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Harold D. Lasswell Estructura y función de la comunicación ...

1 Harold D. Lasswell Estructura y funci n de la comunicaci n en la sociedad * Publicado en Moragas Sp , Miquel, Sociolog a de la comunicaci n de masas, tomo II, Gustavo Gilli, Barcelona, 1985. El acto de la comunicaci n Una manera conveniente de describir un acto de comunicaci n es la que surge de la contestaci n a las siguientes preguntas: Qui n dice qu en qu canal a qui n y con qu efecto? El estudio cient fico del proceso de comunicaci n tiende a concentrarse en una u otra de tales preguntas. Los eruditos que estudian el qui n , el comunicador, contemplan los factores que inician y gu an el acto de la comunicaci n. Llamamos a esta subdivisi n del campo de investigaci n an lisis de control. Los especialistas que enfocan el dice qu hacen an lisis de contenido.

partes de la sociedad en su respuesta al entorno, y 3) la transmisión de la herencia social de una genera-ción a la siguiente. 1 Para más detalle, véase la Introducción en Harold D. Lasswell, Bruce L. Smith y Ralph O. Casey, Propaganda, Comunica-tión and Public Opinión: A Comprehensive Reference Guide (1946)

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1 1 Harold D. Lasswell Estructura y funci n de la comunicaci n en la sociedad * Publicado en Moragas Sp , Miquel, Sociolog a de la comunicaci n de masas, tomo II, Gustavo Gilli, Barcelona, 1985. El acto de la comunicaci n Una manera conveniente de describir un acto de comunicaci n es la que surge de la contestaci n a las siguientes preguntas: Qui n dice qu en qu canal a qui n y con qu efecto? El estudio cient fico del proceso de comunicaci n tiende a concentrarse en una u otra de tales preguntas. Los eruditos que estudian el qui n , el comunicador, contemplan los factores que inician y gu an el acto de la comunicaci n. Llamamos a esta subdivisi n del campo de investigaci n an lisis de control. Los especialistas que enfocan el dice qu hacen an lisis de contenido.

2 Aquellos que contem-plan principalmente la radio, la prensa, las pel culas y otros canales de comunicaci n, est n haciendo an lisis de medios. Cuando la preocupaci n primordial se encuentra en las personas a las que llegan los medios, hablamos de an lisis de audiencia. Y si lo que interesa es el impacto sobre las audiencias, el problema es el del an lisis de los La utilidad de estas distinciones depende, por completo, del grado de refinamiento que se consi-dere apropiado para un objetivo cient fico o administrativo dado. A menudo, es m s sencillo combinar el an lisis de audiencia y el de efecto, por ejemplo, que mantenerlos separados. Por otra parte, puede interesar concentrarse en el an lisis de contenido, y con este fin subdividir el campo en dos zonas dis-tintas: el estudio de los datos, centrado en el mensaje, y el estudio del estilo centrado sobre la organi-zaci n de los elementos que componen el mensaje.

3 Estructura y funci n A pesar del atractivo que pueda ofrecer tratar estas categor as con mayor detalle, el presente co-mentario tiene un objetivo diferente. No nos interesa tanto dividir el acto de comunicaci n como con-templar el acto en su totalidad, en relaci n con todo el proceso social. Todo proceso puede ser exami-nado bajo dos marcos dc referencia, a saber, Estructura y funci n, y nuestro an lisis de comunicaci n versar sobre las especializaciones que comportan ciertas funciones, entre las cuales cabe distinguir claramente las siguientes: 1) la supervisi n o vigilancia del entorno, 2) la correlaci n de las distintas partes de la sociedad en su respuesta al entorno, y 3) la transmisi n de la herencia social de una genera-ci n a la siguiente.

4 1 Para m s detalle, v ase la Introducci n en Harold D. Lasswell , Bruce L. Smith y Ralph O. Casey, Propaganda, Comunica-ti n and Public Opini n: A Comprehensive Reference Guide (1946) 2 Equivalencias biol gicas A riesgo de suscitar falsas analog as, podemos lograr una adecuada perspectiva de cualquier so-ciedad humana cuando estudiamos la comunicaci n como una caracter stica de la vida en todos sus niveles. Un ente vivo, ya est relativamente aislado o bien en asociaci n, tiene procedimientos especia-lizados en cuanto a la recepci n de est mulos a partir del entorno. Tanto el organismo monocelular co-mo el grupo de m ltiples miembros tienden a conservar un equilibrio interno y a responder a los cam-bios que se produzcan en el entorno a fin de mantener dicho equilibrio.

5 El proceso de respuesta exige maneras especializadas a las partes del todo para conseguir una acci n armoniosa. Los animales multi-celulares especializan sus c lulas para la funci n del contacto externo y para la correlaci n interna. As , entre los primates, la especializaci n viene ejemplificada por rganos tales como el o do y el ojo, y el propio sistema nervioso. Cuando las pautas de recepci n y diseminaci n de est mulos funcionan de manera adecuada, las diversas partes del animal act an concertadamente con respecto al medio ambien-te ( alimentarse , huir , atacar ). En algunas sociedades animales, ciertos miembros desempe an misiones especializadas y vigi-lan el entorno. Los individuos act an como centinelas , separados del reba o o manada y creando un estado de alarma cada vez que ocurre un cambio alarmante en los alrededores.

6 El trompeteo, cacareo o chillido del centinela basta para poner a todo el grupo en movimiento. Entre las actividades emprendi-das por l deres especializados se cuenta la estimulaci n interna de seguidores para adaptarse orde-nadamcnte a las circunstancias pregonadas por los centinelas. En un organismo individual, altamente diferenciado, los impulsos que llegan y los que salen de l son transmitidos a lo largo de fibras quc establecen una conexi n sin ptica2 con otras fibras. Los puntos cr ticos en el proceso se encuentran en las estaciones de relevo , donde el impulso que llega puede ser demasiado d bil para alcanzar el umbral que hace entrar en acci n el v nculo siguiente. En los centros superiores, corrientes separadas se modifican unas a otras, produciendo resultados que difie-ren en numerosos aspectos del resultado final, cuando cada una puede continuar por un camino propio.

7 En toda estaci n de relevo hay carencia de conductibilidad, conductibilidad total o conductibilidad in-termedia. Las mismas categor as se aplican a lo que ocurre entre miembros de una sociedad animal. El astuto zorro puede acercarse al gallinero de tal modo que procure unos est mulos demasiado leves para inducir al centinela a dar la alarma, o bien cabe que el animal atacante elimine al centinela antes de que ste pueda proferir m s que un leve gemido. Evidentemente, existen todas las gradaciones posibles en-tre conductibilidad total y ausencia de conductibilidad. El caso de la sociedad humana Cuando examinamos el proceso de comunicaci n de cualquier lugar o estado de la comunidad mundial, observamos tres categor as de especialistas. Un grupo vigila el entorno pol tico del estado como un todo, otro correlaciona la respuesta de todo el estado al entorno, y un tercero transmite ciertas pautas de respuesta de los viejos a los j venes.

8 Diplom ticos, agregados y corresponsales extranjeros representan a quienes se especializan en el entorno. Editores, periodistas y locutores son correlatores de la respuesta interna. Los pedagogos, en familia y en la escuela, transmiten el legado social. 2 Sin ptica se refiere al lugar de conexi n entre dos neuronas. (N. de E.). 3 Las comunicaciones que se originan fuera pasan a trav s de secuencias en las que diversos emi-sores y receptores est n vinculados entre s . Supeditados a modificaci n en cada punto de relevo en la cadena, los mensajes originados a partir de un diplom tico o de un corresponsal en el extranjero pueden pasar a trav s de despachos editoriales y llegar finalmente a muy amplias audiencias.

9 Si nos imaginamos el proceso de informaci n a nivel mundial como una serie de marcos de atenci n, es posible describir la frecuencia con la que un contenido es puesto en conocimiento de indi-viduos y grupos. Podemos investigar el punto en el que deja de haber conductibilidad , y podemos examinar la gama entre conductibilidad total y conductibilida m nima . Los centros metropolitanos y pol ticos del mundo tienen mucho en com n con la interdependencia, diferenciaci n y actividad de los centros corticales y subcorticales de un organismo individual. Por tanto, los marcos de observaci n hallados en tales puntos son los m s variables, refinados e interactivos entre todos los marcos de la co-munidad mundial. En el otro extremo se encuentran los marcos de observaci n de los habitantes de regiones aisla-das.

10 En general no se da el caso de que las culturas primitivas est n totalmente v rgenes de la civiliza-ci n industrial. Tanto si nos lanzamos en paraca das sobre el interior de Nueva Guinea, como si aterri-zamos en las vertientes del Himalaya, no encontraremos una tribu totalmente desconectada del mundo. Los largos hilos del comercio, del cielo misionero, de la exploraci n aventurera y del estudio cient fico, as como los de la guerra a escala mundial, llegan a los puntos m s distantes. Nadie se encuentra total-mente al margen de este mundo. Entre los primitivos, la forma final asumida por la comunicaci n es la balada o el cuento. Suce-sos lejanos al mundo moderno, sucesos que llegan en forma de noticia a las audiencias metropolitanas, quedan reflejados, por d bilmente que sea, en el material tem tico de cantantes y recitadores de bala-das.


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