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Control y Dominación. Teorías Criminológicas Burguesas y ...

Nueva criminolo$ a Y derecho traducci n de IGNACIO MU AGORRI Control Y DOMINACION Teoriu~ crintinoZ gicus bargae~as y proyecto hegem nico Por MASSIMO PAVARNI Epilogo de ROBERTO BERGALLI Siglo veintiuno editores Argentina s. a. LAVALLE 1634 11 A (C1048 AAN), BUENOS AIRES, REP BLICAARGENTINA Siglo veintiuno editores, de CERRO DEL AGUA 248, DECEGACI N COYOAC N, 04310, M XICO, D. F. 364 Pavarini, Massimo PAV Control y dominaci n: teor as criminol gicas Burguesas y proyecto hegem 1%. ed. - Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 2002. 224 p. ; 21x13 (Nueva cnminolog a y derecho) Traducci n de: Ignacio Mu agorn ISBN 987-1 105-19-3 1. T tulo. - 1. Cnminolog a T tulo original: La niminologia O 1980, Le Monnier O 1983, Siglo XXI Editores, de Edici n al cuidado de Jorge Tula Portada original de Anhelo Hern ndez Adaptaci n de portada: Daniel Chaskielberg 1"dici n argentina: ejemplares O 2002, Siglo XXI Editores Argentina ISBN 987-1 105-19-3 Impreso en Industria Gr fica Argentina Gral.

f NDICE PRESENTACI~N ADVERTENCIA DEL AUTOR A LA EDICIÓN ESPANOLA PREMISA PRIMERA PARTE: CRlMlNOLOGfA Y ORDEN BURGUÉS r. La primacía de la politica en las primeras formas de conocimiento

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1 Nueva criminolo$ a Y derecho traducci n de IGNACIO MU AGORRI Control Y DOMINACION Teoriu~ crintinoZ gicus bargae~as y proyecto hegem nico Por MASSIMO PAVARNI Epilogo de ROBERTO BERGALLI Siglo veintiuno editores Argentina s. a. LAVALLE 1634 11 A (C1048 AAN), BUENOS AIRES, REP BLICAARGENTINA Siglo veintiuno editores, de CERRO DEL AGUA 248, DECEGACI N COYOAC N, 04310, M XICO, D. F. 364 Pavarini, Massimo PAV Control y dominaci n: teor as criminol gicas Burguesas y proyecto hegem 1%. ed. - Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 2002. 224 p. ; 21x13 (Nueva cnminolog a y derecho) Traducci n de: Ignacio Mu agorn ISBN 987-1 105-19-3 1. T tulo. - 1. Cnminolog a T tulo original: La niminologia O 1980, Le Monnier O 1983, Siglo XXI Editores, de Edici n al cuidado de Jorge Tula Portada original de Anhelo Hern ndez Adaptaci n de portada: Daniel Chaskielberg 1"dici n argentina: ejemplares O 2002, Siglo XXI Editores Argentina ISBN 987-1 105-19-3 Impreso en Industria Gr fica Argentina Gral.

2 Fructuoso Rivera 1066, Capital Federal, en el mes de enero de 2003 Hecho el dep sito que marca la ley Impreso en Argentina - Made in Argentina f NDICE PRESENTACI~N ADVERTENCIA DEL AUTOR A LA EDICI N ESPANOLA PREMISA PRIMERA PARTE: CRlMlNOLOGfA Y ORDEN BURGU S r. La primac a de la politica en las primeras formas de conocimiento criminol gico, 27; 11. Derecho a castigar y libertades burgueses, 40; iri. IJroceso productivo y necesidad disciplinar, 31; iv. Saber crimi- nol gico y estrategia del Control social en el Iluminismo, SS; V. La invenci n penitenciaria: de la eliminaci n a la reintegraci n del criminal, 3G; VI. Conocimiento criminoldgico e instituci n arce- laria. $8; vil. La revoluci n industrial: miseria y criminalidad, 40; vrir.

3 La criminolog a de la segunda mitad del siglo xrx: hombre delincuente y clases peligrosas, 43; IX. Luces y sombras de una ciencia comprometida desde su inicio, 47; x. Positivismo crimino- 16gico e ideolog a de la dcfeiisa social, 49: xr. El modelo integrado de ciencia penal, 52 r. Malestar .social y anomia en la crisis del liberalismo cl sico, 55; ti. El derrumbe del enfoque positivista, 56, 111. La primada del an lisis sociol gico en la criminologfa estadounidense, 60; N. La g6riesis del concepto de desviaci n, 62; v. Desviaci n e ideologia del melting pot, ,64; n. Demorden y ciudad: la ecologia criminal. 67; nr. Capital monopolista y Control difuso, 71; mi. Estado asistencia1 y politica del Control social, 75; ix.

4 *edad opulenta y pesimismo criminol gico, 76; x. Crisis del welfare, 79; xr. Dainstitucionaliza- ci6n y guetizaci6n en la crisis fiscal del estado, 82; xrr. Nuevas ten- dencias en la politica segregativa, 85; xrir. La radicalizaci n de las posiciones en la criminologfa contemportinea, 89 SEGUNDA PARTE: INDIVIDUO, AUTORIDAD Y CRIMEN: LAS TEORfAS CRIMINOLOGICAS 1. LAS TEO~AS CRIMINOL&ICAS DE LA INTECRACI~N SOCIAL 1. El paradigma etiol gico en la interpretaci n positivista de la 151 criminalidad. 89; ir. Algunas criticas al enfoque positivista en crimi- riologia, 98; III. Las teorias psicoanal ticas sobre la acci6n criminal y la sociedad puiiitiva; iv. Las teorias de la anomia y de las sub- culturas criminales, 108, V.

5 La naturaleza histdrica y pol ticamente determinada de la teor a funcionalista de la anomia y de las inter- pretaciones subculturales, 112. 2. LAS INTERPRETACIONES CRIMINOL&IUS AGN STICAS EN LA SOCIEDAD PLURALlSTA 119 r. La teor a de la asociaci n diferencial y de la criminalitla<l de los cuellos blancos, 120; ir. Asociacioiies diferenciales y criminalidad de los cucllos blancos cii la interpretaci6ii de las nuevas formas de cri- minalidad, 123; 111. El panorama intcraccionista del encasillamiento, 127; iv. La equivoadad del lobelling approarh (enfoque encasilla- dor), 130 3. ENFOQUES URIMINOL&ICOS EN LA INTEKPRLTACLON GON- DE LA SOCIEDAD 138 r. El proceso de criminalizaU6n en las teorias conflictivas, 139; 11.

6 El discivlinamieiito del conflicto e11 los te6ricos del conflicto. 141: 111. ~&nologfa y marxismo o el problema de una crimi~iolo~ia matcriallsta, 148; rv. Las posiciones radicales de la desviaci6n: de la "nueva criminologia" a la "criminologia critica", 155 I. Fracaso del reformismo social y obsolesccncia crimiiiol gica, 166; 11. El "irresistible" ascenao del nuevo realismo criminolbgico, 168; 111. La mala mnciencia del buen crimin6log0, 171 A. Obras de caricter general, 173; B. Para actualizarse, 175; c. Una bibliograf a sobre temas espec ficos. 176: D. Saber criminol giw y orden burgub, 178; E. Las teor as crimiiiol gicas, 186 Poco antes de comenzar la traducci n de este libro tuve la des- dicha de ver un programa en la televisi n espa ola sobre las c r- celes de mhxima seguridad.

7 ' Y digo la desdicha porque aun sa- biendo de la voluntad desinformativa de la mayoria de los medios de informaci n uno mantiene la peque a ilusi n, que quiz surge del pesimismo y la desesperanza, de que incluso a trav s de esos medios, en alg n momento, pueda infiltrarse al- guien que diga realmente lo que pasa. El programa fue desdi- chado y desinformativo, si los hay, aunque pudo haber alguien que alguna utilidad ideol gica, supongo, obtendr a. Las desdichas, no es que se compensen, ahi quedan, pero jun- to a ellas tambi n hay momentos gratos y otras miradas y otras lecturas que no s lo permiten la comprensi n de la realidad sino tambi n la solidaridad y la perplejidad suficientes para se- guir vivos.

8 Creo que este libro que he tenido el placer de tradu- cir pertenece a ellas. La amistad que me une con su autor Massi- mo Pavarini, entra able compa ero de mis d as bolo eses, la calidad y belleza de su libro y la enorme utilidad que, estoy convencido, ofrece para la informaci n y la discusi n, tan nece- sarias, sobre eso que se llama Criminologia, explican sobrada- mente esta traducci n. Es peculiar la presencia oficial de la criminologia en Espa a. Singularmente, en la primavera de 1980 entre una serie de pun- tos program ticos que el Ministerio del Interior relacionaba en un proyecto de lucha contra la criminalidad aparec a, en un punto, la criminologia como nueva arma, entre otras, para inten- tar acabar con el infiel.

9 Y en aquel conjunto de deseos de lucha- protecci n contra los enemigos de la propiedad privada, contra la droga, contra la honestidad, deshonestidad en grado sumo, surg a, como no, un intento de legitimaci n a trav s de una cien- cial social vacia de objeto, pero en la que se empe aban un sin- n mero de finalidades absolutamente injustificadas e injustifi- cables. Era una manera de recuperar lo que la ceguera de la 1 Exactamente se pmyectb el Z de septiembre de 1981. [9] dictadura anterior hab a ocultado y recuperarlo en las nuevas lides de las nuevas necesidades del consenso, recuperarlo junto a los departamentos especiales, eufeniismo que encierra las cir- celes aun m s seguras, recuperarlo eii la crisis, recuperarlo en la desocupaci n galopante, recuperarlo a la vez que descle la norma y aun m s en la pr ctica se pretend a negar la libertad constitii- cional apenas estrenada.

10 Era la recuperaci n de un aliado, por- que el estado social, tambi n respecto de la criminalidad, nece- sita presentarse como garant a en caso de trastorno del proceso econ mico y de lo que encierra, de las situaciones de privilegio, de la desigual distribuci n de la riqueza, de la renta condicio- nada estructuralmente. Este libro nos ayuda a comprender, nos es til en el largo y dif cil camino de redescubrir el objeto y las v as, nos acerca a1 lenguaje real de los conflictos, y por esto abre camino para ii- desentra ando, tambi n cuando se trata de la criminalidad, rea- lidades aparentemente tan imponentes como la soberan a y I;i disciplina, la planificaci n ideol gica y la dominaci n, la autori- dad y el cientificismo, la contundencia normativa y el sistema pol tico econ mico.