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RELACIONES DE GÉNERO Y ESTRUCTURAS FAMILIARES: …

RELACIONES DE G nero Y ESTRUCTURAS familiares : reflexiones A prop sito DEL A O INTERNACIONAL DE LA FAMILIA. LAURA GUZM N STEIN, Familia y G nero : Definiendo los Conceptos Centrales Se me ha encomendado desarrollar el tema Familia y G nero . Como ste es muy general, he querido delimitarlo para que nos sea m s f cil comprender el significado de la relaci n entre ambos conceptos y sus implicaciones en la vida cotidiana, en la legislaci n y en las pol ticas que desarrollan nuestros gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y los organismos internacionales. Con este prop sito , inici la reflexi n plante ndome cu l ser a la primera pregunta que me har a una persona no familiarizada con el tema. Muy posiblemente sta ser a: qu es el g nero ? Tiene algo que ver con el sexo ? El g nero es una construcci n cultural de lo que entendemos por femenino y masculino , y por ello hace referencia a los aspectos no biol gicos del sexo.

RELACIONES DE GÉNERO Y ESTRUCTURAS FAMILIARES: REFLEXIONES A PROPÓSITO DEL AÑO INTERNACIONAL DE LA FAMILIA LAURA GUZMÁN STEIN, PH.D. 1 Familia y Género: Definiendo los Conceptos Centrales Se me ha encomendado desarrollar el tema Familia y Género. Como éste es muy general, he querido delimitarlo para que nos sea más fácil …

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1 RELACIONES DE G nero Y ESTRUCTURAS familiares : reflexiones A prop sito DEL A O INTERNACIONAL DE LA FAMILIA. LAURA GUZM N STEIN, Familia y G nero : Definiendo los Conceptos Centrales Se me ha encomendado desarrollar el tema Familia y G nero . Como ste es muy general, he querido delimitarlo para que nos sea m s f cil comprender el significado de la relaci n entre ambos conceptos y sus implicaciones en la vida cotidiana, en la legislaci n y en las pol ticas que desarrollan nuestros gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y los organismos internacionales. Con este prop sito , inici la reflexi n plante ndome cu l ser a la primera pregunta que me har a una persona no familiarizada con el tema. Muy posiblemente sta ser a: qu es el g nero ? Tiene algo que ver con el sexo ? El g nero es una construcci n cultural de lo que entendemos por femenino y masculino , y por ello hace referencia a los aspectos no biol gicos del sexo.

2 Es una categor a de an lisis desarrollada para el estudio de las RELACIONES entre mujeres y hombres y la comprensi n de los factores estructurales que influyen en la subordinaci n y discriminaci n femenina (Facio, 1992;Guzm n, 1992;Sharratt,1988). Explica la dicotom a que presenta los sexos como opuestos, as como aquellas formas de comportamiento, representaciones y valoraciones que la cultura identifica como femeninas o masculinas, de acuerdo a la asignaci n de roles distintos para cada uno de los sexos (Facio,1992). Esta distinci n es til en tanto permite comprender que muchas de las diferencias hombre- mujer tienen poco que ver con diferencias biol gicas, respondiendo m s bien a estereotipos de g nero , como creencias socialmente compartidas acerca de ciertas cualidades que le son asignadas a las personas en raz n de su sexo.

3 Igualmente, permite explicar el impacto diferencial que tiene en las personas la experiencia de ser hombre o mujer en una determinada sociedad y en un momento hist rico particular (Guzm n, 1993). G nero y sexo se usaron en el pasado como sin nimos, pero hoy d a ambos conceptos han asumido significados m s precisos, aunque el primero se ha construido a partir de una exagerada importancia dada a las diferencias sexuales biol gicas. El sexo se refiere a las caracter sticas que diferencian a 1. Doctora en Trabajo Social, catedr tica de la Universidad de Costa Rica en donde es profesora de la Escuela de Trabajo Social y la Maestr a en Estudios de la Mujer y coordinadora del Programa Interdisciplinario de Estudios de G nero (PRIEG UCR). Trabaja tambi n con el Instituto Interamericano de Derechos Humanos, organismo acad mico internacional, en el que tiene a cargo el Programa Mujer y Derechos Humanos.

4 1. mujeres y hombres, determinadas por elementos f sicos que cada persona trae consigo al nacer, como rganos genitales, estados hormonales, cromosomas, caracteres sexuales secundarios, as como la capacidad de reproducci n en las mujeres y la de engendrar en los hombres, entre otras (Guzm n,1992;. Sharratt, 1988). Tampoco debemos entender el g nero como sin nimo de mujer , a pesar de que ste es un error com nmente cometido por quienes realizan estudios, formulan, formulan o ejecutan pol ticas y programas, se proponen legislar o prestan servicios para las mujeres con perspectiva de g nero (Facio, 1992;. Guzm n, 1990). Una consideraci n de esta naturaleza es err nea, pues los hombres tambi n responden a una asignaci n gen rica, ya que igualmente se espera de ellos determinados comportamientos y conductas coherentes con los roles que les han sido definidos por la cultura.

5 Es en los procesos de socializaci n gen rica que las mujeres van aprendiendo a aceptar como naturales su subordinaci n y discriminaci n, las que van asimilando como una condici n que viene dada por su naturaleza de mujer, mientras que los varones internalizan la dominaci n como un rasgo que proviene tambi n de su condici n de hombre. Romper con estos estereotipos y normas culturales no es f cil, ya que la persona que no comporte apropiadamente, recibir sanciones sociales de diverso tipo (Burgos, 1988;. Facio, 1992; Guzm n, 1990, 1991, 1992). Sin embargo, dado que la subordinaci n es una construcci n cultural, es posible esperar una transformaci n de estas RELACIONES fundadas en la desigualdad, el dominio, la dependencia y la intolerancia. Surge ahora una segunda pregunta: cu l es la relaci n entre el g nero y la familia?

6 Como construcci n cultural, el g nero se materializa en las RELACIONES sociales que establecen mujeres y hombres en distintos mbitos de la sociedad. El nivel m s primario en donde se producen estas RELACIONES es la familia. A la vez, sta es uno de los agentes de socializaci n gen rica m s importantes de la sociedad. Encontramos RELACIONES de g nero en las RELACIONES que establecen las parejas de diferente o el mismo sexo, los padres con las hijas y con los hijos, las madres con su prole, los hermanos y las hermanas, De cada uno y una se espera determinados comportamientos seg n el sexo con que haya nacido, as como el cumplimiento de roles asignados seg n la divisi n sexual seg n la divisi n sexual del trabajo. La familia es una organizaci n social din mica y compleja, pero para llegar a comprenderla es necesario analizar los roles que desempe an sus integrantes en el marco de estas RELACIONES y su efecto en las condiciones y calidad de vida de cada una de las personas que integran esa unidad, las necesidades e intereses que derivan de stas y los conflictos que se producen como resultado de divergencias entre sus miembros.

7 As como nos hemos acostumbrado a pensar que lo femenino y masculino . responden a diferencias naturales, tambi n hemos aprendido a concebir la familia como una unidad de intereses en la que todas las personas que la integran buscan lo mejor para sus otros miembros, una unidad en la que priva la tolerancia, la comprensi n y la equidad en la toma de decisiones. Esta visi n 2. que yo llamo rom ntica, choca estrepitosamente con la realidad que se vive cotidianamente en todas las familias. Antes que unidad de intereses comunes, la familia es una unidad de intereses en conflicto. Las familias est n constituidas por personas que tiene distintas necesidades en raz n de los roles de g nero que les han sido asignados, la edad, su posici n en el mercado de trabajo, el estado civil, el nivel de escolaridad, y la orientaci n religiosa o pol tica, para citar algunas de las caracter sticas que m s influyen en estos procesos.

8 Sin embargo, estas diferencias son, por lo general, ignoradas en detrimento de quienes tienen una posici n de subordinaci n y menos poder dentro de la estructura familiar, principalmente las mujeres de todas las edades (Batres & Claramunt, 1993; Guzm n, 1991; Moser, 1993; Paolucci, Hall &. Axinn, 1977). Es m s, estas diferencias son empleadas en muchos casos por los varones adultos y j venes como justificaci n para abusar y utilizar la violencia en contra de stas y otros miembros considerados como dependientes ( las ni as, los ni os, las personas discapacitadas y mayores). (Batres &Claramunt, 1993). La familia contin a siendo una de las instituciones primarias de socializaci n gen rica en todas partes del mundo. En ella, las ni as son ense adas a ser obedientes, disciplinadas, dependientes y subordinadas al var n, mientras que los ni os aprenden a ser racionales, agresivos, independientes y fuertes, cre ndose con ello las condiciones para que las primeras se coloquen en una posici n de inferioridad y subordinaci n con los varones.

9 Varias autoras y autores (Batres & Claramunt, 1993; Finkelhor & Russel, 1984; Profamilia, 1992;. Walker, 1979) han se alado c mo la familia y otros agentes socializadores contribuyen a desarrollar en cada g nero , estas caracter sticas. Por una parte, el proceso de socializaci n masculina fomenta el uso de la violencia en los varones como medio para resolver conflictos, demostrar valor y poder. Los juegos masculinos son un buen ejemplo de ello, ya que fomentan el uso de lenguaje y acciones rudas. Por diversos medios, ellos tambi n son entrenados para la independencia, la competencia en equipo, ejercer el poder sobre otras personas consideradas como m s d biles y reprimir sus emociones y sentimientos. Pero igualmente son ense ados a separar el sexo de las RELACIONES afectivas, y a la vez, para asociarlo a las emociones y sexualizar estas ltimas, lo que promueve que se exciten frente a los contactos afectuosos y desvaloricen la calidad de la relaci n con su compa era o compa eras.

10 Las mujeres, en cambio, aprenden a ser sumisas, a temer la independencia, a desconfiar de otras mujeres, lo que contribuye a su aislamiento. Su educaci n gen rica privilegia el desarrollo de comportamientos que denotan preocupaci n por las necesidades de los dem s, la calidad de las RELACIONES interpersonales, la afectividad antes que la sexualizaci n de sus RELACIONES . Esta formaci n diferenciada por sexo de acuerdo a roles de g nero fomenta no solo la dependencia femenina, sino la violencia contra ellas por parte de los hombres y la sociedad. La reproducci n de lo que debemos entender por femenino y masculino es reforzada por cuentos y juegos infantiles, la ense anza impartida por instituciones educativas, las instituciones religiosas y los medios de comunicaci n. En este proceso, los varones aprenden a concebir sus necesidades e intereses como los principales, mientras que las mujeres a subordinar las suyas en funci n de las dem s integrantes del n cleo familiar.


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