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EXPLORACIÓN DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE …

1 UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS (Universidad del Per , DECANA DE AM RICA) FACULTAD DE EDUCACI N ESCUELA ACAD MICA PROFESIONAL DE EDUCACI N EXPLORACI N DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE EN EL NI O PERUANO Y SUS REPERCUSIONES EN LA LECTURA Basado en una Investigaci n de Ra l Gonz lez Moreyra (1995) Por Esther Velarde Consoli. Profesora Auxiliar de la Facultad de Educaci n Especialidad en Educaci n Primaria El presente art culo est elaborado a partir de una ponencia expuesta en las jornadas de debate educativo promovida por la Direcci n Acad mico Profesional de la Facultad de Educaci n, denominada Viernes Pedag gicos. Se trata de llamar la atenci n sobre la importancia del DESARROLLO del LENGUAJE oral como base sustancial para el aprendizaje de la lectoescritura.

Sin embargo, de esta experiencia y de este deleite se ven despojados aquellos alumnos(as) que presentan fracasos o dificultades en la lectura.

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  Lecturas, Dificultades, Dificultades en la lectura

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1 1 UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS (Universidad del Per , DECANA DE AM RICA) FACULTAD DE EDUCACI N ESCUELA ACAD MICA PROFESIONAL DE EDUCACI N EXPLORACI N DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE EN EL NI O PERUANO Y SUS REPERCUSIONES EN LA LECTURA Basado en una Investigaci n de Ra l Gonz lez Moreyra (1995) Por Esther Velarde Consoli. Profesora Auxiliar de la Facultad de Educaci n Especialidad en Educaci n Primaria El presente art culo est elaborado a partir de una ponencia expuesta en las jornadas de debate educativo promovida por la Direcci n Acad mico Profesional de la Facultad de Educaci n, denominada Viernes Pedag gicos. Se trata de llamar la atenci n sobre la importancia del DESARROLLO del LENGUAJE oral como base sustancial para el aprendizaje de la lectoescritura.

2 En ese sentido se explora, concretamente el DESARROLLO del LENGUAJE del ni o peruano a partir de la presentaci n de una investigaci n realizada por nuestro recordado psic logo, recientemente desaparecido, Ra l Gonz lez Moreyra. La lectura es una habilidad trascendental tanto para nuestro DESARROLLO individual como para el progreso colectivo nacional. Sin embargo, creemos que todav a no se ha tomado plena conciencia sobre su importancia como instrumento fundamental para el procesamiento de la informaci n. Gracias a la lectura no solo somos capaces de adquirir nuevas informaciones sino, como ya lo explicitara Piaget, avanzar hacia sucesivas reestructuraciones cognitivas que garantizan el DESARROLLO de nuestro pensamiento, de nuestra inteligencia y de nuestra calidad humana.

3 En otras palabras, el ejercicio de la lectura no solo constituye un medio para lograr un DESARROLLO cognitivo. Tambi n nos permite desarrollarnos human stica y moralmente. Como dijera Alberto Manguel, nosotros somos lo que leemos (y tambi n lo que dejamos de leer). Somos conscientes que muchos textos literarios han contribuido a la formaci n de nuestro esp ritu y nuestra personalidad. Existe, por ejemplo, un 2 hermoso cuento de Jos Mar a Arguedas que nos relata el dolor de nuestros hermanos campesinos cuando se ven impotentes ante las injustas atribuciones del gamonal quien, de manera prepotente, les usurpa el uso colectivo del agua para la irrigaci n exclusiva de sus tierras.

4 Este impactante cuento nos acerca a la mentalidad del hombre andino: sus intereses, aspiraciones, creencias, necesidades, frustraciones, etc. de una manera m s ilustrativa que cualquier tratado de sociolog a peruana. Este es el valor de la literatura. En la obra La Fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa se ilustra de una manera notable el perfil psicol gico de los asesores pol ticos y gobernantes de turno cuyas personalidades son protot picas de nuestra realidad latinoamericana donde los reg menes democr ticos pugnan, a veces infructuosamente, por consolidarse. Esa lectura nos permite incubar, seguramente sin propon rselo, una connotaci n negativa frente a los sistemas autoritarios.

5 Sin embargo, de esta experiencia y de este deleite se ven despojados aquellos alumnos(as) que presentan fracasos o dificultades en la lectura. (Sin mencionar las repercusiones nacionales, sociales y culturales que conlleva el hecho de ser un pa s casi al xico -al decir del propio Vargas Llosa, 2000- aludiendo a las cifras que nos revelan que en el Per se editan 1 500 libros al a o mientras que en Colombia y Brasil se publican 30 000 y 50 000, respectivamente). Por lo tanto, una de las tareas m s importantes a ser discutidas por la sociedad en su conjunto (y no solo por los docentes) es como garantizar el xito en la lectura en la edad y grado indicado de tal manera que podamos forjar un futuro lector aut nomo y que ste, a trav s de la lectura, se inicie en la b squeda de informaci n y en el cultivo human stico de su personalidad.

6 El conjunto de estos alumnos forjar n un pa s lector engarzado en una verdadera revoluci n cultural. I. RELACI N DE LA LECTURA CON EL LENGUAJE ORAL El LENGUAJE oral y la lectura son complejos procesos psicoling sticos que tienen muchas reas en com n, sin embargo no son id nticos (Gonz lez, 1996). Existen entre ellos diferencias por ejemplo, en la unidad de producci n ling stica. Mientras en el LENGUAJE oral la producci n ling stica es sonora (el fonema) en el caso de la lectoescritura es el c digo escrito (el grafema). Otra diferencia es que el LENGUAJE oral es sumamente expl cito porque hace uso de los llamados recursos suprasegmentales (por ejemplo la entonaci n que le da la connotaci n espec fica a la palabra, lo que contribuye a la mejor comprensi n del significado) mientras que el LENGUAJE escrito carece de estos recursos y, en su reemplazo, utiliza los signos de puntuaci n que son claves ortogr ficas que el lector debe aprender a decodificar e interpretar gracias al buen entrenamiento del docente.

7 Otra desigualdad entre el LENGUAJE oral y el LENGUAJE escrito est referido a los niveles de competencia psicoling stica. Mientras el primero no 3 requiere de mayor repertorio ling stico y de una rigurosa estructuraci n gramatical, (es decir, podemos hablar mal, desde el punto de vista gramatical o podemos estructurar frases usando un pobre repertorio vocabular y, a pesar de ello, podemos hacernos entender) el segundo es mucho m s exigente. El hecho que el c digo escrito est plasmado gr ficamente en un texto lo hace m s censurable por el lector. Seg n Vigotsky (1979) leer en el sistema alfab tico que implica tareas de simbolizaci n de segundo grado.

8 (Se entiende que el LENGUAJE oral es una simbolizaci n de primer grado y el LENGUAJE escrito es la codificaci n del LENGUAJE oral.) En ese com n, si bien ambos tipos de LENGUAJE poseen una estructura de base com n, el LENGUAJE escrito requiere un proceso de elaboraci n m s preciso, elaborado, consciente y voluntario. Al respecto Vigotsky (1977) dice: la comunicaci n por escrito reposa en el significado formal de las palabras y requiere un n mero mayor de vocablos que el LENGUAJE oral para expresar la misma idea (.. ) la diferenciaci n sint ctica es m xima y se usan expresiones que ser an poco naturales en la conversaci n Tambi n existen diferencias de tipo comunicacional.

9 Mientras para posibilitar una comunicaci n a trav s del LENGUAJE oral es necesario alg n tipo de proximidad f sica, en el caso del LENGUAJE escrito el contacto es distal. Este hecho exige necesariamente al autor ser claramente expl cito en redactar el contexto situacional para facilitarle al lector el procesamiento y la comprensi n textual. La relaci n entre el autor y el lector tambi n afecta su grado de motivaci n. En el caso del LENGUAJE oral el calor y la vehemencia del propio di logo va incentivando la conversaci n. En el caso del LENGUAJE escrito la motivaci n es m s individual. Depende del inter s particular del lector y sus niveles de expectativas, el h bito en la pr ctica de la lectura y su poder de voluntad.

10 La tercera diferencia es la referida al funcionamiento cognitivo. Los procesos psicol gicos que intervienen en el procesamiento del LENGUAJE oral no son id nticos a los del LENGUAJE escrito. Existen algunos m dulos compartidos (como por ejemplo, el m dulo sem ntico) pero el LENGUAJE oral tiene reas espec ficas y distintas al LENGUAJE escrito. Por ese motivo se explica porque una Disfasia (disfunci n en el de LENGUAJE oral) no es lo mismo que una Dislexia (trastorno espec fico en la lectura). Una ltima diferencia expresa m s bien una relaci n com n entre el LENGUAJE oral y escrito. El modelo psicoling stico de la lectura establece que existe una interrelaci n entre ambos procesos en el sentido que el LENGUAJE oral contribuye a acceder al LENGUAJE escrito y, a su vez, el uso permanente y constante del LENGUAJE escrito enriquece los niveles de competencia del LENGUAJE oral.


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