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IDEAS PARA UNA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN

1 IDEAS PARA UNA REFORMADE LA CONSTITUCI NPRESENTACI NEste documento ha sido elaborado por un grupo de profesores de Derecho Constitucionaly Derecho Administrativo que coincidimos en la preocupaci n por la seria crisis constitu-cional en que estamos inmersos, cuya manifestaci n m s extrema -pero no la nica- es lacrisis de Catalu a. Compartimos la visi n sobre la necesidad de afrontar la REFORMA de laConstituci n para ponerle remedio y sobre el camino que habr a que conscientes de las dificultades que supone abrir un proceso de reformas, espe-cialmente, por la pr ctica pol tica seguida hasta ahora, que ha impedido realizarlascuando eran necesarias.

2 Javier García Roca, Catedrático de D. Constitucional de la U. Complutense (Madrid) Alberto López Basaguren, Catedrático de D. Constitucional de la U. del País Vasco

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1 1 IDEAS PARA UNA REFORMADE LA CONSTITUCI NPRESENTACI NEste documento ha sido elaborado por un grupo de profesores de Derecho Constitucionaly Derecho Administrativo que coincidimos en la preocupaci n por la seria crisis constitu-cional en que estamos inmersos, cuya manifestaci n m s extrema -pero no la nica- es lacrisis de Catalu a. Compartimos la visi n sobre la necesidad de afrontar la REFORMA de laConstituci n para ponerle remedio y sobre el camino que habr a que conscientes de las dificultades que supone abrir un proceso de reformas, espe-cialmente, por la pr ctica pol tica seguida hasta ahora, que ha impedido realizarlascuando eran necesarias.

2 Consideramos que esa pr ctica debe rectificarse. No tenemosotra alternativa que abrir el debate de la REFORMA e ir desbrozando el camino a medidaque avanzamos. Solo a trav s de un debate pol tico, con participaci n y transparencia ydebidamente asesorado por expertos independientes, podremos encontrar las solucio-nes m s adecuadas que fortalezcan la legitimidad democr tica y la capacidad de inte-graci n del sistema auton mico. Realizar la REFORMA y explicarla a la opini n p blica son labores que corresponden anuestros representantes pol ticos.

3 Nosotros queremos limitarnos, modestamente, a hacerun llamamiento sobre la imperiosa necesidad de abrir ese camino y aportar un diagn s-tico que arroje luz sobre los problemas de funcionamiento del sistema constitucional quem s han incidido en la crisis. Pretendemos poner sobre la mesa del debate pol tico lascuestiones constitucionales cuya REFORMA requiere ser afrontada de forma Mu oz Machado,Catedr tico de D. Administrativo de la U. Complutense (Madrid)Eliseo Aja Fern ndez,Catedr tico de D. constitucional de la U. de BarcelonaAna Carmona Contreras,Catedr tica de D.

4 constitucional de la U. de SevillaFrancesc de Carreras Serra,Catedr tico de D. constitucional de la U. Aut noma de BarcelonaEnric Fossas Espadaler,Catedr tico de D. constitucional de la U. Aut noma de BarcelonaV ctor Ferreres Coma,Catedr tico de D. constitucional de la U. Pompeu Fabra (Barcelona)2 Javier Garc a Roca,Catedr tico de D. constitucional de la U. Complutense (Madrid)Alberto L pez Basaguren,Catedr tico de D. constitucional de la U. del Pa s VascoJos Antonio Montilla Martos,Catedr tico de D. constitucional de la U.

5 De GranadaJoaqu n Tornos Mas,Catedr tico de D. Administrativo de la U. de Barcelona+

6 3 I.

7 EL SENTIDO DE ESTA Espa a, como Estado, sufre su crisis m s grave desde la aprobaci n de laConstituci n de 1978. La decisi n pol tica de declarar unilateralmente la indepen-dencia por parte del anterior Gobierno de Catalu a y la mayor a parlamentaria quelo apoyaba hab a significado la separaci n expresa del marco constitucional y estatu-tario. Como consecuencia del incumplimiento de las obligaciones constitucionales,se ha activado la coerci n estatal prevista en el art culo 155 los Estados han tenido crisis constitucionales, a las que han debido enfrentar-se con determinaci n, y tambi n Espa a puede hacerlo.

8 En este sentido, resulta pre-ciso el restablecimiento del orden constitucional , con el uso proporcionado de losinstrumentos que ofrece el propio ordenamiento. Sin embargo, ello no implica negarla existencia de un conflicto pol tico que debe ser abordado. Por tanto, a n en las dif -ciles circunstancias actuales, no podemos renunciar a un reencuentro . En el marcoconstitucional, debe buscarse un acuerdo que ahonde en el origen del conflicto y delque resulten propuestas para su encauzamiento. Ese di logo deber a haberse iniciado tras la sentencia del Tribunal Constitucionalsobre el Estatut, en cuanto, al margen de sus consecuencias jur dico-constituciona-les, supuso un punto de inflexi n en el crecimiento del independentismo enCatalu a.

9 Sin embargo, no se hizo. Desde entonces, el Gobierno del Estado ha ape-lado a la legalidad como instrumento de superaci n del conflicto, dejando desaten-dido el flanco pol tico para su reconducci n. El Gobierno de Catalu a, por su parte,decidi impulsar la v a unilateral hacia la independencia a partir de un entendi-miento del principio democr tico como criterio absoluto que permit a contradecirla Constituci n y el Estatuto, esto es, pretendiendo disociar democracia yConstituci n. Con ese objeto, hab a creado un Consejo Asesor para la Transici nNacional, a fin de asesorar sobre las actuaciones a realizar para el logro del objetivo:alcanzar la independencia a trav s de un refer ndum o, en caso de no aceptarlo elEstado, de una declaraci n unilateral.

10 Tras los acontecimientos de estas ltimas semanas, la b squeda de un acuerdo es m sdif cil pero a n m s necesaria. Las esperanzas en que el transcurso del tiempo iba aser suficiente para resolver el conflicto se han demostrado infundadas. Tambi nhemos comprobado que la aplicaci n del principio de legalidad resulta necesariaante una situaci n de incumplimiento y vulneraci n del ordenamiento constitucionalpero no es suficiente para resolver el problema pol tico. Los independentistas, por sulado, habr n advertido que su apelaci n al derecho a decidir no ha tenido recono-cimiento fuera de Espa a y que la v a unilateral genera efectos negativos paraCatalu a en todos los mbitos, desde el social (enfrentamientos e incitaci n al odio)al econ mico (traslado de empresas).


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