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Importancia de la determinación de Proteína C …

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE. Comunicaciones Cient ficas y Tecnol gicas 2003. Resumen: E-050. Importancia de la determinaci n de Prote na C Reactiva (PCR). como marcador de inflamaci n y riesgo cardiovascular. Estudio en individuos obesos de la Ciudad de Corrientes Sartor, P. - Gauna Pereira, M. C. C tedra de Fisiolog a Humana - Carrera de Bioqu mica - Facultad de Cs. Exactas y Naturales y Agrimensura - UNNE. Av. Libertad 5450 - (3400) Corrientes - Argentina. : +54 (03783) 425753 int. 153 - E-mail: INTRODUCCION. Es reconocido el rol que juega la inflamaci n en el desarrollo de la cardiopat a isqu mica, la aterosclerosis y las enfermedades en el sistema vascular perif De esto se deduce que la elevaci n de las prote nas de fase aguda reconocidas como marcadores de inflamaci n, tendr mucho valor en el pron stico de este tipo de enfermedades card ,12,15, 28,29. Una de estas mol culas sintetizadas por el h gado en una respuesta inflamatoria de fase aguda es la Prote na C Reactiva (PCR).

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE Comunicaciones Científicas y Tecnológicas 2003 Resumen: E -050 Importancia de la determinación de Proteína C Reactiva (PCR)

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1 UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE. Comunicaciones Cient ficas y Tecnol gicas 2003. Resumen: E-050. Importancia de la determinaci n de Prote na C Reactiva (PCR). como marcador de inflamaci n y riesgo cardiovascular. Estudio en individuos obesos de la Ciudad de Corrientes Sartor, P. - Gauna Pereira, M. C. C tedra de Fisiolog a Humana - Carrera de Bioqu mica - Facultad de Cs. Exactas y Naturales y Agrimensura - UNNE. Av. Libertad 5450 - (3400) Corrientes - Argentina. : +54 (03783) 425753 int. 153 - E-mail: INTRODUCCION. Es reconocido el rol que juega la inflamaci n en el desarrollo de la cardiopat a isqu mica, la aterosclerosis y las enfermedades en el sistema vascular perif De esto se deduce que la elevaci n de las prote nas de fase aguda reconocidas como marcadores de inflamaci n, tendr mucho valor en el pron stico de este tipo de enfermedades card ,12,15, 28,29. Una de estas mol culas sintetizadas por el h gado en una respuesta inflamatoria de fase aguda es la Prote na C Reactiva (PCR).

2 15,28 Existen en la actualidad numerosas investigaciones que avalan a la PCR como marcador de riesgo cardiovascular. 7,22,23,25,26,27,32,33 A pesar de ello, a n no se ha podido hacer uso cl nico de este marcador, como tampoco ha sido posible definir valores de referencia ni punto de corte. Esto se debe a que la determinaci n de la concentraci n de PCR est sujeta a una serie de factores que no permiten realizar un buen estudio epidemiol gico de su ,19. Los factores de riesgo que provocan un incremento en la probabilidad de padecer accidentes cardiovasculares, han sido objeto de estudio para los investigadores, desde hace m s de 20 a La identificaci n de dichos factores, permite que sean tratados prematuramente con el fin de disminuir la alta mortalidad causada por estos ,17,21. Ciertos factores de riesgo cardiovascular han sido totalmente reconocidos, entre ellos se encuentran la obesidad, la diabetes mellitus, las dislipidemias, la hipertensi n, los h bitos t xicos como el tabaquismo y antecedentes familiares directos de accidentes cardiovasculares, entre ,8,11,16.

3 En un estudio realizado sobre una poblaci n de 2484 individuos, incluidos en el The Hoorn Study los investigadores concluyeron que la PCR tiene valor predictivo de la mortalidad cardiovascular, sobre todo en asociaci n con otros factores de riesgo.,10. Por lo expresado, en el presente estudio hemos analizado los cambios en los niveles s ricos de la PCR en pacientes que poseen otro factor de riesgo cardiovascular como es la obesidad. La obesidad se define como un aumento de la cantidad de tejido adiposo, que en circunstancias normales constituye aproximadamente el 15% del peso corporal 31, y est asociada positiva e independientemente con la ocurrencia de enfermedades El 20% de la poblaci n de la Ciudad de Corrientes padece esta enfermedad 6; cifra que contribuye con los datos estad sticos de la mayor a de la poblaci n occidental que en las ltimas d cadas tambi n ha incrementado alarmantemente el n mero de sujetos que padecen esta afecci n, convirti ndose en un verdadero problema de la salud p ,9,20.

4 MATERIALES Y METODOS. 1. Sujetos experimentales Se trabaj con 60 individuos, provenientes de diferentes zonas de la ciudad de Corrientes, aplicando criterios de inclusi n y de exclusi n preestablecidos, seg n el siguiente esquema: Grupo I: Individuos obesos (n = 30), IMC < 25, de ambos sexos con edades entre 40 60 a os Grupo II: Individuos normopeso (n = 30), IMC 25 de ambos sexos con edades entre 40 60 a os Criterios de exclusi n: Embarazo, individuos que padezcan enfermedades consideradas factores de riesgo cardiovascular (salvo obesidad para el primer grupo), fumadores, consumo de medicamentos contra la obesidad y individuos que cursen al momento de la toma de muestra con alguna afecci n de car cter inflamatorio agudo. 2. M todos y T cnicas utilizadas a. Se realiz una encuesta semiestructurada conteniendo tems correspondientes a medidas antropom tricas: peso, talla, di metro de cintura y di metro de cuello. Dichas medidas se realizaron con balanza de hasta 150 kg de capacidad y cinta m trica met lica.

5 El IMC ( ndice de Masa Corporal) fue calculado a partir de la f rmula Quetelet (IMC = peso/. talla). El Comit de Expertos propuso una clasificaci n del IMC con intervalos de 25 a para sobrepeso, 30 a para obesidad y mayor o igual a 40 para obesidad m rbida, bas ndose principalmente en la asociaci n entre el IMC y la b. Se obtuvo el suero de estos individuos quienes presentaban ayuno previo de 10 horas al momento de la extracci n de sangre. Se determin Prote na C Ractiva (cuantitativa) por m todo inmunoturbidim trico con l tex (L nea Turbitest AA. Wiener-lab). UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE. Comunicaciones Cient ficas y Tecnol gicas 2003. Resumen: E-050. 3. An lisis de los datos Se elabor una planilla con los datos de cada sujeto, incluyendo edad, sexo, peso, talla, presiones sist lica y diast lica, dieta, actividad f sica y antecedentes familiares. Se realiz para cada grupo an lisis estad stico descriptivo, utilizando el software Statistix (Analytical Software Versi n ).

6 18. Para observar las variaciones de la Prote na C Reactiva en funci n de la variaci n dela edad, sexo e IMC (test de comparaci n) se realiz el an lisis de la Varianza a una v a (One Way Anova), utilizando el mismo Software indicado anteriormente. RESULTADOS Y DISCUSION. Analizando la variaci n de la PCR en funci n del sexo, la media observada fue mayor para el sexo masculino; la evaluaci n de la varianza de ambas grupos sin embargo, no arroj diferencias significativas (One Way Anova - p >. ) Gr fico N 1. mg/l 0,5. 0,4. 0,3. 0,2. 0,1 0,28 0,43. 0. FEMENINO. MASCULINO. Gr fico N 1: PCR en funci n del sexo Tampoco demostr poder discriminante el an lisis de la variancia considerando a la PCR en funci n de la edad (One Way Anova - p> ), que fuera categorizada por quinquenios. Comparando las medias obtenidas en cada grupo seg n progresaba la edad, stas no mostraron una tendencia definida. Gr fico N 2. Gr fico N 2: PCR en funci n de la edad mg/l 0,6.

7 0,5. 0,4. 0,3. 0,2. 0,1 0,51 0,39 0,59 0,5. 0. 40 - 44 45 - 49 50 - 54 55 - 60. UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE. Comunicaciones Cient ficas y Tecnol gicas 2003. Resumen: E-050. Considerando ahora a estas dos variables independientes en conjunto (sexo y edad categorizada por decenio), se observa que se mantiene el mismo resultado estad stico que fuera hallado analizando concentraci n de PCR vs edad, pero no con respecto a la concentraci n de PCR vs sexo (General AOV/AOCV - p < ). Gr fico N 3. mg/l 0,5. 0,48. 0,4. 0,35. 0,3. 0,2. 0,1. EDAD. 0,18 0,41 50 - 60. 0 40 - 49. FEMENINO. MASCULINO. Gr fico N 3: Concentraci n de PCR vs edad y sexo Analizando por ltimo la relaci n entre la concentraci n de PCR en funci n del IMC, en primer lugar se separaron dos poblaciones estimando a los normopesos y obesos: no se obtuvieron diferencias significativas (One Way Anova - p >. ). Si se diferenciaba a los distintos grados de obesidad seg n los criterios de la OMS, se obtuvieron 4 nuevas categor as: normopeso (IMC < 25) obesidad de grado I (25 IMC ) obesidad de grado II (30 IMC ).

8 Obesidad de grado III (IMC 40). Bajo esta nueva categorizaci n el an lisis de la varianza arroj diferencias significativas (General AOV/AOCV p < ). Realizando la comparaci n de medias con el test de Scheffe, se estableci como significativamente diferente al grupo Obesidad de grado Gr fico N 4: PCR en funci n del IMC. III con respecto del resto. Gr fico N . 4. Estos resultados concuerdan con los NORMOPESO. de la mayor a de los autores de la OBESO. bibliograf a consultada. A pesar que a n no est recomendado un estudio 0,22. masivo de la poblaci n para conocer sus niveles de esta prote na en sangre, los investigadores consideran que cada nuevo an lisis al respecto permite refinar m s las probabilidades que tiene cada individuo de 0,42. beneficiarse de la medici n de la prote na. As , creen que llegar el momento en que la medici n de la PCR constituir una herramienta til para evaluar a poblaciones con riesgo 0,22. cardiovascular, como lo es la 0,21.

9 Poblaci n obesa. NORMOPESO. GRADO I. 0,26 GRADO II. GRADO III. 1,38. UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE. Comunicaciones Cient ficas y Tecnol gicas 2003. Resumen: E-050. BIBLIOGRAFIA. 1. AMERICAN HEART ASSOCIATION. Heart and stroke facts: 1996 Statistical Supplement. Dallas, American Heart Association, 1996;1-23. 2. BJORNTORP P. Visceral obesity. A civilization syndrome. Obes Res 1993; (1):206 222. 3. CANALES F, ALVARADO E, PINEDA E. Manual para el Desarrollo del Personal de Salud. Segunda Edici n. Serie Paltex para Ejecutores de Programas de Salud. N 35. 1994. 4. CONIGLIO RI. Aterosclerosis coronaria: Criterios para la detecci n de individuos de alto riesgo. I. Estudios presuntivo y confirmatorio. Acta Bioqu mica Cl nica Latinoamericana 1994; Vol XXVIII, N 4, 519 527. 5. GARC A MOLL X, KASKI JC. Cardiopat a Isqu mica: Marcadores de inflamaci n y riesgo cardiovascular. Rev Esp Cardiol 1999; 52: 990-1003. 6. GRACIANO F, AZULA J, VALLEJOS J, RASMUSSEN R, BRIZUELA M, FERN NDEZ C.

10 Encuesta de prevalencia de factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares en la provincia de Corrientes. Comunicaciones Cient ficas y Tecnol gicas 2000 de la UNNE. Ciencias M dicas. Trabajo N 60. ISBN 950-656-034-X. 7. GUSSEKLOO J, SCHAAP MCL, FROLICH M, BLAUW GJ, WESTENDORP RGJ. C-Reactive Protein is a Strong but Nonspecific Risk Factor of Fatal Stroke in Eldery Persons. Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology 2000; 20:1047. 8. HUERTA MG, NADLER JL. Role of inflammatory pathways in the development and cardiovascular complications of type 2. diabetes. Curr Diab Rep 2002 Oct;2(5):396-402. 9. ILADIBA: La obesidad, una epidemia no reconocida. Art culo de revisi n. ILADIBA. XII (1): 54 (enero), 1998 XII (11): 19-20; 24 (noviembre), 1998 10. JAGER A, VAN HINSBERG VWM, KOSTENSE PJ, EMEIS JJ, YUDKIN JS, NIJPELS G, DEKKER JM, HEINE RJ, BOUTER LM, STEHOUWER CDA. Von Willebrand Factor, C-Reactive Protein, and 5-Years Mortality in Diabetic and Nondiabetic Subjects.