Identificación del agente - Home: OIE

1 Descripci n de la enfermedad: Brucelosis es la denominaci n gen rica de las infecciones, animales o humanas, causadas por cualquier especie del g nero brucella , principalmente brucella abortus, B. melitensis y B. suis. En el ganado bovino, la infecci n por brucella suele deberse a B. abortus, menos frecuentemente a B. melitensis y en ocasiones a B. suis. brucella melitensis es el principal agente causal de la infecci n por brucella en ovejas y cabras. La infecci n por brucella en cerdos se debe a las biovariedades 1-3 de B.

2 Suis, pero la enfermedad causada por la biovariedad 2 difiere en cuanto a gama de hospedadores, a la distribuci n geogr fica, que es limitada, y a la patogenicidad. En algunas zonas, la infecci n por B. suis se ha establecido en jabal es. Cl nicamente, la enfermedad se caracteriza por uno o m s de los siguientes signos: aborto, retenci n de placenta, orquitis, epididimitis y, en ocasiones muy infrecuentes, artritis, con excreci n de los microorganismos en las secreciones uterinas y en la leche. El diagn stico definitivo solo puede realizarse a partir del aislamiento de brucella procedente de los abortos, de las secreciones de la ubre y de los tejidos tomados en el examen postm rtem.

3 brucella abortus, B. melitensis y B. suis son muy pat genos en el ser humano, de tal forma que los tejidos, cultivos o materiales que puedan estar contaminados deben manipularse en las condiciones de contenci n correspondientes. Identificaci n del agente : La evidencia de brucella la proporciona la observaci n de microorganismos de tipo brucella en material abortado o en secreciones vaginales mediante la tinci n con la t cnica cido alcohol resistente modificada, sobre todo si est respaldada por pruebas serol gicas, y se considera provisional.

4 La reacci n en cadena de la polimerasa (PCR) constituye un medio de detecci n de ADN de brucella en una muestra. Cuando sea posible, se debe aislar brucella spp. cultivando muestras de secreciones uterinas, fetos abortados, secreciones de las ubres o tejidos espec ficos, como ganglios linf ticos u rganos reproductores masculinos o femeninos. Las especies y biovariedades deben identificarse mediante fagolisis y seg n criterios de cultivo, bioqu micos y serol gicos. La PCR puede constituir un m todo complementario tanto de identificaci n como de tipificaci n basado en secuencias espec ficas del genoma.

5 Pruebas de inmunidad humoral y celular: Las pruebas con el ant geno tamponado de brucella , es decir, la prueba con rosa de bengala y la prueba de aglutinaci n en placa con ant geno tamponado, as como la fijaci n del complemento, el enzimoinmunoan lisis (ELISA) o el ensayo de polarizaci n de la fluorescencia, son pruebas adecuadas tanto para analizar reba os/manadas como animales espec ficos, ya sean peque os rumiantes, cam lidos o bovinos (ganado bovino o b falos). Sin embargo, ninguna prueba serol gica es adecuada por s sola para todas las especies animales ni para todas las situaciones epidemiol gicas, y algunas no son adecuadas para el diagn stico de la brucelosis porcina.

6 Por lo tanto, la reactividad de las muestras que dan positivo en las pruebas de cribado debe comprobarse utilizando un sistema confirmativo y/o complementario establecido. El ELISA indirecto o la prueba del anillo de leche, realizadas con muestras de leche de tanque, son eficaces para el cribado y el control de la brucelosis en las vacas lecheras. Y la prueba de la brucelina cut nea puede emplearse en rumiantes y cerdos no vacunados, ya sea a modo de cribado o de prueba confirmativa a nivel de reba o cuando surgen positivos en las pruebas serol gicas en ausencia de factores de riesgo evidentes.

7 Requisitos para las vacunas y el material biol gico de diagn stico: La cepa 19 de brucella abortus y la cepa de B. melitensis contin an siendo los microorganismos vacunales de referencia para el control de las infecciones por brucella en ganado bovino y en ganado ovino y caprino, respectivamente, con las que deben compararse otras vacunas. Ambas deben prepararse a partir de cultivos de in culo suficientemente derivados. En algunos pa ses, la vacuna preparada con la cepa rugosa de B. abortus RB51 tambi n se ha convertido en la vacuna oficial para la prevenci n de la infecci n por B.

8 Abortus en ganado bovino. Para el control de la infecci n por brucella en cerdos no existe ninguna vacuna adecuada. Las preparaciones a base de brucelina deben estar libres de lipopolisac rido liso, y los ant genos para las pruebas serol gicas deben prepararse a partir de la cepa lisa de B. abortus 1119-3 o 99 y, en el caso del ELISA indirecto, tambi n a partir de la cepa lisa de B. melitensis 16M. Tanto las vacunas como las preparaciones a base de brucelina deben cumplir con la normativa correspondiente.

9 Bruelosis es el nombre gen rico que se aplica a las infecciones, humanas o animales, causadas por distintas especies del g nero brucella , principalmente brucella abortus, B. melitensis y B. suis. La infecci n de ganado ovino por B. ovis se describe por separado en el Cap tulo Epididimitis ovina. Agentes pat genos causales: La evidencia gen tica e inmunol gica indica que todos los miembros del g nero brucella est n estrechamente relacionados. Sin embargo, teniendo en cuenta que existen diferencias relevantes entre las principales variantes en cuanto al tipo de hospedador y a la epidemiolog a, as como evidencias moleculares de variaciones gen micas, el Comit Internacional de Sistem tica de Procariotas, Subcomit de Taxonom a de brucella , adopt en 2005 una decisi n firme sobre el retorno a las posiciones anteriores a 1986 en lo relativo a la taxonom a de brucella .

10 La consecuencia de ese posicionamiento es la reaprobaci n de las seis especies tipo de brucella con sus biovariedades reconocidas. Los nombres cl sicos relacionadas con las seis especies tipo de brucella est n publicados en las Listas Autorizadas de Nombres de Bacterias de 1980, y las cepas t picas designadas aparecen asociadas a esos nombres publicados y validados: brucella abortus, B. melitensis, B. suis, B. neotomae, B. ovis y B. canis1. Las tres primeras se subdividen en biovariedades por sus caracter sticas de cultivo y serol gicas (v anse las Tablas 2 y 3).