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La Salud Mental de los estudiantes universitarios - SciELO

EDITORIAL / EDITORIAL. Rev Med Hered. 2019; 30:219-221. DOI: Esta obra est bajo una Licencia Creative Commons Atribuci n Internacional. La Salud Mental de los estudiantes universitarios Mental health among University students Uno de los muchos temas que hasta hace pocos a os no era materia de discusi n relevante en c rculos docentes y acad micos ha sido el de la Salud Mental de los estudiantes universitarios ; las razones eran variadas, pero en todas ellas operaba la noci n de que el hecho mismo de haber ingresado luego de aprobar ex menes duros y exigentes constitu a una suerte de certificaci n de un contexto personal, an mico, cognitivo o emocional normal en la mayor a sino en todo el cuerpo estudiantil.

a ad Menta de s estdiantes niversitaris United States. J Nerv Ment Dis. 2011; 199(5):301- 308. 5. Fernández A. Trastornos psiquiátricos durante la infancia y la adolescencia. En: Introducción a la Psiquiatría (Suárez Richards M.,Comp), 4a Ed. 8. Buenos Aires, Argentina: Editorial Polemos; 2012. of mental health services and barriers to use ...

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  Health, Mental, Mental health, Meant

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1 EDITORIAL / EDITORIAL. Rev Med Hered. 2019; 30:219-221. DOI: Esta obra est bajo una Licencia Creative Commons Atribuci n Internacional. La Salud Mental de los estudiantes universitarios Mental health among University students Uno de los muchos temas que hasta hace pocos a os no era materia de discusi n relevante en c rculos docentes y acad micos ha sido el de la Salud Mental de los estudiantes universitarios ; las razones eran variadas, pero en todas ellas operaba la noci n de que el hecho mismo de haber ingresado luego de aprobar ex menes duros y exigentes constitu a una suerte de certificaci n de un contexto personal, an mico, cognitivo o emocional normal en la mayor a sino en todo el cuerpo estudiantil.

2 Es necesario afirmar ahora que tal no es el caso y que, por el contrario, la convergencia de una serie de circunstancias puede contribuir a que el estudiantado universitario represente m s bien una poblaci n de riesgo m s o menos alto para la ocurrencia de problemas de Salud Mental (1). El art culo de Sindeev et al. (2), publicado en este n mero de la Revista M dica Herediana, as lo demuestra. El ingreso a una instituci n de educaci n superior tiene lugar en una fase decisiva del ciclo vital de todo ser humano: el final de la adolescencia y el comienzo de la adultez joven. No se trata solamente de la materializaci n inicial de aspiraciones orientadas a un largo futuro, a una carrera que engrana vocaci n profunda y anhelo intenso de satisfacciones y xito.

3 Este proceso tiene lugar en un momento en que el/la estudiante afronta tambi n cambios psicofisiol gicos marcados, afrontes socio-existenciales complejos y hasta impredecibles, un entorno a veces radicalmente diferente generado por alejamientos familiares que no por planeados dejan de ser experiencias nuevas y desaf os formidables (3). Esta etapa, la de la vida universitaria entra a, particularmente en los primeros a os, la experiencia de activos factores de riesgo y el eventual uso de factores de protecci n, todos ellos actuando en el escenario de predisposiciones personales que los cl nicos llaman personalidad o identidad, un conglomerado de variables bio-psico-socio-cultural- espirituales que incitan o aten an xito o fracaso en la nueva etapa vital (4).

4 Entre los factores de riesgo, se cuentan la renovada complejidad del rea de estudios escogida, el reto cuotidiano a la autenticidad y la solidez de la vocaci n que abri la ruta del estudiante a sus nuevos claustros, la calidad ntima de una adaptabilidad no expuesta a pruebas similares en el pasado, la competitividad con los nuevos amigos o adversarios, la diferente urdimbre de bullying, conflictos, romances o - tal vez peor a n - indiferencia de los flamantes condisc pulos. El desenlace de estas circunstancias puede tomar muchos a os. El/la estudiante universitario(a) utilizar tambi n los llamados factores de protecci n, una gama de recursos que cumplen roles de defensa, de afrontamiento, de manejo individual o colectivo de situaciones estresantes, de fomento y forja de fuentes de esperanza, tenacidad, empat a y coraje.

5 M s all de los componentes individuales o personales, entran en vigencia la cautivante atracci n de los temas o actividades acad micas que condujeron al alumno a esta nueva ruta de su formaci n, las satisfacciones iniciales de un conocimiento in dito, el apoyo profundo y leal de la familia cercana o lejana, las nuevas amistades forjadas en el altar de intereses acad micos comunes. No obstante, todo ello puede no ser suficiente para refrenar vivencias an malas que van desde rasgos o s ntomas m s o menos aislados hasta manifestaciones psicopatol gicas en urgente necesidad de tratamiento primario o especializado. Se incluyen en esta rea cl nica cuadros de depresi n, ansiedad, abuso de sustancias, acentuaci n de rasgos de personalidad anormal y varios otros.

6 En los grupos etarios correspondientes al estudiantado universitario, los s ntomas tanto cognitivos como afectivos son interiorizados y se presentan con una mayor intensidad. Son relativamente frecuentes tambi n los trastornos conductuales, conducta sexual promiscua, agresividad, retraimiento, humor fluctuante (5). Rev Med Hered. 2019; 30:219-221 219. La Salud Mental de los estudiantes universitarios EDITORIAL / EDITORIAL Alarc n Renato D. En este contexto, es conocida la prominencia de depresi n y sus variantes nosol gicas en la llamada Carga Global de Enfermedad (6); dentro de ella, se da una variedad de las llamadas conductas suicidas: desde pensamientos de muerte hasta consumaci n del acto, pasando por franca ideaci n suicida y una variedad de gestos o actos auto- destructivos de reiterada frecuencia e intensidad creciente (7).

7 Al igual que en otros segmentos poblacionales en nuestro pa s y en el mundo, sta es una realidad hoy innegable entre muchos miembros de comunidades estudiantiles universitarias. Resulta pues urgente que las instituciones acad micas act en en varios frentes a fin de controlar o aliviar esta situaci n que parece afectar a, por lo menos, una cuarta parte de su poblaci n estudiantil. En t rminos preventivos, se trata de brindar a todo nivel un ambiente acogedor, positivo, ameno, claramente orientado al bienestar an mico, espiritual e intelectual de los estudiantes . Desde la planta f sica hasta la actitud de los docentes, desde las tareas de ense anza y aprendizaje hasta las actividades culturales o sociales, la instituci n universitaria debe hacer honor a su finalidad fundamental: formar profesionales competentes que posean, al mismo tiempo, aut ntica calidad humana, plena estabilidad emocional y una visi n integral de su futuro.

8 Pueden contribuir a ello, medidas espec ficas aun antes del proceso formal de admisi n y matr cula que debe ser, por definici n, objetivo y completo; en otras palabras, una de las responsabilidades definidas de la universidad, desde el primer momento en que asume sus tareas pedag gicas, es velar continua y plenamente por el bienestar de todos sus estudiantes . Esta tarea va m s all , sin embargo. La universidad debe forjar una cultura abierta y objetiva de mantenimiento de ese bienestar y de oportunidades de b squeda de ayuda profesional especializada si el estudiante enfrenta momentos o experiencias dif ciles. La existencia de centros de atenci n m dica espec ficamente orientados al resguardo de la Salud integral del alumnado es condici n indispensable y que el campo de la Salud Mental cuente con personal y ambientes apropiados de evaluaci n es, obviamente, un aspecto fundamental de estos programas.

9 La disponibilidad de los docentes como asesores o consejeros constituye un paso saludable de confianza, di logo y, eventualmente, detecci n temprana de problemas que requieran referencia a aquellos Centros. La privacidad y el pleno apoyo institucional (incluyendo comunicaci n con familiares, cuando fuere necesario) deben ser garantizados. La evaluaci n cl nica puede conducir a decisiones o medidas terap uticas de magnitud diversa, dictadas por la naturaleza del diagn stico al que se arribe. Pueden incluir consejer a Mental , psicoterapia, farmacoterapia y hasta referencias de hospitalizaci n en caso necesario. La universidad debe alentar decididamente al estudiante afectado a implementar tales sugerencias, contando deseablemente con un claro apoyo familiar.

10 En todo caso, la responsabilidad institucional abarca el seguimiento que, desde la perspectiva acad mica, tiene que ver con los pasos subsecuentes en la carrera del (o la) docente. En suma, la Salud Mental del estudiantado universitario es un aspecto fundamental en la conducci n de la educaci n superior, garant a esencial de una trayectoria exitosa. Hoy en d a, al prest rsele m s atenci n que hace algunas d cadas, se detecta una mayor prevalencia de una variedad de cuadros cl nicos de severidad diversa, dentro de los cuales predominan estados de depresi n y ansiedad (8). La responsabilidad institucional se extiende a tareas de prevenci n, constante apoyo ambiental, disponibilidad de oficinas y personal a cargo de labores de diagn stico temprano, variado manejo inicial y pertinentes disposiciones adicionales, dictadas por una evaluaci n integral del caso individual.


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