combatir el fr o invernal, las ropas para la pr xima primavera est n ya camino de las tiendas de los detallistas y en las f bricas se tejen las ligeras telas que vestiremos en el verano y se preparan los hilados para la pesada ropa que nos pondremos en el siguiente invierno. Si caemos enfermos, necesitamos los servicios de un m dico y, si tenemos un pleito, los consejos de un abogado. Si alguien se halla en semejante caso, necesitar a demasiado tiempo para adquirir por s mismo las habilidades y conocimientos m dicos o jur dicos necesarios o para HACER que otras personas los adquieran por l, suponiendo que tuviera medios para ello.

7 En los pa ses de avanzada cultura se ha previsto tambi n, con marcha antelaci n, la necesidad que de estos y similares servicios tienen la sociedad. Por eso, hay ya hombres probados y experimentados, formados en su profesi n tras largos a os de estudios, que han acumulado adem s ricos conocimientos a trav s del ejercicio pr ctico, y ponen sus servicios a disposici n de los restantes miembros de la comunidad. As , mientras que por un lado gozamos de los frutos de la previsi n de tiempos pasados, por el otro formamos ya desde ahora en nuestros centros superiores a numerosos hombres para atender a las necesidades que de estos bienes tendr la sociedad en el futuro.

8 La preocupaci n de los hombres por satisfacer sus necesidades se convierte, pues, en previsi n para cubrir sus necesidades de bienes en los tiempos por venir. En consecuencia, llamamos necesidad de un hombre la cantidad de bienes que le son necesarios para satisfacer sus necesidades dentro del per odo de tiempo a que se extiende su previsi n. Para que esta previsi n alcance la meta apetecida, se requiere un doble conocimiento. Debemos efectivamente tener ideas claras: a) sobre nuestra necesidad, es decir, sobre la cantidad de bienes que necesitaremos para satisfacer nuestras necesidades durante el per odo de tiempo previsto; b) sobre las cantidades de bienes de que disponemos para el mencionado objetivo.

9 La actividad previsora de los hombres encauzada hacia la satisfacci n de sus necesidades se apoya, considerada en su conjunto, en el conocimiento de estas dos magnitudes. Si se desconociera la primera, ser a una actividad ciega, porque los hombres no tendr an clara conciencia de su objetivo. Si se desconociera la segunda, ser a una actividad desordenada, sujeta al azar, porque los hombres no sabr an de qu medios disponen. En las p ginas siguientes analizaremos el modo c mo calculan las cantidades de bienes de que disponen para estos per odos y, finalmente, qu tipo de actividad desarrollan respecto del objeto de nuestra exposici n y qu esfuerzos llevan a cabo para conseguir que las cantidades de bienes de que disponen (bienes de consumo inmediato y medios de producci n) sirvan de la manera m s eficaz posible al objetivo de la satisfacci n de sus necesidades.

10 La necesidad humana a) La necesidad de bienes del primer orden (bienes de consumo inmediato) De una forma directa e inmediata, los hombres s lo sienten la necesidad de los bienes del primer orden, es decir, de aquellos bienes que pueden ser inmediatamente empleados para la satisfacci n de las necesidades humanas. Si no hay ninguna necesidad de bienes de este tipo, surgir la necesidad de bienes de un orden superior. Esta ltima depende, por tanto, de nuestra necesidad de bienes del primer orden; la investigaci n de estos bienes constituye de hecho el fundamento de nuestros an lisis sobre la necesidad humana en general.


Related search queries