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Deseando a Dios - Iglesia Reformada

Deseando a Dios Un Estudio sobre el Hedonismo Cristiano John Piper desiringGodRecursos teoc ntricos del ministerio de John PiperDeseando a Dios 2 ndice La Felicidad de Fundamento del Hedonista Cristiano Conversi n a La Creaci n del Hedonista Cristiano Adoraci El Banquete del Hedonista Cristiano El La Labor del Hedonista Cristiano El La Moneda del Hedonista Cristiano La Matriz del Hedonista Cristiano El Grito de Batalla del Hedonista Cristiano La Oraci El Poder del Hedonista Cristiano La Ignici n del Hedonista Cristiano Deseando a Dios 3La Felicidad de dios Fundamento del Hedonismo Cristiano 36 Ahora pues, as dice el Se or, dios de Israel, en cuanto a esta ciudad de la cual vosotros dec s: "Va a ser entregada en mano del rey de Babilonia por la espada, por el hambre y por la

Deseando a Dios 3 La Felicidad de Dios Fundamento del Hedonismo Cristiano 36Ahora pues, así dice el Señor, Dios de Israel, en cuanto a esta ciudad de la cual vosotros

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1 Deseando a Dios Un Estudio sobre el Hedonismo Cristiano John Piper desiringGodRecursos teoc ntricos del ministerio de John PiperDeseando a Dios 2 ndice La Felicidad de Fundamento del Hedonista Cristiano Conversi n a La Creaci n del Hedonista Cristiano Adoraci El Banquete del Hedonista Cristiano El La Labor del Hedonista Cristiano El La Moneda del Hedonista Cristiano La Matriz del Hedonista Cristiano El Grito de Batalla del Hedonista Cristiano La Oraci El Poder del Hedonista Cristiano La Ignici n del Hedonista Cristiano Deseando a Dios 3La Felicidad de dios Fundamento del Hedonismo Cristiano 36 Ahora pues, as dice el Se or, dios de Israel, en cuanto a esta ciudad de la cual vosotros dec s: "Va a ser entregada en mano del rey de Babilonia por la espada, por el hambre y por la pestilencia.

2 " 37He aqu , los reunir de todas las tierras a las cuales los he echado en mi ira, en mi furor y con gran enojo, y los har volver a este lugar y los har morar seguros. 38 Ellos ser n mi pueblo, y yo ser su Dios; 39y les dar un solo coraz n y un solo camino, para que me teman siempre, para bien de ellos y de sus hijos despu s de ellos. 40 Har con ellos un pacto eterno, por el que no me apartar de ellos, para hacerles bien, e infundir mi temor en sus corazones para que no se aparten de m . 41Me regocijar en ellos haci ndoles bien, y ciertamente los plantar en esta tierra, con todo mi coraz n y con toda mi alma.

3 Jerem as 32:36-41 Una vez, en un servicio me refer a la idea de hedonismo cristiano, y un padre se me acerc y me dijo, Sabe que nuestra hijita pensaba que usted estaba hablando acerca de paganismo cristiano? S que aunque lo pronunci claramente, hedonismo cristiano, probablemente algunos de ustedes aun seguir n pensando en paganismo , porque creen que hedonismo es una filosof a de vida pagana. Y probablemente tengan raz n porque el significado popular de hedonismo es la b squeda del placer y la indiferencia moral.

4 En 2 Timoteo 3:4 Pablo advirti que en los postreros d as los hombres ser n amadores de los deleites m s que de dios . Y seguramente ya estamos viviendo en esos d as. Hace dos a os Daniel Yankelovitch public un libro titulado Nuevas Reglas: Buscando la auto-satisfacci n en un mundo al rev s. Yankelovitch argumenta, sobre la base de extensas entrevistas y encuestas nacionales, que los cambios masivos que han ocurrido en nuestra cultura y la b squeda de auto-satisfacci n ha creado un grupo de reglas que gobiernan la manera en que pensamos y sentimos como americanos.

5 L dice, en su forma extrema las nuevas reglas ponen a las viejas reglas simplemente de cabeza, y en lugar de la tica de auto-negaci n nos topamos con gente que reh sa negarse a cualquier deseo no por un apetito desmesurado, sino por un extra o principio moralista: Tengo un deber para conmigo mismo (p. xviii). l cuenta acerca de una joven en sus treintas que se quejaba con su psicoterapeuta de que se estaba volviendo nerviosa y temerosa porque la vida se le hab a vuelto muy agitada demasiados fines de semana maravillosos, demasiadas discotecas, demasiadas amanecidas, demasiado hablar, demasiado vino, demasiada droga, demasiado sexo.

6 Por qu no paras? le pregunt suavemente el terapeuta. La paciente se le qued mirando desconcertadamente por un momento. Entonces se le encendi el rostro, deslumbrado por una iluminaci n. Quiere usted decir que realmente no tengo que hacer lo que quiero? Ella prorrumpi en asombro. El sello de los nuevos buscadores de auto-satisfacci n es que ellos operan en la premisa de que los antojos emocionales son objetos sagrados, y que es un crimen en contra de la naturaleza abrigar una necesidad emocional no satisfecha (p.)

7 59). Nuestra era es la primera en la que diez millones de personas ofrecen como justificaci n moral para sus actos la idea de un yo ideal y presumiblemente m s real que no encaja bien con el rol social que se le ha asignado. Probablemente el matrimonio es la relaci n en la que los buscadores de auto-satisfacci n y sus nuevas reglas han causado m s revuelo. Yankelovitch tiene una buena percepci n al decir, Los matrimonios exitosos son un entretejido de deseos inhibidos-ceder ante los deseos del otro; aceptar las violaciones a nuestros propios deseos; disgustos tragados; confrontaciones evitadas; oportunidades de ira desviadas; oportunidades de auto-expresi n silenciadas.

8 El introducir la fuerte urgencia de auto-satisfacci n en este proceso es como pasar una escoba por una delicada telara a. Con frecuencia todo lo que queda es la cosa pegajosa que se adhiere a la escoba; la estructura de la telara a queda destruida ( ). Deseando a Dios 4 Por lo tanto siento profunda empat a hacia aquellos de ustedes que est n lo suficientemente libres de nuestra cultura como para reaccionar a la palabra hedonismo diciendo, Ya basta! Nuestras casas, nuestras escuelas, nuestros negocios y nuestra sociedad est n siendo destruidos por buscadores de auto-satisfacci n hedon stica quienes no tienen el coraje moral, ni la auto-negaci n, ni el severo compromiso, ni la lealtad sacrificial que mantiene unida la preciosa estructura de la vida y que trae nobleza a nuestra cultura.

9 No necesitamos hedonismo; necesitamos el regreso a la rectitud, la integridad, la prudencia, la justicia, la sobriedad, la firmeza, el dominio propio! Cr anme, probablemente estamos m s de acuerdo de lo que se imaginan. Todo lo que pido es que me den un o do abierto y discerniente por nueve semanas antes de que pasen juicio final sobre el Hedonismo Cristiano. A veces una ilustraci n vale m s que mil palabras de definiciones abstractas. As que en vez de darles una definici n precisa de Hedonismo Cristiano perm tame comenzar dando algunos ejemplos B blicos de esto.

10 David aconseja al Hedonismo Cristiano cuando manda, Pon tu delicia en el SE OR, y El te dar las peticiones de tu coraz n. (Sal. 37:4) Y l demuestra la esencia del Hedonismo Cristiano cuando exclama Como el ciervo anhela las corrientes de agua, as suspira por ti, oh Dios, el alma m a. Mi alma tiene sed de dios , del Dios viviente; cu ndo vendr y me presentar delante de dios ? (Sal 42:1-2). Mois s fue un Hedonista Cristiano (de acuerdo con Hebreos 11:24-27) porque rechaz los placeres temporales del pecado, considerando como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto; porque ten a la mirada puesta en la recompensa.


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