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Imaginación y creación en la edad infantil L. S. Vigotsky

imaginaci n y creaci n en la edad infantil L. S. Vigotsky Titulo original de la obra: Voobrazhenie i tvorchestvo v detskom vozraste. Traducci n: Francisco Mart nez. Revisi n t cnica: Dr. Ram n Cabrera Salort. Edici n: Lic. Alejandro Fern ndez Mier. Dise o: Justina G mez Herrera. Ilustraci n de cubierta: Blanca Nieves y el Pr ncipe, Yamila Rivero, 9 a os, 1975, Archivo del grupo Expresi n Creadora (Pl stica infantil ). Segunda edici n, 1999 Ministerio de Educaci n, 1987 Editorial Pueblo y Educaci n, 1987 ISBN 959 13 0710-1 EDITORIAL PUEBLO Y EDUCACI N Ave. 3ra.

Nuestro cerebro y nuestros nervios, que poseen una enorme plasticidad, transforman con facilidad su finísima estructura bajo la influencia de diversas excitaciones y conservan la huella de esas transformaciones si estas excitaciones son lo suficientemente fuertes o si se han repetido con la frecuencia

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1 imaginaci n y creaci n en la edad infantil L. S. Vigotsky Titulo original de la obra: Voobrazhenie i tvorchestvo v detskom vozraste. Traducci n: Francisco Mart nez. Revisi n t cnica: Dr. Ram n Cabrera Salort. Edici n: Lic. Alejandro Fern ndez Mier. Dise o: Justina G mez Herrera. Ilustraci n de cubierta: Blanca Nieves y el Pr ncipe, Yamila Rivero, 9 a os, 1975, Archivo del grupo Expresi n Creadora (Pl stica infantil ). Segunda edici n, 1999 Ministerio de Educaci n, 1987 Editorial Pueblo y Educaci n, 1987 ISBN 959 13 0710-1 EDITORIAL PUEBLO Y EDUCACI N Ave. 3ra.

2 A No. 4605 entre 46 y 60, Playa, Ciudad de La Habana, Cuba. CP 11300. NOTA A LA EDICI N El estudio sobre la creaci n pl stica infantil y otras esferas del arte. Tratado en este libro, se vale de las ideas reinantes en la psicolog a de la poca. Las concepciones fundamentales explicadas por el autor, cuyas teor as nacieron a partir de dicho estudio, tienen gran validez y autenticidad cient fica para la ejercitaci n y el desarrollo de la imaginaci n, las cuales se consolidan en el proceso creativo futuro. En la d cada de los a os 20 era com n esgrimir la tesis de la espontaneidad en las creaciones infantiles; sin embargo, las investigaciones de L.

3 S. Vigotsky constituyeron un aporte esencial al cultivo de la creaci n e imaginaci n en la edad escolar, y no han sido limitadas por la evoluci n sociohist rica, sino que contin an vigentes en nuestros d as. imaginaci n y creaci n en la edad infantil est destinado a los institutos superiores pedag gicos y concebido como un peque o ensayo de divulgaci n cient fica para padres y maestros. Editorial Pueblo y Educaci n NDICE Capitulo 1: creaci n y imaginaci n 5 Capitulo 2: imaginaci n y realidad 10 Capitulo 3: Mecanismo de la imaginaci n creadora 21 Capitulo 4: imaginaci n en el ni o y el adolescente 27 Capitulo 5: El martirio de la creaci n 34 Capitulo 6: creaci n literaria en la edad escolar 37 Capitulo 7: creaci n teatral en la edad escolar 60 Capitulo 8.

4 Dibujo en la edad infantil 65 Ap ndice 77 Bibliograf a 85 Cap tulo 1 creaci N E imaginaci N Llamamos actividad creadora cualquier tipo de actividad del hombre que cree algo nuevo, ya sea cualquier cosa del mundo exterior producto de la actividad o cierta organizaci n del pensamiento o de los sentimientos que act e y est presente solo en el propio hombre. Si observamos la conducta del hombre, toda su actividad, veremos con facilidad que en ella pueden distinguirse dos tipos fundamentales de proceder: a un tipo de actividad puede llam rsele reproductora y guarda estrecha relaci n con la memoria, su esencia consiste en que el hombre reproduce o repite normas de conducta ya formadas y creadas con anterioridad o revive las huellas de impresiones anteriores.

5 Cuando recuerdo la casa en la que pas me infancia o remotos pa ses que visit hace tiempo, revivo las huellas de las impresiones experimentadas en mi infancia temprana o durante estos viajes. Sucede lo mismo cuando copiamos del natural, escribimos o hacemos algo siguiendo un modelo dado, en todos estos casos reproducimos solo lo que existe ante nosotros o lo que ha sido asimilado o creado con anterioridad, nuestra actividad no ha creado nada nuevo, lo principal, su base, es la repetici n con mayor o menor exactitud de algo pasado. Es f cil comprender la enorme importancia que tiene para toda la vida del hombre la conservaci n de su experiencia anterior, hasta qu punto facilita su adaptaci n al mundo circundante creando y formando h bitos y costumbres que se repiten en circunstancias similares.

6 La base org nica de esta actividad reproductora o de la memoria es la plasticidad de nuestra sustancia nerviosa, entendemos por plasticidad la propiedad que tiene cualquier sustancia de transformarse y conservar las huellas de esta transformaci n, de esta manera, la cera, digamos, es m s pl stica que el agua o el hierro, porque permite ser transformada con mayor facilidad y conserva mejor la huella de su transformaci n que el agua. Solo ambas cualidades, en su conjunto, forman la plasticidad de nuestra sustancia nerviosa. Nuestro cerebro y nuestros nervios, que poseen una enorme plasticidad, transforman con facilidad su fin sima estructura bajo la influencia de diversas excitaciones y conservan la huella de esas transformaciones si estas excitaciones son lo suficientemente fuertes o si se han repetido con la frecuencia necesaria.

7 En el cerebro sucede algo semejante a lo que ocurre con una hoja de papel cuando se dobla por la mitad, en el lugar del doblez que da una marca como resultado de la transformaci n realizada y la propensi n a la repetici n de esta transformaci n en el futuro. Basta solo con soplar este papel para que se doble por el mismo lugar en que qued la huella. Lo mismo sucede con la huella dejada por una rueda sobre la tierra blanda; se forma una v a que fija las transformaciones hechas por la rueda y facilita su movimiento en el futuro. En nuestro cerebro las excitaciones fuertes o que se repiten con frecuencia producen el trillado semejante de nuevas v as.

8 Nuestro cerebro resulta ser un rgano que conserva la experiencia pasada y facilita su reproducci n; sin embargo, si la actividad del cerebro se limitara solo a la conservaci n de la experiencia anterior, el hombre seria un ser que podr a adaptarse principalmente a las condiciones estables acostumbradas del medio. Todas las transformaciones nuevas e inesperadas en el medio, que no hab an sido conocidas en la experiencia anterior del hombre, no podr an provocarle la reacci n de adaptaci n necesaria. Adem s de conservar la experiencia anterior, el cerebro realiza tambi n otras funciones no menos importantes. Adem s de la actividad reproductora, es f cil observar en la conducta del hombre otro tipo de actividad, denominada combinadora o creadora.

9 Cuando en mi imaginaci n trazo un cuadro del futuro o del pasado (digamos la vida del hombre en la sociedad socialista o la vida en tiempos remotos y la lucha del hombre prehist rico) en ambos casos, no reproduzco las mismas impresiones que una vez experiment , no solo restauro las huellas de excitaciones anteriores llegadas a mi cerebro , en realidad nunca he visto el pasado ni el futuro, sin embargo, puede tener de ellos mi representaci n, mi imagen, mi cuadro. Toda esta actividad del hombre cuyo resultado no es la reproducci n de impresiones o acciones que formaron parte de su experiencia, sino la creaci n de nuevas im genes o acciones, pertenece tambi n a esta segundo funci n creadora o combinadora.

10 El cerebro no solo es el rgano que conserva y reproduce muestra experiencia anterior, sino que tambi n es el rgano que combina, transforma y crea a partir delos elementos de esa experiencia anterior las nuevas ideas y la nueva conducto. Si la actividad del hombre se limitara a la reproducci n de lo viejo, ser a un ser volcado solo al pasado y sabr a adaptarse al futuro nicamente en la medida en que reprodujera ese pasado. Es precisamente la actividad creadora del hombre la que hace de l un ser proyectado hacia el futuro, un ser que crea y transforma su presente. Esta actividad creadora fundamentada en la capacidad combinadora de nuestro cerebro , es llamada por la Psicolog a imaginaci n o fantas a.


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