Example: quiz answers

DESARROLLO HUMANO: ORIGEN, EVOLUCIÓN E IMPACTO

13 DESARROLLO HUMANO: ORIGEN, EVOLUCI N E IMPACTO Keith Griffin La moderna teor a econ mica del DESARROLLO , es decir, la rama de la econom a que se ocupa de la mejora de las condiciones en pa ses con bajos ingresos, se remonta a la d -cada de los a os 19401. Desde sus inicios, la econom a del DESARROLLO se ha ocupado fundamentalmente del enriquecimiento material, esto es, del incremento del volumen de producci n de bienes y servicios. Esta teor a part a del supuesto, expl cito o impl cito, de que un aumento del producto agregado, como ser a un crecimiento del producto inte-rior bruto per c pita, reducir a la pobreza e incrementar a el bienestar general de la po-blaci n. Esta premisa, de ra z utilitarista, entend a que la producci n generaba rentas, y que mayores rentas generaban, a su vez, mayor utilidad o bienestar econ mico. El nexo entre mayor producto y menor pobreza se consideraba tan fuerte que muchos economis-tas estaban convencidos de que bastaba centrarse exclusivamente en el crecimiento para alcanzar el objetivo ltimo de DESARROLLO .

En segundo lugar, el concepto de desarrollo humano también cuestiona el su-puesto comúnmente aceptado según el cual el medio para alcanzar el desarrollo es la acumulación de capital físico, es decir, la inversión en instalaciones industriales y bie-nes de equipo. En cambio, y según las tesis igualmente innovadoras de T.W. Schultz, el

Tags:

  Desarrollo, Humanos, Desarrollo humano, De desarrollo humano

Information

Domain:

Source:

Link to this page:

Please notify us if you found a problem with this document:

Other abuse

Transcription of DESARROLLO HUMANO: ORIGEN, EVOLUCIÓN E IMPACTO

1 13 DESARROLLO HUMANO: ORIGEN, EVOLUCI N E IMPACTO Keith Griffin La moderna teor a econ mica del DESARROLLO , es decir, la rama de la econom a que se ocupa de la mejora de las condiciones en pa ses con bajos ingresos, se remonta a la d -cada de los a os 19401. Desde sus inicios, la econom a del DESARROLLO se ha ocupado fundamentalmente del enriquecimiento material, esto es, del incremento del volumen de producci n de bienes y servicios. Esta teor a part a del supuesto, expl cito o impl cito, de que un aumento del producto agregado, como ser a un crecimiento del producto inte-rior bruto per c pita, reducir a la pobreza e incrementar a el bienestar general de la po-blaci n. Esta premisa, de ra z utilitarista, entend a que la producci n generaba rentas, y que mayores rentas generaban, a su vez, mayor utilidad o bienestar econ mico. El nexo entre mayor producto y menor pobreza se consideraba tan fuerte que muchos economis-tas estaban convencidos de que bastaba centrarse exclusivamente en el crecimiento para alcanzar el objetivo ltimo de DESARROLLO .

2 En otras palabras, el crecimiento se convert a no s lo en el medio para alcanzar el DESARROLLO sino en el fin del DESARROLLO mismo. Y aunque ciertamente siempre hubo disidentes, stos, m s que cuestionar la prioridad del crecimiento como tal, han tendido a matizarla resaltando la importancia de la dis-tribuci n de los beneficios generados por el crecimiento. La mayor a de los debates en torno a posibles estrategias alternativas de DESARROLLO no iban m s all de discutir la me-jor forma de acelerar el incremento de la producci n de bienes y servicios2. 1. Origen El paradigma de DESARROLLO humano que apareci a finales de los a os ochenta repre-sent un cambio radical por dos razones. En primer lugar, porque cuestionaba la pre-misa utilitaria que serv a de fundamento a gran parte de la econom a del DESARROLLO . A partir sobre todo de la obra profundamente innovadora de Amartya Sen, el proceso de DESARROLLO se ve como un proceso de ampliaci n de las capacidades de las personas y no como un aumento de la utilidad y del bienestar y satisfacci n econ micos3.

3 Es decir, el objetivo del DESARROLLO no es incrementar el producto sino propiciar que la gente dis-ponga de una gama mayor de opciones, que pueda hacer m s cosas, vivir una vida m s larga, eludir enfermedades evitables, tener acceso a la reserva mundial de conocimien-tos, etc tera. A destacar que capacidades y opciones est n ntimamente relacionadas y que ambas, a su vez, est n estrechamente asociadas a la libertad, ya sea una libertad 1 V ase, por ejemplo, Paul Rosenstein-Rodan, Industrialisation in Eastern and South Eastern Europe , Eco-nomic Journal, vol. 53, 1943. 2 Se analizan distintos enfoques en Keith Griffin, Alternative Strategies for Economic Development, Londres, MacMillan, 1989. 3 Amartya Sen, Development as capacidad Expansion , en Keith Griffin y John Knight, eds., Human Devel-opment and the International Development Strategy for the 1990s. Londres, MacMIkllan, 1990. 14 negativa (verse libre del hambre, por ejemplo) o una libertad positiva (por ejemplo, lib-ertad para lograr m s plenamente la vida que uno/a ha elegido)4.

4 Seg n esta formulaci n, un aumento en el suministro de art culos de consumo puede contribuir a aumentar las capacidades humanas, pero lo hace de manera indirecta, no como un fin en si mismo. Dicho de otro modo, el concepto de DESARROLLO humano destrona al producto nacional como primer y principal indicador del nivel de DESARROLLO . Es m s, si bien es cierto que un aumento del producto y de los rentas mejora el desar-rollo humano, lo hace a un ritmo decreciente. Significa que hay rendimientos decre-cientes en cuanto a la aptitud del enriquecimiento material para incrementar las capaci-dades humanas, que es algo muy distinto de la noci n de utilidad marginal decreciente del renta, aunque m s de un cr tico haya confundido ambas nociones. En segundo lugar, el concepto de DESARROLLO humano tambi n cuestiona el su-puesto com nmente aceptado seg n el cual el medio para alcanzar el DESARROLLO es la acumulaci n de capital f sico, es decir, la inversi n en instalaciones industriales y bie-nes de equipo.

5 En cambio, y seg n las tesis igualmente innovadoras de Schultz, el DESARROLLO humano prioriza la acumulaci n de capital humano5. Muchos estudios em-p ricos han demostrado que el gasto en educaci n suele producir rendimientos econ micos tanto o m s altos que los que se obtienen con la inversi n en capital f sico6. Pero el concepto de formaci n de capital humano excede el mero gasto en educaci n para abarcar tambi n el gasto en investigaci n y DESARROLLO -generadores de nuevos conocimientos y de nuevas tecnolog as-, el gasto en la provisi n de servicios b sicos de salud, en programas de alimentaci n y en la provisi n de servicios de planificaci n fa-miliar7. Es decir, que la inversi n en seres humanos bajo todas estas formas resulta igualmente productivo, tanto si la meta es el aumento del producto nacional como la potenciaci n de las capacidades humanas. Considerados conjuntamente, el cambio en el objetivo de DESARROLLO combinado con la priorizaci n del capital humano como v a al DESARROLLO tienen implicaciones de gran alcance para la estrategia global de DESARROLLO .

6 Se ubica a las personas s lidamente en el centro del escenario: son simult neamente el objeto de las pol ticas dise adas y un instrumento fundamental de su propio DESARROLLO . La visi n de un DESARROLLO centrado en las personas sustituye a la visi n de un DESARROLLO centrado en los bienes de consumo. 2. Evoluci n La insatisfacci n respecto al producto nacional bruto como indicador de DESARROLLO y en general frente a los enfoques que se centran en la producci n de bienes materiales viene de lejos. A principios de los a os setenta se empez oir voces desde la OIT, el Banco Mundial y otros sitios propugnando una redistribuci n marginal de la renta, utilizando en favor de los pobres parte del producto adicional creado por el proceso de crecimiento invirtiendo en activos de especial importancia para ellos. Esta estrategia de redis- 4 Amartya Sen, Inequality Reexamined. Nueva York, Oxford University Press, 1992.

7 5 Schultz, Capital Formation by Educatiion , Journal of Political Economy, diciembre 1960 y Schultz, Investment in Human Capital , American Economic Review, marzo 1961. 6 V ase, por ejemplo, George Psacharopoulos, Education and Development: A Review , World Bank Re-search Observer, vol. 3, n 1, 1988; George Psacharopoulos, Return to Investment in Education: A Global Update , World Development, vol. 22, 1994; Rati Ram, Level of Development and Returns to Schooling: Some Estimates from Multicountry Data , Economic Development and Cultural Change, vol. 44, n 4, 1996. 7 Para un estudio de los beneficios de la inversi n en salud y alimentaci n, v ase John Strauss y Duncan Thomas, Health, Nutrition and Economic Development , Journal of Economic Literature, vol. XXXVI, n 2, junio 1998. 15 tribuci n a partir del crecimiento era importante puesto que reconoc a t citamente que el aumento de la producci n no era suficiente por si solo para reducir la pobreza y al-canzar el desarrollo8.

8 A mediados de los a os setenta, la Organizaci n Internacional del Trabajo, en un esfuerzo al que estuve asociado, quiso dar un paso m s en el an lisis afirmando que las prioridades del DESARROLLO ten an que cambiarse a favor de la creaci n de empleo y la satisfacci n de necesidades humanas b sicas tales como la necesidad de alimento, de vivienda y ropa, de educaci n primaria y secundaria y de atenci n primaria de salud9. Pero al principio tanto la redistribuci n a partir del crecimiento como las necesidades b sicas continuaban abord ndose desde una pespectiva de DESARROLLO cen-trada en la producci n de bienes de consumo: pretend an nicamente asegurar que una parte mayor de los beneficios derivados del aumento de la producci n llegara a los gru-pos con rentas m s bajos. M s tarde la perspectiva de las necesidades b sicas empez a ver los bienes no como fin sino como medio para otros fines10. En los a os ochenta se hizo evidente que el crecimiento ya no pod a darse por sentado.

9 Gran parte de frica y de Am rica Latina, sobre todo, se hundieron en una profunda crisis y los planes de DESARROLLO se focalizaron principalmente en la estabili-zaci n y el ajuste estructural . Pero las pol ticas convencionales de estabilizaci n y de ajuste no s lo provocaron estagnaci n o, lo que es peor, un empeoramiento de la situa-ci n econ mica, sino que el peso del ajuste recay invariablemente en los grupos m s desfavorecidos, lo que gener mayor desigualdad y mayor pobreza. La UNICEF reac-cion contra la ortodoxia afirmando que era no s lo posible sino deseable dise ar pro-gramas de ajuste que protegieran a los pobres del grave deterioro de las rentas y preser-vara de los recortes del gasto p blico la salud b sica, la alimentaci n, la protecci n de la infancia y los servicios educativos. Este enfoque, llamado ajuste con rostro humano , constitu a un gran desaf o frente a las corrientes dominantes e hizo m s que cualquier publicaci n anterior por situar primero a las personas 11.

10 Para entonces los cimientos intelectuales del DESARROLLO humano ya estaban colo-cados y el momento estaba maduro para su aceptaci n fuera de los c rculos acad micos. Nuevos impulsos vinieron del la Mesa Redonda Norte-Sur (North-South Round Ta-ble)12 y luego el Comit de Naciones para la planificaci n del DESARROLLO (United Na-tions Committee for Development Planning). Ese comit decidi incluir en su informe de 1988 los costos humanos del ajuste estructural. Se cre un grupo de trabajo y un seminario de investigaci n en Ginebra que daba como resultado una edici n especial del Journal of Development Planning, reeditada en forma de libro13 y form la base del informe que se me encarg redactar para el Comit de Naciones para la planificaci n del desarrollo14. Se hab a plantado la bellota, pero no era nada evidente que pudiera crecer hasta convertirse en un roble.


Related search queries