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Revista de Claseshistoria

Revista de Claseshistoria Publicaci n digital de Historia y Ciencias Sociales Art culo N 318 15 de octubre de 2012 ISSN 1989-4988 DEP SITO LEGAL MA 1356-2011 Revista ndice de Autores Rafael Olmos Vila Profesor de Geograf a e Historia en el IES Bernat de Sarria de Benidorm (Alicante, Espa a) 15/10/2012 RAFAEL OLMOS VILA Causas y debate sobre el Imperialismo decimon nico: C mo lo percibieron sus coet neos? RESUMEN Identificar el imperialismo nicamente con el colonialismo, la ocupaci n de dominios fuera de la Europa industrial, constituye un planteamiento reduccionista.

Revista de Claseshistoria Publicación digital de Historia y Ciencias Sociales Artículo Nº 318 15 de octubre de 2012 ISSN 1989-4988 DEPÓSITO LEGAL MA 1356-2011

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1 Revista de Claseshistoria Publicaci n digital de Historia y Ciencias Sociales Art culo N 318 15 de octubre de 2012 ISSN 1989-4988 DEP SITO LEGAL MA 1356-2011 Revista ndice de Autores Rafael Olmos Vila Profesor de Geograf a e Historia en el IES Bernat de Sarria de Benidorm (Alicante, Espa a) 15/10/2012 RAFAEL OLMOS VILA Causas y debate sobre el Imperialismo decimon nico: C mo lo percibieron sus coet neos? RESUMEN Identificar el imperialismo nicamente con el colonialismo, la ocupaci n de dominios fuera de la Europa industrial, constituye un planteamiento reduccionista.

2 El imperialismo es un fen meno complejo, es la respuesta ante la crisis de sobreproducci n de 1873, al agotamiento de las materias primas y fuentes de energ a, frente a la explosi n demogr buscando nuevos mercados y recursos. En este art culo nos centraremos en analizar el contexto, las causas que explican la naturaleza y singularidad del imperialismo de las postrimer as del XIX, y en mostrar los diferentes debates nacionales e interdisciplinares que gener , contrastando los testimonios que intentaban dar cuenta del proceso imperialista.

3 PALABRAS CLAVE Debate, Historiograf a, Imperialismo, Teor as. Rafael Olmos Vila Causas y debate sobre el Imperialismo decimon nico: C mo lo percibieron sus coet neos? ISSN 1989-4988 2 INTRODUCCI N Si acudimos a los manuales de Historia Contempor nea podremos observar como el fen meno imperialista se sit a en los a os 70 del siglo XIX, dentro de la pol tica de rivalidades y alianzas de las potencias europeas (Weltpolitik) y como antesala de la Paz Armada. La pol tica expansionista finisecular de los pa ses europeos industrializados, a los que se sumar an EEUU y Jap n, despert el inter s de los eruditos de la poca, pues eran conscientes de asistir a un nuevo concepto de imperialismo con respecto a aquellos imperios de la antig edad y del medievo.

4 Otorgar esta singularidad ya despierta discrepancias con quienes defienden que el imperialismo decimon nico no merece tal distinci n, ya que se tratar a de una continuidad dentro de las conquistas territoriales de anta o. Esta es la primera cuesti n que plantearemos: la originalidad del imperialismo, su ruptura con los modelos anteriores de conquista o su linealidad con el pasado expansionista. Para poder reflexionar en torno a esta cuesti n, nos centraremos en el contexto de la Europa industrial, con el fin de comprender las causas econ micas, sociales e ideol gicas que envolvieron las pol ticas de los reg menes parlamentarios, fundamentalmente los dos imperios de ultramar Gran Breta a y Francia que impusieron su talasocracia en frica y Asia.

5 En segundo lugar situando el debate desde un enfoque doble: sincr nico, ilustrando las teor as, lo que pensaban estadistas, soci logos, ge grafos, economistas y cient ficos de finales del XIX ante los hechos que asist an; al mismo tiempo pol tico, analizando en clave nacional la importancia del imperialismo en los debates de Estado. De este modo completaremos la controversia que gener en los diferentes pa ses, con un planteamiento global, mostrando las posiciones de social-dem cratas y marxistas-leninistas, que interpretaban el imperialismo como una reacci n embrionaria del capitalismo, propia de su naturaleza, m s all de un episodio de crisis econ mica coyuntural o de superpoblaci n.

6 Y finalmente, recogeremos las principales conclusiones, siendo conscientes que al igual que el propio concepto imperialismo se encuentra en evoluci n continua Rafael Olmos Vila Causas y debate sobre el Imperialismo decimon nico: C mo lo percibieron sus coet neos? ISSN 1989-4988 3 (neoimperialismo-neocolonialismo-globali zaci n) los debates siguen abiertos a ulteriores aportaciones y discusiones. UN NUEVO ESCENARIO: LA REVOLUCI N INDUSTRIAL La Europa del siglo XIX es transformada profundamente por la impronta de la Revoluci n Industrial, configurando las bases del capitalismo.

7 En el mbito agrario las leyes de cercamiento suponen la concentraci n de las peque as parcelas, lo que denota el inter s de los landlords por buscar productividad, pues no s lo vallan las grandes extensiones de tierra, sino que invierten en mejorar el rendimiento y aumentar la producci n. A diferencia de la Corona de Castilla, la nobleza no se limita a la tenencia de tierra y defender sus privilegios de mayorazgo, sino que son aut nticos farmers que explotan los recursos agropecuarios de las fincas, lo que manifiesta su concepci n capitalista de la tierra.

8 La tierra es un capital m s, una mercanc a que debe ser rentable y no nicamente el aval de abolengo. Paralelamente las mejoras en la higiene y en la alimentaci n favorecieron la evoluci n de un modelo demogr fico antiguo, con escaso crecimiento vegetativo, hacia un mayor crecimiento natural debido al descenso de la mortalidad catastr fica. La b squeda de beneficio y la mentalidad empirista alimentaron los sue os y los proyectos de burgueses y emprendedores que se aventuraron a transformar con peque as innovaciones tecnol gicas, es decir ligeros ajustes y modificaciones las herramientas y peque as m quinas,1 que junto al uso del vapor como energ a propiciaron un mayor desarrollo de los talleres artesanales y de las incipientes f bricas que conviv an con las industrias 1 Existi una revoluci n educativa previa a la industrial.

9 John Locke (1988) en su Ensayo sobre el entendimiento humano defendi que la mente del ni o es una tabla rasa, sin ideas previas, y que s lo alcanzar a el conocimiento a trav s de la experimentaci n, del empirismo. Este sustrato cultural, cre el imaginario id neo para que con su esfuerzo individual y creatividad, peque os artesanos y campesinos consiguieran transformar sus antiguas herramientas y t cnicas superando las dificultades que se les presentaban. 2 La irrupci n de las factor as industriales no aniquil el trabajo dom stico, industrializaci n y protoindustrializaci n convivieron, pero no como competencia sino como aliados.

10 Pensemos que la demanda a n no es constante, las crisis de subsistencia segu an Rafael Olmos Vila Causas y debate sobre el Imperialismo decimon nico: C mo lo percibieron sus coet neos? ISSN 1989-4988 4 Los cambios en la producci n conformaron dos nuevos grupos sociales: la burgues a, que en la moderna sociedad consegu a eliminar los privilegios nobiliarios y las trabas se oriales, imponiendo el sufragio censitario durante gran parte del siglo XIX; y el proletariado, un conglomerado formado por los jornaleros, trabajadores agrarios, peque os artesanos y obreros fabriles.


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