FRATELLI TUTTI - ACI Prensa

1 2 9060039143 CARTA ENC CLICA FRATELLI TUTTI DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE LA FRATERNIDAD Y LA AMISTAD SOCIAL 1. FRATELLI TUTTI ,1 escrib a san Francisco de As s para dirigirse a todos los hermanos y las hermanas, y proponerles una forma de vida con sabor a Evangelio. De esos consejos quiero destacar uno donde invita a un amor que va m s all de las barreras de la geograf a y del espacio. All declara feliz a quien ame al otro tanto a su hermano cuando est lejos de l como cuando est junto a l .2 Con estas pocas y sencillas palabras expres lo esencial de una fraternidad abierta, que permite reconocer, valorar y amar a cada persona m s all de la cercan a f sica, m s all del lugar del universo donde haya nacido o donde habite.

2 2. Este santo del amor fraterno, de la sencillez y de la alegr a, que me inspir a escribir la enc clica Laudato si , vuelve a motivarme para dedicar esta nueva enc clica a la fraternidad y a la amistad social. Porque san Francisco, que se sent a hermano del sol, del mar y del viento, se sab a todav a m s unido a los que eran de su propia carne. Sembr paz por todas partes y camin cerca de los pobres, de los abandonados, de los enfermos, de los descartados, de los ltimos. 1 Admoniciones, 6, 1: Fonti Francescane (FF) 155; cf. Escritos. Biograf as. Documentos de la poca, ed. BAC, Madrid 2011, 94. 2 Ib d., 25: FF 175; cf. ib d., p. 99. 3 9060039143 SIN FRONTERAS 3.

3 Hay un episodio de su vida que nos muestra su coraz n sin confines, capaz de ir m s all de las distancias de procedencia, nacionalidad, color o religi n. Es su visita al Sult n Malik-el-Kamil, en Egipto, que signific para l un gran esfuerzo debido a su pobreza, a los pocos recursos que ten a, a la distancia y a las diferencias de idioma, cultura y religi n. Este viaje, en aquel momento hist rico marcado por las cruzadas, mostraba a n m s la grandeza del amor tan amplio que quer a vivir, deseoso de abrazar a todos. La fidelidad a su Se or era proporcional a su amor a los hermanos y a las hermanas. Sin desconocer las dificultades y peligros, san Francisco fue al encuentro del Sult n con la misma actitud que ped a a sus disc pulos: que sin negar su identidad, cuando fueran entre sarracenos y otros infieles [.]

4 ] no promuevan disputas ni controversias, sino que est n sometidos a toda humana criatura por Dios .3 En aquel contexto era un pedido extraordinario. Nos impresiona que ochocientos a os atr s Francisco invitara a evitar toda forma de agresi n o contienda y tambi n a vivir un humilde y fraterno sometimiento , incluso ante quienes no compart an su fe. 4. l no hac a la guerra dial ctica imponiendo doctrinas, sino que comunicaba el amor de Dios. Hab a entendido que Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios (1 Jn 4,16). De ese modo fue un padre fecundo que despert el sue o de una sociedad fraterna, porque s lo el hombre que acepta acercarse a otros seres en su movimiento propio, no para retenerlos en el suyo, sino para ayudarles a ser m s ellos mismos, se hace realmente padre.

5 4 En aquel mundo plagado de torreones de vigilancia y de murallas protectoras, las ciudades viv an guerras sangrientas entre familias poderosas, al mismo tiempo que crec an las zonas miserables de las periferias excluidas. All Francisco acogi la verdadera paz en su interior, se liber de todo deseo de dominio sobre los dem s, se hizo uno de los ltimos y busc vivir en armon a con todos. l ha motivado estas p ginas. 5. Las cuestiones relacionadas con la fraternidad y la amistad social han estado siempre entre mis preocupaciones. Durante los ltimos a os me he referido a ellas reiteradas veces y en diversos lugares. Quise recoger en esta enc clica 3 S. FRANCISCO DE AS S, Regla no bulada de los hermanos menores, 16, : FF 42-43; cf.

6 Ib d., 120. 4 ELOI LECLERC, , Exilio y ternura, ed. Marova, Madrid 1987, 205. 4 9060039143 muchas de esas intervenciones situ ndolas en un contexto m s amplio de reflexi n. Adem s, si en la redacci n de la Laudato si tuve una fuente de inspiraci n en mi hermano Bartolom , el Patriarca ortodoxo que propuso con mucha fuerza el cuidado de la creaci n, en este caso me sent especialmente estimulado por el Gran Im n Ahmad Al-Tayyeb, con quien me encontr en Abu Dabi para recordar que Dios ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir como hermanos entre ellos .5 No se trat de un mero acto diplom tico sino de una reflexi n hecha en di logo y de un compromiso conjunto.

7 Esta enc clica recoge y desarrolla grandes temas planteados en aquel documento que firmamos juntos. Tambi n acog aqu , con mi propio lenguaje, numerosas cartas y documentos con reflexiones que recib de tantas personas y grupos de todo el mundo. 6. Las siguientes p ginas no pretenden resumir la doctrina sobre el amor fraterno, sino detenerse en su dimensi n universal, en su apertura a todos. Entrego esta enc clica social como un humilde aporte a la reflexi n para que, frente a diversas y actuales formas de eliminar o de ignorar a otros, seamos capaces de reaccionar con un nuevo sue o de fraternidad y de amistad social que no se quede en las palabras. Si bien la escrib desde mis convicciones cristianas, que me alientan y me nutren, he procurado hacerlo de tal manera que la reflexi n se abra al di logo con todas las personas de buena voluntad.

8 7. Asimismo, cuando estaba redactando esta carta, irrumpi de manera inesperada la pandemia de Covid-19 que dej al descubierto nuestras falsas seguridades. M s all de las diversas respuestas que dieron los distintos pa ses, se evidenci la incapacidad de actuar conjuntamente. A pesar de estar hiperconectados, exist a una fragmentaci n que volv a m s dif cil resolver los problemas que nos afectan a todos. Si alguien cree que s lo se trataba de hacer funcionar mejor lo que ya hac amos, o que el nico mensaje es que debemos mejorar los sistemas y las reglas ya existentes, est negando la realidad. 8. Anhelo que en esta poca que nos toca vivir, reconociendo la dignidad de cada persona humana, podamos hacer renacer entre todos un deseo mundial de hermandad.

9 Entre todos: He ah un hermoso secreto para so ar y hacer de 5 Documento sobre la fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia com n, Abu Dabi (4 febrero 2019): L Osservatore Romano, ed. semanal en lengua espa ola (8 febrero 2019), p. 6. 5 9060039143 nuestra vida una hermosa aventura. Nadie puede pelear la vida aisladamente. [..] Se necesita una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia delante. Qu importante es so ar juntos! [..] Solos se corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sue os se construyen juntos .6 So emos como una nica humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos.

10 6 Discurso en el encuentro ecum nico e interreligioso con los j venes, Skopie Macedonia del Norte (7 mayo 2019): L Osservatore Romano, ed. semanal en lengua espa ola (10 mayo 2019), p. 13. 6 9060039143 CAP TULO PRIMERO LAS SOMBRAS DE un mundo CERRADO 9. Sin pretender realizar un an lisis exhaustivo ni poner en consideraci n todos los aspectos de la realidad que vivimos, propongo s lo estar atentos ante algunas tendencias del mundo actual que desfavorecen el desarrollo de la fraternidad universal. SUE OS QUE SE ROMPEN EN PEDAZOS 10. Durante d cadas parec a que el mundo hab a aprendido de tantas guerras y fracasos y se dirig a lentamente hacia diversas formas de integraci n.