Example: quiz answers

EL PROCESO DE INVESTIGACION - Universidad Francisco …

EL PROCESO DE INVESTIGACION Carlos Sabino Ed. Panapo, Caracas, 1992, 216 p gs. Publicado tambi n por Ed. Panamericana, Bogot , y Ed. Lumen, Buenos Aires. La primera versi n de este libro fue escrita en 1974, cuando a n no hab a cumplido los 30 a os, public ndose bajo el t tulo Metodolog a de Investigaci n (Una Introducci n te rico-pr ctica) por la UCV. Ed. Logos y El Cid Editor hicieron las siguientes cinco ediciones, hasta que esta ltima editorial public una segunda versi n de la obra, ya con el nombre actual. Ed. Ariel, Caracas, lo sac bajo un nuevo t tulo, Introducci n a la Metodolog a de Investigaci n, en 1984, aunque dos a os despu s, otra vez como El PROCESO de Investigaci n, lo comenz a publicar hasta el presente Ed.

EL PROCESO DE INVESTIGACION Carlos Sabino Ed. Panapo, Caracas, 1992, 216 págs. Publicado también por Ed. Panamericana, Bogotá, y Ed. Lumen, Buenos Aires. La primera versión de este libro fue escrita en 1974, cuando aún no había cumplido los 30 años, publicándose bajo el título Metodología de Investigación (Una Introducción teórico-

Tags:

  Proceso, Proceso de

Information

Domain:

Source:

Link to this page:

Please notify us if you found a problem with this document:

Other abuse

Transcription of EL PROCESO DE INVESTIGACION - Universidad Francisco …

1 EL PROCESO DE INVESTIGACION Carlos Sabino Ed. Panapo, Caracas, 1992, 216 p gs. Publicado tambi n por Ed. Panamericana, Bogot , y Ed. Lumen, Buenos Aires. La primera versi n de este libro fue escrita en 1974, cuando a n no hab a cumplido los 30 a os, public ndose bajo el t tulo Metodolog a de Investigaci n (Una Introducci n te rico-pr ctica) por la UCV. Ed. Logos y El Cid Editor hicieron las siguientes cinco ediciones, hasta que esta ltima editorial public una segunda versi n de la obra, ya con el nombre actual. Ed. Ariel, Caracas, lo sac bajo un nuevo t tulo, Introducci n a la Metodolog a de Investigaci n, en 1984, aunque dos a os despu s, otra vez como El PROCESO de Investigaci n, lo comenz a publicar hasta el presente Ed.

2 Panapo. La versi n actual (1992) es publicada simult neamente por Ed. Panapo, Caracas, Ed. Panamericana, Bogot y Lumen-Hum nitas, Buenos Aires. Es texto de lectura obligatoria de numerosas c tedras de diversas universidades venezonalas y de Latinoam rica. Actualmente lo estoy revisando una vez m s, siempre con la intenci n de proporcionar a estudiantes y profesores un trabajo actualizado y fundamentalmente til. Este libro me ha deparado m s sorpresas de las que puede imaginar el lector: nunca pens que las gu as que en principio publicara para limitados grupos de estudiantes podr an integrarse en un texto universitario, ni que ste, andando el tiempo, se convirtiera en una especie de referencia obligada para muchos miles de personas en diversos pa ses de Latinoam rica.

3 Creo poder afirmar que toda una generaci n de estudiantes se ha apoyado en estas p ginas, imperfectas sin duda, para iniciarse en el complejo camino de la investigaci n cient fica. Esta respuesta del p blico, afirmativa y a veces hasta c lida, no s lo me ha proporcionado las satisfacciones que es f cil concebir, sino que me ha obligado tambi n a asumir un compromiso: no es posible permanecer inactivo ante la continua demanda de quienes buscan un instrumento eficaz en sus estudios, ante la convicci n de que las p ginas impresas se van quedando atr s, est ticas, mostrando sus carencias y limitaciones mientras el tiempo transcurre. No es posible tampoco permanecer indiferentes cuando se percibe la forma, a veces ritualista y en ocasiones dogm tica, conque muchos interpretan lo que aqu se expone.

4 El objetivo principal de este texto es presentar, en forma clara y completa, una gu a b sica para quienes se inicien en la aventura de la investigaci n cient fica. La ciencia, como forma de conocimiento que predomina en el mundo contempor neo, es creada por una labor multifac tica que se desarrolla en centros e institutos, en universidades, empresas y laboratorios. Este trabajo de investigaci n, cuyo producto es el conocimiento cient fico y tecnol gico que de modo tan profundo ha cambiado nuestro modo de vida, posee la peculiaridad de requerir -a la vez- creatividad, disciplina de trabajo y sistematicidad. Lo primero, a poco que reflexione el lector, resulta evidente: no hay modo de crear nuevos conocimientos sobre un tema -de resolver los peque os o grandes enigmas de nuestro mundo- si no se tiene intuici n e imaginaci n, si no se exploran, con mente abierta, los diversos caminos que pueden llevar a la respuesta.

5 Pero esa disposici n creativa, que es verdaderamente indispensable, de nada sirve si no se la encauza por medio de un riguroso PROCESO de an lisis, de organizaci n del material disponible, de ordenamiento y de cr tica a las ideas pues, de otro modo, no obtendr amos un conocimiento cient fico sino simples opiniones, de similar valor a las que cualquiera puede expresar sin mayor reflexi n sobre un determinado tema. Lo que distingue a la investigaci n cient fica de otras formas de indagaci n acerca de nuestro mundo es que sta se gu a por el denominado m todo cient fico. Hay un modo de hacer las cosas, de plantearse las preguntas y de formular las respuestas, que es caracter stico de la ciencia, que permite al investigador desarrollar su trabajo con orden y racionalidad.

6 Pero el m todo, como se ver en las siguientes p ginas, no es un camino fijo o predeterminado y menos a n un recetario de acciones que se siguen como una rutina. Porque el conocimiento cient fico no se adquiere por un PROCESO similar al de la producci n de bienes en una cadena de montaje sino que se va desarrollando gracias a la libertad de pensamiento, mediante la cr tica, el an lisis riguroso, la superaci n de los errores y la discusi n. Por ello es que el m todo ni es obligatorio, en el sentido de que si no se lo sigue de una determinada manera nos aguarda inevitable el fracaso, ni es tampoco garant a absoluta de que se arribar a un resultado exitoso. Conviene entonces tener en cuenta lo anterior para lograr el mejor aprovechamiento de los libros de texto sobre metodolog a cient fica: ellos no pueden resolver los problemas espec ficos de cada investigaci n ni son capaces de responder a las imprevisibles situaciones que se generan en la pr ctica; ellos tampoco deben ser sacralizados, como si contuvieran una verdad trascendente que hay que aceptar sin reflexi n.

7 Pero s pueden proporcionar, como se intenta en este caso, una exposici n concreta de la l gica interior a toda investigaci n cient fica, un panorama de las t cnicas y procedimientos m s usuales, un esquema para organizar nuestras actividades para que stas no nos desborden de un modo ca tico. Porque la metodolog a, para quien se dedica a investigar, no es una panacea milagrosa sino una simple gu a a la que se apela cuando surge la duda o el desconcierto, una fuente de consulta para entender la causa de los posibles estancamientos que se presentan en la tarea cotidiana. Dec a m s arriba que no basta con la creatividad ni con el rigor anal tico, que la investigaci n cient fica requiere tambi n de una s lida disciplina de trabajo.

8 Y esta observaci n, aplicable tanto a principiantes como a personas de mayor experiencia, nos remite directamente al car cter pr ctico de casi todo lo que aqu se trata: porque una cosa es reflexionar sobre la ciencia, el m todo o los problemas epistemol gicos y otra muy distinta es crear, mediante el trabajo, nuevos conocimientos. Y, dado que no es posible hacerlo por medio de alguna f rmula sencilla que pueda repetirse, el trabajo de investigaci n cobra entonces un car cter inevitable de labor artesanal donde, en cada caso, se deben poseer destrezas, conocimientos y aptitudes particulares. Por ello nadie debe desanimarse si, a trav s de la lectura de estas p ginas, no logra convertirse en un aut ntico investigador. Ello ser a mas bien una especie de prodigio porque la experiencia muestra, con toda claridad, que s lo investigando se aprende a investigar.

9 Este libro, como ya lo he indicado, tiene un car cter deliberadamente introductorio. No se discuten en l los problemas m s complejos de la metodolog a, ni se exponen en detalle algunos temas que s lo podr an interesar a un lector especializado o con amplia experiencia. Ello es as porque est dirigido especialmente a quienes se inician en el campo de la investigaci n cient fica, a estudiantes, profesores y profesionales de todas las disciplinas. Por eso he preferido, siempre que ha sido posible, la claridad y el rigor al lenguaje recargado, el tratamiento completo de las materias antes que el desarrollo en profundidad de s lo algunos de sus aspectos. Quien necesite ahondar en estos complejos problemas tiene a su disposici n, en la bibliograf a que se ofrece al final, un conjunto de valiosas obras donde realizar m s espec ficas consultas.

10 La estructura expositiva que he dado a la obra trata de facilitar la comprensi n de sus contenidos. Los cap tulos iniciales constituyen, en verdad, una introducci n breve y general a los temas propios de la metodolog a y no son imprescindibles para quien posea apropiados conocimientos filos ficos. S lo pretenden advertir que los problemas t cnicos e instrumentales de la indagaci n cient fica no pueden desvincularse totalmente de los enfoques epistemol gicos que la orientan. Son, por lo tanto, un recordatorio especialmente dise ado para auxiliar el trabajo docente y no una exposici n sistem tica, pues sta la he desarrollado con mayor profundidad en otro libro, Los Caminos de la Ciencia. A continuaci n se van desarrollando los temas en la misma secuencia en que podr an presentarse las etapas de una investigaci n ideal, es decir, se va exponiendo un modelo abstracto de investigaci n en sus diferentes partes constitutivas, respetando un orden que destaca la l gica propia del PROCESO pero que no es, como no me cansar de advertir, la secuencia temporal y concreta que sigue un investigador en la vida real.


Related search queries